Análisis de WipEout Pulse (PSP, PS2)
Wipeout Pulse, la segunda entrega para PSP, es la constatación de que a la saga de velocidad le gusta la portátil.
Ramón Varela ·
Actualizado: 21:31 17/8/2020
GRÁFICOS
9
SONIDO
9.6
NOTA
9.4
DIVERSIÓN
9.5
JUGABILIDAD
9.5
Análisis de versiones PSP y PS2.
Anti gravity racing leage
Wipeout es una saga con una fuerte personalidad y uno de los primeros títulos estrella de PlayStation provenientes del viejo continente, un aire fresco frente a otros títulos de Namco, uno de los principales apoyos a la 32 bits de Sony. Su inconfundible estética británica tanto en el diseño visual, donde The Designers Republic marcó tendencias y pobló el juego con su iconografía de flechas y polígonos desde los menús hasta la última textura del escenario o las pantallas de la carrera, como en el apartado sonoro, todo un torrente de música techno gracias al DJ Cold Storage y varias licencias de por entonces los grupos más influyentes del momento, Orbital, Chemical Brothers, Underworld o Fluke. Poco a poco este balance entre temas de grupos conocidos y los originales creados para la saga fue apartando a Cold Storag de la banda sonora, pero no cabe duda que aún hoy día se considera a Wipeout como uno de los primeros juegos en aprovechar las posibilidades del CD para crear un apartado sonoro de excepción.
Pero Wipeout es mucho más. A una jugabilidad, directa pero difícil de dominar (los fallos suelen estar muy penalizados en las competiciones más ajustadas) se suma el uso de un armamento que no siempre hace que el más rápido sea el ganador. Es este el verdadero espíritu que ha creado una legión de seguidores, que con resignación comprobaron como Wipeout Fusion, la incursión de la saga en los 128 bits de PlayStation 2 defraudó en algunos aspectos, siendo Wipeout Pure
para PSP el juego que rescatase la el espíritu de Wipeout. Y es ahora, cuando Pulse, nueva entrega para la portátil, promete superarse con un título que esta vez no aparece con las prisas del lanzamiento.
La historia de fondo de Wipeout Pulse no es demasiado trascendente en la jugabilidad, pero continúa la línea marcada en anteriores entregas. Nos encontramos en el año 2200, y el campeonato del deporte más importante del momento se encuentra en plena evolución. Una nueva categoría, la FX400, trae más velocidad y destrucción al peligroso espectáculo, junto con nuevos escenarios en diversas localizaciones del planeta. El ganador, como siempre, será quién quede primero, no importa que artimañas utilice para barrer del circuito a los enemigos.
Tras la elegante y breve introducción con el estilo inconfundible de la saga, nos encontramos ante los modos principales de juego. El menú, práctico y a la vez completo (con información incluso de las horas de juego, el arma más usada, y otro tipo de estadísticas) ofrece para un jugador el modo Campaña de Carreras, que es el torneo por excelencia. Se encuentra dividido en varios grupos de paneles de dificultad creciente, cada uno con un número de pruebas, ya sean en competición o pruebas contrareloj. Algunas de ellas estarán bloqueadas, por lo que será necesario superar alguna de las carreras abiertas para acceder a los circuitos anexos en el panel. El objetivo consiste en conseguir los suficientes puntos (que son dados por nuestras victorias) en cada grupo de panel para acceder a uno nuevo, y así proclamarse campeón del mundial. Por lo tanto, existen varias estrategias según nuestra habilidad, ya sea superando pocas carreras pero en primer puesto, o consiguiendo puntos en casi todas las pruebas.
Una de nuestras primeras tareas consiste en la elección de la nave entre los ocho equipos correspondientes, desde los más clásicos y equilibrados como Assegai a la velocidad punta de Piranha o EG-X, novedad en Wipeout Pulse; más equipos, entre ellos Auricom o Icaras se unirán próximamente en descarga. Cada uno aporta su vehículo estrella, con unos valores concretos de velocidad, aceleración, control y fuerza (o daños permitidos). Se puede cambiar de nave para cada prueba, pero los puntos de lealtad (que ofrecen extras interesantes) serán la recompensa para quienes se muestren fieles a un equipo durante mucho tiempo. Además, la posibilidad de cambiar la dificultad del juego hace que, al menos en principio, hasta los novatos en la saga puedan empezar a jugar sin problemas desde el primer momento.
Una vez en carrera, ya sea compitiendo contra ocho vehículos rivales o en pruebas cronometradas, nos encontramos ante los elementos más clásicos que identifican a la saga. Los circuitos consisten en pasillos, generalmente estrechos, serpenteantes y con algunas curvas de 90º que obligarán a hacer uso de los frenos laterales, algo que no hace bajar la velocidad de la nave y que es útil en los giros más bruscos. No faltan, por supuesto, dos tipos de marcas situadas estratégicamente en el trazado, las que facilitan impulso o los ítems. Las primeras, dan un empujón extra de velocidad útil para sacar ventaja en rectas, y pasar sobre ellas el máximo número de veces suele decantar una carrera. Por otro lado, las marcas que ofrecen un ítem (ofensivo o defensivo) son una gran ayuda en nuestra tarea de entorpecer o incluso eliminar de la pista a los contrincantes, algo que ellos tampoco dudarán en hacer.
Existen trece ventajas en carrera, de las cuales solamente podremos utilizar una simultáneamente, que se activa con el botón cuadrado. Nuevas incorporaciones y armas clásicas se unen para ser disponibles a todos los competidores (no solamente nosotros). Sanguijuela drena energía de un rival y nos la transmite a nuestra nave; Piloto Automático controla durante unos segundos de forma correcta el vehículo; Turbo y Escudo ayudan a nuestra velocidad y defensa durante unos instantes respectivamente; también existen diversas variantes de ataque con ligeras diferencias en potencia o precisión, como Cohetes, Misiles, Cañon o Plasma. Terremoto afecta con una deformación sísmica a todos los rivales situados por delante de nuestro trayecto, y las clásicas minas ralentizarán a nuestros inmediatos perseguidores. Bomba origina una gran explosión por tiempo o impacto con un vehículo; Shuriken lanza el objeto que tiene la propiedad de rebotar en las paredes, dañando a los rivales; y por último, Repulsor crea un campo de fuerza que golpea a los competidores situados en nuestro entorno.
Existen un total de 24 circuitos, si bien son doce las pistas, todas ellas con versión en uno u otro sentido, en algún caso con alguna variante nueva. De todas formas, el cambio de las curvas provoca que a nivel jugable estemos hablando de una experiencia casi nueva, ya que será necesario aprender la trazada desde el principio. Aunque existe un denominador común a todos ellos (y en general a toda la saga), como el uso de luces de neón y grandes pantallas con animaciones, es encomiable la variedad que se le ha dado a cada localización, que incluye desde efectos atmosféricos en Fort Gale o Outpost 7, bellos jardines entre edificaciones redondeadas en Platinum Rush a las vertiginosas subidas y bajadas de Metropia, gracias a loopings y giros de 180º en los campos magnéticos y secciones verticales. Cada circuito además posee mayor o menor número de ayudas, orientando algunos recorridos más a la velocidad o al combate, todo un acierto de cara a dominar ambas vertientes.
No obstante, es fácil que el jugador novato encuentre bastante dificultad en realizar carreras perfectas durante las primeras partidas. Wipeout Pulse, al igual que sus antecesores, premia el control milimétrico y castiga severamente golpear con las paredes, no solo con la importante reducción de velocidad, también de energía que puede provocar nuestra descalificación. Pero parte de la duración y el interés en Wipeout siempre ha estado en la dominación de cada circuito, y solventar todos los imprevistos que pueden surgir en carrera, y Pulse no se desvía de esa mecánica. Más completo y mejor que Pure
Wipeout Pulse no convencerá a nadie con cambios drásticos, y gustará a los seguidores de la saga.
De modo alternativo se ofrece la posibilidad de crear nuestros propios campeonatos, disponibles para guardar y disfrutar tanto en solitario como en compañía. La edición permite escoger pistas, clase de velocidad, y otros parámetros, una opción que sin duda puede dar mucho juego para el modo multijugador. Por desgracia, no todos los circuitos están disponibles en un principio, lo que obliga a jugar al modo principal al menos durante varias carreras. Entre las opciones disponibles para continuar practicando nuestra pericia se encuentra también un modo de vueltas rápidas, consistente en hacer el mejor récord durante un número de rondas determinadas, además de los clásicos contrarreloj o Eliminatorio para amantes del desgaste y combate.
Además del indispensable modo ad-hoc y LAN para competición de hasta ocho jugadores (el máximo en pista), con la citada edición de las pruebas, es posible también disfrutar de Wipeout Pulse a través del juego on-line en modo infraestructura, tanto en duelos uno contra uno, campeonatos multitudinarios y demás opciones contempladas para un jugador, salvando la vuelta rápida. Y al igual que Wipeout Pure, desde el primer momento se prometen descargas de packs desde la web oficial con circuitos, música o vehículos, tablones de records mundiales y para la ocasión, la posibilidad de crear y descargar diseños para las naves creados por nosotros mismos, disfrutando de un aspecto totalmente personalizado incluso en el juego on-line.
A modo secundario se encuentra la opción de fotografía, para capturar los mejores momentos de las repeticiones (o durante el transcurso de la carrera). Las opciones no son demasiado profundas como las disponibles en otros títulos que disponen de dicha opción, y se limitan a escoger varios ángulos de cámara, pero no deja de ser una curiosidad que permite apreciar con calma algunos de los momentos más intensos, y crear fondos de pantalla para PSP las victorias más emocionantes.
La belleza de la simplicidad
Pese al aspecto muchas veces simple de la saga, Wipeout Pulse esconde un gran potencial técnico sobre la media y su más inmediato antecesor, Pure. Para esta ocasión, Studio Liverpool ha creado unos efectos de iluminación sorprendentes que rompen la monotonía que podrían dar lugar rascacielos y edificaciones futuristas. Un bombardeo lumínico en forma de bloom y estelas de luz proyectadas por rayos y grandes pantallas durante la mayoría de circuitos que dan un toque muy vivo. Los efectos gráficos para las armas también merecen una atención, incluyendo las grandes explosiones, aunque bien es cierto que en ocasiones numerosos destellos de las armas en pantalla producen pequeños tirones en el framerate (imágenes por segundo), que se mantiene constante el resto del juego, y nunca en detrimento de la jugabilidad.
No obstante, Wipeout es una saga que destaca especialmente por una marcada estética limpia, repleta de iconos gráficos y polígonos de colores sólidos impuesta desde el primer título por los británicos The Designers Republic, responsables del aspecto visual que ha marcado desde los menús hasta la última esquina de los circuitos o las pantallas animadas, una extraña mezcla de estética japonesa y el arte británico vectorial de los años ´90, una estética que ha sido utilizada en el mundo de la música por grupos como Fluke o Satoshi Tomiie. En Wipeout Pulse domina ese diseño vanguardista, y no duda en representar lo que son grandes factorías e instalaciones tecnológicas con rayos de energía, flechas luminosas y pantallas gigantes.
El apartado sonoro, otro de los puntos fuertes de la saga, vuelve a traer gratas sorpresas. Aero Dynamik de Kraftwerk o X-Project de DJ Fresh imprimen aún más tensión al juego, especialmente si el jugador dispone de auriculares conectados a la PSP. Otros grupos no tan conocidos Noisia o Booka Shade se encuentran a la altura de lo esperado, aunque en la lista no encontremos temas tan conocidos como en las dos primeras entregas de Wipeout (probablemente el género musical no disponga de la misma frescura que hace una década). Por suerte, los desarrolladores han incluido la impagable opción de completar la banda sonora con los temas personalizados que estén alojados en la tarjeta de memoria, abriendo la posibilidad de crear nuestra propia banda sonora a partir de los temas más impactantes de todas las entregas.
Conclusión
Aunque hay que reconocer que Pulse no es ninguna revolución dentro de Wipeout, es una entrega que perfecciona y supera lo visto en Pure, uno de los títulos de lanzamiento de la pequeña portátil de Sony. Sus novedades gráficas, nuevos circuitos y el juego on-line aseguran muchas horas de diversión. El exigente control obliga casi obsesivamente al jugador a buscar las mejores trazadas para encontrar las rectas en las chicanes, y un uso estratégico de las armas disponibles. Sin duda, Wipeout Pulse es un paso hacia delante en la saga, aunque existe aún margen de mejora en aquellos aspectos técnicos que delatan que aún no explota los 333 Mhz de la consola. No obstante, es uno de los mejores títulos de velocidad disponible hoy día en la portátil. Redactor
Últimos análisis
STALKER 2 - Análisis
Análisis
GSC Game World lanza por fin una de las secuelas más esperadas que llega después de un desarrollo tortuoso para volver a enfrentarnos a los peligros y lo tétrico de La Zona.
Warcraft I: Remastered - Análisis
Análisis
Blizzard remasteriza las dos entregas originales de Warcraft y actualiza Warcraft 3 Reforged con importantes novedades.
Is this Game Trying to Kill Me? - Análisis
Análisis
Una entretenida aventura en la que todo intenta matarnos y que nos invita a resolver puzles en un juego dentro del juego.
AWAKEN - Astral Blade - Análisis
Análisis
China Hero Project nos trae un nuevo entretenido, aunque algo sencillo, indie con acción 2D, plataformas y un ligero toque 'metroidvania'.
Starship Troopers: Extermination - Análisis
Análisis
La Federación y los bichos luchan de nuevo en un juego de acción en primera persona que, pese a sus buenas ideas, no termina de brillar ni funcionar en casi ningún apartado.
Empire of the Ants - Análisis
Análisis
Tower Five nos permite encarnar a una hormiga para vivir una original y bonita aventura que hace de su variedad de misiones su principal fortaleza.