Análisis de Super Mario All-Stars Edición 25 aniversario (Wii)
Analizar Super Mario All-Stars Edición 25 Aniversario supone un ejercicio de perspectiva doble, como mínimo, por múltiples razones que iremos exponiendo a lo largo de estas líneas, y la satisfacción que obtendremos también variará mucho. Intentemos ver qué nos ofrece, y cómo, este regreso.
Lo primero es que el usuario debe plantearse es si en realidad lo que menos le importa es el juego, aunque esto, claro, va por barrios. Lo decimos porque si lo que buscas es lo que rodea al disco, el título puede resultarte satisfactorio. Si lo que te interesa es lo que hay en el disco del juego, la decepción puede ser mayúscula. Y si buscas equilibrio entre la edición y el juego, ahí la cosa se pone complicada.
Empecemos por lo que nos interesa: el juego. Super Mario All-Stars Edición 25 Aniversario es el juego original de Super Nintendo tal cual. De hecho, ni siquiera es la revisión que incluía de serie Super Mario World. Aquí empiezan los problemas. Si hablásemos de la Consola Virtual, ésta se sustenta en la idea -nos guste o no- de que se nos da exactamente lo que se nos dio en su momento… lo que implica también 50Hz toscos, bandas negras, nada o casi nada de traducciones, etc. Ésas son las normas que ha marcado Nintendo, y son las que aceptamos en los juegos clásicos descargables, en todas sus versiones. Hasta ahora sólo ha habido excepciones en juegos nipones que han sido localizados (parcialmente) al inglés, y que no se habían lanzado en su momento en nuestra región.
Pero cuesta mucho más aceptar que el disco, creado específicamente para Wii, no cuente con opción de 60Hz, ni se hayan molestado en introducir filtros (que hay quien los odia, y quien los adora) para mejorar la imagen en televisores LCD, ni imagen panorámica, ni nada. En efecto, se trata del juego tal cual lo habríamos descargado de la Consola Virtual si Nintendo se dignara a distribuirlo digitalmente, y en cuyo caso costaría 800 puntos (8 euros), que es el precio estándar de los lanzamientos de Super Nintendo en ese servicio.
De hecho, se ha desaprovechado completamente la oportunidad de introducir cualquier tipo de contenido adicional en el disco del juego, en forma de vídeos, ilustraciones, etc., que ayudasen a dar más empaque a esta edición que, no lo olvidemos, viene a conmemorar algo tan meritorio como los 25 años de Super Mario Bros.
En este sentido, el disco es una decepción absoluta, y con unas carencias injustificables, empezando por la opción de 60Hz, cuando no la de 480p. No es así como debería celebrarse el aniversario de una saga tan importante para Nintendo, para los jugadores, y para la historia de los videojuegos.
En todo caso, y para quien no conozca en qué consiste Super Mario All-Stars, recordemos que se trata del recopilatorio lanzado en Super Nintendo en el año 1993 y que adaptaba a la potencia de la 16 bits de Nintendo los títulos originarios de NES. Incluye, así, Super Mario Bros., Super Marios Bros. 2 y Super Mario Bros. 3, pero, más significativamente, supuso el debut occidental del título que ahora conocemos como Super Mario Bros. The Lost Levels, que era inédito fuera de Japón, y que es, en realidad, la segunda parte del mismo. No en vano, Super Mario Bros. 2 era una adaptación del juego nipón Doki Doki Panic, y se publicó finalmente en Japón bajo el nombre de Super Mario USA. Como decíamos antes, una segunda edición, en 1994 (que no salió en Japón) incluía Super Mario World, y se vendía sólo en packs con la consola. Esta versión de Super Mario World, para más inri, incluía algunos cambios curiosos, como un diseño específico para Luigi (en la versión original era el sprite de Mario con los colores cambiados).
A través del sencillo menú accedemos a los diferentes juegos, y podemos jugar a todos ellos con el mando remoto en posición horizontal. Por supuesto, es compatible con el mando clásico, y con el mando de GameCube. En su momento, el salto técnico de NES a SNES dado con estos juegos les dio todo un colorido y vigor envidiables, pero ahora es una encantadora reliquia de 16 bits, lo que tampoco está nada mal.
Valorado el contenido del disco, y la oportunidad perdida que supone, debemos evaluar los contenidos de esta edición. Se presenta en una caja de cartón roja, que incluye dos cajas de plástico de tamaño DVD: una blanca, con el juego, y sus instrucciones, y otra roja con un cuadernillo que repasa la historia desde 1985 hasta 2010 del personaje de Nintendo, y un CD musical que recoge 10 temas musicales clásicos (desde el Super Mario Bros. original hasta Super Mario Galaxy 2). El disco podría ser más generoso en su selección musical, sobre todo porque otras 10 pistas son sólo efectos sonoros.
El cuadernillo, por su parte, se asemeja en su calidad a un libro de instrucciones de videojuego: grapado, pero impreso en papel de mayor calidad, lo que le da un buen acabado. Cuenta con una buena cantidad de ilustraciones e imágenes de bocetos del desarrollo de los videojuegos, y unos textos (cortos, pero en perfecto castellano) que recogen curiosidades. Se cierra con una carta de Miyamoto, pero también tenemos unos breves perfiles de los principales creadores de la saga, que son quienes hacen algunos comentarios (un par de líneas) sobre los videojuegos.
Está lejos de ser un libro de ilustraciones con todas las de la ley, y su tamaño no permite disfrutar de imágenes de gran tamaño, precisamente, razón por la que el DVD del juego podría haber aprovechado su espacio libre para incluir esas imágenes, y muchas más, a mayor calidad, para convertirse en una pequeña enciclopedia visual de la saga. Nintendo no es manca en repasar su historia, y parte de la gracia de Super Smash Bros. es que es posible acceder a una cantidad ingente de información sobre personajes, sagas, etc., así que sin duda con un poco de ganas y buen hacer podrían haber hecho algo mucho más completo.
Lo que nos encontramos, por tanto, es una oportunidad desaprovechada. Si te interesa el juego, y nada más, esta edición no tiene nada bueno que ofrecerte. De hecho, sería mucho más conveniente poder descargarlo desde la Consola Virtual, no tener que depender del disco, y, al fin y al cabo, ahorrarse un buen dinero. Porque no le des vueltas: el disco no ofrece más que lo que te daría la descarga digital tal cual del clásico.
Si te interesan sus extras, en cambio, la edición resulta mucho más interesante. El disco podría incluir mucha más música, y el cuadernillo de ilustraciones podría ser un libro, pero lo cierto es que el coste de producción habría subido, y parte de su atractivo es que se vende por unos 30 euros. Claro que si tenemos en cuenta que buena parte de su público objetivo es el de los más acérrimos seguidores de Mario, está claro que una edición de mayor calidad en sus extras, pese a aumentar algo el precio, hubiese resultado sustancialmente más gratificante.
Conclusiones
A Nintendo le ha fallado apostar de verdad por este producto. Hay mucho espacio para ofrecer más cosas y de más calidad en una edición que, nos aseguran, viene a conmemorar los 25 años de la saga Super Mario Bros. (aunque se estrenara en 1987 en Europa). Sus extras, en relación a su precio, parecen bien compensados, pero lo cierto es que te quedas con ganas de más. Posiblemente tendrías ganas de más en cualquier caso, pero, como hemos dicho, disco del juego, cuaderno de ilustraciones, y disco musical, podrían resultar mucho más consistentes.
Con todo, su principal aspecto negativo es que el juego es el que deberíamos tener desde hace mucho tiempo disponible para descargar desde la Consola Virtual. No nos vamos a engañar: esto es un disco, pasamos por caja, y pagamos un buen dinero. Si sabes bien lo que te va a dar a cambio, lo cierto es que cumple mínimos en cuanto a edición. Pero lo mínimo hubiese sido incluir 60Hz, y lo deseable apostar por mejorar la imagen hasta los 480p, y la compatibilidad con el formato panorámico. E incluir la edición del juego con Super Mario World. Porque así, simplemente, no basta para celebrar el aniversario de Super Mario Bros.