Análisis Harvestella, un interesante JRPG salpicado por elementos de simulación de vida (Switch, PC)

No se puede negar que entre relanzamientos clásicos, secuelas, remasterizaciones y remakes, Square Enix –como desarrolladora o editora- no se olvida de las producciones originales. Ya sea Forspoken, The DioField Chronicle, Voice of Cards, Triangle Strategy o The Centennial Case: A Shijima Story, la editora abarca multitud de novedades que van más allá de los imprescindibles Final Fantasy y Dragon Quest.

Harvestella es otro de esos juegos novedosos y lo hace apostando por los simuladores de vida con rol de acción, un tipo de juego que va dirigido a un público más grande del que muchos jugadores se imaginan -a las ventas de varias sagas nos remitimos-. Lo cierto es que esta idea, bien ejecutada, puede triunfar; y el resultado de Harvestella ha sido bastante mejor de lo que muchos podían anticipar. Quién sabe si en un futuro podemos ver un Harvestella 2 que se apoye en la base que se ha creado para convertirlo en otro de los pilares estables dentro de la editora.

Roleando y plantando lechugas

De Harvestella os hablamos el pasado septiembre, y seguramente muchos de los interesados en el título han probado las primeras horas con su demo en eShop. Es inevitable pensar en él como una especie de Rune Factory en un mundo de fantasía asolado por los fenómenos de la Quietud, una época en la que los cultivos desaparecen y la población debe recluirse en sus hogares por la aparición de un polvo mortal. Este periodo aparece en las transiciones de las cuatro estaciones del año, dirigidas por cuatro cristales, los lumiciclos, y si hasta ahora la gente lo había llevado con resignación, la Quietud cada vez dura más tiempo y se está convirtiendo en un problema serio.

Nuestro –o nuestra- protagonista despierta con amnesia en uno de estos periodos y para sorpresa de los habitantes que nos rescatan, no ha sufrido daños; a partir de aquí, la trama presentará nuevos misterios y conflictos, muy al estilo rolero porque realmente ese es el alma de Harvestella: un RPG con unas mecánicas de granja. De esta manera, Square Enix -o para ser precisos, la desarrolladora Live Wire- trata de equilibrar la aventura con la importancia de cuidar nuestro huerto, una de las vías para obtener recursos y mejorar la economía. La simulación está ahí pero no es el tema principal en cuanto a argumento o gameplay, cede el protagonismo a la aventura a lo largo de sus 50 horas de duración.

Este aspecto rolero –un action RPG para ser más concretos- trae un claro beneficio, y es que el sistema de combate está más pulido que en la competencia más directa. Armas, accesorios y sobre todo, un sistema de trabajos con habilidades por desbloquear, hacen que explorar bosques y campos, o luchar, no sea un trámite pesado, sino uno de los puntos positivos del título. Nada de lo que hace es excesivamente novedoso o de una calidad por encima de la media –ya sea como RPG o como simulador-, pero es la suma de estos ingredientes lo que hace que tenga algo "especial" que aporta personalidad.

Hablando puramente de la jugabilidad en el componente rolero, tenemos ciudades con los diferentes locales, personajes y sus peticiones –de recolección básicamente, que al menos recompensan con información de la ciudad o este habitante-, y algunas zonas cercanas que actúan de mazmorras laberínticas, con atajos –tipo escaleras- para recortar terreno si, por ejemplo, somos derrotados durante la aventura y deseamos volver. De hecho lo más probable es que necesites varios días del juego para superar los mapas y recolectar todas las recompensas. Además, dentro nos espera la peligrosa fauna a la que liquidamos con un sistema hack´n slash, la ayuda de compañeros y varias habilidades que también pueden dañar las debilidades de los enemigos. Las clases no necesitan mucha explicación –el mago se orienta a ataques a distancia, otros están orientados al combate cuerpo a cuerpo- y facilitan adaptarnos sobre la marcha.

La mayor pega de la acción es que existen centenares de ARPG más complejos, precisos y divertidos en este aspecto, sin ir muy lejos en la misma editora, el reciente Star Ocean: The Divine Force. Sí, con los jefes se introduce alguna novedad en el combate que invita a golpear con elementos concretos, y la verdad es que al ser combates sencillos –en cuanto a gameplay, no necesariamente en dificultad- no suelen hacerse pesados. Además un sistema social de la relación entre nuestro personaje y sus compañeros también implica beneficios durante el combate, así que al final cada avance que hacemos durante las mazmorras o fuera de ellas no supone un tiempo perdido. Los combates y la vida cotidiana se retroalimentan.

El progreso consiste por tanto en superar las misiones que se nos da en la historia a lo largo de un calendario que va pasando por las estaciones –lo que tiene un efecto en el huerto-, y mientras participamos en encargos de rol clásico explorando mazmorras hay que atender a la evolución de nuestra cosecha, la venta de excedentes, se nos pide obtener una cantidad de materiales para mejorar herramientas, etc. Hay un poco de presión con el paso del tiempo y quienes jugasen a la demo leerán con satisfacción que el juego final trae una serie de cambios pedidos por la comunidad, incluyendo unos días más largos que nos permiten hacer más en las horas diurnas, se reduce el tiempo necesario para cambiar de clase durante el combate, equilibrios en ciertas clases, reducción en los tiempos de carga, cambios en la interfaz y otros ajustes que mejoran la experiencia. No obstante las limitaciones son parte de la gracia en la gestión.

No hay ningún problema con la simulación y tiene todo el sentido tal y como está planteado el juego –y la historia-, pero es evidente que tomado como un juego de granjas queda un poco corto. Tenemos herramientas para arar la tierra, romper las piedras que nos molestan, regar y diferentes tipos de semillas que tardarán más o menos en germinar y estar listas para su recogida… No va más allá de cumplir como mecánica para resolver los objetivos que se nos proponen. Sin embargo, de nuevo tenemos que hablar de la suma de las diferentes partes, y en global muchos de estos flecos de Harvestella se disimulan más.

Un mundo sorprendentemente bonito

No se puede negar que Harvestella sea precioso, y derrocha unos valores de producción mayores que Rune Factory 5 y cualquier simulador de granjas similar. Lo hemos jugado en Nintendo Switch y se nota que exprime Unreal Engine 4 en el sistema, lo que a veces puede tener el efecto negativo de un ligero lag en el control o ralentizaciones en los momentos de más carga, una resolución un poco baja y podríamos señalar que las mazmorras en ocasiones reciclan demasiado una decoración o que las secuencias de diálogos no son muy expresivas, pero la dirección artística en escenarios y personaje nos han convencido.

La banda sonora es buena y acompaña a un juego que, durante muchas horas, es relajante. Detrás se encuentra Go Shiina, un veterano de Bandai Namco que ha participado en múltiples Tekken, Ace Combat y Tales of, además de animes tan conocidos como Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba y la película Mugen Train. La lástima es que el trabajo en voces es mínimo, lo que resta un poco de interés a estas secuencias; obviamente nadie exige voces para todo un RPG, pero qué menos para los momentos clave de la narración. Los textos, como podéis ver en las imágenes, están traducidos al español.

Conclusiones

Hoy día se tiende a etiquetar a cualquier lanzamiento que no aspire alto en premios "juego del año" de fracaso, malo u olvidable. La realidad es que Harvestella, al igual que la mayoría de lanzamientos del año, cumple sobradamente con lo que se podría exigir a la vez que no destaca en nada. De hecho, dependiendo de los gustos personales y si la simulación no es todo lo que buscamos en este tipo de juegos, puede gustar más que Rune Factory 5 y otras sagas veteranas. No es desde luego el JRPG del año en Nintendo Switch o PC, pero tiene encanto, una dirección artística potente y su bucle jugable se adapta bien a las partidas cortas, algo que muchos jugadores de rol seguramente agradecerán.

Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código que nos ha proporcionado Plaion.