Como nosotros, seguro que vosotros también habéis notado que de pronto un género se pone de moda y comienza a producirse una avalancha de juegos que acaba por saturar el mercado. Uno de los géneros que más tirón tiene ahora mismo, al menos en PC, es el de la supervivencia en mundo abierto. Buscar recursos, no pasar hambre, construirnos un sitio para pasar la noche, defendernos de los ataques… qué os vamos a contar que no sepáis. Ahora llega The Forest, y os contamos cómo intenta distinguirse de esta avalancha de juegos de supervivencia.
Comienza la historia
Espera, espera… ¿que tiene historia? Pues sí, The Forest no nos deja simplemente ahí perdidos de la mano de dios, sino que, efectivamente, nos relata una historia. Todo comienza con un accidente de avión. Nuestro hijo –suponemos– descansa plácidamente, cuando de pronto, un accidente nos deja inconsciente en el suelo.
Apenas recuperamos la conciencia para abrir los ojos durante un breve instante y descubrir que lo que parece ser algún tipo de tribu indígena –y aparentemente, no cien por cien humana– se lleva al pequeño.
Al recuperar la lucidez, podemos explorar los restos del avión y conseguir los primeros objetos. Al salir de éste, tendremos una interesante sorpresa. Los indígenas en cuestión están esperándonos, y no precisamente para darnos la bienvenida. Tras unos momentos de tensión, comienza una batalla en la que tenemos todas las de perder. Nosotros pudimos defendernos, e incluso acabar con uno de los enemigos, pero al final sucumbimos ante el poder de sus ansias atropófagas.
Dando los primeros pasos
En estos primeros minutos de juego, obviamente, nos sentimos un poco abrumados. De hecho, pensamos que, aunque podemos huir de la batalla, está todo pensado para que nos sirva a modo de tutorial. Tras nuestra repentina muerte aparecemos en una cueva a la que la tribu ha llevado a algunos de los pasajeros del avión accidentado, que yacen o cuelgan ahora muertos. En la cueva, igualmente, podremos continuar con el tutorial, aprender el resto de movimientos, y conseguir algunos objetos más.
Una vez salgamos de ella, estaremos solos. Ahora comienza la aventura de verdad, donde estamos una vez más tendremos que conseguir lo básico para ir progresando y viendo un nuevo amanecer. Como suele ser habitual, habrá que empezar por las ramas y las hojas para hacernos una ínfima cobertura y construirnos una hoguera, y a partir de ahí poder seguir aumentando nuestra defensa y arsenal. En general, el progreso nos ha parecido más medido y menos frustrante que en otros juegos similares, aunque como suele ser habitual, cualquier evento puede desencadenar el fatal desenlace e invitarnos a comenzar desde el principio.
¿Qué lo hace diferente?
Las mecánicas de The Forest son prácticamente las mismas que las del resto de competidores del género: aventura en primera persona, lucha por la supervivencia, inferioridad ante el entorno, ciclos día y noche… pero, como decíamos, tiene una historia. Y esto implica que tiene un final. No sabemos muy bien cómo se desarrollará el argumento, pero, sin duda, será algo curioso de ver. También habrá que ver qué pasa una vez completado el juego, etcétera, etcétera, pero habiendo probado la versión "alfa 0.0.1", hay todavía muchas incógnitas en el aire.
Otro elemento diferenciador es que está concebido como un juego para un jugador, por lo que no tenemos que vivir con el miedo de que alguien se persone en nuestra pequeña fortaleza y nos destroce todo, o que nos mate a traición. La tribu es, en principio, nuestro único enemigo, y veremos cómo explora el entorno constantemente en grupo en busca de supervivientes a los que llevarse a la ya mentada cueva.
Aspectos técnicos
Para ser un juego desarrollado por un estudio de cuatro personas y estar en una versión tan temprana, lo cierto es que The Forest puede llegar a sorprender. Gráficamente tiene algunos detalles que lo hacen lucir razonablemente bien, y el efecto blur o de distorsión disimula muy bien sus fallos y le da un toque bastante realista. Todavía tiene bastantes fallos, tanto en lo visual como en lo jugable, pero es algo que cabe esperar teniendo en cuenta la etapa de desarrollo en la que se encuentra.
La inteligencia artificial quizás se merezca un punto y aparte, teniendo en cuenta la importancia que jugará en un título concebido para un jugador, y que, como mucho, añadirá cooperativo en el futuro. Por el momento nos parece prometedora. Vemos cómo mantienen pequeños equipos a la hora de explorar, y cómo se alertan entre ellos si nos encuentran, aunque todavía son bastante torpes e impredecibles –para mal–.
Una promesa perdida en el bosque
Sobre el papel queda la promesa de mejorar la inteligencia artificial, potenciar el terror –que se anuncia como clave pero que acaba siendo algo anecdótico– incluir más animales, más sistemas de ataque y defensa –armas, trampas–, más áreas que explorar –cuevas incluidas–, nuevos modos de juego –incluyendo el multijugador– e incluso compatibilidad con Oculus Rift, que podría ser bastante interesante para los poseedores del casco de realidad virtual para terminar de sumergirse en la experiencia.
Una "alfa 0.0.1" no es muy representativa de lo que nos encontraremos una vez se lance la versión final de The Forest, pero lo que hemos probado nos ha gustado. No revoluciona el género, pero sus novedades podrían ser suficiente para atraer al público que ya está saturado de juegos de supervivencia. Quedan muchísimas incógnitas en el aire, y sobre todo nos preocupa que pueda llegar ya cuando sea demasiado tarde. Eso sí, por el momento no os animamos a comprarlo salvo que tengáis una urgencia desmesurada por probarlo, ya que está demasiado verde. Pensamos que es preferible seguirle la pista y apostar cuando esté más avanzado o, directamente, terminado.
