Análisis de Worms Revolution Extreme PSN (PSVITA)

Worms es una de esas sagas veteranas que, sin hacer mucho ruido, siempre ha conseguido un hueco en multitud de plataformas, y que cuenta con una importante base de seguidores a los que satisfacer. La evolución de Worms que vimos desde que debutase allá por los años noventa es innegable, pero su base sigue siendo lo suficientemente adictiva como para seguir captando seguidores ansiosos por bombardear a los invertebrados enemigos con las más variopintas armas.
Tras su paso por consolas de sobremesa, Worms Revolution llega con una versión adaptada a PlayStation Vita y bautizada Worms Revolution Extreme, que sigue basándose en la jugabilidad clásica de la saga, aunque con algunas novedades para evolucionar la propuesta, pero, eso sí, sin perder su esencia.

Worms
Así, Worms Revolution Extreme sigue siendo un juego de estrategia bélica por turnos –determinados por el uso de ciertas armas o de tiempo–, aunque envuelto en un humorístico plano argumental y jugable, en el que enfrentamos a gusanos guerrilleros entre sí utilizando un enorme y muchas veces surrealista arsenal para combatir. Este título sigue manteniendo el desarrollo en dos dimensiones, aunque los escenarios, personajes y armas están renderizados en 3D, para dotar de profundidad y volumen a la acción.
Dos de sus principales características que lo distinguen de anteriores episodios es la posibilidad de utilizar el agua de manera dinámica, y de contar con distintos tipos de soldados. El agua se convierte así en un elemento estratégico que nos permite arrastrar a los enemigos fuera de escenario matándolos de manera instantánea, o sumergirlos dentro del nivel causando que, con cada turno, vayamos restándole vida.
Los cuatro tipos de gusanos nos ofrecerán la posibilidad de organizar nuestro equipo con gusanos "básicos" de estadísticas repartidas, gusanos rápidos y débiles, lentos y fuertes, u otros menos poderosos en el combate pero que nos ofrecen mejores armas y la posibilidad de ganar un pequeño extra de salud para el equipo al final de cada turno.
Estos pequeños cambios dotan de una profundidad adicional el desarrollo de Worms Revolution Extreme sin romper con los esquemas conocidos, y se traducen también en nuevas armas –como la pistola de agua– y nuevas opciones estratégicas –como romper un techo para inundar y ahogar poco a poco a nuestros enemigos–.
Worms en solitario o acompañado
Si bien, como ya sabéis, la tendencia del salto a lo multijugador está, muchas veces, dejando en un segundo plano al jugador en solitario, Worms Revolution Extreme apuesta por mantener un equilibrio entre ambos, con multitud de niveles para disfrutar sin compañía, y bastantes posibilidades para hacerlo con ella.

Dentro del modo para un jugador tenemos el Modo Campaña, el Modo Rompecabezas, Diversión en la Feria, Misiones en Marte y Cuentos Medievales. Entre estas cinco subdivisiones tenemos 47 misiones y 25 puzles que completar, cada una con la posibilidad de conseguir la medalla de oro que nos acredite como "dominadores" de la prueba en concreto.
Aparte tenemos la posibilidad de jugar con otros usuarios tanto de manera local como de manera multijugador. Las batallas son de hasta cuatro jugadores, con la posibilidad de incluir a rivales controlados por la inteligencia artificial para suplir los vacíos humanos. Aquí tenemos tres modos, llamados Combate Mortal, Fuertes o Clásico, todos personalizables, y que nos dejan preparar nuestra batalla ideal contra otros rivales.

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