Análisis de Valkyria Chronicles 4 (PS4, Switch, Xbox One, PC)
Sega lo tiene muy fácil para vender Valkyria Chronicles 4, al menos a los fans de la saga: basta con mostrar –como así hizo con la demo- que se trata de una auténtica secuela de la serie principal. Sin experimentos extraños, sin spin-off que entran en el rol de acción como Valkyria Revolution y que dan, en el mejor de los casos, un RPG olvidable. Aunque la ausencia de grandes novedades también lo podríamos considerar como un gran defecto, el resultado no engaña a nadie: el retorno de la saga por la puerta grande.
Valkyria Chronicles es, en sus tres primeros juegos, una saga de estrategia por turnos. A grandes rasgos consiste en desplazar a nuestras tropas por el terreno, con una cámara en tercera persona, y actuar –generalmente disparar- hasta que se consume nuestra capacidad de desplazamiento y oportunidad de tiro.
Una vez se agotan todos nuestros turnos, el rival se mueve e intenta acabar con nosotros. Cada misión tiene un objetivo, que puede ir a liquidar a los enemigos de la zona, llegar a otro punto del mapa o realizar alguna tarea específica. ¿Nunca has jugado a un juego de este tipo? No te preocupes, estás ante una de las sagas más adictivas y asequibles para novatos del género.
Esta cuarta entrega nos vuelve a llevar a una historia ficticia inspirada en las grandes guerras europeas. Una vez más, dos fuerzas luchan por conquistar el territorio: el Imperio –una especie de comunistas nazis- y la Federación –los aliados-. En este conflicto también entra en juego un mineral clave, el ragnite, y algún que otro elemento fantástico. La guerra se recrudece y a nuestros héroes se les encomienda una difícil misión que podría cambiar el rumbo de la guerra y frenar al Imperio, pero el viaje no será sencillo.
No es necesario, por tanto, conocer pasados juegos. Valkyria Chronicles 4 cuenta una historia similar al de pasados títulos pero con nuevos protagonistas acompañados del inseparable tanque, aunque sí sigue el esquema habitual en la saga. Hablamos de un grupo heterogéneo, donde los personajes principales tienen una personalidad muy diferente, compleja, lo cual termina por sacar a flote momentos de humor pero también rencores y rencillas del pasado. ¡Ah! Y esta vez llega con textos en español, facilitando a todos los jugadores disfrutar de su argumento.
Aunque sin duda nos quedamos con el carisma del grupo visto en el original, estos jóvenes están muy por encima de la media de los estereotipos anime que aparecen habitualmente en los JRPG –aunque tampoco reniegan de ellos-, y todavía hay historias personales o temas éticos que de vez en cuando nos recuerdan el drama de la guerra; no vamos de picnic precisamente. El grupo comienza prácticamente formado desde un inicio, pero más adelante se nos mostrarán escenas del pasado que explican mejor la relación de amistad o rivalidad entre ellos.
Si el juego recupera el estilo de la trilogía, eso significa que hablamos del sistema BLiTZ y un desarrollo por episodios idéntico al visto en esos títulos. Vamos desbloqueando historias en un diario donde cada escena representa un diálogo distendido entre el grupo, información clave sobre el transcurso de la guerra o una batalla. También contaremos con escaramuzas, que son misiones opcionales con las que conseguir más experiencia en caso de querer evolucionar más a nuestras tropas, y los episodios secundarios, que profundizan un poco más en los personajes.
Cuando saltamos al mapa, tras elegir los miembros que parten de nuestro campamento inicial, pasamos al modo acción. Aquí vemos que ha cambiado muy poco el sistema, a excepción de mapas más grandes –estas batallas nos suelen llevar más tiempo que en pasados juegos- y mayor número de enemigos o tanques en pantalla; por cuestiones de historia, los enfrentamientos suelen transmitir más sensación de encontrarnos en inferioridad de potencia. Además abundan los cambios de objetivo en mitad de la partida, lo que nos hace replantear la estrategia por completo después de alcanzar un punto –no siempre nos vendrá bien para la táctica que habíamos planeado-.
En los Valkyria Chronicles cada unidad tiene unos puntos fuertes y débiles, "manías" que proporcionan estados beneficios o negativos según el entorno. Algún personaje odia estar cerca de otros, o es pesimista y tiende a bajar su puntería, en cambio hay soldados que funcionan mejor en la compañía del sexo opuesto –o al contrario-, hay amistades, ataques conjuntos, etc. Optimizar al milímetro nuestra estrategia es una tarea tan profunda como queramos, aunque salvo en dificultades muy altas, basta con no cometer grandes errores durante la partida y contar con un equipo equilibrado.
A lo largo del mapa encontraremos numerosos parapetos y escondites, como barreras con sacos de arena o hierba alta. También podremos conquistar campamentos enemigos, que sirven para llamar refuerzos o devolver a nuestro cuartel a aquellos soldados cuya salud peligra –los personajes que mueren y no son rescatados después de tres turnos, desaparecen-. Es importante dominar para que el enemigo no saque más soldados y ralentice nuestro progreso.
Por supuesto, una vez más nuestro líder suele dirigir la operación desde su tanque. Ese vehículo es lento pero muy resistente a los disparos normales, destrozan ciertos obstáculos por el camino y sirven de cobertura para nuestro grupo. Vuelven a tener ese punto débil en la retaguardia que los hace vulnerables a la clase de lanceros: un radiador de ragnite. A veces ni siquiera es necesario hacer uso de él, pero si lo mueves por el mapa, ten cerca a un especialista que repare sus daños.
Hablando de clases, aquí encontraremos una de las novedades. Tenemos los exploradores, que destacan por las distancias que recorren –útiles para llegar antes a una base o ayudar a un compañero-; los soldado de asalto, el más preparado para el combate a corta y media distancia; los lanceros, resistentes a explosivos y preparados para dañar tanques; los ingenieros, que reparan nuestro acorazado y realizan otras tareas en el campo de batalla –ofrecer recursos, quitar minas…-; y los francotiradores, una clase para eliminar enemigos a largas distancias.
A estas clases conocidas de anteriores Valkyria Chronicles se suma el granadero, unos soldados con morteros portátiles. Sus tiros en forma de arco llegan mucho más lejos que las granadas de los soldados normales, y esto permite eliminar a grupos de enemigos desde una distancia de seguridad respetable, incluso si se ocultan detrás de barreras. El inconveniente, sin embargo, es que preparar la lanzadera lleva unos segundos, tiempo en el que los enemigos que nos han localizado pueden disparar. Os recordamos que el sistema BLiTZ no es completamente por turnos, las unidades actúan si detectan a un enemigo cercano, y después de recibir daño suelen contraatacar.
Durante nuestras primeras batallas dejábamos de lado a estas unidades por la falta de costumbre, pero una vez planeas tu estrategia con ellos se abren muchas posibilidades. ¿Hay tres soldados montando guardia en una base enemiga? ¿No logras acercarte a un enemigo bien cubierto? Dispara con un granadero y te ahorrarás turnos, riesgos innecesarios y lograrás una mejor calificación en el resumen de tu victoria.
Una vez desbloqueado el cuartel general tendremos acceso a la investigación en tecnología para mejorar el armamento, personalizar nuestro tanque y subir el nivel de cada clase. Es tan sencillo como gastar la experiencia y el entrenamiento mejorará los parámetros de todos los personajes de la clase, y ocasionalmente aprenderemos nuevas órdenes para el comandante que afectan a uno o a todos los soldados en acción. Hay comandos que pueden cambiar el rumbo de una partida que empieza a torcerse.
Valkyria Chronicles 4 es una genial secuela del original, sin las limitaciones de potencia de PSP ni la historia excesivamente juvenil del segundo que restaba algo de seriedad a un trasfondo de muerte y sufrimiento. Pero resulta muy evidente que Sega quería evitar cualquier traspié experimentando más de la cuenta y ha optado por ser completamente conservadora en la jugabilidad, hasta el punto de eliminar innovaciones de Valkyria Chronicles 2 y 3. Habrá quien esto lo considere un aspecto negativo, pero la verdad es que preferimos esta sensación de continuidad que un patinazo por tocar lo que no debía. Seguro que no es el lanzamiento que más da que hablar en este otoño, pero sí uno de los más divertidos del año.
Esta escasa evolución no es sólo a nivel jugable, sino que también –y esto es un poco más criticable- en su aspecto técnico. Apenas hay diferencias con la remasterización de Valkyria Chronicles, y aunque el CANVAS Engine disimula las carencias gráficas gracias al sombreado o los efectos que imitan a una pintura –y en el fondo, se sigue viendo estupendamente para nuestras exigencias-, no se aprecia el salto de generación en calidad de modelados, texturas o efectos. Casi parece que Sega ha trabajado directamente sobre el motor de 2008.
Para completar todo el homenaje a la trilogía, Sega recupera al compositor Hitoshi Sakimoto tras el paso de Yasunori Mitsuda, quien puso la banda sonora a Valkyria Revolution –fácilmente, lo mejor de ese juego-. En esta ocasión volvemos a las melodías características de Sakimoto, que por sus temas épicos y orquestales encaja a la perfección con el espíritu bélico de Valkyria Chronicles. Sí, peca de reciclar muchas melodías y por momentos nos costará diferenciar la música de Dragon’s Crown, Final Fantasy XII o cualquier Valkyria Chronicles, pero es marca de la casa y no podemos decir que nos defraude.
Conclusiones
Valkyria Chronicles 4 es un nuevo punto de partida para la saga, y lo hace sin salirse del guión. Después de una temporada larga en la que muchos estudios japoneses han buscado reinventar sus licencias más clásicas –la mayoría de veces erróneamente-, es una alegría ver que Sega ha buscado la inspiración en el origen de Valkyria Chronicles. Y es lo correcto, porque tampoco hay muchos juegos del estilo en el mercado; una década después, todavía es fresco y original.
Ha perdido factor sorpresa, visualmente ya no impacta y en cierta manera da algunos pasos atrás en cuanto a mecánicas para recuperar la esencia simple y directa, pero nadie que haya disfrutado de la saga quedará decepcionado por la cuarta entrega principal. Con esta secuela, volvemos a confiar en que Valkyria Chronicles tenga el futuro y el reconocimiento que se merece.
Hemos realizado este análisis en PS4 Pro con una código de descarga proporcionado por Koch Media.