Análisis The Swords of Ditto: Mormo's Curse, adorable Zelda roguelite (Switch)
Raro es el indie de éxito que no acaba por llegar a Switch. Como buena prueba de ello, ahora le toca a The Swords of Ditto, una de las propuestas más entretenidas que nos dejó Devolver Digital el año pasado y que se estrena en la consola de Nintendo con multitud de jugosas novedades.
¿Roguelite o aventura tradicional?
Tal y como ya os contamos en el análisis que le dedicamos cuando se estrenó originalmente en PC y PS4, estamos ante una aventura roguelite con una jugabilidad que bebe directamente de las entregas más clásicas de The Legend of Zelda en 2D, con una cámara aérea y un mundo repleto de mazmorras que explorar a espadazos mientras hacemos uso de diferentes artilugios para resolver puzles y encontrar llaves.
Evidentemente, como buen exponente del género, la muerte era permanente y el diseño del mapa cambiaba en cada partida, unas mecánicas que ayudaban a aportar mucha tensión y que para algunos jugadores podían resultar un tanto frustrantes.
Además, existía un límite de tiempo para cumplir nuestros objetivos, por lo que apenas podíamos detenernos a explorar.
Por suerte, el equipo de desarrollo ha escuchado las críticas recibidas en los últimos meses y ha desarrollado una gran expansión llamada Mormo's Curse que viene incluida en esta nueva versión y que puede descargarse de forma completamente gratuita en el resto de plataformas.
Como podréis imaginar, entre sus novedades se incluyen nuevos objetos, más tipos de mazmorras y salas, nuevos enemigos y jefes para derrotar, y contenidos que aumentan sus valores rejugables, uno de los principales problemas que tuvo el título en su versión original.
Pero, sin duda, lo más importante que trae consigo es la inclusión del nuevo "Modo Normal", una modalidad que se deshace casi por completo de sus mecánicas roguelite, eliminando la muerte permanente y el límite de tiempo, permitiéndonos disfrutar de una aventura "zeldera" totalmente clásica en la que podremos explorar con tranquilidad hasta el último rincón del mundo, buscando secretos, fortaleciéndonos y disfrutando del viaje sin miedo a tener que empezar desde el principio si nos derrotan.
Esto supone un cambio gigantesco en la forma de entender y plantear esta obra, así que también encontraremos multitud de ajustes de equilibrio, como la eliminación del requisito de nivel para abrir mazmorras y una dificultad más suave, justa, mejor medida y menos "tramposa".
Un buen detalle es que no se ha perdido la generación aleatoria de los mapas, así que se mantiene el sistema de ciclos y eras que hará que cada nueva partida que juguemos sea diferente, transcurriendo siempre 100 años después de la anterior, lo que ayuda a darle cierta rejugabilidad si queremos verlo y desbloquearlo todo.
Obviamente, esto no sustituye su modo de juego original, llamado en esta ocasión "Heroico", donde seguiremos "disfrutando" de la muerte permanente de nuestros personajes, de una dificultad mayor y del límite de tiempo para cumplir con nuestro cometido.
En nuestra opinión, la decisión de ofrecernos tanto una aventura tradicional como una roguelite nos parece todo un acierto, ya que así todo el mundo encontrará el tipo de experiencia que busca, abarcando un público mucho mayor y dándonos más opciones de juego.
A nivel gráfico no hay mucho que decir, ya que sigue siendo uno de los aspectos más cuidados y trabajados de todo el juego al emular una estética de dibujos animados en 2D que nos recuerda inevitablemente a series como Hora de Aventuras, pero algo más endulzado. Sin duda, el apartado artístico funciona de maravilla y se nota el mimo que ha recibido, con escenarios repletos de detalles, personajes y enemigos muy variopintos (aunque algo más de variedad en estos últimos no habría estado de más) y unas animaciones muy fluidas y resultonas.
Se ve estupendamente tanto en sobremesa como portátil, con una imagen muy nítida y limpia que luce especialmente bien en la pantalla de la consola, aunque os tenemos que advertir que cuenta con leves problemas de optimización en lo relacionado con las cargas, ya que a veces tiende a quedarse la imagen completamente congelada durante unos segundos cuando cambiamos de una sala a otra (de hecho, el propio programa tarda bastante en arrancar), algo que pasa con cierta frecuencia y que hace que la navegación por el mundo se haga un poco pesada.
Finalmente, la banda sonora nos deja con numerosos temas chiptune de corte alegre y animado que encajan perfectamente con su diseño estético, ambientando de maravilla cada una de nuestras andanzas y adaptándose dinámicamente para variar su instrumentación según sea de día o de noche. Los efectos también son de gran calidad y aunque no hay doblaje, los textos están genialmente traducidos al español, con montones de frases y expresiones muy bien adaptadas y que nos sacarán más de una sonrisa.
Conclusiones
The Swords of Ditto: Mormo's Curse sigue siendo un juego muy disfrutable, entretenido y recomendable para los amantes de las aventuras con sabor "zeldero". La adaptación a Nintendo Switch es bastante buena (obviando la falta de optimización de las cargas) y todas las novedades que trae consigo (también disponibles mediante actualización gratuita en el resto de plataformas) hacen de él un título mucho mejor y más pulido que contentará a un número mayor de jugadores. Si os atrae lo que propone, no dudéis en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha facilitado Cosmocover.