Análisis Windbound, sobrevive a un naufragio (PS4, PC, Xbox One, Switch)

Los juegos de supervivencia no son especialmente escasos en el panorama independiente, pero dentro de una fórmula que más o menos se mantiene en todos, cada equipo deja su huella en la complejidad de objetos, el peso –o no- de la cacería, la historia y demás elementos. Windbound de 5 Lives Studios ya está a la venta en PS4, Xbox One, Nintendo Switch, PC y Google Stadia, y nos pone en la piel de Kara, una joven que naufraga en un misterioso archipiélago. Ya podrás imaginar lo que te propone la aventura: conseguir materiales, mantenerte con buena salud y explorar estos mares en busca de pistas sobre su mundo o la siguiente isla en la que reponer los recursos con algunas mecánicas inspiradas en los roguelite.

De Windbound, del que ya os hablamos en nuestras impresiones, el equipo destaca varias influencias y la importancia de la historia, no tanto para presentar una historia que nos impacte, sino para animar al descubrimiento y a surcar su mar. Todo esto lo hace también con dos características habituales de estos juegos, la generación por procedimientos de su mapa y la penalización por la muerte.

Naufragio en alta mar

La primera decisión de Windbound es elegir su dificultad. Supervivencia es el juego recomendado para quienes tengan experiencia en este tipo de supervivencia, y la diversión "completa" de este título. Al morir se vuelve al primer capítulo del juego, sólo se conservan los objetos de los espacios "sostenidos" del inventario y la dificultad es estándar. No os vamos a engañar, aunque hay tentaciones de jugarlo como una aventura en tercera persona más, el componente de supervivencia siempre está ahí y se puede hacer cuesta arriba si olvidas alimentar a Kara o sales a una larga travesía sin reservas suficientes. Una caída, daño de animales o el simple hambre irán haciendo mella en la salud, así que seguramente tus primeros pasos serán más complicados de lo que esperarías. La barra de resistencia, que limita la carrera, nado, movimientos de ataque y demás, irá reduciendo su máximo si no pones remedio. Para los novatos, quienes simplemente quieran disfrutar del viaje sin presión o simplemente como toma de contacto para los primeros pasos, existe el modo historia. Suaviza bastante el progreso, ya que no se pierde lo avanzado en los capítulos, se conserva todo el inventario y la dificultad de combate se reduce.

Al principio en Windbound el foco no está muy puesto en la cacería, aunque es posible y en algún caso necesaria para sobrevivir u obtener materiales, pero los aspectos jugables un tanto limitados en este apartado –pese a poder construir diversas armas que mejoren a nuestro básico cuchillo, tipo honda o arco- hacen que no sea una mecánica muy importante. La mayoría de enemigos no son muy agresivos a no ser que busques el enfrentamiento, unos huirán y otros plantarán cara, por lo que el sigilo es importante para golpear primero o evitar un combate. Claro, poco a poco los enemigos serán más agresivos, y aunque el sistema de combate es bastante estándar –esquiva ataques y golpea cuando tengas oportunidad-, se echa en falta un poco más de pulido en animaciones y sensación de impacto. Hay tantos buenos ARPG o juegos de acción que el nivel para este aspecto se siente un poco anticuado.

Así pues, en lugar de otros planteamientos similares donde las amenazas llegan de manera periódica y nuestro objetivo es fortalecer una fortaleza o similar, Windbound nos hace explorar cada isla, explotar sus recursos o misterios y partir a un nuevo destino; la barca será este elemento imprescindible y la auténtica base móvil. Lógicamente, comenzará como una serie de tablones unidos y un timón, pero hay multitud de otras opciones –que requieren más recursos- para añadir distintos tipos de velas que agilicen el desplazamiento, ampliar su dimensión, utilizarlo para cargar más material –el inventario es escaso-, un pequeño fuego para cocinar… Paso a paso, cruzar las largas distancias entre islas se irá convirtiendo en un viaje más placentero dentro de esa restricción que impone la supervivencia, pudiendo llevar más recursos, pero también necesitando más para el crafteo avanzado.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la navegación con barca no es lo mismo que conducir un coche. El mar tiene unas físicas caprichosas y para aprovechar la fuerza del viento se necesita orientar bien las velas y el timón. Cuesta un poco pillar el truco, pero con dedicación podrás fijar el rumbo e ir hacia tu destino de la manera más rápida o sortear algunos peligros, como las rocas y corales cerca de la superficie, e incluso algunas criaturas, que dañan nuestra embarcación. Para estos casos también hay construcciones que fortalecen la balsa, y en definitiva, al igual que otros juegos de supervivencia, es un ciclo continuo para ir mejorando armaduras y nave, y afrontar con más seguridad nuevos peligros. Además, después de cada reintento podrás conseguir una serie de ventajas que te suavicen la siguiente partida.

Un mundo muy colorido

El planteamiento de Windbound es similar al de otros juegos de supervivencia y sin fallos graves, pero también es cierto que quizás sea demasiado ambicioso para un equipo pequeño. Por una parte, los objetivos se hacen un poco repetitivos incluso con la sorpresa de lo que encontraremos en cada isla o las diferencias de enemigos según avanzamos por los capítulos, pero el ciclo de tareas no varía demasiado con el tiempo; son unas 40 horas de juego, dependiendo de nuestra habilidad y dificultad elegida.

Lo que sí es cierto es que su aspecto le ha ganado numerosas comparaciones con The Legend of Zelda, ya sea con The Wind Waker o Breath of the Wild, aunque se trata más de una similitud superficial por el uso del cel-shading y la navegación en barco. Sí, probablemente este sea uno de los aspectos más trabajados, pese a que como hemos dicho hay detalles a mejorar en animaciones, interactividad con el escenario y algunos efectos extraños –nuestra embarcación deja un oleaje muy exagerado detrás de sí-, los paisajes de mar y el diseño de sus biomas sabe jugar con las limitaciones técnicas para que llame la atención, es vistoso. Menos entusiasmo nos ha causado el sonido, con unos buenos temas para la navegación, los combates y situaciones muy puntuales; durante la exploración normal sólo escuchamos sonido ambiente, y este suele ser muy escaso; está infrautilizado, incluso aceptando su propósito de la experiencia relajante.

Conclusiones

Windbound navega entre dos aguas. No es el juego de supervivencia más profundo, variado u original, aunque sin duda destaca –dentro de las producciones independientes- por su aspecto vistoso y la buena ambientación, alejado de temas más dramáticos; las pinceladas de historia también ayudan a que el misterio nos anime a continuar. Por otra parte, a veces da la sensación de que las restricciones de hambre o la penalización de la muerte cortan las alas a lo que podría haber sido una aventura más clásica, y muy pronto descubrimos que ya se ha visto todo lo que ofrece. El resultado es el de un juego entretenido que gustará a los fans del género e incluso que podría sumar a nuevos adeptos gracias a su presentación, pero también podría ser mucho mejor puliendo el combate, la escalada o el tipo de objetivos a realizar.

Hemos realizado este análisis en PC con un código que nos ha proporcionado Koch Media.