Análisis de Transformers: The Game (PS3, PS2, Wii, PC, Xbox 360)
Aprovechando la reaparición de la mítica serie de acción Transformers en la gran pantalla, la desarrolladora Traveller’s Tales nos ofrece la posibilidad de ser los protagonistas en el inminente combate que decidirá el futuro de la Tierra que conocemos hoy en día. Concebido como una fiel adaptación jugable de la reciente película, la popular serie que se convirtió en icono instantáneo de toda una generación de jóvenes regresa para deleite de todos los seguidores, presentando un título donde la acción sin complicaciones varias se define como pilar fundamental. Larga vida al gran Optimus Prime.
Bebiendo directamente del film de Michael Bay, el punto de partida de Transformers The Game nos pondrá a manos de Sam Witwicky, un muchacho cuya ilusión actual es la de conseguir un coche medianamente aceptable para su vida cotidiana, al tiempo que mantiene sus relaciones de amistades dentro del instituto. Sin apenas darse cuenta, Sam poseerá la llave que decidirá el destino de la humanidad, encerrada en forma de pista en las gafas de su difunto abuelo, y con la difícil tarea de defender su mundo, el cual se verá azotado por la encarnizada lucha a manos de unos robots alienígenas capaces de convertirse en vehículos usuales y pasar totalmente desapercibidos en cuestión de segundos.
Los llamados Transformers (en su vertiente justiciera, denominados Autobots), encargados de hallar el ancestral artefacto conocido como "la chispa de la vida", se aliarán con el joven Sam para afrontar la batalla más importante del planeta, dejando patente el lema que siempre acompañó a la familia Witwicky durante generaciones: "No hay victoria sin sacrificio".
Una vez expuesta la premisa inicial, deberemos elegir uno de los dos bandos (cada uno con sus diferentes robots), pudiendo contemplar la historia bajo el prisma de los Autobots, devotos de los más altos ideales de la justicia; o por el contrario los Decepticons, quienes representarán el lado malvado que no dudará en aniquilar todo rastro de vida humana u oponente que se ponga por delante. Claramente distintos en sus ideales, y al mismo tiempo tan idénticos en sus objetivos de búsqueda, los Transformers provenientes del planeta Cybertron que seleccionemos deberán hallar la chispa de la vida batallando duramente contra el equipo rival.
Por supuesto, y para disfrute de cualquier seguidor del fenómeno que en su día supusieron estos gigantes de metal, todos y cada uno de los diferentes diseños que tan famosos se hicieron en la serie de animación estarán disponibles entre las filas de cada grupo, siendo fácilmente reconocibles por cualquier aficionado a los archiconocidos dibujos de los años 80. Sin duda alguna, la posibilidad inicial de seleccionar uno de los dos bandos otorgará al juego, ya no solo una doble duración en sí debido a la rejugabilidad que ello supone, sino una visión diametralmente opuesta al de la película en caso de encarnar a los despiadados Decepticons capitaneados por su líder, Megatron.
En este sentido, la trama argumental se irá sucediendo a través de escenas cinemáticas que destilarán gran parte de la profusa acción de la que hace gala el film, y que poco a poco nos irá metiendo de lleno en la aventura, acompañando al joven Sam Witwicky y el nuevo cometido que le ha tocado afrontar junto a sus aliados.
En lo que a los combates de uno contra uno frente a robots enemigos se refiere, el buen uso de estrategias o pericia de movimientos quedará relegada a un segundo plano, dado que bastará con machacar la serie de botones de ataque directo hasta que acabe cayendo. Los Transformers podrán acelerar y frenar cuando sean vehículos normales, para transformarse de forma espectacular en cuestión de segundos pulsando un único botón, lo que de paso nos meterá de lleno en un estilo de combate totalmente opuesto. En dicho modo, podremos coger objetos para lanzárselos a los contrarios, o atacar cuerpo a cuerpo con nuestras propias armas. Lejos de ofrecer un abanico de ataques, nuestra limitación de acometidas no trascenderá sin mayor importancia que la de aporrear el botón sin miramiento alguno. Al hilo de este apartado, las armas de fuego supondrán un punto algo testimonial, puesto que la mayoría de veces deberemos lanzar algún tipo de objeto contra nuestro enemigo, deshabilitar su escudo energético de forma temporal, y aprovechar el lance para atacarlo cuerpo a cuerpo, repitiendo el proceso hasta que lo hagamos saltar en pedazos.
Como comentábamos, esta característica restará diversidad y dinamismo a los combates, puesto que a los pocos minutos de contacto con el juego tendremos la agria sensación de estar repitiendo el mismo procedimiento una vez tras otra. Impregnado por la monotonía, el modo de juego irá alternando las carreras contrarreloj para llegar a los objetivos, los enfrentamientos con una serie de robots enemigos, y una mezcla de ambos en determinadas situaciones.
Si la linealidad y corta duración que destilarán las misiones repercutirá negativamente en la diversión del título, por su parte la mala implementación del control de los Transformers en su modo vehículo conseguirá que muchas de las estresantes carreras por alcanzar los objetivos se conviertan en verdaderos retos, frustrando a los jugadores menos pacientes, y obligándonos a repetir los niveles de manera repetitiva. Por si fuera poco, los escasos ápices de diversidad en las misiones quedarán reservados para los Decepticons, mediante los cuales tendremos acceso a niveles donde habrá mucha más destrucción de objetivos, algo que incomprensiblemente creará unas diferencias palpables, siendo considerablemente bastante más espectaculares y dispares las situaciones a la hora de jugar con Megatron y sus secuaces.
Además, si el hecho de correr de un punto a otro incesantemente no fuera suficientemente restringido, la ciudad a la que inicialmente tendremos acceso no será tan explorable como cabría imaginar en un principio, dado que al intentar salirnos de la ruta marcada en el mapa, el nivel se reiniciará obligándonos a repetir nuestros avances. Los avisos al estar aproximándonos a la zona delimitada por el combate nos darán la sensación de estar jugando con una restricción excesiva, algo que, paradójicamente, hará que el más típico parque de arena para un niño se torne instantáneamente en la libertad personificada.
A su vez, y siguiendo con las trabas, los Autobots sufrirán una acotación en cuanto a los daños causados en la ciudad, llegando a punto de no verse superada la misión en caso de haber producido excesivos destrozos a nuestro paso, y poniendo de manifiesto el cuestionable entretenimiento que supondrá encarnar a los Transformers defensores de la justicia. De este modo, y sin apenas darnos cuenta, los bloques de los edificios, así como los vehículos de las carreteras se destruirán con apenas rozarlos, obligándonos en muchas ocasiones a intentar pasar campo a través sin hacer saltar por los aires todo aquello que se ponga a nuestro paso. Espectacular a la vista, pero negativo para nuestra puntuación, y en un última instancia, para nuestra misión.
Finalmente, la nula diversidad de modos de juego hará que echemos en falta algún tipo de extra remarcable, más allá de poder elegir dos bandos de diferentes ideales para la historia, en el que sólo uno podrá destruir y aniquilar sin miedo a ser penalizado. En consecuencia, la corta durabilidad del título de Traveller’s Tales se verá afectada por la no inclusión de un modo online, algo que sin duda habría disparado considerablemente la diversión al tiempo que se potencia la competitividad en línea.
En cuanto a velocidad, el juego se moverá de manera fluida, aunque el sistema de cámaras supondrá un inconveniente en multitud de ocasiones, dificultando de forma flagrante la correcta ejecución de nuestros movimientos, y dejándonos totalmente vendidos al ser atacados por una serie de enemigos de manera simultánea. Desgraciadamente, el título de Traveller’s Tales palidecerá en comparación con gran parte de títulos de nueva generación, ofreciendo un acabado gráfico considerablemente menor, y dejando patente que la única razón de existencia de este tipo de productos no es más que la de aprovechar el tirón comercial que supone la película, al tiempo que ofrecen un videojuego que apenas se mantiene en nuestras retinas por el hecho de suponer una novedad.