Precedido por su versión DC
El género de la conducción en la Play tiene un juego que sobresale por encima de los demás, Gran Turismo de Sony es, sin duda, el rey del género. Cuando aparece en el mercado un título de conducción, el título a comparar es el gran GT, este juego quizá se equipare más a la saga Need for Speed y Ridge Racer en cuanto a desarrollo. Con Vanishing Point, todos recordamos una notable versión para DC, sin embargo la versión para PSX no ha salido tan bien parada, analizemos el porqué, la verdad la espectacularidad mostrada en la consola de Sega no se ha dejado ver en nuestra PSX, y comete diversos errores tan típicos en los juegos de conducción. Acclaim nos trae este vez el tan laureado juego, anteriormente anunciado a bombo y platillo en DC. Sin duda el título había levantado expectación, pero para empezar los retrasos de esta versión han sido la tónica. El aspecto gráfico está algo anticuado, con una velocidad de muestreo bastante baja, unos escenarios sencillotes y faltos de detalles y una exagerada pixelación son algunos de los aspectos que saltan a primera vista. El control del coche no es demasiado fiable, y aunque la duración del título es considerable y el número de coches y circuitos aceptable, se esperaba algo más de Vanishing Point. El juego en sí pierde la espectacularidad de que se caracterizaba en la versión de la consola de Sega.
Poca chispa
El aspecto principal para que un juego de carreras sea especial no son los gráficos, ni el sonido, es sin duda la garra, la chispa es lo que hace que un juego sea divertido, que en definitiva es lo que esperamos en un juego, desgraciadamente cuando el control del coche es tan poco fiable y tenemos que esperar tantos segunos de recuperación entre golpe y golpe contra el extremo de la pantalla que la desesperación se puede apoderar de nosotros. Bastantes modos de juego entre campeonatos y retos, pero jugabilidad algo mala además de un entorno gráfico algo anticuado.
Gráficos
A estas alturas el motor gráfico de este Vanishing Point se muestra algo desfasado, y muestra errores importantes. No podemos afirmar que ésta sea una versión muy digna de su homónimo aparecido anteriormente en DC. Los coches, son el aspecto más cuidado del juego son recreados con fidelidad y sus texturas son sólidas y cuidadas, muestran por lo tanto un aspecto muy realista. Los escenarios muestran sin embargo un aspecto bastante más simple, aunque el paisaje sea variado y se muestren en pantalla diversos esfectos especiales de luz, efectos climatológicos, etc, el aspecto global deja algo que desear, el genial apartado gráfico de la versión de DC, por desgracia, no ha sido plasmado en la versión de PSX. Las escenas FMV´s destacando la intro si se muestran a gran nivel donde se plasman con espectacularidad carreras entre superbólidos a velocidades de infarto.
Sonido
La música que suena durante el juego son remixes techno bastante marchosos que acompañan la acción, algunos temas son algo machacones. Los sonidos FX son los habituales y suenan con pulcritud choques, chasquidos, derrapes y demás acrobacias, también suenan con elegancia los elementos del paisaje creando un buen ambiente.
Jugabilidad
El juego nos ofrece multitud de formas de juego, desde el modo arcade, dentro del cual tendremos los modos de carrera simple, campeonato, contrareloj, las fases de rally y unas extrañas pruebas donde conducir haciendo acrobacias premiará por encima de todo.
En el modo de carrera simple y contrareloj nos permitirá cojer experiencia en las duras carreras que tendrán lugar. En el modo campeonato tendremos una larga serie de carreras por delante las cuales deberemos ganar una a una quedando en primera posición por puntos. A medida que avancemos descubriremos los casi 30 coches ocultos que posee el juego.
La parte más emocionante viene cuando tenemos que superar las pruebas de desafío, nos marcarán un objetivo, desde realizar una serie de acrobacias, juegos con globos gigantes y demás circuitos, aquí los tiempos pasarán a un segundo plano y nos centraremos en los puntos, que iremos consiguiendo a medida que avancemos y vayamos consiguendo nuevos desafíos.
Podems jugar en el modo de dos jugadores en split screen, pudiendo cojer entre la línea horizontal y vertical.
Cuando llegamos a los controles empiezan los problemas, el dominio del coche se hace a la larga algo inestable, sobretodo en las curvas donde haya desnivel, salir de la pista se hará muy común y nos costará mucho enderezar el coche consiguiendo un duro control que dificulta y mucho los resultados positivos en las carreras.
Los choques contra el muro son traumáticos porque perderemos muchísima velocidad, una jugabilidad solo apta para los muy expertos o los que no les importe conducir dandose golpes por ahí...
Diversión y conclusiones
La duración del título se alarga bastante hasta llegar a tener los 20 circuitos, todos ellos bastante variados donde debremos mostrar nuestra habilidad a manos del pad.
Siendo sinceros la versión de PSX ha llegado tarde y mal, sin duda la potencia de la consola para hacer juegos de carreras ha quedado plasmada en obras de arte como Gran Turismo, Ridge Racer o Need for Speed, desgraciadamente este título no pasará a la historia por su calidad, al menos no la versión de los 32 bits de SONY. ¿Cuáles han sido los aspectos principales que no permiten al título convertirse en uno de los grandes? Para empezar un engine gráfico desfasado y con mucha pixelación, un control durísmo, poco intuitivo y problemático que pondrá en apuros al conductor más experto y desesperará al jugador medio. El aspecto sonoro se salva y se muestra a un nivel aceptable, por estas razones este título nunca podrá ser comparado con los grandes del género. En conclusión, después de una casi exelente versión aparecida para DC, la versión para 32 bits se ha visto primeramente más retrasada de lo estípulado y de una calidad inferior a la esperada, no es que sea un juego malo pero no se puede equiparar con los reyes de la conducción.