Análisis Hotline Miami Collection, dos juegos que crearon escuela (Switch, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X/S)
Hacer algo nuevo es difícil. Hacer algo nuevo y que funciones es todavía más difícil. Y hacer algo nuevo y establecerlo como subgénero es algo que muy, muy pocos consiguen hacer. Hotline Miami es una de esas excepciones. El que firma estas líneas todavía recuerda cuando le llegó el código para analizar la primera entrega; un título del que no había oído hablar, y cómo resultó ser una experiencia absorbente como pocas, que anulaba tus sentidos con sus gráficos, su música y su frenética propuesta. Ahora, la primera parte y su secuela llegan a Nintendo Switch.
Más rápido que las balas
Hotline Miami and Hotline Miami 2: Wrong Number son dos juegos de acción desde una perspectiva cenital con un diseño muy arcade, concebidos para hacernos repetir cada misión una y otra vez, pero dándonos una sensación fantástica de desafío. A diferencia de otros juegos difíciles, este título independiente siempre te deja con la sensación de que puedes conseguirlo, de que si afrontas la situación de tal manera en lugar de aquella, puedes tener éxito.
Su jugabilidad rápida y frenética requiere reacciones casi inmediatas pero con su toque de estrategia. Hay que reaccionar a toda velocidad a los movimientos rivales, pero también hay que hacerlo con cabeza. Es necesario ir perfilando un acercamiento a cada nivel, eligiendo el orden en el que vamos a atacar y las armas que vamos a intentar usar para ellos, ya que, en función de la situación unas serán más útiles que otras y, por si fuera poco, también tenemos que vigilar la munición.
Completar las fases con éxito sería imposible de no ser por un fantástico diseño de escenarios –sobre todo en la primera parte– y unos controles que responden a la perfección. Los enemigos están distribuidos de manera que es imposible ir a lo Rambo, y hay que ir un poco más a lo John Wick. Es por eso que, a pesar de que a priori pueda parecer repetitivo jugar una y otra vez el mismo nivel, funciona tan bien. En realidad, estás luchando contra ti mismo, buscando la fórmula que mejor te funciona y, además, mejorando con cada partida.
Dos juegos en una nueva plataforma
Ambos títulos llevan ya bastante tiempo en el mercado y con esta adaptación tampoco han cambiado mucho. Aunque en este texto tocamos muchos de sus puntos fuertes y débiles, os recomendamos leer sus respectivos análisis (aquí el del original y aquí el de la secuela) para un comentario más detallado.
En general la segunda parte nos parece un poco más floja, pero aun así sigue estando a un gran nivel. La introducción de diferentes personajes con diferentes habilidades hacen que algunos de los niveles sean más fáciles o menos difíciles dependiendo de quién controlemos, algo que aporta variedad a la experiencia. Incluso hay un personaje que nos permite terminar un nivel sin matar a nadie, algo que, seguro, muchos encuentran particularmente interesante.
La versión de Switch nos llega sin sorpresas. Los dos títulos se juegan y se controlan genial, aunque la adaptación como tal nos parece un poco mejorable. No son problemas particularmente graves y no afectan a la jugabilidad, pero te dejan ver que los desarrolladores no han puesto esfuerzo ninguno en realizar esta conversión.
Por ejemplo, el menú inicial que nos permite elegir un título u otro nos muestra los logos mal recortados, pudiendo ver perfectamente píxeles blancos alrededor. Los controles son ligeramente diferentes entre la primera y la segunda parte, y no hay opciones para unificarlos, por lo que, si pasamos de uno a otro con frecuencia, nos vamos a volver locos. La segunda parte, además, muestra los tutoriales adaptados a la pantalla táctil incluso si estamos jugando en la tele, y mezcla textos en español e inglés.
Como veis, no son problemas graves, pero sí detalles bastante mejorables. Al menos, como decimos, una vez que pasamos a la acción el resultado es genial. Todo funciona como debe, y nos vemos absortos por un psicodélico caos donde sus extraños gráficos y su fantástica banda sonora nos hacen sentir parte del juego.
Reparte en cualquier parte
Hotline Miami Collection no aporta nada nuevo a los que ya tengan estos títulos, pero si todavía no los has jugado, poder disfrutarlos en Switch es un auténtico gustazo. Es una fórmula que se adapta genial tanto a jugarlo en la tele como a jugarlo en portátil, algo que lo hace ideal para la máquina de Nintendo. Es una pena, eso sí, que haya sido una adaptación bastante descuidada, con la que los desarrolladores se han limitado a que funcione y poco más.
El primer Hotline Miami nos parece una auténtica maravilla, un juego que definió un subgénero por sí solo, y que sigue ofreciendo una experiencia única. Es, en cierto modo, un clásico, y aunque pueda parecer exagerado decir que ha envejecido bien, hay que destacar que tiene ya siete añazos a sus espaldas. Su secuela, Hotline Miami 2: Wrong Number se queda un paso por detrás, pero sigue siendo muy, muy recomendable. Como decimos, no hay muchas novedades a destacar en esta colección, pero son dos juegos que recomendamos a todos los que disfruten con la acción exigente que proponen.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por Cosmocover.