Análisis de Flip Wars (Switch)
Entre las muchas bondades de Nintendo Switch, dos de ellas se dan la mano: el retorno de mecánicas clásicas y el multijugador local. No son pocos los títulos para la consola de Nintendo que se lanzan con esto en mente, y hoy analizamos uno de los últimos en debutar. Llamado originalmente Battle Sports Mekuru, finalmente se ha lanzado en nuestros territorios bajo el nombre de Flip Wars.
Sabor clásico
La idea de Flip Wars es muy sencilla. Tenemos ante nosotros un panel de casillas sobre el que compiten hasta cuatro jugadores simultáneamente.
Cada personaje puede dar un salto para colorear las casillas en las que aterriza, así como las contiguas tanto vertical como horizontalmente. Si un rival está en una de las casillas que coloreamos justo cuando aterrizamos, saldrá volando y perderá todos sus potenciadores.
Estos potenciadores nos permiten correr más rápido, colorear más casillas con cada salto, modificar el patrón de casillas que coloreamos (pasando de ser horizontal y vertical a diagonal) o ser invencibles durante cierto tiempo. Los niveles también pueden tener objetos permanentes sobre el panel, que pueden ser beneficiosos o perjudiciales y que modifican la manera en la que tenemos que enfrentarnos a nuestros rivales.
Flip Wars nos ofrece tres modos de juego, Pintapaneles, Derribo y Supervivencia. En Pintapaneles, el más básico, simplemente tenemos que colorear todas las casillas posibles antes de que termine el tiempo, y el que más coloree, gana. Es fácil perder o ganar una buena cantidad de casilla en el último momento, por lo que las partidas pueden ser bastante intensas y divertidas, sobre todo con jugadores hábiles.
Derribo nos propone hacer que nuestros rivales salgan volando y evitar que nos lancen por los aires. Obviamente, ganará el que consiga lanzar a sus enemigos más veces y ser lanzado menos. Supervivencia es similar, con la diferencia de que sólo tenemos tres vidas, y gana el que consiga llegar hasta el final vivo. En estos modos se introduce un toque de estrategia, ya que con el botón B podemos cancelar nuestro salto y engañar a los enemigos, o cancelar el salto para evitar caer en una casilla que nos vaya a lanzar por los aires.
También hay detalles como que corremos más rápido por las casillas de nuestro color, lo que nos hace reconsiderar nuestras rutas para llegar antes a un potenciador, por ejemplo. El uso del potenciador que cambia el patrón de las casillas que coloreamos también puede ser ideal para engañar a nuestros enemigos y lanzarlos fuera del escenario sin que se lo esperen, por ejemplo.
Es de agradecer que Over Fence, el estudio responsable, le haya dado este puntito de profundidad a la jugabilidad, aunque en esencia sea un juego bastante básico. También nos ha parecido algo lento, aunque suponemos que la idea es hacerlo accesible para toda la familia y que todo el mundo pueda jugar sin problemas.
Escasez de contenido
Como veis, la base es atractiva, pero a poco que profundizamos nos encontramos con una preocupante escasez de contenido. Sólo tenemos tres modos, con dos siendo extremadamente parecidos, y las únicas opciones de juego son online u offline. En el futuro se añadirá un modo local conectando varias consolas, pero no está disponible todavía. También hay una serie de logros desactivados que llegarán "próximamente", pero no sabemos cuándo.
El modo online nos ha dado muchísimos problemas, tanto para encontrar gente como para terminar partidas. Los errores de conexión son bastante habituales, y no creemos que sea de nuestra consola. Tras varios errores de conexión en Flip Wars, nos pusimos a jugar exactamente con las mismas condiciones a ARMS y estuvimos luchando online durante media hora sin el menor de los problemas.
Tampoco hay diferentes personajes u opciones de personalización, ni opciones para configurar las partidas más allá de elegir el modo. El único factor más interesante en este aspecto es la variedad de niveles, con características bien diferenciadas entre sí y pequeños detalles visuales que los diferencian, aunque por desgracia no nos ha parecido suficiente para mantenernos interesados en el juego durante muchas horas.
En lo audiovisual, no destaca, pero cumple. Mantiene ese sabor clásico de la jugabilidad con gráficos sencillos y coloridos, que lucen bien tanto en modo portátil como en la televisión, y un control que responde tal y como esperamos. La música es bastante discreta, y sólo molesta cuando nos pegamos un buen rato esperando a que algún otro jugador se una en el lobby online, ya que se vuelve repetitiva y machacona.
Una buena base que necesita actualizaciones
Flip Wars es un juego divertido para unas cuantas partidas de manera local con los amigos, pero poco más. Y es una pena, porque la base es divertida y podría dar mucho más de sí, pero con lo que tenemos ahora mismo y con los problemas para jugar online apenas nos da motivos para seguir jugando. Salvo que te encante el concepto y sepas que vas a jugar mucho con amigos, te recomendamos esperar a una actualización (o varias) que lo acerquen más a ser un juego completo.
Hemos analizado este juego con un código de descarga proporcionado por Nintendo España.