La historia de la humanidad es tan rica en acontecimientos, épocas e historias que muchas veces es mejor utilizarla para los videojuegos que cualquier universo ficticio, ya sea para construir un espacio increíble para explorar aunque le agreguemos toques fantásticos en sagas como Assassin’s Creed o Wolfenstein o para tener un mayor rigor histórico como suele ocurrir en los juegos de estrategia.
Precisamente en este género hemos visto en muchas ocasiones títulos ambientados en la Alta o Baja Edad Media o en la Segunda Guerra Mundial pero, sin embargo, la Primera Guerra Mundial ha sido un conflicto poco explotado en los videojuegos en general, con algunas excepciones como Battlefield 1 o Verdún, y más aún en los títulos de estrategia, algo que se quiere remediar con The Great War: Western Front, un nuevo juego de Petroglyph Games, creadores de Command & Conquer Red Alert Remastered y Conan Unconquered que hemos podido probar durante unas horas para contaros nuestras primeras impresiones con el título.
Una campaña con un mapa de teatro y un campo de batalla
Como decimos, The Great War: Western Front nos permitirá revivir los hechos ocurridos en la Primera Guerra Mundial comenzando por un modo campaña que nos llevará al frente occidental de 1914 a 1919 pudiendo elegir cualquiera de las dos facciones que, en este caso, son la Triple Alianza (Imperio Alemán, Austria-Hungría e Italia) y la Triple Entete (Francia, Reino Unido y el Imperio Ruso) para decidir el destino de Europa.
Dentro de la campaña nos encontramos con algo que cada vez es más habitual en muchos juegos de estrategia que es el mapa del teatro de guerra, un mapa táctico con acciones basadas en turnos de un mes de duración cada uno desde el cual controlaremos los movimientos de nuestras tropas por todo el frente europeo distribuyéndolas entre las diferentes ciudades y planeando si queremos hacer alguna ruptura en el frente o quizás embolsar un territorio, a la par que gestionamos recursos, mejoramos nuestras tecnologías y cumplimos ciertas misiones que son aleatorias para dar un poco de dinamismo a cada partida.
Por otro lado tenemos el clásico campo de batalla tradicional en el que deberemos de dirigir a nuestras tropas para luchar por el control de un territorio. Es, en este punto, donde creemos que The Great War tiene sus principales bondades y, a su vez, donde puede tener sus mayores defectos debido al armamento de la época y al diseño de los niveles (o al menos al diseño que hemos visto en esta primera demo.
Estos campos de batalla tienen zonas controladas por cada uno de los dos bandos que, además, podemos "personalizar" construyendo todo tipo de trincheras y ayudas defensivas antes de comenzar con el enfrentamiento en si mismo con una fase de colocación de tropas. Además los cambios que hagamos al mapa o las trincheras que construyamos serán permanentes en el tiempo y si, por ejemplo hacemos una primera batalla en Verdún en diciembre de 1914 y volvemos a atacar este territorio en septiembre de 1915 veremos cómo se han conservado las construcciones y fortificaciones que hayamos construido en el pasado, un buen punto a tener en cuenta para el juego.
Sin embargo, el mayor problema a nivel de diseño y que es algo propio también de esta guerra en particular, es la denominada "tierra de nadie", un espacio bastante vacío entre las posiciones controladas por ambos ejércitos que, al menos para el que os escribe, puede favorecer que se use mucho el fuego de artillería y una estrategia defensiva para llevarnos la batalla, sobre todo por una IA rival que no nos ha parecido muy inspirada (aunque esto podría cambiar en la versión final ya que no pudimos cambiar la dificultad del juego), táctica que usamos durante la mayor parte de las partidas y que funcionó de forma muy efectiva, desgastando las líneas enemigas con las piezas de artillería (y usando también en parte la fuerza aérea) para ganar superioridad y facilitar el asalto de la infantería para conquistar las posiciones del enemigo.
Batallas con rigor histórico
Otro de los puntos fuertes sobre los que quiere cimentarse The Great War: Western Front es su rigor histórico tanto a la hora de representar todas las unidades o detalles presentes en el juego como a través de un modo centrado en batallas históricas que nos va a permitir revivir o altear algunos de los enfrentamientos más conocidos de este gigantesco conflicto bélico.
Por ejemplo en esta prueba pudimos revivir la famosa Batalla del Somme considerada como una de las más sangrientas de la historia con más de un millón de bajas en la que tuvimos que controlar a la Triple Alianza, defendiéndose como gato panza arriba a pesar de estar en inferioridad numérica, una batalla que en esta ocasión era bastante difícil, tal y como fue aquí la defensa de los alemanes.
Una prueba inminente en el Steam Next Fest
Si lo que habéis leído un poco más arriba ha hecho que crezca vuestro interés por The Great War: Western Front tenemos también una buena noticia ya que la misma demo que pudimos probar nosotros (con un tutorial, una pequeña sección de la campaña y esa batalla histórica) estará presente a partir del 6 de febrero en Steam gracias al Steam Next Fest, por lo que podéis probar este título de estrategia durante unas horas y saber si es de vuestro gusto.
Estrategia en la Primera Guerra Mundial
The Great War: Western Front es un juego de estrategia que quiere usar la fórmula de Total War en su campaña, contando con un mapa de "teatro de guerra" de corte táctico para después viajar al campo de batalla para los enfrentamientos entre las unidades, siendo este último punto en el que tiene sus mejores ideas (permanencia de unidades y construcciones de una batalla a otra, buen comportamiento de unidades…) y también en el que podría estar su mayor debilidad ya que favorecen mucho el uso de la artillería y las unidades aéreas que, sobreexplotándolas han decantado estas primeras partidas.
No hemos jugado lo suficiente para saber si The Great War: Western Front va a destacar en un género cada vez más competitivo y exigente como el de la estrategia, pero traer la Primera Guerra Mundial y buscar bastante rigor histórico son dos elementos que nos gustan, además de que todo el mundo podrá probarlo a partir del 6 de febrero con una demo antes de su llegada definitiva a PC el 30 de marzo.
Hemos realizado estas impresiones tras jugar en un evento al que fuimos invitados por PRGarage.
