Una saga muy apreciada por los amantes de la estrategia es sin duda Total War, que ya cuenta en su haber con varios títulos. Ahora, Creative Assembly de la mano de Sega, nos traen una nueva entrega de la saga que trae más novedades de las que parece y nos permite revivir la historia de uno de los personajes europeos más famosos.
En esta ocasión la acción se traslada al siglo XVIII, y nos pone en la piel de Napoleón Bonaparte. A lo largo de tres campañas (la de Italia, la de Egipto y la de Europa) deberemos dar los pasos necesarios, tanto logísticos como militares, para conquistar todo aquello que nos propongamos. Además, al inicio del juego tendremos un tutorial en el que se nos enseñarán todos los conceptos y al final, si completamos todas las campañas con éxito, tendremos la oportunidad de luchar en Waterloo y tratar de cambiar la historia.
Aunque el juego cuenta la historia de Napoleón, tendremos libertad para decidir como se desarrolla, por lo que no tendremos que seguir sus pasos al pie de la letra para ganar. Al jugar, podremos elegir la dificultad, tanto de la batalla, como de la campaña en general, por lo que el juego se amoldará a cualquiera.
El tiempo es oro
Una vez en la partida, pronto apreciaremos las novedades que sin duda nos harán las cosas más complicadas aún que otros títulos de la saga a favor de dotar al juego de un mayor realismo y estrategia. Lo primero que nos llamará la atención es que las unidades nuevas que reclutemos no aparecerán al terminar el turno, sino que deberemos esperar cierto tiempo a que lleguen desde Europa. Este tiempo dependerá de en que zona geográfica estamos (si es montaña, por ejemplo, tardarán mucho más), que época del año es (en invierno es posible que muchos de los refuerzos mueran), si estamos en zona enemiga o no… Como veis, ahora tendremos un montón de factores más a tener en cuenta.
Pero estos elementos no afectarán sólo a los refuerzos, sino que tendremos que tenerlos en cuenta antes de hacer cada movimiento. Si no somos cuidados, y movemos a nuestras unidades durante el frío invierno, es probable que acabe diezmados o sin provisiones. En este sentido, el juego nos obliga a ser más cautos, a mover poco a poco las unidades para tenerlas controladas. Además, tendremos que jugar con el tiempo que duren los traslados, pues al igual que cuando pedimos los refuerzos, lo que tarde dependerá de muchos factores, y es posible que tardemos varios turnos en que lleguen hasta el lugar que deseamos.
Cada turno serán dos semanas en el juego, y en esta ocasión el tiempo será crucial para todo. Desde trasladarnos, como comentábamos antes hasta construir un edificio, todo llevará su tiempo, pudiendo tardar incluso meses de juego. También será muy importante el estado anímico de los hombres, y deberemos cuidar a Napoleón, pues si es herido en combate y debe marcharse a Francia para curarse, su carisma se echará de menos en nuestro ejército y tendrá repercusiones negativas.
A la hora de conquistar territorios, podremos hacerlo por la fuerza o, aprovechando el descontento de los habitantes, de forma pacífica. Ambas formas tendrán sus ventajas, y deberemos ser nosotros los que decidamos que nos conviene más. Si lo hacemos por la fuerza, la gente estará descontenta con nosotros, pero a cambio ganaremos cierto dinero de golpe. Si decidimos ser pacíficos, los ciudadanos estarán contentos y, aunque no tendremos dinero de entrada, cada cierto tiempo recibiremos una pequeña cantidad.
Ahora más listos
Un aspecto que se ha querido mejorar para esta entrega es la inteligencia artificial de los enemigos. En anteriores Total War, los enemigos se movían por objetivos de forma demasiado obvia, haciendo que fueran a por uno y si no lo conseguían, se olvidaran de él y pasaran al siguiente. Ahora, si ven que no pueden conseguir ese objetivo, lo intentan de otra forma, recurriendo a maniobras indirectas para conseguirlo, haciendo que sea más realista. Pero si lo nuestro es jugar con otros amigos, podremos compartir las campañas con ellos, tanto jugando en el mismo bando como compitiendo contra ellos.
Si eres más amante de los combates que de la parte de gestión, no hay problema, ya que podrás elegir jugar sólo los combates más importantes uno detrás de otro. En este apartado también hay alguna novedad, como el hecho de poder usar habilidades que afecten a tus tropas o un mayor número de unidades (más de 300). En esta ocasión se ha querido hacer distinción entre las unidades de los distintos ejércitos, de forma que aunque se trate de la misma unidad, tendrán diferencias según su bandera. En este sentido, se está trabajando mucho para que todos los ejércitos estén equilibrados y todos tengan las mismas posibilidades de alzarse con la victoria.
Gráficamente el juego sigue la estela del anterior Total War, lo cual es sin duda una buena noticia. Además, se ha mejorado un poco todo, viéndose todavía mejor. Ahora tendremos más unidades todavía, pues muchos ejércitos tendrán varios uniformes. Seguimos viendo detalles de las tropas aquí y allá, como caballos huyendo del campo de batalla ya sin su jinete, que lo hacen todo más creíble.
Sin duda todos los aficionados de la saga tienen motivos para esperar con impaciencia este Napoleon: Total War, pues pese a que muchos lo calificaron como una simple expansión, en realidad es un juego totalmente nuevo que aporta interesantes novedades, sobre todo en la parte de gestión. Todavía tenemos que esperar a su salida para poder meternos de lleno en todo lo que ofrece, pero por lo que hemos visto, se está haciendo un trabajo estupendo. Y es que con juegos como este, ¿quién no querría ser Napoleón Bonaparte?