Rogue Legacy se ha convertido por méritos propios en uno de nuestros roguelite favoritos de la última década. Su propuesta no podía ser más simple y adictiva: explorar un gigantesco castillo generado aleatoriamente en el que la muerte de nuestros personajes nos llevaría a encarnar a sus descendientes. Lo interesante de esta premisa es que los hijos de nuestros héroes siempre hacían gala de características muy diferentes y alocadas, cambiando por completo nuestra forma de jugar y de afrontar los innumerables peligros que tendríamos que afrontar cada vez que nos adentrásemos en la fortaleza.
Todo esto sumado a una jugabilidad que mezclaba con mucho acierto acción y plataformas 2D con un sistema de progresión muy bien estudiado que siempre recompensaba nuestros esfuerzos y que conseguía que nuestros intentos fallidos de conquistar el castillo no se sintiesen como tiempo perdido, dieron como resultado un título divertidísimo al que le dedicamos decenas de horas casi sin darnos cuenta.
Ahora, Cellar Door Games ha comenzado a trabajar en una secuela que ya hemos podido probar gracias a su Early Access de Steam, una versión preliminar y sin terminar del título que nos ha permitido hacernos una buena idea de qué es lo que podemos esperar de una segunda que tiene una pinta estupenda y muy prometedora.
Las nuevas generaciones de héroes
Lo primero que tenemos que comentar es que nos encontramos con una secuela pura y dura que toma la base de la entrega original para centrarse en ampliarla y mejorarla en todos los sentidos posibles. Sí, se ha perdido por completo el factor sorpresa, pero os podemos asegurar que eso no está impidiendo que nos lo estemos pasando en grande con él.
Así pues, volveremos a embarcarnos en una aventura de acción y plataformas 2D que nos llevará a explorar una enorme mazmorra cuyo diseño cambia cada vez que entramos en ella. Por supuesto, si morimos perderemos a nuestro personaje, pasaremos a controlar a nuestro sucesor entre tres opciones a escoger y podremos utilizar el oro que hayamos acumulado en fabricar equipo o mejorar nuestra base para obtener todo tipo de mejoras, incluyendo el acceso a nuevas clases jugables.
La fórmula ha cambiado bastante poco, pero nos bastará con tan solo jugar un rato para darnos cuenta de que hay más novedades de las que podría parecer. Por un lado están las más generales y lógicas, como nuevos roles y peculiaridades para nuestros protagonistas, nuevos tipos de enemigos, nuevas habilidades y hechizos, nuevos tipos de trampas y salas, etcétera. Es decir, lo mínimo que cabría esperar de una segunda parte.
Sin embargo, también tenemos otros añadidos más interesantes y jugosos, como las reliquias familiares, unos objetos que nos darán acceso de forma permanente a todo tipo de imprescindibles movimientos que necesitaremos para alcanzar zonas inicialmente inaccesibles, como si de un "metroidvania" de toda la vida se tratase. Evidentemente, esto potencia muchísimo la exploración y ayuda a que la sensación de progreso sea mayor que en su predecesor, pues nuestra movilidad por los escenarios no parará de mejorar al mismo tiempo que abrimos nuevas rutas para nuestros reintentos.
Un detalle muy interesante es que para adquirir estas reliquias no solo nos tocará buscar su localización, sino que una vez demos con ellas, deberemos superar una prueba diseñada para demostrar que realmente somos dignos de portarla. A efectos prácticos, estos desafíos actúan como tutoriales del nuevo poder que vamos a conseguir, aunque ya os vamos avisando que morir en ellos tampoco es que sea algo demasiado raro.
Otra importante mejora respecto al primer título la tenemos en las propias mecánicas jugables de cada clase, muchísimo mejor diferenciadas que en la primera entrega. De hecho, ahora cada una porta su propia arma exclusiva, cambiando por completo nuestros movimientos de ataque y sus propiedades. A fin de cuentas, una lanza no es lo mismo que un hacha y una espada poco tiene que ver con un arco, algo que se refleja genial a los mandos y que nos obligará a adaptarnos a todas ellas para salir victoriosos de todos los combates en los que nos metamos.
Tampoco podemos olvidarnos de destacar una nueva dinámica de riesgo y recompensa que multiplicará el oro ganado según las características que tenga nuestro héroe. Cuantos más defectos tengamos y más graves sean, mayor será el multiplicador de oro que conseguiremos. Por ejemplo, si nuestro personaje tiene la propiedad "Pacifista", un penalizador que nos impedirá hacer daño, ganaremos un 150% de oro adicional con él, una cifra muy elevada que va acorde al hecho de que no podamos golpear a nuestros rivales. En cambio, si los efectos negativos son más leves y menos molestos, el porcentaje adicional será menor.
Gracias a esto, el estudio ha conseguido darnos motivos de peso para que no evitemos constantemente a los personajes más problemáticos, dándole así un punto de tensión y estrategia muy interesante a la selección de nuestros herederos. ¿Nos la jugamos con un avatar repleto de defectos pero con un multiplicador de oro muy alto o vamos sobre seguro y apostamos por el que menos penalizadores tenga? Esto es algo que siempre tendremos que sopesar tras cada muerte y que le imprime mucha "vidilla" al desarrollo de la aventura, recompensándonos de forma satisfactoria por asumir riesgos.
Actualmente la versión de Acceso Anticipado de Steam tiene muy pocos contenidos, así que no os podemos contar mucho más sobre él, aunque todas estas mejoras que os hemos comentado se dejan notar desde el primer minuto. Las nuevas salas funcionan genial, el título es increíblemente satisfactorio a los mandos y sus novedades hacen que su desarrollo sea muchísimo adictivo que su predecesor. Es uno de esos juegos que te hace decir "una partida más y lo dejo" durante horas, lo que habla muy bien del trabajo que están realizando en Cellar Door Games.
Por último, no queremos cerrar este artículo sin comentar la gran mejora que ha experimentado su apartado visual, con unos bonitos fondos realizados a mano, unos personajes mucho más detallados y mejor animados, efectos considerablemente más logrados, una iluminación muy conseguida, etcétera. Y todo ello manteniendo el inconfundible diseño de la serie.
Una secuela que apunta muy alto
Como habéis podido comprobar, Rogue Legacy 2 nos tiene entusiasmados. Todas sus novedades nos parecen un completo acierto y consiguen darle un toque de frescura muy satisfactorio que hacen que sea un juego con una capacidad para enganchar y desafiarnos a la altura de los mejores roguelite. Quizá no sorprenda tanto, pero si os gustó su primera parte, pocos motivos encontraréis para no celebrar la pinta tan prometedora que tiene esta secuela.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código de Early Access.
