Tras tomarse un pequeño descanso para trabajar en The Sinking City, el juego inspirado por el universo de Lovecraft, Frogwares vuelve a la que se perfila como su principal saga, Sherlock Holmes, para ofrecernos una nueva historia que nos lleva a descubrir el «primer capítulo» de la vida del popular detective, que esta vez tiene que enfrentarse a uno de los misterios más personales hasta el momento.
Las aventuras del joven Sherlock
Sherlock Holmes: Chapter One es un juego de investigación y exploración en tercera persona, que nos lleva hasta la isla de Cordona –una pequeña ciudad mediterránea, ficticia pero inspirada por paisajes italianos– en 1880. Nuestro protagonista no es el afamado detective que conocemos todavía, sino un joven de 21 años que, diez años después, vuelve a donde vivió con su familia para visitar la tumba de su madre. Como os podéis imaginar, así se desata todo.
En estas impresiones hemos podido jugar la primera misión, que sirve como una especie de elaborado tutorial, así como la primera misión «principal» (por llamarla de alguna manera) y una misión secundaria. En Sherlock Holmes: Chapter One el desarrollo pasa a ser de mundo abierto, suponemos, aplicando lo aprendido en The Sinking City.
La isla está a nuestra disposición para que la recorramos en busca de nuevas misiones, pistas u objetos, aunque es fácil seguir una trayectoria más lineal si queremos centrarnos en la historia.
Personalmente creemos que un mundo abierto tiene que aportar algo, y en juegos donde la narrativa es tan importante, puede ser contraproducente. Lo cierto es que aun es pronto para opinar sobre cómo este acercamiento más abierto a la exploración le va a sentar al juego, pero por ahora nos ha parecido interesante y bien implementado, con opciones de viaje rápido para ayudarnos a ir al grano si así lo deseamos.
Como en casa
Los que hayáis jugando a uno de los juegos anteriores de la saga –al menos los más recientes– os vais a encontrar con un acercamiento muy similar a su núcleo jugable. Esto quiere decir que las mecánicas siguen siendo muy similares: se nos presenta un misterio, hablamos con los implicados, los examinamos para crear un perfil, investigamos la escena del «crimen» –o del misterio– y luego exploramos el entorno para encontrar pistas y llegar a conclusiones a través de un menú en el que podemos unirlas.
En esta nueva entrega se han introducido algunas opciones nuevas para ayudarnos con nuestras investigaciones, como la concentración (que nos permite ver varias características de objetos y personajes sin necesidad de interactuar con ellos), la posibilidad de escuchar ciertas conversaciones para obtener pistas, e incluso la opción de disfrazarnos, incluyendo máscaras, maquillaje y otros accesorios para modificar nuestra apariencia por completo. Los disfraces nos ayudarán a obtener acceso a ciertas zonas o incluso a ciertas personas; de hecho, con la concentración podremos ver la predisposición de los personajes a hablar con nosotros o no en función de la ropa que llevamos.
El problema es que todas estas posibilidades parecen estar bastante delimitadas. No sabemos si es porque todavía estamos en los primeros compases del juego, pero nos gustaría tener más libertad para usarlas y obtener diferentes resultados. Ahora mismo nos ha dejado la sensación de que sólo tenemos que averiguar cuál usar en lugar de cómo usarlas. Esto no quita, por supuesto, que sigamos pudiendo tomar decisiones, tanto a la hora de crear los perfiles de los sospechosos como a la hora de tomar decisiones sobre los culpables.
Un mundo en el que perderse
Hay que destacar el fantástico trabajo que ha hecho Frogwares a la hora de recrear el universo de este joven Sherlock Holmes. Es injusto compararlo con las superproducciones que todos conocemos, pero para ser un juego con un presupuesto mucho más reducido, creemos que se ve genial.
Los personajes tienen un gran nivel de detalle, y están muy bien animados, expresiones faciales incluidas, algo que ayuda a crear esa inmersión. La mismo podemos decir de la isla en la que transcurre la historia, Cordona, que no sólo sorprende por su apartado técnico, sino también por el artístico. Esta versión –todavía una beta en desarrollo– contaba con Ansel, por lo que, además, hemos podido trastear con la cámara para apreciar el trabajo que hay detrás.
Un detective con lo mejor por llegar
Incluso con la inclusión del mundo abierto, no creemos que Sherlock Holmes: Chapter One vaya a ser un juego revolucionario, pero sí que promete ser un título muy interesante para los que disfruten con aventuras de este tipo. En estas primeras horas hemos podido ver que ciertas carencias –como las líneas de diálogo que se repiten constantemente al hablar con la mayoría de los PNJ– van a seguir ahí por razones presupuestarias, y más cuando pasas al mundo abierto, mientras que otras –algunos tutoriales son muy obtusos, o ciertos objetivos que parecen guiarte al lugar equivocado– podrían mejorarse de aquí al lanzamiento.
Todavía quedan más cosas por ver, como el combate, que promete abrir nuevas opciones para resolver ciertos casos, o la mansión de la familia, que servirá como punto central para progresar en la historia. En cualquier caso, es innegable que Frogwares sigue sabiendo cómo crear una historia que te atrapa desde el primer momento y que nos anima a progresar aunque sólo sea por resolver los misterios, así que, si habéis disfrutado con alguna de las aventuras antes, no debéis perderle la pista a este Chapter One.
Hemos realizado estas impresiones en PC con una versión en desarrollo proporcionada por Wire Tap Media.