Una de las sagas que ha destacado en los últimos años hasta convertirse en un referente que ha ido más allá del plano de los videojuegos es GTA. Polémico sin lugar a dudas, es una saga que se ha hecho un hueco entre un gran número de jugadores que saben ver sus virtudes más allá de la capa de provocación que rodea al juego. Tras varias entregas en las que ha ido mejorando poco a poco sus virtudes, llega por primera vez un título de la saga a una consola Nintendo, siendo la elegida la portátil NDS.
Su lanzamiento pilló por sorpresa a muchos que no acaban de comprender como iba a meterse todo el contenido habitual de la saga en un juego para NDS. Y es que de entrada el mapeado de los GTA suele ser muy extenso con multitud de misiones a realizar y una gran cantidad de zonas que visitar. Además, muchos tenían dudas acerca del control o de cómo serían los gráficos, aunque las primeras imágenes ya consiguieron acallar las críticas. Nosotros hemos tenido acceso al juego y hemos podido probar un buen rato que es lo que ofrecerá, y la verdad es que lo que hemos visto no defraudará a nadie.
En busca de la espada robada
La historia del juego nos pone en el papel de un joven de Hong Kong cuyo padre, jefe de una de las tríadas, ha sido asesinado. Tras morir su progenitor, deberá viajar hasta Liberty City para entregar una espada ceremonial a su tío, pues tan preciado objeto simboliza el liderazgo del clan. Lamentablemente, al llegar al aeropuerto es tiroteado por unos matones y encerrado en un maletero. Sus atacantes, además de robarle su espada, le dan por muerto, por lo que acaban lanzando el coche, donde él se encuentra, al mar para así borrar las huellas de su crimen. Afortunadamente nuestro héroe logra escapar y llegar hasta su tío, quien no le recibe precisamente con los brazos abiertos.
Y es que la espada es muy importante para la familia, por lo que deberán descubrir quien la ha robado y recuperarla, y de paso descubrir si este robo tiene algo que ver con la muerte de su padre. Pero mientras tanto el joven deberá acostumbrarse al negocio familiar, por lo que enseguida le mandarán una serie de misiones que deberá cumplir para aclimatarse a la vida en la gran ciudad. Aunque antes de eso recibirá un práctico apartamento donde, además de recuperarse y grabar partida, podrá poner a punto su agenda.
Una vez salgamos al exterior, estaremos preparados para conocer la ciudad de Liberty City. Y es que en el juego han sido capaces de meter prácticamente toda la ciudad (sólo falta la isla de Alderney), lo cual no deja de sorprendernos. Como también nos sorprenderá el nuevo estilo visual, que presenta un cell shaded que le queda estupendamente. La perspectiva, como era de esperar debido a las limitaciones de la consola, también ha sufrido variaciones, encontrándonos ahora con una vista que enfoca desde arriba, ligeramente inclinada, que nos permite verlo todo a la perfección y que nos permitirá girar la cámara si lo deseamos. Pero no se queda aquí el buen trabajo hecho en el juego.
Mantente pegado al móvil
Para comprobarlo, lo primero que haremos será aceptar una de las misiones que nuestro tío nos tendrá preparadas y para ello bastará con que miremos los mensajes de nuestro móvil. Aquí se quedarán guardados todos los avisos referentes a misiones (para que podamos consultarlos cuando queramos) y a otros asuntos menos importantes, como publicidad, y será imprescindible para mantenernos a la última. Una vez elegida la misión, miramos el mapa para ver donde ir y nos ponemos en marcha. El GPS situado en la pantalla de abajo nos indicará el camino (que se recalculará automáticamente si nos equivocamos) aunque si lo preferimos podremos quitarlo o hacer que unas flechas nos marquen el camino directamente sobre las calles.
Ya desde el principio nos damos cuenta de lo bien que funciona el control. Se ha optado por controlar el juego en su mayoría con la cruceta y los botones, dejando la pantalla táctil para acciones concretas. La verdad es que nos gustó mucho lo bien que respondía y lo cómodo que era, por lo que no podemos hacer más que alabar la decisión. Y es que desde el primer coche que tomamos "prestado", el juego demostró lo bien que se controlaba (aunque al principio dimos algún bandazo que otro), pudiendo apreciar la diferencia de manejo entre los distintos coches. Para coger algunos de estos coches, deberemos superar un pequeño minijuego desarrollado en la pantalla táctil que irá subiendo de dificultad según avancemos en el juego. En el primero que vimos debíamos meter un destornillador en el contacto y girarlo hasta que el coche arrancara. Pero si conducir no es lo nuestro, siempre podremos silbar para pedir un taxi y disfrutar del paseo. O no, ya que podemos acelerar el viaje o incluso saltárnoslo para llegar a nuestro destino lo antes posible.
En la partida que jugamos, pudimos elegir varias misiones, las cuales nos ayudaron a hacernos una idea de la variedad que tendrá el juego. Así, nos encontramos con una en la que debíamos defender un almacén, ayudándonos de una barricada creada con coches aparcados que previamente habíamos construido, otra en la que un enemigo armado con una temible metralleta nos obligó a usar tácticas más explosivas, una tercera en la que con un rifle de francotirador debíamos abatir a nuestro objetivo mientras paseaba por el parque y después escapar corriendo y una última en la que subidos en un helicóptero, nos dedicamos a sembrar el caos a base de lanzar cócteles molotov. Como se puede apreciar, la variedad de misiones a las que nos enfrentamos era amplia y muy divertida, y esperamos que se mantenga para la versión final.
Una ciudad viva
Mientras conducíamos por la ciudad, nos sorprendió la cantidad de gente que veíamos. Gente que llevaba su ritmo de vida, que sacaba los paraguas cuando comenzaba a llover o que incluso tenía accidentes de tráfico en los que nosotros no estábamos implicados. Sin duda es todo un logro que hayan conseguido transmitir tal sensación de vida a pesar de las limitaciones de la consola. Por supuesto, aunque podemos contribuir a mantener la paz de la ciudad conduciendo correctamente y respetando las normas, siempre podremos pisar el acelerador a tope y buscar una de las múltiples rampas que están escondidas por la ciudad y que nos permitirán dar saltos espectaculares. Aunque claro, si nos aficionamos a estas prácticas lo más seguro es que acabe persiguiéndonos la policía, y eso es un problema… ¿o no?
En esta versión el sistema de las persecuciones policiales ha variado un poco para hacerlo más gamberro, por decirlo de alguna forma. Y es que ahora las estrellas de la policía no sólo representan con que interés nos están buscando, sino cuantos coches patrulla deberemos destruir para que nos dejen en paz. Efectivamente, si queremos dejar de ser buscados, además de tratar de escondernos hasta que pase el peligro, podremos dedicarnos a embestir a los coches de policía que veamos hasta dejarlos fuera de combate. Nunca antes habíamos sentido tanto que nuestro coche era un arma mortífera.
Para ser criminal hay que ingeniárselas
Además del típico arsenal que se suelen tener en este tipo de juegos, dispondremos de un arma muy especial que deberemos conseguir en un curioso minijuego: el cóctel molotov. Para fabricarnos uno bastará con acercarnos al surtidor de una gasolinera, donde deberemos llenar una serie de botellas ajustado el chorro de gasolina que sale de la manguera. De nuestra pericia (y el dinero que nos queramos gastar) dependerá el número de proyectiles incendiaros que logremos crear. Una vez los tenemos, los lanzaremos con la pantalla táctil, marcando en un círculo que se encuentra en la pantalla inferior el ángulo y la dirección con el que queremos lanzarlo.
Otra de las novedades de GTA Chinatown Wars es la inclusión de un elaborado modo de juego donde nos convertiremos en traficantes de droga. Así, deberemos encontrar a los camellos que nos ofrezcan la mercancía más barata y venderla en las zonas donde paguen más. Esto que puede parecer simple en un principio, es tremendamente complejo, ya que desde nuestra PDA tendremos un control total sobre los distintos grupos que operan en la ciudad, cual es la mercancía que venden al mejor precio y que es lo más valorado por ellos. Además de esto, tendremos que tener cuidado con las cámaras de seguridad a la hora de hacer los tratos. Y es que su presencia incrementa el riesgo de que aparezca la policía, algo que deberemos evitar, ya que nos quitará la mercancía y las armas que tengamos. Pero si nos dedicamos a destruir todas las cámaras, el precio de la droga bajará (cuando más peligrosa sea la venta, más cara es), por lo que estará en nuestra mano decidir hasta que punto nos arriesgamos.
Querer es poder
A nivel visual el juego es una delicia. Es cierto que la geometría, tanto de los escenarios como de los personajes es bastante escueta, pero por la cámara que tiene el juego y sobre todo, por su estética, no es algo que se note demasiado, sobre todo cuando vemos la gran cantidad de elementos que hay en pantalla y lo bien recreada que está la ciudad. Y es que a pesar de que los edificios presentan pocos polígonos y son muy cuadrados, no dan la sensación de repetirse, pudiendo tomarlos como referencia para localizarnos con facilidad. Lo mismo pasa con los peatones, y es que aunque extremadamente simples, no desentonan para nada, contribuyendo enormemente a que sintamos que la ciudad está viva.
Por otra parte, nos encontramos con una gran cantidad de efectos gráficos muy interesantes, como las explosiones o la lluvia, que demuestran que la pequeña de Nintendo puede dar mucho de sí si se pone interés. Además, a lo largo del juego nos encontraremos con distintas secuencias en las que a través de imágenes estáticas con un acabado tipo comic nos narrarán los acontecimientos más importantes de la historia de nuestro personaje.
En cuanto al apartado sonoro nos encontramos con algo mucho más discreto que el de sus hermanas mayores, aunque igualmente meritorio. Se han incluido cinco emisoras para que podamos escuchar nuestra música favorita durante el juego, así como una serie de voces que, sin ser un alarde técnico, nos hicieron mucha gracia, sobre todo cuando nos insultaban y podíamos entender perfectamente lo que decían.
Una gran apuesta
Hemos de decir que nos hemos quedado gratamente sorprendidos con este GTA Chinatown Wars en todos los aspectos. No es sólo que se haya hecho un gran trabajo a nivel visual, con un motor muy potente y una estética muy acertada, sino que han sido capaces de meter una cantidad de contenido que parecía imposible dado el tamaño de las tarjetas de la consola. Y es que sin duda Rockstar está haciendo un trabajo estupendo, esforzándose mucho porque este juego les quede redondo. Todavía nos queda por ver ciertos elementos del juego en detalle, como las opciones online que tendrá, así como comprobar si el desarrollo del juego se mantiene a la altura de todos sus apartados, pero de momento podemos decir sin miedo a equivocarnos que es probable que nos encontremos con uno de los mejores juegos de NDS del 2009.
