Análisis Bud Spencer & Terence Hill - Slaps And Beans 2, el doble de tortazos y judías (PS5, PC, PS4, Switch, Xbox One)
Solemos recordar que este es un buen momento para los aficionados a los juegos de lucha, pero los beat’em up no se quedan atrás con nombres como Streets of Rage 4, TMNT Shredder’s Revenge, Fight’N Rage, River City Girls, Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons o los recopilatorios y reediciones. Ahora nos llega la secuela de Bud Spencer & Terence Hill: Slaps and Beans, otro "yo contra el barrio" de manual con una dosis de humor y todo el carisma de dos inconfundibles protagonistas de casi dos decenas de películas de acción ligera.
¿Tiene encanto? Sí. Pero Bud Spencer & Terence Hill: Slaps and Beans 2 no logra mejorar muchos de los puntos más criticados del original y no destaca dentro de su género. Sin duda la licencia es el gran punto a favor de este dúo italiano que pega primero y pregunta después.
Tortazos y judías, no necesitas más
Slaps and Beans 2 comienza tras el final de su predecesor, con Bud Spencer y Terence Hill a la deriva en una balsa. Por suerte ambos llegan a tierra y recuperan las esperanzas de volver a casa, pero como suele suceder en sus aventuras, simplemente por prestar una mano a quien más lo necesita acaban inmersos en una trama que requiere de mucha fuerza y poca maña. De aquí derivan los principales aspectos positivo del juego, y es que para un género que normalmente no pasa del argumento "salvar a la chica" aquí encontramos que hay una trama que desarrolla a los personajes, con diálogos que refuerzan el espíritu slapstick del gameplay.Esta historia no sólo nos guía por diferentes escenarios y da contexto al viaje, sino que llega con voces en varios idiomas, entre ellos español. No está mal, le da ese toque cinematográfico a un juego que está aprovechándose de la imagen de Carlo Pedersoli y Mario Girotti, y si bien el guion de las películas –o del juego- no son especialmente memorables, la pareja siempre sabía levantar el metraje a tortazo limpio y unos gags tontorrones que, a veces, son todo lo que pide el cuerpo.
Trinity Team se ha empapado del legado de Bud Spencer y Terence Hill. Los ambientes y situaciones están inspirados en diversas películas, y hasta la música –e incluso canciones- nos llevan a las producciones de los 60 y 70, aunque debemos decir que a veces no encaja muy bien con lo que vemos en pantalla –es decir, un juego de acción-. Desde luego, Slaps and Beans 2 se disfruta mucho más conociendo Le llamaban Trinidad, Dos super dos, Quien tiene un amigo tiene un tesoro o ...Y si no, nos enfadamos que como un simple arcade de mamporros. Que en el fondo es lo que es, y no especialmente brillante.
Un combate al que le falta pegada
Todas las buenas intenciones de la desarrolladora hacen agua en la mayoría de aspectos de su jugabilidad, aunque hay que aclarar que no estamos ante un mal juego. El problema es que hay tantas alternativas y de tanta calidad, clásicas y modernas, que Slaps and Beans 2 no ofrece motivos de peso para jugarlo en detrimento de títulos más originales o mejor ejecutados.
Pese a que Trinity Team ha pulido el combate, seguimos teniendo un brawler muy ramplón, raquítico en técnicas, enemigos básicos y ningún desafío más que aumentar el número de enemigos clónicos en pantalla en oleadas que se hacen interminables. Es cierto que la base no da mucho más de sí: Terence y Bud no eran artistas marciales ni nada parecido, lo que limita las técnicas a poco menos que puñetazos rápidos o lentos –dependiendo del personaje controlado-, pero quizás se podrían haber buscado fórmulas que no lo convirtiesen en un machacabotones puro, que no requiere habilidad o estrategia.
La campaña se puede jugar en solitario o en cooperativo local –nada de online- para dos jugadores. En solitario siempre aparecen ambos personajes, pero tenemos la opción de alternar entre uno y otro –la IA se encarga del que dejamos libre- para que, en combate, controlemos al que más nos gusta. Se diferencian ligeramente en velocidad, defensa o algunos movimientos, pero como decimos, en esta fase del juego tenemos un beat’em up de toda la vida con sus tópicos –utiliza armas, recoge comida, etc.-. La única diferencia reseñable es que la vista suele está alejada y las arenas de combate son más amplias que en otros juegos, lo que también aumenta el número de enemigos simultáneos. No diríamos que sea especialmente positivo: preferimos un Streets of Rage 4 más técnico y cercano a un versus.
No obstante, el punto original de Slaps and Beans 2 es que entre zona de tortas y mamporros se intercalan algunos puzles que requieren la colaboración de los dos personajes. Puesto que Torrence puede subir a cajas y Bud rompe bloques con facilidad, se han creado secciones en las que uno debe dirigirse a un lugar para activar una manivela y el otro subir a un ascensor. En solitario se hace engorroso porque debes pasar de uno a otro, mientras que con un compañero es más ágil.
No son los únicos momentos que buscan dar un aire de aventura variada. En varias situaciones nos enfrentaremos a minijuegos con cuatro personajes, la mayoría de pulsación de botones, desde carreras a concursos de comida o mantener el equilibrio de una barcaza. Ninguno brillante, alguno roza lo cutre –el entrenamiento para policía…- pero que dan pie a la opción de party games para cuatro jugadores en local. Desde el menú principal podrás competir directamente con tres amigos más a estos minijuegos.
Pese a que Slaps and Beans 2 tiene unos bonitos gráficos pixel-art más detallados que el primero, que trata de contar una historia digna de sus protagonistas y que debemos verlo con la perspectiva de un fan, el resultado nos deja más bien fríos. Se hace monótono, es un beat´em up flojo con la duración habitual en estos casos –ronda las 5 horas-, no muy rejugable, los puzles entorpecen el ritmo y sólo el envoltorio salva un poco la papeleta para que no caiga en el olvido.
Conclusiones
La idea de Bud Spencer & Terence Hill: Slaps and Beans 2, igual que la del original, no es mala. Si buscas inspiración en películas de acción, simpáticas y reconocibles para un público adulto –que al final, es ahí donde encontrarás a los fans de los beat’em up-, esta licencia encaja como un guante. Tienes actores cuya imagen derrocha carisma, una trama que define su personalidad, eventos para que luzcan sus bofetones, gráficos y ambiente acertados… es medio juego hecho. Pero si fallas al no conseguir un gameplay realmente divertido, es difícil engañar a los veteranos del género.
Slaps and Beans 2 es mejor que la aventura de 2017, pero los avances son mínimos y todavía le queda mucho camino que recorrer si quiere convertirse en un blockbuster a la altura del mito.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Meridiem Games.