Análisis de Toki (Switch, PS4, PC, Xbox One)
Normalmente, cuando hablamos de una adaptación de un juego clásico, lo importante es hablar de los orígenes de este título, y no del proceso creativo que ha llevado a los desarrolladores a acabar realizando ese título, pero lo cierto es que la historia de este Toki para Nintendo Switch es tan sorprendente, que eclipsa parcialmente la importancia del material original.
Corría el año 2008 (hace 10 años) cuando un exdirector comercial de Famitsu llamado Anthony De Sa Ferreira decidió, junto a su hermano gemelo Paolo, montar una empresa de videojuegos. Gracias a sus contactos adquirió varias licencias de Data East, y dio con Philippe Dessoly, un artista de los 8 y 16 bits cuyo mote es Golgoth 71, que junto a su hermano Raphael, además de dos programadores dieron lugar a Golgoth Studios.
Este joven estudio francés llamó la atención rápidamente, pues en 2009 se empezó a ver el remake de Toki, para entonces Toki HD o Toki Remixed, y originalmente debería haber aparecido para Xbox Live Arcade de Xbox 360. Poco después, supimos que también pensaban hacer una versión de Joe & Mac: Caveman Ninja, y en el año 2012 publicaron la quinta parte del clásico Magical Drop para PC, con unos resultados no demasiado positivos (tampoco negativos).
Pero empezó a pasar el tiempo (y de hecho acabó una generación y empezó la siguiente), y seguíamos sin saber nada del juego. En 2016 Anthony estrena un Patreon sin demasiado éxito, y no es hasta 2018 que Microids anuncia que siguen adelante con el proyecto, esta vez para Nintendo Switch. Curiosamente, en Microids se encuentra Pierre Adane, antiguo compañero de trabajo de Philipe Dessoly (entre los dos crearon Mr Nutz, y trabajaron en la versión de Toki de Commodore Amiga y Atari ST), y junto con otro antiguo compañero, Raphael Gesqua, siguieron adelante hasta que nos hemos encontrado, finalmente, con el juego en la calle (dato curioso: parece que España es el primer mercado en el que se ha puesto a la venta, un par de semanas antes que en el resto del mundo).
Para los que no conozcáis a Toki (conocido como JuJu Densetsu en Japón), lo cierto es que hablamos de un juego de disparos y plataformas bastante peculiar. La historia detrás de él es bastante sencilla, ya que encarnamos a un guerrero de los que van por la vida con poca ropa (al más puro estilo el primer Wonderboy), que en un momento ve como su novia, una mujer llamada Miho vestida de manera parecida a la suya, es raptada por el malvado brujo Vookimedlo y Bashtar, su aliado. Por si fuera poco, este malvado ser decide que además tiene que convertir al guerrero en un mono, y así empieza la aventura de Toki.
La jugabilidad de Toki es bastante parecida a otros juegos del género conocido como run & gun (cuya saga más conocida es Contra, conocida aquí también bajo los nombres Probotector o Gryzor), pero el movimiento del simio es bastante más lento que el de otros juegos parecidos, además que el tamaño de los personajes es relativamente grande, lo que implica que deja poco espacio para el error de cálculo o el avance temerario. Toki escupe unas bolas que dañan a los rivales, y además se puede encontrar objetos por el escenario que le hacen la vida algo más fácil, como un casco que le permite aguantar golpes antes de morir, diferentes tipos de disparos, puntos, vidas, o unos zapatos que le permiten saltar más alto. Además, si salta encima de los enemigos puede rebotar encima de la mayoría de ellos, lo que permite por un lado derrotarlos, y por otro lado llegar a zonas de otra manera imposibles de alcanzar.
A lo largo de seis niveles con bastante personalidad (y lleno de paisajes conocidos por los jugadores que disfrutaseis de títulos de plataformas a finales de los 80, pues tiene su fase de agua, su fase de hielo, su fase de fuego, sus templos…) nos encontraremos con una cantidad de retos muy alta. Esto tiene su explicación en que el Toki original es un juego para máquinas recreativas, también llamadas "tragaperras" por algo, y muchos de los títulos para dichos dispositivos estaban pensados en que el jugador perdiese muchas vidas hasta poder completar el juego, de manera parecida a lo que pasa ahora con los modelos de negocio basados en micropagos. Esta versión actual es prácticamente idéntica en cuanto a desarrollo a dicha versión original, aunque cuenta con algunas diferencias lógicas al ser proyectos distintos. Sorprendentemente, uno de los momentos más memorables, y menos difíciles, son los encuentros con los jefes final de fase o a mitad de éstas, una colección de elementos a cada cual más sorprendente, pero que una vez acertamos con la rutina son relativamente fáciles de derrotar.
Así, es muy posible que el que se enfrente ahora a Toki por primera vez (o que ya no se acuerde de cómo se las gasta este juego) pierda una cantidad sorprendente de vidas al principio, y como os podéis imaginar la dificultad es creciente. Con todo, en los modos más fáciles tenemos a nuestra disposición un buen número de continuaciones y de vidas por crédito, de manera que se puede avanzar una cantidad razonable, a fin de cuentas.
Donde más trabajado, y a diferencia de todo lo demás, está este Toki, es en el aspecto visual. Tanto tiempo al servicio de un veterano en el sector con mucho talento como es Philipe Dessoly le han permitido crear un aspecto visual tremendo, con una cantidad de animaciones sorprendentes, unos diseños fantásticos, y unos decorados muy conseguidos. A diferencia de otros juegos que tienen versiones actualizadas, en este no podemos cambiar los gráficos, pero tenemos que decir que realmente el nivel alcanzado con esta versión es muy alto.
A Raphael Gesqua no lo vamos a descubrir ahora, pues no en vano fue el músico del añorado Flashback, así como de su secuela, Fade to Black, entre muchas obras que ha realizado desde entonces. En Toki realiza un trabajo muy profesional, basado en la recreativa original, y dándole un barniz de actualización respecto a las tendencias sonoras en videojuegos de los últimos años. A todo esto hay que añadir que el juego está traducido a un buen número de idiomas, entre ellos el español, así que todo correcto.
En cuanto al apartado de extras, hay que decir que este Toki es un producto muy peculiar. La versión física que ha aparecido en España (antes que en otros mercados, hay que añadir) es realmente espectacular, con unas maderas que permiten convertir a la Nintendo Switch en una recreativa con motivos de Philippe Dessoly para esta versión. Pero aparte de esto y otros detalles como pegatinas o un cómic (en inglés y francés) , lo cierto es que es una edición con pocos extras dentro del juego en sí.
Ni rastro de la versión original, ningún documental ni archivo fotográfico del juego de TAD Corporation, ningún modo extra una vez finalizado, ni siquiera un apartado de opciones. De hecho, es bastante curioso que cuando empiezas el juego puedes elegir la dificultad y "nueva partida", pero esa nueva partida es cualquiera que empecemos, pues no se guarda el avance en ningún momento (nada grave realmente porque el juego no es muy largo y la Nintendo Switch se puede poner en suspensión). De hecho, comentan sus desarrolladores que en el futuro aparecerá más contenido, pero es una pena que no haya aparecido de lanzamiento. En el momento de analizar este juego aún no se ha puesto a la venta la versión digital (llegará el 4 de diciembre), pero sí que podemos avanzar que tendrá un precio bastante elevado, de 40 euros.
Conclusiones
Esta actualización de Toki es un videojuego muy peculiar, que no es para todo el mundo. Está muy pensado para los aficionados al título original, pero por otro lado no lo incluye. Puede gustarle sin ningún tipo de problemas a nuevos jugadores, pero siempre que tengan en cuenta que es muy difícil, y que su sistema de avance pertenece a otra época. Espectacular a nivel estético y perfectamente cumplidor en el resto de apartados que hacen que un videojuego sea bueno o malo, es la mejor versión que nunca existió de Toki.
Hemos realizado el análisis con un código que nos ha proporcionado Meridiem Games.