Análisis de South Park: La Vara de la Verdad (Xbox 360, PS3, PC)

Da gusto ponerse a escribir cuando un videojuego te ha gustado tanto, pero a la vez es una responsabilidad, porque quieres hacer justicia con un buen texto a las grandes satisfacciones que te ha proporcionado. Que nos íbamos a reír con South Park: La Vara de la Verdad era predecible, y que parecía un juego de rol ameno y entretenido también. Pero lo que no imaginábamos era que nos íbamos a reír tanto y pasarlo tan bien de principio a fin, un juego en el que no pasa más de un minuto sin sacarte una sonrisa o una sonora carcajada.

También esperábamos que fuera irreverente, gamberro y políticamente incorrecto, South Park no se puede entender de otra manera, pero nos ha dejado boquiabiertos con semejante cantidad de burradas, zafiedades y atrevimientos, al menos para lo que estamos acostumbrado a ver en un videojuego, sus creadores no se han cortado un pelo, y las mismas salvajadas que hemos visto alguna vez en la serie de televisión, están perfectamente reflejadas en el juego. Sexo, drogas, religión, política, desde el humor más burdo y escatológico al más satírico, todo tiene cabida, sin complejos, titubeos ni medias tintas, al igual que en la serie, y han aprovechado la ocasión para ampliar sus miras, riéndose incluso de algunos de los clichés del mundo de los videojuegos.

Porque South Park: La Vara de la Verdad no es más que una enorme celebración, por todo lo alto, de tan divertida serie de televisión, que lleva más de 15 años en antena riéndose de todo y de todos, y que a estas alturas no ha dejado títere con cabeza y lo que es más complicado, no ha perdido frescura, lo que demuestra el enorme talento de sus creadores, Trey Parker y Matt Stone. Estos han sido los culpables de que este juego haya sido tan bueno, porque al contrario que en otras ocasiones, en los que una productora o un estudio de desarrollo se interesa por una licencia y contacta con sus responsables o los poseedores de los derechos, aquí ha sido exactamente al contrario, y fueron los creadores de South Park los que tuvieron la idea del videojuego, buscando después una desarrolladora que pudiera llevarlo a cabo. Principalmente con el objetivo de que fueran capaces de calcar el estilo visual de la serie, algo que han conseguido sobradamente.

Los responsables de esto han sido Obsidian Entertainment, creadores de títulos como Star Wars: Caballeros de la Antigua República 2, Alpha Protocol y Fallout: New Vegas, que han realizado aquí el que posiblemente sea su trabajo más redondo, aunque también uno de los menos ambiciosos, al menos en cuanto a cantidad y complejidad de los contenidos. Un correcto juego de rol que si brilla con luz propia es por Trey Parker y Matt Stone, que han escrito toda la historia, han puesto voz como siempre al 90% de los personajes, y han sacado un enorme partido al rico y divertido universo de South Park, que recupera para este videojuego alguno de sus mejores momentos y personajes, cosa que habían intentado con torpeza anteriores títulos.

La historia es totalmente original, conecta perfectamente con la serie de televisión y no exige estar al día y haber visto todas las temporadas para disfrutarla, lo que es un acierto. Tanto si te gustó hace tiempo pero le perdiste la pista en los últimos años, como si eres un fan que se ha visto todos y cada uno de los capítulos, lo vas a disfrutar igual. Está repleto de guiños y detalles de los capítulos sí, pero como algo secundario y que premia a los más fieles seguidores, no como algo excluyente y que deje de lado a un espectador casual. Evidentemente si no te gusta o nunca te ha gustado la serie, no creemos que te vaya a gustar el videojuego, pero si nunca has visto nada del universo South Park, quién sabe, puede ser todo un descubrimiento.

La historia comienza tras crear a nuestro personaje, en un sencillo editor en el que tenemos que elegir el tono de piel, el peinado, la ropa, gafas, marcas en la cara, y todo con multitud de opciones, pudiendo hacernos un perfecto álter ego, algo que no debería preocuparnos demasiado en este momento, ya que estaremos durante toda la aventura "tuneando" a nuestro personaje de muchas y muy divertidas maneras –curiosamente no podemos crear un personaje femenino-. Somos un niño de 9 años que se acaba de mudar a South Park junto a su familia, y que esconde un oscuro secreto, que sus padres le intentan ocultar.

Pronto empezaremos a hacer amigos en el barrio, y nos veremos inmersos casi sin quererlo en una "épica" guerra que enfrenta al bando de los humanos, comando por Eric Cartman y la princesa Kenny, contra el de los elfos, con Stan y Kyle a la cabeza, luchando ambos por la Vara de la verdad, un palo de madera que quien posea podrá dominar el universo. Empezaremos a realizar misiones y recados por mero entretenimiento y con el fin de hacer amigos, hasta llegar a un punto en el que tendremos que elegir bando. Esto no es más que un juego de rol entre niños, pero como es costumbre en South Park las cosas se irán enredando y desmadrando, y acabaremos envueltos en un peligroso conflicto que termina por afectar a todos los habitantes de la ciudad.

Estamos ante un clásico juego de rol por turnos, pero con un sistema de combate muy rápido, sencillo y entretenido, en el que no solo es importante la toma de decisiones, sino también nuestra habilidad o precisión a la hora de pulsar los botones en el momento oportuno, tanto para atacar como para defendernos. Como hemos contado en otras ocasiones, los combates recuerdan mucho a los de la saga Mario & Luigi de las portátiles de Nintendo, una inspiración que sus creadores nunca han ocultado, aunque luego estos combates transcurren por sus propios derroteros, y se sienten bastante frescos, con personalidad propia.

Siempre que atacamos o nos defendemos aparece una o varias indicaciones seguidas en pantalla, y si pulsamos el botón en el momento justo, realizamos más daño, o lo minimizamos en caso de defendernos, pudiendo realizar incluso un contraataque. Cuando atacas, ya sea con un arma de mano o de larga distancia, puedes realizar ataques normales, poderosos o mágicos –siempre relacionados con el "poder de los pedos"-, y deberemos usar unos u otros dependiendo de los enemigos. Por ejemplo si estos llevan escudo antes tendremos que rompérselo, capaces de realizar diferentes guardias durante el combate: reflectora –te devuelven los ataques a distancia-, esquive –solo son vulnerables a las habilidades especiales-, estocada –evitan daños cuerpo a cuerpo-, y bloqueo –reduce la cantidad de daño en cualquier tipo de ataque-.

Tenemos una barra de salud, una de maná que se gasta con los ataques mágicos. y una tercera de puntos de poder, PP, que se consumen realizando las habilidades especiales, exclusivas del personaje, y que son un pequeño minijuego en sí mismo, teniendo que girar el stick o realizar cierta combinación de botones con acierto. Cuando nos explican el sistema de combate tendremos que elegir la clase de personaje que queremos ser entre las cuatro disponibles: luchador, mago, ladrón o judío. Cada una con cinco habilidades especiales, que vamos desbloqueando y mejorando según subimos de nivel. Además en los combates juegan mucho protagonismo los efectos de estado; quemado, congelado, asqueado, sangrado, etcétera, que podemos causar con las armas o los ataques mágicos, y que podremos curarnos echando mano de los objetos consumibles, que podemos usar en cada turno antes de atacar.

En los combates además de llevar a nuestro personaje, casi siempre contamos con la ayuda de un personaje de apoyo, como Butters, Kenny, Stan, etcétera, que cuentan con sus propias características y habilidades. Por ejemplo Kenny es un arquero experto con la cualidad de distraer a los enemigos enseñándoles los pechos, y Stan un potente guerrero capaz de invocar a su perro Sparky para que nos ayude en el combate. Las habilidades de estos personajes también se van desbloqueando poco a poco, y proporcionan algunos de los momentos más divertidos y espectaculares de los combates. Podemos equiparnos un arma cuerpo a cuerpo, un arma a distancia y armadura en cabeza, cuerpo y manos, modificando siempre el aspecto del personaje, y para poder usar cada pieza de equipamiento necesitamos cierto nivel de experiencia.

Como veis el sistema de combate es bastante completo, y aunque no puede rivalizar con el de un RPG más sesudo y complejo, aguanta muy bien el tipo a lo largo de toda la aventura. Al principio os sorprenderá por su dificultad, ya que pueden matarte sin muchos problemas algunos de los enemigos más sencillos que te encuentras por la calle. Pero cuando le pillas el truco y mejoras un poco el equipamiento, descubres que realmente es un juego bastante fácil. Por suerte en cualquier momento en el menú de opciones podemos aumentar la dificultad, por lo que si alguien además de diversión y risas quiere encontrar un reto jugable, lo puede tener.

Algo que nos ha sorprendido muy gratamente es su toque aventurero en la exploración de los escenarios, pudiendo interactuar con muchos de sus elementos para encontrar tesoros o conseguir ventajas respecto a los enemigos. Abriendo cajones y rompiendo objetos nos hacemos con todo tipo de objetos, desde ítems que podemos usar en los combates –para curarnos, para recuperar maná o puntos PP, para potenciar el ataque, etcétera-, hasta dinero o basura. Una serie interminable de objetos que no sirven para nada pero que nos sacarán más de una sonrisa con su descripción, donde encontramos la mayor cantidad de referencias a los capítulos de la serie, y que luego podemos vender por dinero.

Explorando podemos golpear elementos del escenario o dispararlos a distancia, además de usar una serie de habilidades que no os queremos desvelar porque son una sorpresa. Hacer esto nos puede servir para crear nuevos caminos, acceder a zonas aparentemente inaccesibles, o incluso derrotar enemigos sin necesidad de combatir con ellos. Por ejemplo si vemos un elemento del techo que está colgando, y hay un enemigo debajo, disparándolo puede que caiga en su cabeza y lo deje noqueado. O si un grupo de enemigos está pisando un charco de agua, posiblemente haya cerca un dispositivo eléctrico que podemos derribar y los electrocute.

Estas habilidades como disparar o pedir ayuda a los personajes de apoyo, junto a los distintos tipos de ventosidades –el pedo del dragón, peer hechizo a distancia, etcétera-, hacen que la exploración de los escenarios sea muy entretenida, y que incluso podamos eludir una gran cantidad de combates simplemente pensando un poco, algo que nos ha gustado mucho. El simple hecho de tirarnos un pedo sobre un personaje ya crea situaciones divertidas, porque todos tienen diferentes reacciones y comentarios a esta ofensa.

Desde el principio toda la ciudad de South Park está a nuestra libre disposición, y solo ciertas localizaciones están bloqueadas, los lugares donde se desarrollan las misiones principales de la historia, a modo de mazmorra. El simple hecho de andar por sus calles, ir encontrándote con los diferentes personajes, "hablar" con ellos, o explorar sus casas, es todo un placer para un fan de la serie, es como estar metido en un capítulo, en el que nosotros somos el protagonista. Y desde el principio, es una aventura con un ritmo muy ágil y rápido, repleta de multitud de misiones secundarias a las que es imposible resistirse, que se resuelven de manera muy amena, a nuestro ritmo. Hacer algunas de estas es importante, por ejemplo para desbloquear las invocaciones, que son simplemente brutales.

Además vamos haciendo amigos por la ciudad, añadiéndolos a nuestro Facebook. Cada cierto número de amigos, podemos desbloquear una ventaja, y estos van dejando divertidos mensajes en nuestro muro, de nuevo otra fuente de risas. Hay varios coleccionables, como 30 Chinpokomon bastante escondidos, y una enorme cantidad de peinados, barbas, sombreros, gafas, etcétera, un elemento que puede parecer secundario, la personalización del personaje, pero que de manera astuta en diversos momentos de la aventura nos obligan a utilizar, teniendo que cambiar de aspecto por motivos argumentales.

El guion es delirante, y cuando crees que ya no puedes ver nada más sorprendente, el juego se saca de la chistera alguna una nueva burrada o situación más loca que la anterior, algo que ocurre hasta el último minuto de la aventura. Intenta recuperar los personajes más relevantes y algunos de los momentos más graciosos de la serie, pero nunca de una manera forzada, y siempre con una lógica interna, dentro de la bendita locura que es su historia. Nos encanta que aproveche la aparición en este medio para reírse de algunos de los clichés de los videojuegos, y por ejemplo algo que podría parecer una limitación, que nuestro personaje sea mudo y no hable en ningún momento, se usa de manera muy inteligente para crear constantes chistes, lo que demuestra el enorme talento de Trey Parker y Matt Stone.

Es un juego que se devora, por lo divertido y gracioso que resulta en cada minuto, y hace que sea prácticamente imposible soltar el mando. A nosotros nos ha durado 14 horas, con todas las misiones principales y secundarias superadas, y muy pocos coleccionables pendientes, por lo que sí, se podría decir que es corto, sobre todo para tratarse de un juego de rol. Pero por el contrario esto tiene algo positivo, y es que no hay relleno, siempre es divertido y gracioso, carece de altibajos, desde que empieza pisa el acelerador de la locura y la diversión y no levanta el pie hasta el inevitable final. Es como si fuera uno de los mejores capítulos de la serie de televisión pero que durara 14 horas, reuniendo lo mejor de sus 17 temporadas.

El apartado gráfico es intachable, porque consigue sobradamente su propósito visual, ser calcado a la serie de televisión, y además siempre en tiempo real, viendo reflejados los constantes cambios de aspecto de nuestro personaje en todas las cinemáticas. Nunca antes un videojuego lo había conseguido de esta manera, el hecho de estar jugando, literalmente, dentro de una serie de animación. No hay ni un elemento que rechine, nada que no podríamos ver en un capítulo de la serie, habiendo replicado exactamente las animaciones y hasta los efectos especiales como las explosiones.

Y el sonido es igual de soberbio, con melodías muy simpáticas y acordes a lo que esperamos de South Park, recuperando algunos temas míticos que ya hemos escuchado en la serie –no podemos dar más pistas-, con los mismos sonidos en los cambios de escena o las vueltas de las pausas publicitarias, que aquí escuchamos por ejemplo al cargar partida, y con Trey Parker y Matt Stone doblando como siempre de manera genial y tronchante a casi todos los personajes. A esto le acompañan unos buenos subtítulos en español, que como punto negativo no aparecen a la hora de escuchar ciertos programas de televisión, la radio, o la pantalla de cine, algo con lo que deberían haber tenido más cuidado.

Por último tenemos que hablar de la polémica censura, que se ha producido en las versiones del juego para PlayStation 3, Xbox 360 en territorio europeo, lo que incluye a España. No vamos a andarnos con rodeos, nos parece un insulto a la inteligencia, y más cuando es algo que no ha pedido ningún organismo de regulación europeo –solo en Alemania ciertos elementos han tenido que ser retocados para salir a la venta-, en un ejercicio de ponerse la venda antes de la herida por parte de Ubisoft. En un juego desmadrado al máximo desde el minuto uno, en el que podemos abrir la puerta de una casa cualquiera y ver cómo un hombre está practicando sexo con un caballo –es un ejemplo real-, han decidido que ciertas escenas en forma de minijuego superaban unos imaginarios límites morales o éticos.

Una serie de secuencias que en total no suman más de dos minutos en un juego que dura casi 15 horas, y que han sustituido por un cartel escrito por Trey Parker y Matt, que refleja de manera muy irónica lo que opinan de esta decisión, que no les ha tenido que hacer ninguna gracia. Algo que jamás habría ocurrido en el mundo del cine o de la televisión, pero que tenemos que sufrir los aficionados a los videojuegos, una buena muestra de lo mucho que le queda por madurar a esta industria, en la que todavía cuesta entender que haya productos exclusivamente para adultos. Habiendo dejado nuestra opinión muy clara al respecto, y recomendado por supuesto la versión de PC libre de censura, tenemos que decir que estas siete secuencias de unos 20 segundos tampoco pueden justificar rechazar un juego que es simplemente genial, salvaje de principio a fin, en el amplio sentido de la palabra.

Uno de los juegos más divertidos que hemos jugado nunca

Siempre que un videojuego incluye humor no dudamos en alabarlo, porque no es algo muy común de encontrar, pocos títulos se atreven a entrar decididamente en este terreno. Pero es que ningún otro antes nos había hecho reír tanto como South Park: La Vara de la Verdad, que ya no solo es que se juega con una perpetua sonrisa en los labios, sino que además es capaz de sacarte constantes y sonoras carcajadas. Si te gusta el rol y la serie de televisión –mucho más importante esto último-, no estamos ante un juego recomendable, sino ante uno simplemente imprescindible, la mejor adaptación a videojuego de una serie de animación o película que se haya hecho nunca.

Con el objetivo de divertirnos y hacernos reír sobre todas las cosas, Trey Parker y Matt Stone han escrito una historia demencial, que aprovecha algunos de los mejores elementos de la serie mezclándolos perfectamente con una ágil y entretenida aventura de rol, que no deja de sorprendernos en ningún momento. Han tenido que ser dos personas ajenas al medio las que atrevan a introducir elementos tan políticamente incorrectos que jamás hubiéramos imaginado que viéramos en un videojuego, en una industria a la que le cuesta aceptar que hay una evidente demanda de juegos para adultos, que nadie se atreve a cubrir. South Park: La Vara de la Verdad podría ser más largo o complejo como juego de rol, o incluso más ambicioso por decir algo, pero nos parece literalmente imposible que hubiera podido ser más divertido. No podemos recomendarlo con más entusiasmo.