Análisis de Tenchu Shadow Assassins (Wii)
Hubo un tiempo en que los juegos de sigilo tuvieron una buena acogida, surgiendo bastantes títulos del género. Además de grandes joyas como Metal Gear, nos encontramos con otros títulos que aunque cosecharon un buen éxito tuvieron una repercusión más discreta, algo que no impidió que siguieran sacando secuelas. Una de estas sagas es Tenchu, una serie de juegos de sigilos ambientados en el Japón feudal en los que controlamos un ninja que deberá acabar con sus enemigos sin ser visto. Ahora, tras varias entregas en distintas plataformas, llega esta cuarta entrega de la saga (que ha tenido algún spin-off) a la consola de sobremesa de Nintendo, esta vez de la mano de sus creadores originales, From Software.
Sirve a tu señor y mata por él
La historia de Tenchu: Shadow Assassins nos pone en la piel de dos ninjas, Rikimaru (a quien controlaremos en la primera mitad de la aventura) y Ayame, ambos al servicio del señor feudal Goda. En una misión rutinaria, Rikimaru descubre una conspiración para provocar la guerra en los dominios de su señor, por lo que informa de todo a lord Goda.
Lamentablemente, cuando trata de descubrir algo más acerca del asunto, la hija del señor es secuestrada, por lo que enviará a Ayane a descubrirla. Pero mientras ella va a por la niña, Rikimaru tendrá que descubrir quien es el que busca provocar la guerra y acabar con él.
A lo largo de las distintas misiones a las que nos enfrentaremos, nuestros ninjas deberán avanzar sin ser vistos, acabando con los enemigos que se pongan en su camino. Para ello podrán valerse de una gran cantidad de habilidades ninja que el juego nos irá enseñando a medida que avancemos. El movimiento central será el hissatsu o muerte instantánea. Gracias a él, podremos acabar con nuestros enemigos de forma rápida y silenciosa. Para conseguirlo, deberemos acercarnos a ellos sin ser vistos, pues si nos descubren, perderemos la oportunidad de sorprenderles y acabar con su vida. Aquí es dónde entran en juego las sombras, y es que mientras permanezcamos en ellas, no seremos vistos. Para ponernos las cosas más fáciles a la hora de escondernos, podremos apagar velas que aumenten las zonas en sombra (con un soplido o ayudándonos de otros objetos para los fuegos más potentes), escondernos en todo tipo de entornos o desplazarnos rápidamente de una zona en sombra a otra (siempre que estén cerca).
El juego presenta una jugabilidad bastante compleja, aunque afortunadamente el control es muy adecuado, poniéndonos las cosas fáciles. Para ello, el juego irá presentando poco a poco todas las posibilidades que presenta, por lo que hasta bien avanzada la aventura iremos aprendiendo cosas nuevas. A la hora de manejar a nuestro personaje, tendremos cuatro configuraciones distintas para el mando que funcionan perfectamente (nosotros nos quedamos con la que viene por defecto, que no nos dio ningún problema). Además de usar los botones del mando del control y el nunchuck, a la hora de llevar a cabo ciertos movimientos deberemos agitar los mandos, respondiendo de forma bastante precisa y sin dar apenas problemas.
Que no te escuchen o lo lamentarás
El objetivo, como decimos, es ir avanzando entre las sombras acabando con todo lo que se ponga delante nuestro. Pero no será tan fácil, pues los enemigos no se quedarán quietos, sino que ante cualquier cosa que escuchen o vean se pondrán en alerta, pasando a buscarnos. Estarán en este estado un tiempo determinado, rato en el cual no podremos hacer mucho más aparte de quedarnos escondidos, pues cuando los enemigos están en este estado no podremos acabar con ellos, ni aunque estén dándonos la espalda. Es cierto que esto tiene cierto sentido, ya que al estar alertas, es más difícil que podamos sorprenderlos, pero la verdad es que acaba resultando frustrante tener que esperar hasta que vuelven a su estado normal, sobre todo porque en ocasiones no podremos hacer absolutamente nada mientras vemos como se acercan a nosotros y van a descubrirnos. Quizás hubiera sido interesante que al menos hubiéramos podido acabar con nuestros enemigos si les pillásemos por la espalda, independientemente de si están alertas o no, aunque nos obligasen a superar un minijuego o algo del estilo.
Otro problema que tiene el juego en este sentido, es la curva de dificultad que tiene. Y es que en ocasiones paremos una sección sin problemas, para encontrarnos con un par que nos sacará de quicio y que acabaremos resolviendo a base de ensayo y error, seguidas de otra que pasaremos a la primera sin el menor problema. Esto se debe sobre todo a los distintos tipos de enemigos con los que nos enfrentaremos y que no dejan claro del todo su comportamiento, algo que hará que en ocasiones nos descubran y no entendamos bien porque. Y es que en ocasiones estaremos en ocultos en una sombra y un enemigo nos descubrirá al pasar junto a nosotros, cuando en la mayoría de los casos esto no ocurre. De nuevo, esto logra que el jugador se frustre, pues no comprenda bien el funcionamiento del juego que en ocasiones parece saltarse las reglas.
Si te pillan… ¡huye o lucha!
Hemos comentado que los enemigos podrán alertarse y buscarnos, pero no qué ocurre cuando nos descubren. Cuando esto ocurre, podrán pasar dos cosas, que vayamos desarmados o que tengamos en nuestro poder una espada. Si ocurre el primer caso, nuestro personaje simplemente se desvanecerá, regresando al comienzo de la sección en la que se encuentre, pero con todo lo que habíamos conseguido intacto (las muertes que hayamos logrado, las luces que apagamos, etc.). Si por el contrario vamos equipados con una espada, podremos enfrentarnos a nuestros enemigos en un duelo. Este reto será en primera persona, pasando a controlar el ángulo de nuestra espada girando el mando de control. Estos duelos tienen dos fases, la defensa, en la que deberemos colocar el mando en la posición que nos indica el juego para parar los golpes, mientras que en la fase de ataque deberemos agitar el mando para atacar a nuestro enemigo. El planteamiento de estos enfrentamientos es bueno, aunque el control no acaba de estar del todo ajustado, lo que unido a la dificultad de estos retos (recordemos que el juego premia el sigilo, no los enfrentamientos directos) hace que más de una vez nos frustremos.
Además de contra los enemigos normales cuando nos descubran, en ciertos momentos del juego nos enfrentaremos con enemigos especiales con nuestra espada. Estos retos, que a diferencia de los otros enfrentamientos sí será obligatorio superarlos, tienen una dificultad mucho más ajustada, con ataques de nuestros enemigos mucho más lentos y fáciles de anticipar. Esto es por una parte una buena noticia, ya que nos ayudarán a superar estas batallas y por tanto continuar la historia, pero por otra parte queda algo ridículo que un enemigo común sea mucho más difícil de vencer que un jefe de nivel.
Como hemos visto hasta ahora, nuestros ninjas tendrán grandes habilidades, pero no siempre serán suficientes. Es por ello, que durante su aventura podrán hacer uso de ciertos objetos que se vayan encontrando, aunque aquí tendremos un cierto componente estratégico, ya que sólo podremos llevar tres objetos al mismo tiempo. Algunos de estos objetos serán la caña de bambú, que nos permitirá apagar velas y bucear, el , que nos ayudará a acabar con los enemigos que estén junto a pozo o los kusagai, que usaremos para escalar ciertas paredes. Estos son algunos de los ejemplos que veremos en el juego, aunque mención especial merece el gato shinobi, un gato que pasaremos a controlar cuando lo usemos. Desde ese momento, podremos pasear por toda la sección en la que nos encontremos sin levantar sospechas, pudiendo descubrir dónde están escondidos nuestros enemigos, así como pasar por recovecos en los que nuestro ninja no cabría. Sin duda un detalle my curioso y que nos será muy útil durante el juego.
Nuevos retos
Ya decíamos antes que tendremos un límite de tres objetos, por lo que cuando nos encontremos con uno nuevo, deberemos decidir si lo dejamos o lo cambiamos por uno de los que ya teníamos. Esto será también importante a la hora de comenzar la misión, pues podremos elegir con que objetos la comenzamos. Esto nos permitirá afrontar los niveles de maneras diferentes, pues en algunas secciones tendremos caminos distintos a los que podremos acceder haciendo uso de un determinado objeto. Sin duda nos ha parecido un detalle muy bueno que invita a rejugar niveles que ya hemos superado (aunque no será el único motivo, como veremos más adelante).
Al final de cada una de las misiones que superemos se nos dará una puntuación a partir del tiempo empleado, los asesinatos cometidos y el número de veces que hemos sido descubiertos. Esto sin duda animará a más de uno a repetir las fases para mejorar sus puntuaciones, sobre todo cuando descubran que conseguiremos desbloquear cosas si logramos una buena puntuación. Pero si esto no es motivo suficiente para repetir las misiones, cuando superemos una de ellas, podremos acceder al modo sombra. En este modo, repetiremos la misión pero con ciertas novedades, como objetos cambiados de sitio o enemigos con distintas rutas, lo que hará que no podamos usar todo lo que aprendimos en nuestra partida anterior. Aparte de estos cambios, nos encontraremos con un mayor número de enemigos, lo que nos pondrá las cosas aún más difíciles.
Además del modo principal, tendremos un modo misiones, donde se nos propondrán pequeños retos tras los cuales, y en función de lo bien que lo hayamos hecho, se nos puntuará. La verdad es que estas misiones son muy entretenidas, y su amplio número (50 que iremos desbloqueando poco a poco) hará que nos tengan entretenidos varias horas. Aparte de la satisfacción de superarlas, las misiones nos recompensarán con material coleccionable, como imágenes o sonido, lo que es una buena noticia para todos los amantes de este tipo de extras.
Viaja al Japón feudal
Gráficamente el juego cuenta con un acabado muy bueno. Por una parte nos encontramos con n acabado artístico estupendo, sobre todo en cuanto al diseño de personajes. Por otra parte, tenemos un acabado gráfico bastante bueno, habiéndose hecho un gran trabajo en cuanto a los modelos y las animaciones de los personajes (especialmente de los protagonistas). Los escenarios, aunque divididos en zonas no demasiado grandes, cuentan con bastante detalle y con una gran cantidad de elementos que ayudar a mejorar la ambientación. Además, nos encontramos con algunos efectos de partículas bastante interesantes, algo que mejora aún más el efecto final.
Como punto negativo nos encontramos con la repetición de los enemigos, algo que es especialmente evidente en los primeros niveles. Y es que en las primeras misiones, nos enfrentaremos a los mismos enemigos una y otra vez (al samurái barbudo en la primera, al bruto en la segunda, etc.). Afortunadamente, tras unas cuantas fases nos encontraremos con una mayor variedad dentro de las mismas en cuanto a enemigos, algo que se agradece enormemente. Otro problema es la animación facial de los enemigos, que es bastante pobre, algo que se aprecia cada vez que nos detectan y el juego les enfoca en un plano cercano.
El apartado musical posee gran calidad, con melodías muy elaboradas y que encajan perfectamente con la ambientación del juego. Quizás resulten algo repetitivas, pero es algo que se perdona, ya que disfrutaremos enormemente con ellas. Por otra parte, las voces (en inglés) son correctas, y se han corregido los problemas con los subtítulos al castellano que encontramos en la versión previa que jugamos.
No apto para impacientes
Tenchu: Shadow Assassins es un buen juego, pero por su planteamiento no gustará a todo el mundo. Es un juego bastante exigente que puede llegar a resultar frustrante, sobre todo en aquellos momentos en los que nos veremos obligados a esperar sin más con la esperanza de no ser descubiertos y poder continuar. Es por ello, que es un juego recomendable a aquellos jugadores que tengan paciencia o a los que estén familiarizados con este estilo de juegos y sepan tomárselos con calma. Esto no quiere decir que sea un mal juego, al contrario, si se le da una oportunidad puede proporcionar bastantes horas de diversión, presentando una rejugabilidad muy buena. Tan sólo lamentamos que no se haya querido retocar un poco la jugabilidad que presenta, algo anticuada para los tiempos que corren, sobre todo de cara a encajar más con el público actual. De cualquier modo, Tenchu: Shadow Assassins es un buen exponente de los juegos de sigilo que no defraudará a todos aquellos aficionados al genero o a los que deseen probar con un género cada vez menos habitual.