Análisis de Dead Rising 4 (Xbox One, PC)
Diez años después del lanzamiento de la primera entrega, recibimos una cuarta aventura de manos de Capcom Vancouver. El estudio canadiense, encargado de la saga desde la segunda parte, vuelve con un título exclusivo para Xbox One y Windows 10. En esta ocasión asumimos el papel de Frank West, mítico reportero que protagonizó la primera entrega y que ahora, 16 años después, debe volver a Willamette para investigar una nueva epidemia zombi surgida durante el Black Friday. Bajo esta premisa y con una fórmula tremendamente divertida, aunque lejos de sorprendernos, se articula un videojuego de mundo abierto repleto de acción, humor y matanzas indiscriminadas, aunque escaso en contenido y con bastantes carencias.
Diversión sin límites
Dead Rising 4 ofrece un control sencillo pero muy efectivo, que nos permite manejar a Frank West con bastante precisión dentro de un entorno saturado de objetos y zombis. Una de las principales novedades es que se han incorporado tres menús de selección de armas. Uno estará destinado a las armas cuerpo a cuerpo, otro a las de fuego y un último a las arrojadizas. De esta forma, simplemente manteniendo la cruceta en la dirección indicada, abriremos una ruleta de selección que nos permitirá elegir rápidamente nuestra arma favorita. Para agilizar este proceso podremos pulsar en la dirección indicada para ver las armas disponibles sin detener la partida. Sin duda, este nuevo sistema, además de agilizar el proceso de selección, permite una mejor organización y un reparto más equitativo del equipo.
Otro apartado interesante es que Dead Rising 4 incorpora un sistema de evolución que nos permitirá mejorar las habilidades de Frank. De esta forma, a medida que vayamos matando zombis y completando misiones, iremos obteniendo puntos de experiencia que nos permitirán subir de nivel y desbloquear habilidades en cuatro categorías diferentes: Pelea, Fortaleza, Disparos y Supervivencia.
Con más de 100 mejoras disponibles podremos optimizar los espacios en los inventarios, la cantidad de salud o resistencia de Frank West o el daño crítico que realizan nuestras armas. El sistema de habilidades, aunque puede resultar algo sencillo, permite modificar a nuestro personaje adaptándolo a nuestro estilo de juego.
Jugablemente, el título ofrece un sistema de combate sencillo basado en ataques normales o fuertes, e incorpora un contador de daño que irá aumentando a medida que vayamos encadenando muertes. Al realizar estos combos podremos ejecutar ataques especiales realmente devastadores que estarán vinculados a las armas. Lanzar rayos equipados con la máscara de Blanka, crear muros de hielo con una espada o partir en dos a un zombi, serán solo algunas de las brutales ejecuciones que veremos en Dead Rising 4. Para potenciar todavía más este apartado, el título ofrece un enorme catálogo de armas.
La ciudad de Willamette pone a nuestra disposición multitud de objetos que podremos utilizar como armas, algunas tan sencillas como un secador y otras tan originales como una barita mágica que transforma a los zombis en regalos de navidad. Para poder utilizar las armas más devastadoras tendremos que encontrar susplanos de construcción. Una vez los tengamos, si, por ejemplo, queremos construir una corona navideña electrificada, necesitaremos la corona y un componente de tipo eléctrico. Gracias a este sencillo sistema, y con casi un centenar de armas disponibles, el apartado armamentístico es uno de los puntos fuertes del título.
Algo semejante sucede con los vehículos, ya que en Dead Rising 4 vamos a poder construir un buen número de alocados transportes, como un coche eléctrico que lanza rayos o un pequeño tanque equipado con una ametralladora. Para ello, al igual que sucede con las armas, necesitaremos los planos de construcción y los vehículos necesarios para crearlos. Todos ellos, que se irán desgastando con el ataque de los zombis y los golpes, contarán con armas y habilidades únicas para despejar las calles.
Sin embargo, la gran novedad de esta cuarta entrega son los exotrajes. Estas nuevas armaduras, que nos otorgarán fuerza y agilidad desmesuradas, nos permitirán arrasar con la plaga zombi y utilizar pesados objetos repartidos por el escenario que sin el traje no podríamos coger. Hachas gigantes, ametralladoras pesadas, árboles de navidad, parquímetros o señales de tráfico, serán algunas de las armas disponibles. Estos exotrajes, aunque podrán ser potenciados con armamento especial, siempre tendrán una duración limitada, por lo que, aunque es lógica su limitación dada la ventaja que otorgan, queda la sensación de que son un añadido muy divertido, pero mal aprovechado.
Vuelta a Willamette
Adentrándonos en la campaña principal, encontramos una historia compuesta por siete casos que se desarrollarán en la ciudad de Willamette. Mediante la trama iremos conociendo los avances de Frank West en su investigación para encontrar el origen del brote. En esta ocasión, aunque el enfoque sigue ofreciendo un planteamiento "serio" de la trama, la narración estará cargada de un humor muy desenfadado y bizarro, lo que nos permite recuperar la brillante esencia de la primera entrega.
La campaña principal se compone básicamente de misiones de investigación y misiones de acción. Las primeras nos permitirán hacer uso de la cámara de fotos que, además de ser útil para obtener recompensas interesantes, será fundamental para inspeccionar las distintas localizaciones en busca de pistas. Para ello contaremos con varios modos de visión y, aunque la mecánica se acaba haciendo repetitiva, ofrece algo de variedad. Por su parte, las misiones de acción consisten básicamente en acabar con todo tipo de enemigos. Los más habituales son los zombis que, como es frecuente en la franquicia, no serán muy amenazadores, pero la enorme cantidad de estos seres nos puede poner en algún problema. Además, se han incluido zombis evolucionados mucho más agresivos e incluso algunos jefes finales. Sin embargo, estos últimos serán poco habituales, muy predecibles y no ofrecerán un reto complicado.
Pero los zombis no son nuestros únicos enemigos, en Willamette también encontraremos a miembros del ejército y a rebeldes. Estos enemigos, aunque tendrán una IA algo más exigente y harán uso de armas de fuego, ofrecenun comportamiento muy predecible y poco realista, por lo que no serán un verdadero reto. Además, Dead Rising 4 ofrece momentos de "sigilo" en los que tendremos que infiltrarnos sin ser detectados. Sin embargo, rápidamente descubriremos que la mecánica no funciona de forma precisa y que la IA de los humanos es demasiado básica para ofrecer una experiencia satisfactoria.
En cuanto a las misiones secundarias, unas de las más interesantes son las liberaciones de los búnkeres. Estos emplazamientos infectados de zombis estarán repartidos por toda la ciudad y nos permitirán acceder de forma rápida al centro comercial. En los búnkeres encontraremos vendedores de comida, armas, vehículos y ropa, ofreciendo opciones diferentes cada uno de ellos. Para poder adquirir dichos productos necesitaremos dinero, que iremos obteniendo al cumplir misiones y matar zombis, y un nivel determinado en cada bunker, algo que conseguiremos al salvar a personas en apuros.
El resto de misiones secundarias girarán en torno a la búsqueda de coleccionables como móviles, periódicos o habitaciones del pánico. Todos estos añadidos, aunque aportan vida a los distintos emplazamientos y algo de información extra sobre la trama, carecen de un interés real y no aportan nada relevante a nivel narrativo. Otro punto débil de Dead Rising 4 es que no dispone de un menú de selección de dificultad, por lo que debido a su poca exigencia jugable y a la enorme cantidad de objetos de curación, encontramos una propuesta carente de retos y que fácilmente podremos completar sin morir una sola vez. Sin duda, aunque la campaña principal ofrece una buena experiencia gracias a su divertido guion, su frenético ritmo y la variedad de las misiones, su escasa duración, su reducida dificultad y la ausencia de contenido extra interesante, convierten a Dead Rising 4 en un título que no consigue mostrar todo su potencial.
Matando con amigos
Para intentar ampliar la experiencia jugable, e intentando subsanar la ausencia de cooperativo para el modo campaña, Dead Rising 4 incorpora un modo multijugador para cuatro jugadores online. En este modo vamos a poder completar cuatro casos con sus correspondientes misiones en distintas zonas del centro comercial. En dichas misiones tendremos que asesinar a un número de zombis, resistir hasta una hora determinada o, por ejemplo, derrotar a jefes finales. Es curioso que el modo multijugador ofrezca una experiencia algo más exigente que la campaña, ya que será más complicado encontrar armas y curación y la duración de las armas será menor. Sin embargo, el reto sigue siendo muy accesible, sobre todo con cuatro jugadores, por lo que no tendremos problemas en superar las misiones.
En este modo multijugador online vamos a poder seleccionar entre cuatro personajes con aspectos y habilidades iniciales diferentes. Cada uno tendrá una especialidad (armas de fuego, cuerpo a cuerpo, curación o granadas) y se podrá compartir la experiencia al cambiar de personaje. De esta forma, al igual que sucede en la campaña, iremos obteniendo puntos de experiencia y dinero que podremos utilizar para mejorar las habilidades o comprar objetos en el refugio. Es por ello que, aunque el dinero es compartido con la campaña, tendremos que volver a desbloquear los distintos arboles de habilidades. Sin duda, aunque el multijugador online es un añadido interesante y puede ofrecer algunas horas extra de diversión con los amigos, se queda en algo puntual ya que no aporta nada a nivel narrativo respecto a la historia principal ni un enfoque jugable diferente.
Mejorado, pero con problemas
A nivel visual, el título ofrece un acabado superior al que pudimos ver en su anterior entrega, pero sin ser un apartado destacable. Nuevamente vamos a encontrar miles de zombis en pantalla de forma simultanea sin que ello repercuta en bajadas de frames, algo que corrobora el gran trabajo realizado por Capcom Vancouver. Además, la ciudad cuenta con una gran extensióny por todo el escenario vamos a encontrar multitud de objetos, vehículos y casas abiertas que podremos investigar. A todo ello se le une un notable apartado artístico que, con ese toque saturado y algo cartoon que caracteriza a la franquicia, consigue transmitir ese decrépito ambiente navideño.
Pese a este despliegue técnico, el juego presenta problemas con las físicas de los zombis (algo entendible dada la gran cantidad de objetos en pantalla) y de los vehículos y las construcciones, pero que no es tan comprensible si tenemos en cuenta que por momentos afecta a la jugabilidad. Es por ello que no será raro ver a zombis atravesar las paredes, a coches rebotar como si fuesen de goma o a Frank West teniendo problemas con el entorno. Pese a todo, e incluso con la presencia de algunos bugs, la experiencia es muy satisfactoria.
Cerrando el apartado visual, la ciudad ofrece un gran motor de iluminación tanto interior como exterior y muy buenos acabados día/noche, lo que consigue transmitir con exactitud la ambientación del título. En este sentido, también se ha hecho un buen trabajo con el sistema de partículas, las texturas y las animaciones. Por último, dentro del apartado sonoro, el título viene con voces en inglés y subtítulos en castellano, pudiendo disfrutar así de un gran reparto de voces que sabe enfatizar las buenas líneas de guion del título. En lo relativo a la banda sonora encontramos música navideña que, aunque acaba siendo algo repetitiva, consigue una perfecta inmersión con la historia.
Conclusiones
Dead Rising 4 ofrece una experiencia divertida y gamberra y, aunque pueda parecer que vuelve sobre una fórmula ya muy explotada, las sensaciones jugables son realmente adictivas. Algunos de los principales motivos son su equilibrada y divertida narrativa, el carisma de Frank West y un esquema jugable muy bien diseñado. Sin embargo, pese a todas estas bondades, el título ofrece una experiencia demasiado corta, carente de retos y con ideas muy buenas pero que han sido desaprovechadas. Exotrajes limitados, zonas poco utilizadas, nula dificultad, sistema de habilidades simplificado y misiones secundarias centradas básicamente en la recolección de coleccionables, son algunos de los motivos que limitan considerablemente la experiencia final.
Es una pena que no tengamos un producto más redondo porque tenían todas las herramientas para poder hacerlo y, aunque algunos usuarios criticarán la ausencia de la cuenta atrás o querrán un cambio para la franquicia, lo cierto es que Dead Rising 4, pese a sus múltiples defectos, es un producto adictivo, divertido y recomendable para los fans de la franquicia y para todo aquel que busque acción gamberra y sin complicaciones.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One con una copia final que nos ha proporcionado Microsoft.