Análisis de Warriors Orochi 2 (Xbox 360)
El pasado año aparecía en Playstation 2 y Xbox 360 Warriors Orochi, un título en el que Koei unía las líneas argumentales de sus dos hack 'n' slash masivos más conocidos: Dinstasy Warriors y Samurai Warriors, dos sagas orientadas a machacar enromes batallones de soldados con la fuerza de un sólo guerrero. Aquello derivó en un juego con un plantel de personajes enorme, un total de 77, provenientes de las historias feudales de China (Dinasty Warriors) y Japón (Samurai Warriors). Siendo este último su mayor atractivo el título pudo contentar a los seguidores de ambas series, pero no a un público más general que para no variar se encontró con un juego de desarrollo monótono y un aspecto técnico altamente desfasado. Recientemente, y para las mismas consolas que entonces, ha visto la luz Warriors Orochi 2, pero a pesar del número cuantitativo que lleva en su nombre las cosas no han cambiado demasiado respecto al primero.
Historia y ficción
La línea de juegos Warriors se caracteriza argumentalmente por coger a conocidos personajes de las historias china y japonesa y darles facultades sobrehumanas como la capacidad de derribar a decenas de enemigos de un sólo mandoble, transcurriendo todo ello en el contexto de batallas que también existieron realmente pero que aquí aparecen igualmente tratadas de forma ficticia y fantástica. Este carácter fantástico se vio acentuado en Warriors Orochi al aparecer en él el propio Orochi, un popular demonio japonés que en aquel título provocaba una brecha en el espacio-tiempo haciendo coincidir los lugares y los momentos de las dos sagas previas ya comentadas. Ante la amenaza de Orochi veíamos cómo tres de las dinastías chinas provenientes de Dinasty Warriors y una japonesa de Samurai Warriors se aliaban para hacer frente a las adversidades.
La historia de Warriors Orochi 2 funciona relata los hechos acontecidos tanto antes como después del primero. Por un lado los esbirros de Orochi se han reunido y han comenzado a sembrar el mal de nuevo, de modo que las cuatro dinastías de guerreros mencionadas anteriormente tendrán que plantarles cara una vez más. Por otro lado reviviremos los hechos acontecidos antes del primer juego controlando al propio Orochi y sus demonios en las misiones que les llevaron a provocar la brecha en el espacio-tiempo.
El modo historia nos dará por tanto la posibilidad de jugar cinco campañas distintas, cuatro de ellas correspondientes a las dinastías mencionadas y que ya aparecían en el Warriors Orochi original y la quinta manejando a Orochi y sus súbditos. En dichas campañas deberemos superar una serie de niveles que transcurren en grandes y abiertos campos de batalla en los que tendremos que cumplir un par de objetivos para evitar la derrota por un lado y lograr la victoria por otro, normalmente consistirán en defender alguna de nuestras unidades o bases y eliminar a un importante enemigo del bando contrario.
Sin embargo, no podremos ir directamente a por ese determinado enemigo y terminar la fase en un abrir y cerrar de ojos, a pesar de su amplia extensión los escenarios se encuentran delimitados por murallas cuyas puertas no se irán abriendo hasta que eliminemos a los oficiales que las custodian, dándonos paso entonces a una nueva zona de forma sucesiva hasta que consigamos llegar al líder que nos dará la victoria cuando le derrotemos. Lamentablemente los objetivos y la forma de cumplirlos son prácticamente idénticos en cada una de las fases y en cada una de las campañas, siendo la principal diferencia entre estas últimas los personajes que tengamos bajo nuestro control.
Muchas opciones pero poca profundidad
En esta ocasión existen hasta un total de 92 personajes. Comenzaremos con tres en cada campaña, pero a cada fase que superemos se unirán a nosotros más, todos ellos pertenecientes a una de tres clases distintas: Poder, velocidad y técnica. Igualmente, serán tres los guerreros que tendremos que elegir para cada batalla, y ya en combate podremos ir pasando de uno a otro con los botones laterales del mando. Dado que sólo controlaremos a un personaje en cada instante la muerte del mismo supondrá el fin de la partida, de modo que es una medida inteligente cambiar a uno de los otros dos cuando veamos que su barra de vida está a punto de agotarse.
El control de cada uno de ellos es muy básico, todos poseen un ataque horizontal, débil y rápido, otro vertical y fuerte pero más lento y un ataque especial que nos permitirá deshacernos de todos los enemigos que estén a nuestro alrededor de forma devastadora. Este último ataque hace uso de una energía mágica llamada Musou que aparece representada en una barra que se regenera con el tiempo. Una buena estrategia cada vez que hagamos uso de este ataque es cambiar a uno de los otros dos personajes para que aquel del que hayamos gastado su energía pueda recuperarla manteniéndose en segundo plano, de este modo el personaje que controlemos en cada instante siempre tendrá al máximo su energía Musou para hacer uso de ella en cualquier momento.
Como novedad respecto al primer Warriors Orochi encontramos la posibilidad de desatar al mismo tiempo el ataque especial de dos e incluso de los tres personajes, será el único momento en el que los veamos a todos en acción y a pesar de sus increíbles resultados conviene usar esta técnica con moderación, ya que nos dejara un buen tiempo sin energía.
El sistema de combate no ofrece mucho más, un par de combos sencillos combinando los ataques duro y débil y la posibilidad de golpear un poco más fuerte atacando en mitad de un salto. La enorme cantidad de personajes disponibles se queda corta si tenemos en cuenta que todos ellos actúan de la misma forma, y ni siquiera la distinción entre clases que poseen (ya escasa de por sí) sirve para diferenciarlos demasiado. No importa mucho la dinastía que hayamos elegido ni el personaje que controlemos, acabaremos aniquilando a decenas de enemigos inútiles y masificados a base de un par de botones. Una rutina que sólo se romperá de vez en cuando aparezcan unidades de mayor poderío, como la caballería, momento en el que aprovecharemos para desencadenar alguno de los ataques especiales.
El juego incluye una serie de características provenientes del rol que aunque son de agradecer tampoco resultan especialmente profundas. Por un lado nuestros personajes adquirirán experiencia y subirán de nivel, pero ya hemos comentado que ninguno de ellos es indispensable, de modo que podremos olvidarnos de la mayoría y dedicarnos a fortalecer sólo a uno, aunque tampoco es mala idea mantener al menos a tres de ellos en forma para llevar a cabo los comentados intercambios en medio de la batalla que nos ayuden a suplir la falta de energía vital y Musou. Por otro lado, iremos consiguiendo nuevas armas para cada personaje y tendremos la opción de mejorarlas a través de dos métodos distintos.
Algunas de las armas dispondrán, por ejemplo, de varias ranuras en las que podremos engarzar objetos que encontremos en los escenarios y que darán más poder a nuestro armamento, pero para poder hacerlo deberemos tener desbloqueadas ciertas habilidades de herrería que se obtienen a medida que se sube de nivel. La otra opción consiste en fusionar dos armas del mismo tipo, algo que no sólo proporcionará más fuerza a nuestro armamento sino también ranuras adicionales en las que incluir nuevos objetos. Otro aspecto interesante de la serie Warriors que la aleja de los "yo contra el barrio" convencionales es el componente estratégico. Dado que las batallas son multitudinarias podremos ir conquistando bases que serán ocupadas por un grupo de infantería de nuestro bando, pero la inteligencia artificial tanto de enemigos como de aliados es tan pobre que su influencia en el devenir de las partidas resulta casi nula.
Además del modo historia repiten en Warriors Orochi 2 el modo libre (Free) y la galería de arte. En el primero podremos volver a jugar las fases que ya hayamos superado con la elección de personajes que deseemos. En la galería de arte podremos visualizar un buen número de ilustraciones pertenecientes a los personajes que aparecen en el juego. Como novedad aparecen un modo Versus con cuatro variantes distintas, un modo Survival y el modo Dream. El modo Versus nos permitirá medir nuestras fuerzas con otro jugador de forma local, podremos luchar con equipos intercambiables de tres como en los modos individuales, elegir a un sólo personaje cada jugador, competir en carreras de caballos o jugar a ver quién es el primero en arrojar al oponente al vacío desde lo alto de una torre.
En el modo Survival lucharemos sin parar contra enemigos que no pararán de aparecer a medida que vayamos derrotando a los anteriores, siendo el objetivo sobrevivir el mayor tiempo posible y acabar con todos los oponentes que podamos. El modo Dream es el más original, seleccionaremos como de costumbre a tres personajes y el juego nos situará en una fase u otra dependiendo de las características y el origen de los guerreros que hayamos escogidos.
Apartado técnico de tiempos ancestrales
A nivel gráfico Warriors Orochi 2 es tan vetusto como su predecesor, con el agravante de que ha transcurrido un año entre uno y otro. Destaca como es habitual en la serie Warriors la cantidad de elementos que pone en pantalla, pero el precio a pagar por ello es exagerado. Los modelados poligonales de personajes y escenarios son paupérrimos y no hacen más que repetirse una y otra vez, algo especialmente molesto en el caso de los personajes si tenemos en cuenta, como ya se ha dicho, que estamos ante una clase de juego que sitúa a muchos de ellos en pantalla al mismo tiempo. Tampoco se evita recurrir a la niebla para no tener que renderizar los escenarios al completo, y aún así habrá momentos en los que observemos la aparición repentina de estos en la pantalla (pop-up). Por si no fuera suficiente, y como ya estaréis imaginando, el texturizado de todo los elementos del juego se sitúan en las mismas cotas de calidad.
El aspecto sonoro tampoco es ninguna proeza, los efectos son raramente identificables y la música se compone de una serie de temas techno poco inspirados y bastante repetitivos que no encajan en ningún momento con la temática del juego. Pero esto último es una de las señas de identidad de la serie Warriors y probablemente agrade a aquellos que la siguen desde hace años. Conviene recordar también que el juego no está localizado al castellano, ni voces ni textos aparecen en nuestro idioma, aunque el inglés que se maneja no es especialmente complicado y en las secuencias en las que se relata la historia aparecen cajas de diálogos que se pueden leer fácilmente.
Sólo para los más fans
En definitiva nos encontramos ante un título más de la saga Warriors que no aporta demasiado y que se encuentra altamente desfasado tanto a nivel jugable como técnico, no ya sólo considerándolo como un juego de Xbox 360 sino también de PS2. Sin embargo, los seguidores de la serie encontrarán lo que desean, principalmente la curiosa reinterpretación fantástica de las historias china y japonesa (motivo por el cual la serie es tan popular en Oriente). Koei lo sabe y es por eso que se dedica a lanzar sin mucho esfuerzo una entrega tras otra con la única intención de llegar a su público más fiel. Para los que no sean tan entusiastas pero sí estén interesados en el género será más interesante echar un vistazo a juegos diseñados expresamente para máquinas de nueva generación como el propio Dinasty Warriors 6 o Ninety Nine Nights.