1 de noviembre de 2019. Las luces del Anahein Convention Center se apagaban dejando en penumbras el recinto y las pantallas de los aficionados de Blizzard que seguían la Blizzcon 2019 a través de internet y se preparaban para los anuncios que la empresa estadounidense tenía escondidos bajo la manga. Segundos más tarde comenzó una cuenta atrás, números teñidos de rojo aparecían en pantalla: 10, 9, 8, 7, 6, 5… La oscuridad se cernía sobre nosotros, terminaba la cuenta atrás, vimos un pueblo en ruinas, escuchamos un rezo con una voz gutural y comenzamos a ver "Con Tres Comienza", el tráiler que sirvió para presentarnos Diablo 4.
Ahora, algo más de tres años más tarde, hemos podido poner nuestras manos sobre el teclado y el ratón para jugar por segunda vez al juego de rol y acción Blizzard con una demo larga que nos permite disfrutar de una primera parte de la campaña así como un buen puñado de secundarias y ver en profundidad todo lo que nos quieren ofrecer con Diablo 4, un juego tétrico, maduro y refinado a nivel jugable que tiene un futuro prometedor si es capaz de mantener el nivel durante el resto de la aventura y ofrecer un buen endgame.
El retorno de la oscuridad y una apuesta madura
Creemos que lo primero que debemos destacar de nuestro nuevo encuentro con Diablo 4 es el tono del ARPG de Blizzard precisamente porque a muchos aficionados no les agradó demasiado el que acompañaba a Diablo 3, un juego divertidísimo en lo jugable, pero mucho más suave que otras entregas de la saga, renunciando a buena parte del gore, la oscuridad y el mundo tan lúgubre que nos habíamos encontrado en las dos primeras entregas.
Esto por suerte cambia con Diablo 4 desde el primer momento, con un tono general mucho más oscuro no solo a la hora de presentarnos (al menos en las primeras horas) un Santuario en el que la noche es más habitual que el día o en el que la angosta luz de las antorchas es nuestra mejor compañera, sino también encontrando una paleta de colores mucho más pálida que le sienta como anillo al dedo, escenarios que no renuncian al gore, los miembros cercenados o la sangre para ofrecer un aspecto al menos tan violento como en Diablo además de una historia de la que no vamos a daros detalles, pero que en estos primeros compases es mucho más madura y adulta que en ocasiones anteriores, presentándonos una trama con personajes más complejos, imperfectos y en definitiva, más humanos y realistas teniendo en cuenta las circunstancias de caos de sus tierras.
Otro punto que queremos comentar aquí es que por primera vez la trama principal de Diablo 4 no será lineal y que tendremos la posibilidad de recorrer con libertad todo el mundo y escoger un orden distinto para completarla con varias bifurcaciones.
Eso sí, en esta primera prueba los tres caminos que podíamos elegir tenían una diferencia de nivel bastante considerable entre sí y si esto se repite en el futuro esta aparente libertad podría quedar en entredicho.
Una amplia personalización del personaje tanto en lo estético como en sus habilidades
Adentrándonos ya en la demo, comenzamos nuestra primera partida creando un mago (podíamos escoger en esta demo entre esta clase, la de bárbaro o el pícaro) y por primera vez podíamos personalizar de forma bastante profunda para lo que nos tiene acostumbrados la saga a nuestro personaje, eligiendo su género, peinado, rostro, tatuajes, maquillaje, vello facial... en un editor que no es el más profundo de la historia de los juegos de rol pero que nos permite retocar lo suficiente como para darnos más libertad para crear ese personaje que tenemos en la cabeza.
Centrándonos ahora en la creación y el desarrollo de nuestro alter ego virtual, durante la aventura fuimos subiendo unos cuantos niveles y probando un nuevo árbol de habilidades mucho más completo de lo que estábamos acostumbrados a ver en la saga permitiéndonos evolucionar en primera instancia a nuestro mago (después probamos también un bárbaro) dándonos muchas opciones diferentes para poder incluso crear dos magos completamente distintos en dos partidas diferentes.
En nuestro caso decidimos escoger habilidades centradas en el fuego ya que nos gusta ver a nuestros enemigos arder, aunque si lo preferimos podemos optar por otros caminos como el del hielo o una combinación de ambos. El árbol de habilidades se va ampliando a medida que subimos niveles dejándonos acceder a nuevos poderes que, a su vez, tienen tres puntos de "expansión", uno común a todas ellas que les da un toque de poder extra y dos opciones de personalización diferentes de las cuales solo podemos escoger una. Se trata de un árbol bastante completo y con muchas opciones pero a la vez sencillo de utilizar y no tan caótico como para abrumar al jugador como puede pasar en otros juegos del género como Path of Exile, fantástico pero a la vez demasiado complejo para nuestro gusto.
Más adelante, aunque aún no lo hemos probado, tendremos el denominado Panel de Leyenda, un segundo sistema de progresión para personalizar aún más si cabe a nuestro personaje a partir del nivel 50 profundizando en la idea de crear personajes únicos en el mundo de Santuario, aunque quizás esta segunda capa sí que pueda hacerse más compleja para algunos jugadores. Tendremos que esperar a probarla para saberlo.
Un combate exquisito
Todo lo que os hemos contado de Diablo 4 hasta ahora es posible que os agrade a muchos de vosotros y que vuestra expectación por el juego esté creciendo a medida que vuestros ojos recorren estas líneas, pero nada de lo que habéis leído hasta ahora, nada, tendría sentido si no estuviera acompañado de un sistema de combate exquisito que se mantiene fiel a la saga pero que cuenta con retoques aquí y allá en las habilidades de nuestro personaje o en la forma en la que se comportan los enemigos para hacerlo mucho más disfrutón.
Aquí la novedad principal, tal y como os contamos en nuestras primeras impresiones, es el botón de esquiva que hace que todo sea mucho más ágil a la hora de enfrentarnos a nuestros enemigos, pudiendo presionar la barra espaciadora para salir de una situación complicada, ya bien sea para evitar el ataque en área de un enemigo, para recolocarnos en otra posición cuando los enemigos nos están rodeando o para mantener las distancias con nuestro mago, con un grácil movimiento hacia atrás para mantenernos al rango suficiente de nuestros enemigos como para tener ventaja.
Utilizar bien este botón (que por cierto cuenta con su propio tiempo de enfriamiento de 5 segundos que nos parece que está bien ajustado pero que quizás cambie en el futuro) será fundamental si queremos salir airosos de los combates ya que los enemigos utilizan bastantes ataques poderosos que debemos esquivar si no queremos morder el polvo. Además, la esquiva también puede ser muy útil en la ofensiva, ya que aunque el motivo principal para incluirlo es la evasión también lo hemos utilizado con nuestro bárbaro para saltar hacia nuestros enemigos reduciendo distancias con, por ejemplo, arqueros espectrales que se vieron sorprendidos por nuestra agilidad y acabaron cercenados por las hojas de nuestras hachas.
El resto de las mecánicas, a grandes rasgos, ya sabéis como van. Tenemos que ir reventando a las criaturas no muertas o infernales con las seis habilidades que tenemos disponibles en el acceso rápido (que por cierto, podemos colocar con libertad total y absoluta modificando incluso las teclas asignadas, gracias Blizzard) e ir teniendo mucho cuidado con todo lo que nuestros enemigos pueden hacer, evitando orbes, poderes, magias, o prisiones y moviéndonos en todo momento para evitar convertirnos en un no muerto al servicio de Lilith utilizando también la tecla Q para tirarnos una poción de curación cuando sea necesario, pociones que en esta ocasión están limitadas a 5 pero que podemos recuperar de tanto en cuando recogiéndolas automáticamente del suelo cuando caen al matar a un monstruo o al abrir un cofre.
Por cierto, una de las cosas más satisfactorias a la hora de jugar a Diablo es ver cómo poco a poco vamos mejorando nuestro equipo con los objetos que arrojan nuestros enemigos al suelo tras caer por nuestros hechizos o el filo de nuestras armas. La frecuencia de estos objetos puede cambiar en la versión final y, de hecho, es probable que lo haga ya que al menos en esta beta creemos que han caído demasiados legendarios restando un poco de valor a su categoría, aunque bien puede estar ajustado a propósito en esta demo para que podamos verlos de cerca.
Recorriendo Santuario de punta a punta andando, sin tiempos de carga y con un montón de eventos
Uno de los puntos clave de Diablo 4 es que en esta ocasión podemos recorrer las tierras de Santuario de punta a punta de un extenso mapa sin tiempos de carga y con libertad total y absoluta. De hecho, podemos desviarnos lo que queramos de la trama principal ya que encontraremos de forma habitual misiones secundarias (algunas de ellas tendrán historias de lo más interesantes), jefes especiales que nos pueden dar recompensas interesantes, eventos de mundo o mazmorras secretas más profundas y enrevesadas que las que habíamos visto hasta ahora y que nos puede llevar un buen rato completarlas. De hecho en esta primera partida nosotros hemos encontrado varias y las hemos disfrutado al mismo nivel que las que visitamos en la trama principal.
Además tened en cuenta que en esta ocasión vamos a ver a otros jugadores recorriendo Santuario, apareciendo sobre todo cerca de zonas con mazmorras o jefes para que podamos unirnos a ellos a derrotarlos y también tendremos áreas especiales dedicadas al PVP que no hemos visto todavía en esta demo, pero que parece que serán clave en el futuro.
Una apuesta por el contenido endgame aderezado con progresión y juego cruzados
Más allá de todo lo que os hemos contado y de cosas que se nos quedan en el tintero (si nos pusiéramos a hablar de todo lo que hay en la demo de Diablo 4 el texto podría ser casi infinito) queremos remarcar algo que Blizzard parece tener muy claro, y es que el endgame va a ser un pilar fundamental de esta entrega, aprendiendo de todo lo que han hecho con Diablo 3 como juego como servicio, ampliándolo y dándonos muchas opciones, mazmorras, aventuras y contenido para disfrutar una vez acabemos la campaña del juego.
Aquí es donde va a entrar en acción ese Panel de Leyenda del que os hemos hablado para personalizar aún más a nuestro personaje y todo el contenido que tienen planeado de cara al futuro. De hecho la propia Blizzard ya ha anunciado que van a celebrar una beta de Diablo 4 en la que los jugadores podrán probar por primera vez todo el contenido de final de juego para ver si necesita ajustes de cara al lanzamiento del que, en el momento que escribimos estas líneas, desconocemos la fecha.
Todo esto se une a contenido regular que llegará postlanzamiento, con temporadas de juego que se lanzarán cada tres meses y expansiones para la historia que se publicarán de forma regular para aumentar aún más el contenido de Diablo 4. Todo esto se financiará con los pases de temporada o con la tienda virtual del juego que desde Blizzard asegura que solo tendrá a la venta objetos cosméticos, algo que nos tomamos con escepticismo debido a la poca credibilidad que se ha granjeado el estudio por sus errores del pasado. Tiene pinta de que, en esta ocasión, esta afirmación es cierta, pero lo ocurrido con Warcraft 3 Reforged o Diablo Immortal está muy cerca como para que no sintamos cierta desconfianza en este punto.
Por otro lado también queremos recordaros que vamos a poder jugar a Diablo 4 con nuestros amigos en otras plataformas de juego uniéndonos en amor y compañía gracias a las cuentas de Battle.net y, de hecho, también habrá progreso cruzado por lo que podemos jugar al título en PC y después proseguir nuestra partida en PlayStation 5 o Xbox Series X si también tenemos la versión para consolas.
Diablo 4, un punto de inflexión para Blizzard
No os vamos a mentir, lo que hemos probado hasta ahora de Diablo 4 nos ha encantado. Desde el nuevo sistema de creación y evolución de nuestro personaje hasta el combate de corte clásico pero con ajustes suficientes para hacerlo más fresco, sobre todo gracias al botón de esquiva, con el que nos lo hemos pasado de miedo. Además, el aire tétrico, el rollo gore y la temática adulta que sí parece que va a tener esta entrega nos vuelve absolutamente locos.
Sin embargo, a la vez, vamos con el freno de mano puesto porque, a estas alturas, no sabemos con qué Blizzard nos vamos a encontrar cuando Diablo 4 llegue a nuestros ordenadores y consolas. Todo parece indicar que esta vez sí, que el estudio americano lo está haciendo bien con esta entrega, publicando informes de desarrollo de forma trimestral tal y como habían prometido, permitiéndonos probar una demo extensísima del juego para deslumbrarnos y estando en contacto permanente con la comunidad. Sin embargo, la credibilidad del estudio pasa por su peor momento y eso nos mantiene un tanto escépticos sobre todo con el sistema de monetización postlanzamiento.
Aun así, pese a estos temores, Diablo 4 tiene una pinta estupenda, aire de juego ganador, de punto de inflexión para que Blizzard pueda volver a su prestigio de antaño y, después de probarlo, estamos desenado poder volver a Santuario, poder disfrutar del gore, de la oscuridad, de mejorar nuestro personaje, de conseguir nuevos objetos y de disfrutar de una propuesta única mientras nos arrojamos a los brazos de Lilith en una aventura violenta, tétrica y con pinta de ser única.
Hemos realizado estas impresiones gracias a una beta a la que hemos podido acceder invitados por Blizzard.
