En 2004 en la plena madurez de PlayStation 2, arrasando en el mercado y con los problemas de las desarrolladoras resueltos para sacarle el máximo partido a su hardware, llegaba la tercera entrega de la saga Metal Gear Solid, en esta ocasión dando un atractivo salto al pasado, concretamente a 1964 en plena Guerra Fría. Naked Snake, el soldado que más tarde se convertiría en el legendario Big Boss, se dirige en una peligrosa misión en terreno soviético, con la intención de ayudar al científico Sokolov a desertar al oeste. Pero su misión da un sorprendente giro cuando su antigua mentora, The Boss, decide aliarse con la Unión Soviética traicionando a los Estados Unidos.
Una aventura épica, sensacional, por el carisma de sus personajes, de su historia, por las novedades jugables dentro de la saga, como la supervivencia cazando animales y el uso del camuflaje, y por su tremendo apartado visual, para muchos unos de las mejores entregas de toda la saga, sino la que más. Exclusivo hasta hace poco para PlayStation 2, hace unas semanas llegó también para PlayStation 3 y Xbox 360 dentro del recopilatorio Metal Gear Solid HD Collection. Y dentro de no mucho, el 8 de marzo, se estrenará en las 3D sin gafas de Nintendo, con Metal Gear Solid: Snake Eater 3D.
Uno de los primeros juegos mostrados con el anuncio de la consola durante el E3 de 2010, con una demostración más técnica que jugable a la que pudieron jugar todos los asistentes al evento, y que servía para comprobar la potencia de la nueva portátil de Nintendo. A pocas semanas de su lanzamiento hemos podido probar una versión casi final de lo que ofrecerá este título, que en el mismo momento en el que aparezca a la venta se convertirá en una de las mejores aventuras de acción en el catálogo de 3DS, y un imprescindible para quien no lo haya jugado nunca.
Entre sus novedades, el uso de las dos pantallas facilita diversas facciones, dejando la superior para ver la acción del juego y la inferior para accesos directos a las opciones de camuflaje, al menú de curación -en este Metal Gear tenemos que ejercer de médicos con nosotros mismos-, de comida, el códec, y las armas y accesorios, además de ver en todo momento el mapa. Si los enemigos nos ven, la cuenta atrás con sus diferentes estados -alerta, evasión, precaución- se muestra también en la pantalla inferior, de manera muy atractiva. Un acierto, ya que siempre vemos el juego en la pantalla 3D de manera limpia, sin ningún tipo de indicación o marcador, solo Snake y su entorno. En las largas y a veces interesantes conversaciones por códec, además de un curioso efecto 3D del Snake que vemos de fondo, podemos pasar las conversaciones con un botón de rebobinado rápido.
Otra de las funciones de la consola que se usan es el sensor de giro, por ejemplo cuando caminamos por una rama o un puente colgante, teniendo que hacer equilibrio con la propia consola. Algo anecdótico y curioso que no se lleva nada bien con el efecto 3D, ya que al mover un poco la consola se pierde, por lo que para jugar este tipo de situaciones sería recomendable desactivarlo. Y también hace uso de las cámaras exteriores, de una manera bastante inteligente y original, pudiendo tomar fotografías para camuflar a Snake.
Una de las novedades en esta entrega de la saga era el camuflaje, ya que siempre la serie se ha caracterizado por su apuesta por el sigilo, y en este caso al transcurrir la acción en escenarios naturales Snake aprendía a camuflarse, pudiendo aplicar distintas pinturas a la cara y el cuerpo, para mimetizarse con el entorno. Ahora en el menú de camuflaje tendremos la pintura camufoto, pudiendo elegir una de las fotos que tengamos guardadas en la tarjeta SD o bien hacer una nueva, sin necesidad de cerrar la sesión de juego. Una vez elegida la imagen, elegiremos el tamaño que queremos cortar, 128x128 a 256x256, y luego la parte exacta. Tarda unos 40 segundos en hacer este proceso, y los resultados en ocasiones son sorprendentes, y el hecho de experimentar es muy divertido. Dependiendo de los colores de la foto que hayamos hecho, Snake se camuflará peor o mejor en entornos de ese color.
En esta ocasión hemos jugado con el Botón Deslizante Pro, ese segundo stick que tanta falta le hacía a la consola y que llegó al mercado junto al lanzamiento de Resident Evil Revelations. A diferencia de anteriores contactos, en los que habíamos jugado con la consola tal cual y no nos había terminado de convencer el control, con este nuevo periférico la cosa cambia y mucho, y tener el segundo stick y un botón extra hacen que la experiencia sea bastante más agradable. Hay muchas opciones de configuración â€"la manera de intercambiar los objetos, la sensibilidad de la cámara, etc-, pero la que viene por defecto es lo suficientemente buena.
Con Zl apuntas, con Zr disparas -con tres tipos de apuntado: automático, en primera persona, o en tercera-, y con este último también realizas los movimientos cuerpo a cuerpo o CQC. Dejando Zr apretado, agarras a los enemigos y te muestran en pantalla las tres opciones: noquearles, interrogarles o matarles. Con L nos movemos por el menú de objetos -mostrando nueve distintos en la pantalla inferior- y con R por el de armas, siendo X el botón de acción, y B para cambiar de postura. Podemos tumbarnos en el suelo, y caminar agachados, una acción que se estrenó en Metal Gear Solid 4 y que se volvió a incorporar en Peace Walker de PSP.
Se juega perfectamente, y una vez habituados a los controles, la pantalla táctil inferior resulta muy útil con sus accesos rápidos. También incluirá algunos guiños a Nintendo, aunque todavía no hemos podido jugar lo suficiente para ver más, el primero y más obvio las ranas Kerotan que había escondidas en los escenarios del original, ahora son Yoshi, que hacen su ruido característico de los juegos de Super Nintendo. Hay una especie de logros internos, 27 títulos que nos darán cumpliendo determinadas circunstancias, y hay que comentar que no nos encontramos ante la versión Subsistence, esa revisión del original que salió unos meses después con diversos extras, que es la que se ha incluido en el reciente recopilatorio Metal Gear Solid HD Collection -con algunos recorte es cierto-. Esto es una versión completamente distinta, con sus novedades jugables y gráficas, como el efecto 3D, pero no hubiera estado de más incorporar algunos de sus suculentos extras, como los dos Metal Gear de MSX.
Y ahora llegamos al apartado del que menos nos apetece hablar, pero del que estamos obligados a explicaros con franqueza, sus gráficos, que no nos terminan de convencer, por no decir algo más duro, a falta de jugar la versión final. Desde ayer podéis descargar una demo para comprobarlo con vuestros propios ojos, y aunque siempre se dice que una demostración no muestra la calidad final del producto, nosotros hemos jugado a una versión muy avanzada, casi final, y los gráficos no mejoran demasiado. Tiene problemas graves de rendimiento, con ralentizaciones, tanto mientras jugamos como en las escenas cinemáticas, algo que nos ha sorprendido muy negativamente. Las escenas de vídeo en los Metal Gear Solid son uno de sus fuertes, puro espectáculo, y verlas moverse con problemas, y poca fluidez, como fans de la saga nos duele.
Hay muchos dientes de sierra, unas texturas a muy baja resolución, y ciertos bugs y fallos gráficos un tanto extraños. Hemos visto de todo tipo, pero uno de los más curiosos es cuando activamos la visión de apuntado en primera persona, desactivándose el efecto 3D de manera incomprensible, algo que esperamos se solucione en la versión final. Y aunque tiene algunas virtudes, como una mayor carga poligonal en los rostros de los personajes, con más detalle, en general técnicamente deja bastante que desear, con defectos que no se pueden pasar por alto y que afectan negativamente a la jugabilidad. Parecía que cuando se mostró junto a la consola iba a ser un referente junto a Residen Evil Revelations, pero finalmente el juego de Capcom le ha ganado la partida y por mucho.
Snake vuelve a una consola de Nintendo
Siempre es de agradecer que uno de los mejores juegos de la historia salga en una nueva consola, convirtiéndose en una nueva oportunidad para que alguien que no lo haya jugado lo pueda hacer, y en una portátil cobra doble valor, al poder hacerlo en cualquier parte. Pero nos hubiera gustado que gráficamente estuviera más pulido, no obstante uno de los valores de la saga Metal Gear ha sido siempre su apartado técnico, referente en cada consola que ha salido. Aquí no nos encontramos ni mucho menos ante lo mejor que puede mostrar Nintendo 3DS, quien nos ha demostrado hace muy poco hasta dónde puede llegar, y lo que está por venir. Esperaremos a la versión final para ofrecer un veredicto, pero ni un apartado técnico deficiente puede eclipsar el enorme juego que se esconde tras sus gráficos, una de las mejores aventuras de acción de todos los tiempos. Será el 8 de marzo cuando podamos valorar en su justa medida esta versión.