Análisis de TxK PSN (PSVITA)
Últimamente hemos venido hablando de algunos juegos independientes que nos ofrecen la posibilidad de recuperar experiencias clásicas, de volver a degustar ese saborcillo retro que vamos perdiendo según progresa la industria. Hoy tenemos la oportunidad de volver a sentir Tempest, el juego de disparos clásico que se materializa ahora en esta secuela no oficial para PlayStation Vita.
TxK ya muestra en su nombre una sutil referencia a sus intenciones, ya que probablemente su nombre venga a significar "Tempest X000", es decir, la nueva entrega tras Tempest 2000 y Tempest 3000.
Todo ello, además, con Jeff Minter detrás, quien ya fuese responsable de la adaptación del juego en 1994. Si habéis probado algunos de estos míticos arcades ya sabéis lo que nos espera. Si no, os lo contamos todo en un momento.
Calentando nuestros reflejos
La mecánica de TxK es muy sencilla. Nosotros nos encontramos en la parte más alta de un plano poligonal, el cual puede adoptar diferentes formas. Puede ser un tubo, una uve doble, una semicircunferencia... que variará cada vez que pasemos de nivel. Los enemigos llegan desde la parte inferior de este plano, subiendo por los carriles que lo componen. Nuestro objetivo es desplazarnos por la parte más alta mientras les disparamos para evitar que lleguen a nuestra posición, ya que, una vez ahí, nos limitarán el movimiento y acabarán por destruirnos.
Por supuesto, nuestras habilidades básicas –disparar, movernos y lanzar la típica bomba que acaba con todos los enemigos en pantalla– pueden ser mejoradas y expandidas a través de la recolecta de power-ups, entre los que cabe destacar la posibilidad de saltar, algo que nos dará la vida en situaciones en las que múltiples enemigos han llegado hasta la parte del plano que defendemos. Eso sí, tras completar cada nivel, perderemos todas las mejoras, y tendremos que volver a conseguir los potenciadores.
Entre nivel y nivel encontramos un pequeño minijuego, que aprovecha el sensor de movimiento de PlayStation Vita para invitarnos a pasar el pequeño punto de luz en el que nos convertimos por una serie de hexágonos –u otras formas, claro–, algo que, de hacerlo con éxito nos reportará puntuación extra. Eso sí, todo sucede en cuestión de segundos, y nada rompe el ritmo de la experiencia en ningún momento. Los niveles propiamente dichos se completan en algo más de un minuto, y las mencionadas fases de bonificación en apenas unos segundos –que de camino disimulan posibles pantallas de cargando.
Modos y posibilidades
TxK cuenta con tres modos de juego. El primero es el "Puro", en el que comenzamos una partida normal, desde el principio, con todas sus opciones por defecto, con el objetivo de ver hasta dónde podemos llegar. Luego está el modo "Supervivencia", en el que, como sospecharéis, el objetivo es llegar tan lejos como sea posible, aunque sin vidas extras ni fases de bonificación. Y por último está el modo "Clásico", que nos deja continuar desde el último nivel que hayamos alcanzado, para poder así desbloquear más fases.
En lo que respecta a la jugabilidad, TxK es directo y "sencillo", aunque con algunos truquitos que, como siempre ha sucedido en este tipo de juegos, vamos aprendiendo con cada partida. Señalar también que los controles responden muy bien, y que cualquier persona puede comenzar a jugar aunque nunca haya probado un Tempest anteriormente.
Electro para tus retinas y tímpanos
Como veis en las pantallas que acompañan el análisis, el juego apuesta por una estética electrónica y de neón, inspirada, al igual que el resto del juego, en Tempest 2000. Aunque las pantallas puedan parecer confusas, os aseguramos que todo está bajo control durante la inmensa mayoría de la partida, y que si puntualmente nos perdemos un poco, no es por un error de diseño, sino por toda la acción que se está dando a la vez en el juego.
El estilo clásico de Tempest abraza ahora una inmensa colección de efectos, que dan esa espectacularidad retro que pensamos que se desprende de las capturas. Lo mismo sucede con la banda sonora y los efectos de sonido, que mezclan lo electro y lo retro de manera más que notable. Los que sean aficionados a la música electrónica disfrutarán de lo lindo con la música que ofrece TxK, y los que no lo sean tanto, seguro que también saben apreciar lo bien que encaja dentro de este arcade.
Tempest ha vuelto
TxK no tiene intención ninguna de ocultar que es la secuela no oficial de Tempest 2000, y se proclama por mérito propio como uno de los mejores juegos de este género para PlayStation Vita. El mayor problema que tiene TxK es que no te gusten los arcades de disparos de corte clásico, o que, una vez completadas sus 100 niveles, el picarte contra tus amigos, contra ti mismo o contra los trofeos no sea suficiente.
El juego de Llamasoft es una experiencia que derrocha carisma retro y buen hacer, algo que se traduce en adicción y diversión al máximo. Su sistema de "guardado" –que nos permite continuar, si queremos, desde el último nivel desbloqueado– y sus diferentes modos evitan el aburrimiento y la frustración, además de esa pequeña curiosidad por saber qué será lo próximo que veamos. Si habéis jugado a Tempest alguna vez y lo echáis de menos, no tenéis excusa ninguna para no haceros con TxK. Si no, TxK es ahora la mejor opción para descubrirlo.