No os perdáis nuestra entrevista con Jakub Szamalek, escritor del juego.
La semana pasada viajamos hasta Varsovia para visitar las oficinas de CD Projekt, donde pudimos jugar por primera vez a The Witcher 3: Wild Hunt, el considerado por muchos jugadores como uno de los títulos más esperados en este 2015. En un año en el que tendremos juegos de la talla de Batman: Arkham Knight, Uncharted 4: A Thief's End, Halo 5: Guardians y Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, The Witcher 3 nos ha demostrado en este primer contacto, con contundentes argumentos, que es uno de los más serios aspirantes a juego del año.
Desde que lo vimos en directo por primera vez en el E3 del 2013 os venimos contando la buena pinta que tiene, pero hasta ahora no habíamos podido probarlo.
En este evento pudimos jugar unas tres horas y media, descubriendo tanto el principio de la aventura como un momento bastante avanzado, lo que nos sirvió para ver la diferencia entre dos de los tres grandes territorios que visitaremos, en un mapa que es unas 35 veces más grande que el de la segunda entrega.
Si entre The Witcher (2007) y The Witcher 2: Assassins of Kings (2011) el salto de calidad fue enorme, el que se produce ahora con The Witcher 3: Wild Hunt es francamente sorprendente. Ya no solo respecto a los anteriores trabajos de CD Projekt, sino incluso metiendo en el saco a todos los juegos de rol en mundo abierto que habíamos visto hasta la fecha. Han tomado prestada la ambiciosa fórmula de The Elder Scrolls, le han añadido todo lo bueno de la saga The Witcher, y el resultado es soberbio, haciendo bien todo lo que se propone, que es mucho.
El salto de la serie al mundo abierto se ha realizado con una naturalidad pasmosa, y la manera en que han entendido en CD Projekt cómo debe hacerse es admirable; no solo han creado un gigantesco mundo para impresionar, para decir que tienen el mapa más extenso, sino que todo tiene un sentido, el escenario es denso, coherente, lleno de contenidos y cada lugar es único y excepcionalmente bello. Si a esto le añadimos la cuidada narrativa a la que nos tienen acostumbrados en la saga, un sistema de combate muy mejorado, y un apartado técnico de auténtica nueva generación, el resultado como podéis imaginar es irresistible. A todos nos fastidió este último retraso a mayo de 2015, pero creemos que la espera va a merecer la pena.
La Cacería Salvaje
Nos encantaría contaros lo que ocurre en el excelente prólogo con el que arranca la aventura, pero no queremos estropearos la sorpresa, o al menos no ser nosotros quienes lo hagamos... Sí os vamos a decir que los jugadores que no hayan jugado a las dos entregas anteriores ni se hayan leído los libros, como nos lleva CD Projekt repitiendo una y otra vez desde hace tiempo, podrán seguir la historia sin ningún problema. Por supuesto que será un festín de referencias, guiños y detalles para los mayores fans del universo The Witcher, pero se nota el esfuerzo que han puesto para que cualquiera pueda disfrutar del juego, con un arranque lento y en el que introducen con cautela los conceptos argumentales, y con un glosario muy completo en el menú, para quien quiera saber más sobre los personajes y el mundo que los rodea.
También nos ha parecido una gran idea el no tener prisa por lanzarte de cabeza a ese impresionante mundo abierto que han creado, y en las primeras horas saben llevarte de la mano para que no te sientas abrumado, pero tampoco limitan tus movimientos, teniendo claros tus objetivos, aunque total libertad para explorar y afrontar misiones secundarias si así lo deseas. Por ejemplo la primera misión de la historia es derrotar a un temible grifo que está haciendo de las suyas en los alrededores de una pequeña aldea, y para conseguir este objetivo tendremos que realizar un montón de pequeñas tareas antes, entreteniéndonos inevitablemente con alguna que otra misión secundaria.
En The Witcher 3 se han esmerado para que te sientas como un auténtico brujo cazador de monstruos, y tanto misiones de la historia principal como un montón de secundarias estarán relacionadas con esto, habiendo potenciado las habilidades investigadoras de Geralt. Habrá unos 80 monstruos diferentes, con sus propios hábitos, hábitat y debilidades, y antes de enfrentarnos a ellos tendremos que investigarles, seguir sus huellas para saber dónde se encuentran, recopilar información para conocer sus debilidades, y recoger ingredientes y preparar pócimas que sean efectivas contra ellos.
El sistema de combate mantiene la base de lo visto en The Witcher 2, con un ataque rápido, otro potente, un movimiento para esquivar rodando, una acción para protegerte de los ataques y el uso de las cinco señales para ejecutar una especie de magias, como lanzar fuego, activar un escudo protector, desorientar a los enemigos, desequilibrarles y tirarles al suelo, y crear trampas mágicas en el suelo. La mayor novedad se produce en un nuevo sistema de contraataques, muy típico de los hack and slash, teniendo que pulsar el botón de protegerte justo cuando te atacan, y sobre todo lo que más cambia durante las batallas es la enorme cantidad de nuevas animaciones y la fluidez de estas, que hacen que los peleas en The Witcher 2 se hayan quedado muy anticuadas, y casi las de cualquier RPG reciente.
La manera en la que Geralt encara a los enemigos automáticamente siempre como debe, cómo coloca la espada en relación a la posición de estos, cómo nos rodean los rivales en grupo y nos atacan de manera muy inteligente, el sistema de combate es excelente para tratarse de un juego de rol, y además desafiante desde el principio de la aventura. Aquí no hay un icono que te indique cuando contraatacar, y tienes que estar muy atento a las animaciones de los enemigos y actuar en consecuencia. Un detalle que os alegrará saber es que ahora puedes consumir pociones y otros objetos durante los combates, no como en The Witcher 2, en el que te tenías que preparar antes de las batallas sin saber a lo que te ibas a enfrentar, lo que era una lotería.
Vuelven las dos espadas, una de acero, para enfrentarte a los humanos, y otra de plata, para las bestias, puedes lanzar bombas, colocar trampas y una gran novedad, al poco de empezar la aventura consigues una ballesta. Con esta podrás utilizar distintos tipos de virotes, y es muy útil contra los enemigos aéreos –abundantes ahora-, ya que si consigues acertarles los tiras al suelo, aunque no es fácil cuando están en constante movimiento, ya que no hay disparo automático. El diseño de los monstruos es excelente, y uno de ellos en concreto nos dejó boquiabiertos, ya que además de volar podía sumergirse en el agua y bucear.
Al estar en un mundo abierto, y ya no estar solo guiados por la historia, cuando nos encontramos con un enemigo vemos encima de su cabeza, al lado del nombre, su nivel de experiencia, y el color de este número –rojo-, o incluso una calavera a su lado, nos advierte que es mejor no enfrentarnos a él ya que tenemos todas las de perder, y deberemos mejorar antes el personaje para vernos las caras con enemigos cada vez más complicados. Para movernos por este vasto y complejo mundo ahora podemos correr, saltar y escalar, y para desplazarnos lo más rápido posible tendremos que montar a caballo, a ‘Sardinilla’, el nombre que Geralt le pone a todos sus corceles.
A este lo podemos llamar en cualquier momento pulsando el stick izquierdo, y su uso es bastante similar al visto en el clásico Red Dead Redemption, con un gran control y buenas animaciones. Con tres velocidades distintas de trote y galope, la más alta consumiendo una barra de cansancio, saltando tanto obstáculos como algunas distancias, pudiendo caminar automáticamente por caminos, lo que es muy práctico, se puede luchar desde su lomo con la espada, e incluso tiene un medidor de pánico cuando estamos rodeados de muchas amenazas, que si alcanza su límite, nos puede lanzar al suelo y salir huyendo. Además de a caballo o a pie, también podemos recorrer largas distancias gracias a un sistema de viaje rápido mediante postes. No podemos llegar a uno de estos lugares hasta que no lo hayamos descubierto primero, y siempre tendremos que dirigirnos a uno para activar el viaje rápido.
La dura vida del cazador
En una charla que pudimos mantener con Jakub Szamalek, el guionista de The Witcher 3, este nos dijo que harán falta 50 horas para completar la historia principal, y unas 100 si queremos hacer también todas las secundarias, una duración que no nos parece para nada exagerada o inflada por lo que hemos visto. Además de la historia principal, tenemos misiones secundarias que van surgiendo por todas partes, indicadas en el mapa con una exclamación, en tablones de anuncios en las aldeas, e incluso aparecen eventos aleatorios en el mapa, como alguien que está siendo atacado al que podemos ayudar.
Todo lo "secundario" que hicimos nos gustó mucho por lo cuidado que está, siempre con sentido y coherencia argumental, y Geralt no se pone a buscar flores por el campo por motivos absurdos, siempre tiene una motivación. Por citar alturas de las secundarias que hicimos, por ejemplo en una aldea al herrero le habían quemado la casa, y tuvimos que buscar al culpable siguiendo una serie de pistas gracias al sentido de brujo, una habilidad que se asemeja a la Vista de águila de los Assassin's Creed, y que se usa muchísimo para descubrir pistas, tesoros o rastros en los escenarios, en entretenidas labores detectivescas.
Cuando conseguimos dar con el culpable este nos ofreció un soborno por no delatarle, pero decidimos llevarle hasta el herrero utilizando la señal de Axia, con la que cual Yedi podemos doblegar la voluntad de nuestras víctimas. Finalmente al pirómano se lo llevaron unos soldados del ejército para ejecutarle, por lo que nos sentimos un poco culpables, pero a cambio conseguimos la simpatía del herrero y sus servicios. Una secundaria que tenía distintas soluciones, algo que vimos en varios momentos en nuestra partida.
Por ejemplo también dimos con una misión secundaria que tenía dos inicios distintos, o bien encontrando a un hombre que estaba buscando a su hermano herido en una batalla, al que teníamos que acompañar y escoltarle, algo que rechazamos, o dando accidentalmente con el soldado herido en una pequeña casa a bastante distancia, que finalmente llevamos junto a su hermano. Esto nos pareció bastante curioso, y nos habla muy bien de lo cuidados que están todos los contenidos en The Witcher 3, no dimos ni con una tarea o misión que no tuviera un contexto argumental, interesante y creíble. Además, explorando el mapa podemos encontrar o crear nuestras propias aventuras, como en todo buen juego de mundo abierto.
Por ejemplo a veces en el mapa aparece un área naranja circular, que nos indica que hay un tesoro cerca en los alrededores, invitándonos a buscarlo. En una de las ocasiones el cofre se encontraba debajo del agua y estaba cerrado con una llave, que encontramos en un cadáver cercano, en la orilla. En otra ocasión íbamos caminando por encima de un pequeño puente sobre el agua y nos dio por curiosear debajo de este, encontrando un escondite de contrabandistas, a los que robamos todas las mercancías. Los escenarios también están llenos de plantas y setas que podemos recoger, para así crear nuestras propias pociones, ya que la alquimia y la artesanía vuelven a ser importantes, permitiéndonos crear multitud de objetos.
Hay muchos detalles nuevos y mejoras en The Witcher 3, y cuesta mencionarlos todos sin extenderse demasiado. Por ejemplo no hemos dicho hasta ahora que los menús y la gestión del inventario son mucho mejores que en The Witcher 2, de lo mejor que hemos visto en un RPG reciente, algo que sabían en CD Projekt que debían mejorar. Puede parecer algo anecdótico, pero en un juego de esta magnitud pasas mucho tiempo en los menús, y se agradece que sean lo más intuitivos y prácticos posibles. También tiene otros grandes detalles, como lo fácil que es gestionar la enorme cantidad de misiones y tareas, y que dentro de una misión, con diferentes objetivos, sea tan fácil cambiar entre estos como pulsar el stick derecho.
Después de realizar algunas misiones secundarias, encontrar unos pocos tesoros, e incluso jugar a un curioso y elaborado minijuego de cartas, al estilo de Magic o Hearthstone, aunque con su propia personalidad, retomamos la historia principal, y nos pusimos las pilas para derrotar al grifo. Tuvimos que realizar unas cuantas tareas antes, como descubrir que la pareja de esta bestia había sido asesinada por unos soldados, lo que la había enfurecido, y conseguir unas hierbas para realizar una pócima que nos diera ventaja en el combate. Finalmente este enfrentamiento fue épico y desafiante, y nos tocó incluso cambiar de localización en mitad del combate al herir gravemente al monstruo, teniendo que perseguirlo a caballo, lo que nos demostró que el mundo abierto tendrá su protagonismo en los enfrentamientos.
Después jugamos un momento mucho más avanzado en la aventura en la región de Skellige, un archipiélago de islas de ambientación nórdica – a lo Skyrim-, del que no os vamos a dar demasiados detalles ya que quizás los podríais considerar spoiler. Aquí en una multitudinaria fiesta en un enorme castillo, de repente unos feroces osos atacan, realizando una auténtica escabechina entre los asistentes. Después de derrotar a estas bestias nos tocaba investigar lo ocurrido, descubriendo que la bebida había sido envenenada, lo que había transformado a algunos soldados en estos animales. Investigar la escena del crimen, seguir el rastro hasta la bodega, y después dar con el culpable, iniciándose una espectacular persecución a caballo recorriendo un bello paisaje de montaña hasta una playa.
Estamos ante una aventura visualmente espectacular, el juego de mundo abierto más bello que hemos visitado nunca, con unos escenarios repletos de detalles, cuidados de una manera exquisita, donde no hay dos metros de terreno parecidos. La vegetación se mueve con el viento, la iluminación es dinámica y se filtra por los árboles y plantas, interactuando con todos los elementos del entorno, cada momento del día es radicalmente distinto, y encima hay hasta clima dinámico. Técnica y artísticamente The Witcher 3 es una barbaridad, además con un enorme colorido algo no muy habitual en el género, y es el salto gráfico que esperábamos de los juegos de rol de nueva generación.
Las animaciones y los modelados de los personajes son excelentes, las expresiones faciales francamente buenas, mucho más de lo que nos esperábamos, y las cinemáticas con las que se narra la historia están cuidadísimas, a años luz de cualquier juego anterior de rol en mundo abierto. No queremos pecar de exagerados, pero es impresionante lo que ha conseguido CD Projekt con este, no olvidemos, su tercer juego. Han pasado cuatro años desde The Witcher 2: Assassins of Kings y el salto de calidad es enorme, muy meritorio si encima tenemos en cuenta la ambiciosa escala que tiene ahora el juego.
Pudimos ver y probar las tres versiones, la de Xbox One, PC y PlayStation 4, y los usuarios de las nuevas consolas pueden estar tranquilos, CD Projekt ha hecho un gran trabajo y todavía quedan unos meses de desarrollo. El juego en consolas, visualmente hablando, no se diferencia "demasiado" de la versión de PC en configuración ‘alta’, aunque sí tiene más defectos y problemas de rendimiento. Algo de popping, carga de texturas tardía, un antialiasing peor y sobre todo, una tasa de imágenes por segundo que todavía no mantiene los 30fps estables en todo momento, algo que deben mejorar en las próximas semanas. Por nuestra experiencia con tantos y tantos juegos, en el tramo final de un desarrollo, en los últimos dos o tres meses, es cuando se ajusta el framerate, siempre para mejor, por lo que no nos extrañaría que finalmente tanto en Xbox One como en PlayStation 4 se mueva a 30fps estables sin demasiados problemas.
Queremos dejarlo claro por si teníais dudas de cómo luciría The Witcher 3 en las nuevas consolas, se ve genial y no tiene demasiado que envidiar a la versión de PC, teniendo una experiencia en todas las plataformas muy parecida. La versión de PC la pudimos probar solo con la configuración ‘alta’, totalmente estable, y se movía con el siguiente ordenador, por si queréis saber si vuestro PC podrá con él sin problemas: un procesador Intel Core i7-4790, una placa base AsRock Z97 uATX, 8GB de RAM DDR3 y una tarjeta gráfica GeForce GTX 980, con 4GB GDDR5. Está claro que quien quiera el mayor espectáculo gráfico y una tasa de fotogramas por segundo cercana a los 60fps tendrá que jugarlo en PC, pero el ordenador para conseguirlo no será barato precisamente, y la versión de consola será una alternativa excelente.
La música también ha pegado un subidón de calidad, con unas composiciones con mucha personalidad, música folk con voces y coros, que resulta muy épica durante los combates. A esto le acompañan buenos efectos de sonido y un gran doblaje original en inglés, llegando a España con unos más que correcto subtítulos en español.
De momento el candidato más serio a juego del año
Nos podemos ocultarlo, nos ha fascinado The Witcher 3: Wild Hunt, y no vemos el momento de que llegue el mes de 19 mayo para poder disfrutarlo. Es abrumadora la manera en la que en todos sus apartados vapulea a cualquier juego de rol y acción en mundo abierto que hubiéramos jugado anteriormente, y va a marcar un antes y un después dentro del género. Con esto no estamos diciendo que vaya a ser perfecto, es seguro que su enorme ambición traerá consigo unos cuantos defectos, pero las virtudes que contiene son innumerables e irresistibles. Por la cantidad y calidad de juegos que vamos a recibir en este 2015 parece que va a ser un año para el recuerdo, y The Witcher 3 va a tener mucha culpa de ello.
