Análisis de Kinectimals (Xbox 360)

Kinect, el nuevo periférico para Xbox 360, nos permite jugar sin manos, usando solamente nuestro cuerpo para controlar el juego. Los distintos juegos que han salido de lanzamiento están tratando de enseñarnos las posibilidades del sistema, al mismo tiempo que tratar de ofrecer experiencias que gusten a distintos tipos de público. Uno de los juegos lanzados con la salida del aparato ha sido Kinectimals, un juego enfocado a los más pequeños de la casa y que nos propone cuidar de unos adorables felinos y jugar con ellos en una isla muy especial.

El juego cuenta con un pequeño hilo argumental que nos irá guiando a lo largo del desarrollo del juego y que cuenta cómo llegamos a la isla de Lemuria que está habitada solamente por una serie de animales. Allí, Bámbel nos contará como el pirata Able Blackwood vivió en aquella isla hace ya muchos años y al marcharse dejó por la isla unos tesoros. Tras una pequeña introducción se nos pedirá que adoptemos a uno de los felinos iniciales (poco a poco su número irá aumentando) y comencemos a explorar la isla. Cada uno de los animales será de una especie diferente y aunque su aspecto visual sea distinto (todos con bastantes similitudes al tratarse de cachorros felinos) su comportamiento y animaciones serán lo mismo, además de no poder modificar su aspecto (como mucho podremos ponerles algún accesorio). De todas formas, nuestra elección no será definitiva, pues en cualquier momento podremos cambiarlo sin penalizaciones.

Juega con tu cachorro para avanzar

Pronto iremos a la primera zona del juego y veremos el sistema de progreso del juego, que en todo momento irá guiado. Con nuestra mascota podremos realizar diferentes acciones, como jugar, limpiarlo o darles de comer, algo que sumará puntos de descubrimiento. Con estos puntos iremos abriendo nuevas zonas en las que nos encontraremos con minijuegos, y cuando hayamos completado todo el mapa en el que nos encontramos, abriremos el acceso a otra zona de la isla y repetiremos el proceso.

En este sentido el juego nos irá ofreciendo continuamente distintas cosas para hacer en forma de minijuegos, por lo que todo el tiempo estaremos haciendo algo, siendo muy dinámico el juego. Normalmente, si estamos unos segundos sin hacer nada, nuestro gatito traerá algo en la boca para que juguemos con él. En ese momento entraremos en un minijuego, ya que no jugaremos sólo con nuestro animal, sino que el juego nos propondrá unos retos.



Por ejemplo, si nos trae una pelota, no sólo tendremos que tirársela para que nos la devuelva, sino que en el escenario aparecerán unos jarrones, por ejemplo, para que los rompamos mientras el felino intenta atrapar la pelota. Por una parte esto está bien porque ofrece un reto y no que sólo tengamos que tirarle la pelotita a nuestra mascota, pero lo cierto es que a veces es un poco invasivo, ya que si simplemente nos apetece jugar tranquilamente con él, no podremos (tendríamos que ignorar el reto, pero los objetos a alcanzar seguirían ahí), algo que se hubiera podido arreglar metiendo la opción de jugar solamente con el animal, sin minijuego de lado.



Para jugar con nuestra mascota no sólo tendremos que esperar a que nos traiga algo, sino que en cualquier momento podremos abrir la caja de juguetes y elegir ahí que queremos usar. En cuanto a cuidar de nuestro felino , esta parte será prácticamente inexistente, ya que aunque podremos lavarlo o darle de comer, en ningún momento veremos ninguna indicación de que debemos hacerlo ni tendremos ninguna penalización si no le cuidamos, sirviendo solamente para interactuar con él y ganar puntos.



A la hora de jugar usaremos nuestro cuerpo y hemos de decir que el control responde bastante bien en general. Aunque no podremos movernos por el escenario, si podremos girar la cámara, moviéndonos para ello hacia la izquierda o la derecha de forma muy intuitiva. Para manejar los menús haremos un barrido horizontal con las manos en función de hacia a qué lado queramos movernos y para seleccionar las opciones mantendremos la mano quieta. A la hora de jugar, aunque nos encontramos con muchos juguetes, al final se acaban agrupando en unos pocos tipos de acciones.

Así, podremos lanzar (ya sean pelotas, patos de goma o botas, por ejemplo), algo que servirá para acertar a dianas o para meter las bolas en unos recipientes, apuntar (con una manguera o una pistola), lanzar un disco (algunos tan originales como una pizza congelada o un sombrero mejicano), patear un balón de fútbol, golpear una pelota, acariciar (algo que se usará también para limpiar), correr y agacharse (de forma que guiemos en un circuito a nuestro cachorro) y conducir un coche teledirigido, además de otros movimientos más concretos que servirán para los trucos.

Muévete y juega de distintas formas

En general el control funciona bien, aunque es cierto que en ocasiones está "trucado" de forma que modifican la trayectoria, por ejemplo cuando lanzamos un disco. Esto se ve porque el disco sale con un ángulo pero enseguida se corrige acercándose hacia el objetivo. Esto tampoco es un problema, porque sirve para a ayudarnos y facilitarnos el juego, algo que debido al público al que se dirige el juego es algo comprensible. En otros casos al principio cuesta un poco hacerse con el control, pero pasado unos segundos resulta totalmente intuitivo.

En este sentido el juego ofrece un gran conjunto de movimientos que funcionan bastante bien, con la excepción de algún que otro truco, que a veces nos tocará repetir para que nos lo pille correctamente (aunque acaban saliendo tras intentarlos tres o cuatro veces en el peor de los casos, siendo lo normal que lo interprete correctamente a la derecha) o ciertos juegos como el de golpear pelotas, en el que cuando salen dos a la vez cuesta mucho acertar. Como crítica podemos decir que en ocasiones se echa en falta ver nuestra imagen en el juego para tener una referencia, algo que vendría muy bien en los minijuegos de golpear la pelota, por ejemplo. Por último, hay que comentar que el juego tiene funciones de voz, aunque todavía no están disponibles en nuestro país.



Antes comentábamos que según consigamos puntos de descubrimiento abriremos nuevos minijuegos que, a diferencia de aquellos que aparecen cuando juguemos con nuestra mascota, tendremos una puntuación con la que podremos conseguir hasta tres medallas (bronce, plata y oro). Estos minijuegos se basan en los juguetes que hayamos descubierto con nuestro gatito, como la conducción en un circuito, los trucos o los discos, por ejemplo, y según lo bien que lo hagamos se nos dará un premio u otro, permitiéndonos repetir la prueba en cualquier momento para mejorar nuestra puntuación. Algo que nos ha gustado es que en cualquier momento podemos cambiar de jugador para que un amigo participe, no ya sólo en los minijuegos, sino luego recorriendo la isla con su propio cachorro, compartiendo el progreso que hayamos logrado.



Además de jugar con nuestro gatito e ir descubriendo nuevas zonas, podremos visitar la tienda del pueblo, donde podremos comprar nuevas cosas para nuestra mascota (ya sean juguetes, comida o accesorios) o muebles para nuestra casa. Y es que en la isla tendremos nuestro propio hogar que podremos decorar a nuestro gusto, aunque de forma limitada. Y es que no podremos movernos por ella libremente, sino, situados en el centro, podremos girar para verla y seleccionar los muebles, que podremos modificar por otros del mismo tipo. En ese sentido la decoración está bastante limitada, aunque no deja de ser un añadido que anima a completar el mobiliario de la isla para decorar nuestro hogar como deseemos. Cerca de nuestra casa estará el Círculo de enlace, donde podremos elegir entre los distintos felinos, y es que en cualquier momento podremos cambiar de animal, conservando todos los progresos y sin que suponga ninguna penalización.

He visto un lindo gatito

Gráficamente el juego luce muy bien, teniendo un aspecto visual muy bonito y con multitud de detalles. Por una parte tenemos a los grandes protagonistas del juego, los cachorros, que cuenta con un gran nivel de detalle, destacando especialmente el pelaje del animal. Su aspecto mezcla el realismo del cuerpo con una cara más humanizada en la que vemos sonrisas, por ejemplo y unas animaciones que no veremos en un felino real y que buscan dar más juego y ser más graciosas (especialmente lo veremos en los trucos).

Por otra parte los escenarios son bonitos y con muchos detalles, con animalillos moviéndose por ahí. Aunque estamos en una isla no muy grande, lo cierto es que la ambientación de las distintas zonas es muy variada, encontrándonos con un bosque, una playa o unas ruinas, por ejemplo. La mayor pega es que entre las distintas zonas aparecerá una pantalla de carga, aunque tampoco es algo crítico dado el ritmo de juego.

En el apartado sonoro nos encontramos con melodías alegres y una amplia variedad de gruñiditos, ronroneos y golpetones de los animales, teniendo cada uno su sonido característico. En cuanto a las voces, el juego está totalmente doblado a nuestro idioma, algo que casi imprescindible si tenemos en cuenta que se dirige sobre todo a niños, ya que nuestro guía, Bámbel, se pasará todo el juego dándonos conversación.



Kinectimals es un juego divertido que nos tendrá todo el tiempo haciendo cosas. Su planteamiento variado basado en minijuegos hace que siempre estamos haciendo cosas diferentes y que nunca nos aburramos. Es cierto que su planteamiento es algo limitado (juega con tu mascota para descubrir nuevas zonas y acceder a nuevas partes del mapa para repetir el proceso) y que quizás esté demasiado marcado (no podemos simplemente jugar con nuestra mascota sin más) pero a cambio tenemos que los minijuegos ofrecidos son divertidos y responden muy bien, siendo un buen ejemplo de lo que es capaz de ofrecer Kinect. Creemos que es una propuesta muy interesante para divertirse sin más y de paso cuidar a un gatito virtual, y aunque es un título enfocado a los más pequeños de la casa, cualquiera que lo pruebe, tenga la edad que tenga, seguro que pasa un buen rato.