Análisis de Transformers: The Game (PSP)
La popular serie de los años ´80, y la adaptación a la película con actores reales dirigida por Michael Bay, cuenta la historia de una guerra en el planeta Cybertron, entre dos razas de robots, divididas en Autobots (liderados por Optimus Prime) y Decepticons (con Megatrón al mando), que llegan a la Tierra. Su lucha continuará en este nuevo escenario, en el que muchos humanos decidirán apoyar a los Autobots en búsqueda de la Chispa Vital, un cubo de Energón capaz de crear nuevos robots; Megatrón lo ansía con la intención de crear un ejército propio.
La particularidad de estos robots es su habilidad para transformarse en objetos, generalmente vehículos, desde coches a helicópteros, pasando por camiones o coches patrulla (la característica más importante de los juguetes).
No hace falta decir que los robots del bando "malvado" suele contar con transformaciones más poderosas y con armamento pesado.
En definitiva, una trama que no sorprenderá demasiado a los conocedores de esta serie, para bien o para mal. Al menos, se han incluido algunos eventos que desarrollan algo más el guión original, y se han rescatado algunos Transformers clásicos que no están presentes en otras versiones del juego.
Siguiendo muy de pasada los acontecimientos de la película (siempre desde el punto de vista de los Transformers), comprobamos en el pequeño tutorial que abre el juego como una de las características clave del juego está presente, la transformación en vehículos, que se realiza de forma sencilla con los gatillos de la PSP.
Para atacar disponemos de cuatro tipos de armas, que escogeremos antes de empezar la fase entre algunas variantes en base a unos parámetros que se muestran en pantalla, tales como el daño o el alcance. Cada robot posee sus propias armas, y algunos de ellos poseen muy poco poder ofensivo. También es posible atacar en forma de vehículo, pero de manera muy limitada.
Las misiones del juego van desde eliminar a todos los enemigos del mapa a proteger a un compañero, son variadas en cuanto a objetivo pero no de resolución: todas a base de acción, lo cual, era de esperar. Pero quizás este sea uno de los puntos más positivos dentro del juego, la variedad de retos.
Al finalizar estas fases, seremos evaluados según nuestros logros, con la posibilidad de desbloquear armas, opciones y unas galerías.
El control es un poco duro, tanto en la forma de robot como (especialmente) en la del vehículo, aunque se puede perdonar en el caso de la conducción, puesto que apenas lo usaremos para desplazarnos a gran velocidad en carreteras y grandes tramos.
Los momentos de acción a larga distancia se basan simplemente en señalar a un rival y comenzar el ataque, intentando esquivar sus disparos. Comprobaremos que incluso saltando nos alcanzan, por lo que hay que estar en constante movimiento lateral, que en algunos escenarios es prácticamente imposible. Esto da lugar a sensación de atacar a la desesperada, intentando recibir el menor daño posible.
Para las cortas distancias entraremos en el combate cuerpo a cuerpo, realmente se echa en falta algo de espectacularidad: un simple intercambio de puñetazos. Lo que podría ser (como en la película) una lucha entre titanes de hierro destrozando el entorno y lanzando al enemigo con los golpes, se reduce a pulsar el botón de acción hasta que uno de los dos cae derrotado.
Uno de los principales fallos del juego es la ausencia de sensación de estar controlando un poderoso Transformer; todo el feeling que podría ofrecer la película se pierde al observar las luchas, que difícilmente podrían ser menos vistosas. Y el apartado técnico tampoco ayuda demasiado a mejorar la experiencia jugable.
La inteligencia artificial es bastante básica y no ofrece ningún reto. Generalmente, los enemigos comenzarán a dispararnos en el momento de situarnos a cierta distancia, sin buscar protección ni aprovechar el entorno (las pocas veces que ofrece cobertura). Los combates directos a cuerpo tampoco son un alarde de programación.
Los extras desbloqueables incluyen las típicas imágenes, músicas y artworks, aquí centradas en el universo Transformers y alguno de sus merchandising, como las cubiertas de cómics. Hay un gran número de ellos, pero su interés no es muy grande.
El modo multijugador para cuatro personas ad-hoc incluye modos clásicos como deathmatch (también por equipos), un captura la bandera, pero generalmente adolecen de los mismos fallos en la jugabilidad que en modo solitario. Los 10 mapas pertenecen además al modo historia, por lo que no encontraremos sorpresa alguna.
Transformers en su versión PSP no tiene errores realmente importantes, la velocidad del motor suele mantenerse (no siempre), y la distancia del horizonte en contadas ocasiones es amplia. Pero los modelados de los robots son muy simples, de hecho, a veces la masa de polígonos del robot y sus diseños (que intentan imitar a los vistos en la película) no permite ver claramente las formas.
Más aún, decepcionan los entornos del juego y el apartado artístico. Con escasos detalles, la mayoría de ciudades no son más que meros bloques de edificios, casi todos recortados a la misma altura, lo que da sensación de pasillo, nunca de ciudad a gran escala. Es comprensible que los tramos de carretera en desiertos estén bastante vacíos, no así los espacios abiertos
Hay pocos objetos interactivos, algunos semáforos y coches para utilizar como armas arrojadizas, pero ninguno ofrece "vida". Los Transformers luchan, pero en un decorado sin inspiración, que tampoco ofrece algún tipo de estrategia para el combate.
El colorido y las texturas (simplemente regulares para el nivel de PSP) tampoco ofrecen gran belleza, siempre tienden a colores apagados. Da un toque apocalíptico, pero en cualquier caso, el tono monótono no da gran variedad a los diferentes lugares. Este nivel técnico del juego está lejos de lo esperado en este apartado, similar al que podríamos encontrar en un juego de nivel medio para la PlayStation original.
Las animaciones merecen una mención aparte; son prácticamente nulas. Difícilmente podríamos esperar un despliegue visual teniendo en cuenta que los protagonistas son maquinarias de toneladas de peso, pero eso no es incompatible con movimientos espectaculares o directamente inspirados en la película. En su lugar, los combates consisten en apreciar como nuestro robot golpea una y otra vez de forma rígida al rival (impacte en él o no), hasta que uno de los dos explota.
Este extremo de falta de cuidado en los movimientos afecta incluso a uno de los sellos de identidad del título: las transformaciones. Tan poco vistosas como el resto de apartados, tenemos como prácticamente pasan de un estado a otro (robot-vehículo) de forma casi instantánea en el aire.
Las secuencias de vídeo intercaladas antes de una fase suelen usar modelados del propio juego, pero con algunos efectos como humo o explosiones más cuidadas. Están lejos de ser perfectas, pero sin duda son lo mejor del apartado visual.
Respecto a la ambientación, las voces si son lo que se espera de una adaptación con licencia de película, y las músicas, que no son destacables, ayudan algo a mejorar la sensación general. El resto de sonidos, como explosiones y disparos, simplemente cumplen.
La posibilidad de participar en combates como el mismísimo Optimus Prime es una gran idea, como lo son los juegos de acción con robots (hay sagas con más o menos éxito, entre ellas Zone of the Enders o Armored Core), pero poco se puede destacar de un juego que, más allá de un apartado visual simple, falla en algo tan elemental y en lo que se basa el juego: los combates. El modo multijugador aumenta algo el interés, pero no soluciona los problemas de fondo, si bien siempre es más divertido jugar contra jugadores reales.
Para incondicionales de los Transformers.