Tras el descomunal éxito de Elden Ring el año pasado, en apenas un mes FromSoftware vuelve con un nuevo trabajo, Armored Core 6: Fires of Rubicon. El regreso de una de sus sagas más veteranas, que nació en 1997 y que nunca salió del todo del nicho, pero que en esta ocasión sí llega con ánimo de convencer a un mayor número de jugadores que nunca, aprovechando el tirón que tiene el estudio, uno de los más aclamados de la última década.
Ya hemos jugado cuatro horas al nuevo Armored Core y hemos podido comprobar de primera mano que es un juego bastante accesible, más que los Souls y todos sus derivados, pero no por ello menos profundo y desafiante, especialmente en los complicados jefes finales, que pondrán a prueba tanto nuestros nervios como lo más importante, el haber aprendido a jugar bien, asimilando todos los conceptos que nos ponen encima de la mesa. Siendo igual de importante tanto nuestra habilidad con el mando como tomar buenas decisiones estratégicas, a la hora de configurar el meca, eligiendo las partes de su cuerpo y el arsenal.
Acción y táctica, desafiante pero accesible
Lo que más nos sorprendió en las dos primeras horas es que Armored Core 6 es accesible, e incluso fácil en estos primeros compases, al menos para tratarse de un juego de FromSoftware. En las primeras misiones quieren que aprendamos a jugar y entendamos los múltiples conceptos del gameplay, y no nos lo ponen demasiado complicado, aunque el jefe de la primera misión ya es una barrera, un aviso para ver si hemos entendido algunas cosas. En este caso la importancia del combate cuerpo a cuerpo.
Hay muchos tutoriales, explicaciones bien claritas de cómo se controla y combate con el meca, y además toda una serie de entrenamientos en la base de operaciones para profundizar en las muchas posibilidades del gameplay, más de las que parecen en un principio. Podemos llevar equipadas cuatro armas, dos en cada uno de los brazos y otras dos de apoyo en los hombros, y esto, unido a las cuatro partes de la estructura (cabeza, núcleo, brazos y piernas) y otros tres componentes del interior, hacen que la cantidad de configuraciones sean enormes, todas palpables a los mandos.
Puede que prefiramos un meca muy ágil, que se acerque a los enemigos con rapidez para darles un espadazo, o un tipo tanque muy poderoso, con una gran defensa pero mucho más lento y expuesto a los enemigos. Esto son dos ejemplos muy extremos, pero entre medias hay decenas, o más bien cientos de posibilidades. Cada pieza que equipamos tiene sus pros y sus contras, y lo cierto es que te comes un poco la cabeza para decidir qué eliges en cada momento. Esa pieza que mejora la fuerza o la defensa, a cambio nos hace más pesados, y por tanto más lentos, y a lo mejor no nos interesa perder agilidad.
Todas las piezas las adquirimos en una tienda entre misión y misión, y el dinero parece lo suficientemente abundante como para estar mejorando y configurando nuestro meca constantemente. Además, si una pieza no nos gusta podemos venderla sin problemas y recuperar el dinero. Toda la parte de configuración del meca es importantísima, cambia y mucho la jugabilidad dependiendo de cómo nos hayamos equipado, y esto se hace especialmente evidente en los jefes finales.
Las misiones por lo general son breves pero intensas, habitualmente no más de 10 o 20 minutos, y al menos en sus cuatro primeras horas muy variadas, tanto por los objetivos como por los enemigos y escenarios en los que se desarrollan, visualmente muy vistosos. Y de enorme tamaño, para que nos movamos con libertad, ahora que la verticalidad ha ganado muchos enteros, pero en los que no vimos incentivos para explorar, más allá de algunos coleccionables en forma de documentos. Los objetivos de las misiones están muy claros y hay que ir al grano, no estamos ante un Souls con mecas, es una cosa muy diferente, por más que algunos detalles nos puedan recordar a anteriores obras de FromSoftware.
Si bien decíamos que las dos primeras horas nos parecieron sencillas, la dificultad no tardó en llegar. Fue en concreto en el jefe de la octava misión de la campaña, un hueso bastante duro de roer, tanto que todos los jugamos la preview nos quedamos atascados un buen rato. En nuestro caso tardamos unos quince intentos en acabar con este enemigo, proporcionándonos esos clásicos momentos de frustración y después de enorme alegría cuando por fin conseguimos derrotarlo.
Es aquí cuando comprobamos lo importante que es configurar bien al meca para cada situación. Por suerte cuando llegamos a un jefe se establece un punto de control, y cada vez que nos matan podemos reconfigurar nuestro robot, aunque eso sí, no podremos acceder a la tienda para comprar nuevas piezas, así que conviene tener un poco de todo. Ametralladoras, fusiles de asalto, lanzacohetes, rifles de plasma, bazucas, sables de energía... cada arma es más o menos efectiva dependiendo del tipo de enemigo, y en algunos jefes nos covendrá ser muy ágiles, y en otros más resistentes.
Como si se tratara de Sekiro, los enemigos tienen una barra de aturdimiento, que cuando rellenamos se quedan "estuneados" o aturdidos, y podemos inflingirles muchísimo daño, algo clave en estos enfrentamientos. Ojo, que también nos lo pueden hacer a nosotros, quedando muy expuestos. Y solo tenemos tres kits de recuperación para curarnos en cada misión, por lo que hay que saber gestionarlos con cabeza.
Intenso y espectacular
Aunque vista desde fuera podría parecer una saga muy sobria, en esta sexta entrega se nota que han contado con un presupuesto mayor de lo habitual, y Armored Core 6 llega a ser muy espectacular. Tanto por la dirección de arte, ya una marca de la casa, como por las situaciones que propone, con abundantes o gigantescos enemigos, en momentos de acción realmente frenética, algo que nos ha sorprendido.
La movilidad es una parte importantísima de la acción, saber desplazarnos de manera endiablada en todas direcciones para esquivar los múltiples ataques, así como para tomar posiciones ventajosas respecto a los enemigos, situándonos por encima de su cabeza o en la espalda, y así burlar sus escudos. Una vez le has pillado el truco, es una gozada moverse en Armored Core 6, realizando acciones muy vistosas entre un mar de proyectiles y enemigos. Es uno de esos juegos que te recompensa la vista si juegas bonito, y especialmente lo van a gozar los amantes de los mecas.
La estrategia permea todos los aspectos del juego, ya lo hemos explicado antes en la configuración del meca, y también a la hora de movernos. Volar y esquivar consume energía, que se gasta con bastante rapidez, y que se recupera al poner los pies en el suelo. Así que tenemos que emplear con cuidado todas nuestras acciones evasivas y de desplazamiento, para no quedarnos vendidos. Una de las acciones más espectaculares es el impulso de salto, una gran aceleración hacia adelante que sirve para echarnos encima de los enemigos con rapidez, y que da especialmente gusto culminar con un vistoso y satisfactorio espadazo. ¿Sois de los que os gusta jugar Dark Souls con escudo y espada? Pues aunque os sorprenda, podréis hacerlo en Armored Core 6.
Al final de este contacto con el juego, la misión once de la campaña, nos esperaba un temible jefe final, todavía más difícil que el de la octava misión en el que nos atascamos, y volvía a poner a prueba todo lo aprendido hasta el momento, desde esquivar bien a llevar la configuración adecuada del meca. Sí, hemos dicho que es accesible y menos hostil en un primer contacto que otros juegos de From, pero la dificultad acaba llegando, y de qué manera.
Muy atractivo visualmente
Sin ser técnicamente deslumbrante, sí estamos ante un juego muy vistoso, vamos, a los que nos tiene acostumbrados FromSoftware en los últimos años. Y esto lo consiguen por la magnífica dirección de arte, que vuelve a brillar, con escenarios y atmósferas con muchas fuerza, y un diseño de enemigos bastante imaginativo. Jugamos a la versión de PC en unos sólidos 60fps, así que habrá que esperar a ver cómo rinde en consolas. Con una acción tan frenética y que pone en pantalla tantos elementos a la vez, es importante que se mueva muy fluido.
Por último no queremos dejar de comentar las enormes posibilidades de configurar nuestro meca visualmente, en un editor muy completo y versátil, que además de elegir entre múltiples colores para cada una de las piezas también nos permite crear nuestras propias pegatinas o logos. Seguro que los jugadores más dedicados van a sorprender con sus creaciones.
También recordar que Armored Core 6 tendrá modo multijugador, aunque no pudimos probarlo en esta ocasión, y todavía no han hecho públicos los detalles, aunque algo se sabe por una filtración.
Más que prometedor
Hemos jugado lo suficiente para comprobar que vamos a estar ante un gran juego de acción, completísimo en todos sus aspectos, y casi un sueño hecho realidad para los amantes de los mecas, que no habían podido disfrutar hasta la fecha de una aventura tan completa y profunda en lo jugable, y a la vez tan intensa, vistosa y espectacular. Además, si nunca habéis jugado de un título de este estilo no temáis ya que como os hemos explicado es bastante accesible, aunque eso sí, muy exigente y desafiante, como todos los juegos de FromSoftware. Se pondrá a la venta el 25 de agosto, y si ya os atraía su propuesta os podemos decir que tenéis motivos más que suficientes para frotaros las manos.
Hemos jugado a una versión de PC en un evento al que fuimos invitados por Bandai Namco.
