Análisis Puzzle Quest: The Legend Returns, vuelve un clásico (Switch)

El género de los juegos de puzles tipo match 3 lleva ya mucho tiempo con nosotros. Y a pesar de que a lo largo de todos estos años han ido apareciendo decenas de títulos de esta misma clase, uno de los mayores precursores de este estilo de títulos fue sin duda Puzzle Quest.

Editado hace más de una década para casi todos los formatos existentes antaño, esta obra de Infinite Interactive combinó de manera magistral dicho estilo de juego con el componente RPG. Y el resultado fue realmente sobresaliente, dando forma a un juego que fue disfrutado por millones de jugadores en todo el mundo, siendo uno de los más versionados de su época.

Ese mismo título es el que nos llega ahora a Switch, dado que Puzzle Quest: The Legends Returns es un remake de esa misma producción (cuyo nombre completo es Puzzle Quest: Challenge of the Warlords). Pero los desarrolladores no se han conformado únicamente con integrar dicha obra y en este título exclusivo de Switch también se ha incorporado la expansión llamada PQ: Revenge of the Plague Lord así como una totalmente inédita titulada PQ: Attack of the Golem Lord. Un pack repleto de contenido que puede ser disfrutado únicamente en formato digital a través de la tienda online eShop.

Puzles por turnos

Debido a su factor RPG, estamos ante un juego de puzles en el que su carga narrativa adquiere un alcance mucho más destacado que el que suele ser habitual en este estilo de obras. Situado en el universo de Warlords, título concebido también por Infinite Interactive, el reino de Etheria se ha visto amenazado por todo tipo de monstruos y seres infernales. ¿Qué está pasando? ¿Quién está detrás de todo esto? Eso es lo que nos tocará ir averiguando mientras vamos desplazándonos de un lugar a otro del amplio mapeado que ostenta el título.

Como si de un RPG tradicional se tratara, al comienzo del juego debemos escoger la clase de nuestro personaje. Una elección bastante importante porque ya no sólo determina la apariencia de nuestro protagonista así como sus habilidades (de las que más tarde hablaremos), sino que también determina el nivel de dificultad general de la aventura.

A partir de aquí nos toca desplazarnos por un minimapa que va mostrándonos ubicaciones y emplazamientos diversos que es necesario ir visitando. ¿Y para qué? Pues para poder ir cumpliendo las distintas misiones principales y secundarias (podemos tener varias de estas últimas activas a la vez) que se nos van dando. Y la cantidad de tareas que es necesario acometer no es pequeña precisamente, dado que entre todas ellas superan las 200, una cifra para nada despreciable. Eso sí, algunos de los encargos que tenemos que materializar resultan un tanto burdos y dan la sensación de "relleno", pero por fortuna no resulta algo muy molesto debido al carácter del juego en sí.

Para efectuar las misiones es necesario ir combatiendo a cuantos rivales se cruzan en nuestro camino. Y es precisamente durante las batallas cuando disfrutamos de la naturaleza puzle que ostenta esta producción, dado que los combates no se libran mediante espadas ni demás armas, sino en un tablero repleto de diferentes iconos (bolsas de oro, bolas de colores, calaveras, etc.) que es necesario emparejar de 3 en 3 (como mínimo).

En cada uno de nuestros turnos es necesario unir 3 fichas o iconos iguales, pudiendo cambiar el emplazamiento de dichas piezas por cualquiera de las que se encuentran justamente a su lado. Una mecánica tan simple como, en nuestros días, nada original, aunque por fortuna a esta dinámica de juego básica se unen ciertos elementos adicionales que aportan más gracia a cada enfrentamiento.

De entrada, si conseguimos unir más de tres fichas no perderemos nuestro turno, lo cual siempre es necesario tenerlo bien presente. Por otra parte, cada una de las fichas posee su valor y utilidad. Las calaveras restan vida a la barra de energía de nuestro rival (vendrían a ser como los ataques en un RPG), los orbes de colores cargan el medidor correspondiente de maná (magia) de nuestro personaje, las estrellas son los puntos de experiencia y el dinero… pues eso mismo.

Cada vez que obtenemos la cantidad suficiente de magia, podemos realizar el hechizo o ataque especial de turno, ya sea robar el dinero obtenido por nuestro oponente, causar daño adicional en nuestros ataques o conservar nuestro turno. Por otra parte, el dinero que obtenemos durante los combates podemos invertirlo en la tienda de turno que se encuentra en la pantalla de menú principal, pudiendo adquirir un buen número de objetos con los que podemos ir equipando a nuestro protagonista. Y, de la misma forma y como sucede en los RPG tradicionales, dicho personaje es capaz de ir aprendiendo nuevas acciones y mejorando sus estadísticas mediante los puntos de experiencia que vamos obtenido durante los duelos de puzles.

Sin sorprender ni, tampoco, alcanzar cotas sobresalientes, esta jugabilidad que nos proporciona este juego de puzles y RPG resulta bastante absorbente una vez te sumerges dentro del mundo de Etheria. Quizá hemos echado de menos la presencia de alguna novedad reseñable en la jugabilidad para refrescar un tanto las cosas en un título que, no lo olvidemos, tiene más de una década a sus espaldas. Pero a pesar de eso sigue resultando muy entretenido, ya sea jugando en solitario o contra un amigo en modo competitivo entre dos consolas, ya que no hay modo local desde la misma consola.

En términos técnicos estamos ante una obra solvente y bastante llamativa que, por cuestiones evidentes, no explota ni de lejos el potencial de la consola. Menús bien diseñados, un minimapa atractivo e ilustraciones de personajes más o menos atractivas es lo que nos ofrece esta producción, la cual pensamos que podría haber dado algo más de sí en esta materia aunque sea secundaria debido a la naturaleza del título. Y en cuanto al sonido, cumple con creces gracias a las agradables melodías que nos acompañan durante toda la aventura y a los buenos efectos.

Una combinación muy interesante

A pesar de que ya no sorprende como lo hiciera hace ya muchos años, la premisa de Puzzle Quest sigue resultando bastante amena y absorbente una vez pasan las primeras horas. Esta edición de Switch puede presumir además de ser la más completa jamás diseñada y ofrece una gran cantidad de contenido por los aproximadamente 15 euros que cuesta dicho título. Podría haber integrado un mejor apartado visual y alguna novedad jugable reseñable, pero a pesar de eso es un juego muy notable para disfrutar durante bastante tiempo.

Hemos realizado este análisis mediante un código de descarga enviado por One PR Studio.