Análisis de Pac-Man Championship Edition DX XBLA (Xbox 360, PS3)
Hace unas semanas, Namco anuncio la creación de un nuevo sello, Namco Generations, que se ocuparía únicamente de la comercialización siempre vía digital, Xbox LIVE Arcade y PlayStation Network de nuevas versiones de los clásicos de la marca japonesa. Estas nuevas versiones no serán simples conversiones de esos títulos sino que aparte de la actualización técnica nos prometen nuevas características jugables y sorpresas además de crear una comunidad para los jugadores a los que les guste este tipo de conversiones.
Para inagurar el sello que mejor que uno de los primeros videojuegos de la historia y que además esta celebrando su 30 aniversario ya que fue lanzado allá por el año 80 en centenares de recreativas de todo el mundo, arrasando por su sencillez y adictividad y destronando al entonces rey ‘Space Invaders’.
Pac-Man o "comecocos" como le conocemos por aquí nos vuelve a visitar, tres años después de que llegará su Championship Edition a Xbox Live con excelentes resultados. Tras 800 Microsoft Points, unos 9 euros, y una descarga de apenas 220 Mb, ya tenemos en nuestro atestado disco duro esta nueva versión que esperamos probar con impaciencia.
Nada más empezar nos daremos cuenta probablemente con sorpresa que casi todos los mapas y modos de juego están bloqueados, por lo que solo tendremos un mapa, campeonato, y una única modalidad, ataque de puntuación de 5 minutos. Simplemente tenemos que ir jugando y superando los diferentes modos para ir desbloqueando otros modos y el resto de mapas.
Jugabilidad clásica, pero con acertadas novedades
Ya desde la primera partida observamos que la jugabilidad básica se mantiene y manejaremos a Pac-Man mientras recolecta unas bolitas amarillas por el escenario, pero con interesantes añadidos que afectan sobre todo al comportamiento fantasmil. Por ejemplo, si en el original todos salían desde la zona central, en estas nuevas versiones, muchos de ellos están tranquilamente "durmiendo" por el escenario, y no despertarán hasta que pasemos justo al lado de ellos, momento en el cual se sumarán a nuestra frenética persecución.
La mayoría de ellos se situarán al final del pelotón perseguidor no tomando estrategias de combate precisamente por lo que serán los rezagados o desorientados los que nos causarán los peores problemas. El objetivo, digamos secundario pero que es el que nos da más puntos realmente, es conseguir juntar los máximos posibles en nuestra persecución para luego conseguir un objeto especial que transforma a los fantasmas en gominolas durante unos segundos pudiendo y debiéndonoslos comer cuantos más y más rápido mejor en unas espectaculares secuencias.
Nuestro único recurso para huir de estos bichos tenebrosos, aparte de nuestra velocidad y habilidad, son unas bombas, que podemos detonar siempre que no veamos más alternativa a caer en sus garras, pero que lo único que harán será enviarlos de vuelta a la zona central haciéndonos ganar unos preciosos momentos. Estás serán muy limitadas según los modos de juegos.
Otra interesante y espectacular novedad es la ralentización de la acción durante unos segundos en los momentos de máximo peligro, y que a buen seguro nos servirá casi siempre para rectificar el camino y así evitar una muerte segura. Como en el original, podemos salir de la pantalla por la izquierda y aparecer por la derecha de la misma, al igual que cuando salgamos por abajo apareceremos por arriba y al revés. Según vayamos manteniéndonos en la partida, la velocidad de la misma se irá incrementando exigiéndonos una rapidez de reflejos constante.
Modos de juego
El juego completo consta de 9 nueve mapas y tres modos de juego principales entre los que se encuentran el mencionado ataque de puntuación de 5 o 10 minutos que simplemente consiste en acumular puntos durante ese tiempo sin limite de vidas, pruebas de tiempo corto de un minuto en las que tenemos que superar un objetivo que a menudo será recoger un número establecido de frutas que aparecerán aleatoriamente por el escenario en ese escaso tiempo, y combo de fantasmas, consistente en agrupar tantos fantasmas perseguidores como podamos para luego "comérnoslos".
En algunos modos de juego tenemos la posibilidad de escoger entre tres niveles de dificultad, que afectan sobre todo al incremento de la velocidad de la partida. Al final de cada partida encontraremos unas curiosísimas estadísticas indicándonos en que minuto hemos conseguido más puntuación o comido más fantasmas, así como nuestra posición instantánea en el ranking de jugadores online, claro, teniendo un ranking para cada mapa y tipo de juego.
Muchos estilos aunque echamos de menos el original
Aunque estamos ante un juego realmente sencillo, el aspecto general del mismo es estupendo. Lejos de espectaculares 3D nos encontramos con unos sencillos mapas que caben en una pantalla y donde podremos personalizar casi todo, desde el estilo de los muros que forman los laberintos, más sencillos o más estridentes, los colores e incluso el diseño de pac-man y sus fantasmas, procedentes de otras épocas. Lo único que se echa de menos precisamente en este aspecto, es la no inclusión de un estilo retro fiel al original que nos permitiera jugar como si estuviéramos en alguna de aquellas antiguas recreativas de un joystick y dos botones.
Dentro de esta sencillez destacan los efectos modernos que se le han añadido al juego como las espectaculares secuencias que se producen al comerse decenas de fantasmas seguidos, o la ralentización del ritmo en los momentos de peligro. En resumen, un entorno magnifico para un juego que no tiene que destacar por eso sino por su endiablada y adictiva jugabilidad y que vaya si lo hace.
Conclusión
Sencillez y diversión sin igual en uno de los mejores juegos de la historia que demuestra que después de 30 años, sigue con suficiente fuerza jugable para hacerse con un huequecito dentro de nuestras nuevas consolas. Un juego adictivo y entretenido como pocos que te hará pasar el tiempo sin que te des cuenta. Muy recomendado tanto para los que ya hemos jugado muchas veces a él, como para las nuevas generaciones que no deben olvidar los orígenes de este maravilloso mundillo de los videojuegos.