Análisis de Moto GP 08 (Wii)

Conducir es uno de los grandes placeres de aquellos quienes aman la velocidad. No son pocos los que se hacen con un buen vehículo para quemar asfalto y sentir de primera mano como el aire lo golpea, pese a que lamentablemente esta actividad tiene demasiados peligros como para poder practicarlo en la realidad. Es por ello que existen varias alternativas de gran calibre en la industria de los videojuegos, industria que poco a poco va obteniendo nuevos juegos de conducción cada vez más propios, dejando a un lado el clasicismo y apostando por lo nuevo.

Por otro lado siempre habrá franquicias dignas de mención, como es el caso del mundial de MotoGP, la máxima competición que pone a prueba tanto la tecnología automovilística de los equipos como la pericia de los pilotos, quienes en ocasiones se juegan literalmente la vida para conseguir unas décimas de ventaja en los puestos de clasificación. Y, como no podía ser de otra manera, dicha competición tiene representación dentro del mundo de los videojuegos, con una entrega para las consolas de nueva generación bastante fiel, y con una versión para la sobremesa de Nintendo que va a dar mucho que hablar, y no precisamente bueno.

Es hora de concienciarse, piloto

Nada más introducir el DVD seremos testigos de una secuencia bastante atractiva en la que asfalto, ruedas y pilotos hacen gala de lo que el juego pretende mostrar: velocidad y frenesí a partes iguales, invitándonos a participar en una carrera a modo de tutorial para establecer desde un primer momento qué control -de los varios disponibles- se adapta mejor a nuestra manera de conducir, puesto que no es lo mismo controlar la moto con un mando tradicional que con el control de Wii. A medida que vayamos corriendo por la pista iremos descubriendo con el conocido método de ensayo y error qué control es el ideal para nosotros: si utilizando la pareja wiimote y nunchuk o si de lo contrario preferimos manejar la moto con el mando principal en horizontal, tal y como vimos en Mario Kart.



Los diversos controles están diseñados para hacernos sentir encima de una motocicleta profesional. Un claro ejemplo de ello es el sistema de control en el que tendremos que girar el wiimote como si se tratara del acelerador de una moto para controlar la velocidad de ésta. La idea del acelerador wiimote es buena, aunque lamentablemente en ocasiones veremos como el control falla, haciéndonos perder esas décimas que nos faltan para conseguir el oro en una carrera determinada. También podremos cambiar de marcha en tiempo real subiendo y bajando el mando principal de la consola, siempre y cuando seleccionemos la configuración del mando correspondiente. Por suerte, los jugadores más clásicos también tendrán cabida dentro de los controles propuestos, siendo el mando principal de la consola en solitario uno de ellos y con su pareja -casi- inseparable otro, aunque claramente sin funciones de movimiento. Es curioso ver como han propuesto tantos estilos de juego diferentes y han dejado de lado el mando clásico de Nintendo, siendo éste muy útil en juegos "de siempre", como en por ejemplo en Pro Evolution Soccer.



El control no acabará aquí, ya que los chicos de Milestone -encargados del proyecto- han decidido abarcar todos los estilos de conducción posibles: arcade, intermedio y simulación, siendo la primera la más sencilla -y recomendada para los novatos-, la intermedia una versión un poco más profunda de la arcade y la más purista, donde tendremos que ver con mucho detalle todos los rasgos técnicos de la moto para quedar en buena posición. Evidentemente la selección de estos modos tiene un factor directo en las pistas, por lo que habrá que practicar mucho -quizá demasiado- con el mando si queremos ladear correctamente y no perecer en el intento. Cabe destacar que la modalidad simulación es bastante difícil de controlar, no solo porque la moto sea más complicada de llevar, sino por el control propuesto por la desarrolladora, que no termina de cuajar tan bien como debería.

Motos para todos.

Una vez hayamos completado el tutorial tendremos acceso a los distintos modos de juego que se han preparado para la ocasión. En primer lugar contaremos con el modo trayectoria, cuyo fin será llevar nuestro propio piloto -configurando su nombre, nacionalidad, moto y casco, nada de constitución física o facial- a lo más alto a través de las cinco temporadas del campeonato de MotoGP. Comenzaremos, como no, en equipos de baja categoría y, a medida que vayamos subiendo puestos en la clasificación, los equipos de más renombre comenzarán a interesarse por el corredor, haciendo ofertas y consiguiendo la fama merecida del personaje, siempre y cuando la merezca, por supuesto. Antes de comenzar a correr, el juego nos pondrá un video para familiarizarnos con las primeras curvas de la pista. Además, si lo deseamos, podremos correr unas vueltas de entrenamiento -totalmente solos- para memorizar el escenario y hacer un mejor trabajo en la carrera oficial.

Otro modo bastante completo -aunque no tan profundo- es el modo campeonato, que nos permitirá revivir la temporada 2008 seleccionando el equipo, moto y piloto que nosotros escojamos. El objetivo es claro: llegar primero en todos los circuitos para alzarnos con el puesto número uno. Tendremos una serie de opciones a modificar, como son el número de vueltas, el tipo de control, así como diversos detalles de la motocicleta, como son el tipo de rueda, la suspensión y la relación de cambio. Todos los detalles deberán ser supervisados si no queremos dejar en ridículo a los patrocinadores.



Si lo preferimos, siempre podremos hacer una carrera sin compromiso ni preocupaciones en el modo carrera rápida, dejando a un lado los marcadores, posiciones y décimas de segundo en pos de la diversión más merecida. Lo único que tendremos que hacer será seleccionar uno de los múltiples pilotos que tendremos a nuestra disposición, escoger un circuito y ponernos a quemar rueda. Por otra parte también contaremos con el ya conocido modo contrareloj, ideal para mejorar las marcas en una pista determinada y obligándonos a superarnos a nosotros mismos y al piloto fantasma, quien aparecerá tras la primera vuelta completa en el circuito. Este modo será clave si somos uno de esos jugadores que quieren un reto duro de completar, aumentando la dificultad al máximo en los diferentes modos de juego.

Pero sin duda, uno de los modos que más gustará a los jugadores será el modo desafío, que pone nada más y nada menos que 50 pruebas a superar divididas en varias categorías. Estos desafíos englobarán desde carreras sueltas, pasando por duelos entre dos competidores, correr una vuelta sin bajar de una velocidad establecida, no utilizar los frenos en ningun momento, seguir la línea de trazado, etcétera. Los retos son lo suficientemente divertidos y variados como para convertirse en uno de los modos estrella del título.



Y como todo buen juego de conducción, su vertiente multijugador será más que necesaria para redondear el producto y ofrecer un mínimo de calidad. En esta ocasión, la versión para la consola de Nintendo se ha quedado sin funciones online, lo que significa que no podremos correr contra nuestros amigos o pilotos de todo el mundo. La infraestructura en línea de la consola ya ha demostrado en más de una ocasión que permite el juego fluido sin ningún tipo de problema, por lo que no hay justificación alguna para que la desarrolladora no haya incluido el modo de red en su obra. Pese a todo, contaremos con un discreto modo multijugador a pantalla partida en el que podremos batirnos en duelo con un amigo acompañados de cuatro corredores controlados por la inteligencia artificial del juego.

Técnicamente pobre

Cuando se anunció la versión de MotoGP para la sobremesa de Nintendo muchos seguidores esperaban encontrarse un título que hiciera gala al evento, no solo en su jugabilidad, sino también en su calidad técnica. Si bien es cierto que Wii no es tan potente como Xbox 360 o Playstation 3, lo que no puede ser es que el título tenga bastantes papeletas para convertirse en uno de los juegos más pobres -gráficamente hablando- del año. Para empezar los pilotos y motocicletas que aparecen en el juego, pese a estar perfectamente caracterizadas con sus respectivos patrocinios, publicidad y demás, carecen de los suficientes polígonos como para dar una sensación de velocidad al usuario, quién se quedará perplejo al ver que el comportamiento de la moto y piloto son iguales a diez que a 200 kilómetros por hora. La sensación de velocidad del título es completamente nula, sobre todo si corremos de noche. Los circuitos, pese a ser oficiales -encontrándonos propuestas tan atractivas como el circuit de Catalunya o el conocido Indianápolis- piden a gritos un mayor detalle. Además, por si eso fuera poco, las constantes cargas entre menús y partidas mermarán por completo la fluidez del título, desesperando a más de uno.

En cuanto a la banda sonora nos encontramos con una de cal y otra de arena. La selección de música tecno y electrónica está bien implementada con el título, además de pegar perfectamente con el estilo de juego que presenta MotoGP. El problema reside en que apenas escucharemos las melodías que se han incluido ya que en los circuitos lo único que seremos capaces de oír serán los rugidos de las motocicletas, nada de música. El detalle no pasaría de mera anécdota si no fuera porque el sonido de las motos y las explosiones de ésta invitan a poner el televisor en modo silencio. Tanto los sonidos de los vehículos, como los choques, caídas e incluso los distintos tipos de terreno estarán representados de una manera muy poco fiel, molestando a los jugadores más que ofreciendo una inmersión patente.

Conclusiones

MotoGP es uno de los títulos de motos por excelencia dentro del panorama de la conducción, sin embargo, la versión de Wii no ha tenido la misma suerte que sus homónimos en las máquinas de Microsoft y Sony, presentando un producto poco trabajado que podría haberse alzado con el número uno de las listas de ventas. El pobre y paupérrimo sonido, los gráficos desfasados, la dudosa jugabilidad y la injustificable ausencia de un modo multijugado online hacen que esta edición de MotoGP se vea eclipsado por otros juegos del género.