Análisis Marvel's Guardians of the Galaxy, una divertida y entretenida aventura espacial con mucho humor (Xbox Series X/S, PC, PS5, Xbox One, PS4, Switch)
Si algo le tenemos que reconocer al MCU es que sus películas han conseguido popularizar de forma masiva a algunos de los héroes más desconocidos de Marvel, lo que ha propiciado que se renueven las cabeceras de muchos cómics y se lancen productos relacionados con ellos. Probablemente el mejor ejemplo de esto lo tengamos en los Guardianes de la Galaxia, quienes ahora se preparan para protagonizar su segundo videojuego con una ambiciosa y divertida aventura desarrollada por Eidos Montreal que, pese a sus evidentes problemas, nos lo ha hecho pasar en grande en compañía de este carismático grupo.
Videoanálisis y nota de voz
A continuación os dejamos con nuestro análisis en vídeo, en el que podéis ver cómo luce el juego en su versión de Xbox Series X:
También podéis escuchar nuestra nota de voz, un breve audio en el que os contamos qué nos ha parecido el juego:
En las botas de Star-Lord
De este modo, nos encontramos con un título de acción y desarrollo lineal para un jugador en el que nos tocará ponernos en la piel de Star-Lord, el autoproclamado líder de este variopinto y problemático grupo de héroes.
Probablemente la idea de no poder controlar al resto de integrantes del equipo os resulte extraña de primeras, pero no es una decisión que se haya tomado a la ligera, ya que toda la narrativa del juego gira en torno a la idea de que nos sintamos como el mismísimo Peter Quill y tengamos que lidiar con todos los quebraderos de cabeza a los que se tiene que enfrentar a diario para mantener unida a esta extravagante familia.
Esto significa que a lo largo de toda la aventura tendremos que interactuar constantemente con Gamora, Drax, Rocket y Groot, ya sea para conversar con ellos, darles órdenes, intervenir en sus disputas internas e incluso tomar decisiones sabiendo que lo que puede complacer a uno de ellos, podría molestar a otro.
Probablemente, esta sea la parte que mejor funciona de todo el título gracias a lo genialmente escritos que están sus personajes. Los guionistas de Eidos Montreal han captado de maravilla la esencia de cada uno de estos héroes y las relaciones que tienen entre sí, propiciando así unos diálogos buenísimos y muy ingeniosos, una evolución fantástica de todos ellos y unas reacciones muy coherentes y convincentes.
Evidentemente, esto significa que serán muy impredecibles y que en cualquier momento alguien se puede enfadar y negarse a hacer lo que le pedimos, que surja una discusión entre algunos integrantes a la hora de decidir cómo resolver un problema o que alguien abandone de repente nuestra compañía porque tiene otros planes que no nos ha querido comunicar.
Esa interacción constante con ellos tanto a la hora de luchar como de explorar o simplemente relajarnos consigue darle muchísima credibilidad al grupo y generarnos un sentimiento de pertenencia como ningún otro título basado en una licencia de Marvel ha conseguido antes. Raro es el momento en el que los personajes paran de hablar, ya que siempre están comentando todo lo que ven, soltándose pullas, compartiendo sus pensamientos y exponiendo sus opiniones, diálogos en los que podremos intervenir frecuentemente escogiendo nuestras respuestas en tiempo real mientras jugamos.
Por supuesto, también podéis esperar muchísimo humor, un elemento que está presente en el juego de principio a fin y que ha conseguido hacernos soltar más de una carcajada. Además, nos ha gustado mucho que los personajes no sean tan caricaturescos como en los films, ya que cuentan con unos trasfondos muy trabajados que hacen que tengan bastante más profundidad. Por ejemplo, Drax no es solo un recurso cómico, sino que también mantiene ese toque de estratega que tiene en los cómics, reflexiona sobre cuestiones delicadas y su pasado lo atormenta de verdad, algo que le lleva a cuestionarse muchas cosas sobre sí mismo y los que le rodean. Esto es algo aplicable a todos los protagonistas, lo que ha permitido que la narración haya podido incluir secuencias y diálogos con una carga dramática altísima entre chiste y chiste sin que por ello desentonen del tono general de la historia.
Hablando de la historia, el guion como tal es bastante sencillo y no se sale de las líneas habituales de Marvel, por lo que deberemos salvar a la galaxia de un poderoso mal que amenaza con consumirlo todo al que Rocket y Star-Lord liberaron por culpa de una apuesta durante una de sus misiones. Al final, esta premisa no deja de ser una excusa para llevarnos a vivir montones de aventuras en planetas y lugares de lo más variopinto y el auténtico peso de la narrativa recae sobre sus personajes y la evolución de sus relaciones, el aspecto más trabajado de todo el título y con diferencia.
De aventuras por la galaxia
Si hemos dedicado tantísimo texto a hablaros de su narrativa es por el simple hecho de que es, con diferencia, la parte más importante del juego, ya que su desarrollo puramente jugable se limita a divertir y entretener sin grandes alardes. Como dijimos al principio, nos encontramos ante una aventura para un jugador de estructura lineal en la que la historia guiará todos y cada uno de nuestros pasos. Es decir, aquí no hay misiones secundarias, ni mapas explorables a los que podemos regresar, sino que siempre avanzaremos por unos escenarios muy "pasilleros" en los que perderse es prácticamente imposible mientras buscamos secretos en forma de trajes, recursos y coleccionables, charlamos con nuestros compañeros, resolvemos algún que otro puzle, tomamos decisiones, hacemos algo de "plataformeo" y combatimos a todo aquel que ose interponerse en nuestro camino.
El guion siempre tiene la voz cantante y si la historia necesita que haya un capítulo entero en el que no vamos a apretar el gatillo, el título lo respeta. Esto significa que hay muchos momentos en lo que únicamente nos dedicaremos a avanzar sin hacer gran cosa más allá de escuchar a los personajes hablar mientras intervenimos en las conversaciones y damos alguna que otra orden para que Groot cree un puente, Drax rompa una pared, Rocket manipule un panel de control o Gamora nos impulse a una posición elevada a la que no llegaríamos de otro modo.
Los puzles, por lo general, son sencillísimos y no están demasiado inspirados, y el "plataformeo" también es bastante básico, de modo que, al final, la parte más interesante de su jugabilidad la tenemos en los combates. En ellos nos dedicaremos, sobre todo, a disparar y esquivar mientras damos órdenes a nuestros aliados para que usen sus habilidades (las cuales tardan un tiempo en recargarse para que las podamos volver a poner en práctica), aunque hay diversos elementos que hacen que estas batallas sean muy entretenidas, como la inclusión de un sistema de recarga activa, el añadido de una barra de aturdimiento para dejar noqueados a nuestros rivales si la llenamos al máximo o la posibilidad de cambiar el tipo de munición elemental que utilizamos para explotar las vulnerabilidades de los enemigos.
Además, cuando llenemos un medidor especial a base de realizar acciones, podremos reunir a nuestro equipo para animarlos y hacer piña, una maniobra que nos curará y nos potenciará muchísimo durante un tiempo, momento en el que pasaremos a convertirnos en una máquina de picar carne. Eso sí, para que esto funcione tendremos que escoger la respuesta adecuada según la situación, aunque lo que tenemos que decir siempre es bastante obvio.
Al final, combatir es divertido porque no paran de ocurrir cosas en pantalla, por la variedad de los enemigos y por lo frenético que resulta todo al no poder quedarnos quietos ni un segundo, aunque lo cierto es que casi siempre nos dedicaremos a hacer lo mismo en la mayoría de los enfrentamientos, algo que acaba derivando en un último tercio en el que no paran de bombardearnos con peleas de relleno que se nos han hecho bastante pesadas por lo poco que evolucionan y lo numerosas que resultan. Lamentablemente, los jefes tampoco nos han parecido que estén a la altura, culminando con una de las batallas finales más desaprovechadas y decepcionantes que recordamos en muchísimo tiempo.
En lo que respecta a su duración, la cifra ronda las 12 y 15 horas, algo que puede variar dependiendo de lo mucho o poco que os paréis a explorar y a hablar con vuestros compañeros. Aquí tenemos que avisaros de que las decisiones que tomamos no afectan a la historia como tal y esta siempre llega a los mismos puntos independientemente de lo que escojamos, por lo que solo alteran de forma ligera el cómo se desarrollan ciertos acontecimientos, de modo que no esperéis que os den demasiados motivos para rejugarlo.
Un universo bonito y problemático
A nivel gráfico nos encontramos ante un título muy resultón, sobre todo por el buen trabajo de su dirección de arte, capaz de dar vida a mundos extraños y sobrecogedores, escenarios repletos de detalles y a personajes con diseños muy interesantes. Los modelados también cumplen y el diseño de la mayoría de protagonistas y personajes principales nos han gustado mucho, por no hablar de sus elaborados efectos, texturas de calidad o lo bien utilizada que está la iluminación.
Sin embargo, detalles como las animaciones o las expresiones faciales tienen un amplio margen de mejora, aunque nuestra mayor pega con el juego radica en la enorme cantidad de errores de programación que nos hemos encontrado. La mayoría están relacionadas con la interfaz, con los gráficos, con el audio o con la detección de elementos sólidos (hemos atravesado el suelo y caído al vacío en no pocas ocasiones) y suelen solucionarse con tan solo recargar el último punto de control, pero no deja de ser algo extremadamente molesto y que rompe la inmersión.
Desde Square Enix nos han prometido que muchos se solucionarán con su parche de lanzamiento, pero como no hemos podido acceder a él solo os podemos hablar de la experiencia que hemos tenido con la versión que nos han facilitado, la cual no ha sido especialmente satisfactoria y nos ha hecho dudar de que una sola actualización pueda solucionar todo este estropicio.
Donde sí que no vamos a poner pega alguna es en su apartado musical, ya que la banda sonora es simple y llanamente perfecta, con una mezcla de composiciones épicas al estilo Marvel y temazos licenciados de los 80 a cada cual más mítico e icónico donde hay cabida para artistas de la talla de Iron Maiden, Kiss o Mötley Crüe. Una maravilla para la cual, además, se ha creado un disco completo de un grupo de rock ficticio.
Los efectos también son bastante buenos y el doblaje español nos ha gustado mucho, pues se han mantenido a los mismos actores que interpretaron a Drax, Rocket y Gamora en las películas, junto a otros profesionales que hacen una gran labor a la hora de dar vida a sus personajes. ¿El problema? La sincronización labial durante las secuencias de vídeo deja que desear.
Conclusiones
Marvel’s Guardians of the Galaxy es un juego con unas carencias muy evidentes, pero que consigue sobreponerse a ellas para hacernos pasar unas horas estupendas y muy divertidas en compañía de este carismático grupo de héroes. Sí, puede que en lo jugable se limite a cumplir y no consiga sobresalir en nada de lo que hace, pero su narrativa, sus diálogos, sus personajes, su sentido del humor, la atención al detalle, la enorme cantidad de guiños para los fans y nuestro papel central como líderes de esta familia tan disfuncional han sido suficientes para sostener todo el peso de la aventura y dejarnos más que satisfechos. ¿Podría haber sido mejor? Sin duda, pero si os gusta la licencia haríais bien en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Xbox Series X que nos ha ofrecido Bandai Namco.