Análisis The Ninja Saviors - Return of the Warriors, puro beat'em up (PS4, Switch)
Los arcades de peleas de estilo beat'em up causaron furor durante finales de los 80 y, sobre todo, la primera mitad de los 90. Son innumerables los títulos pertenecientes a este género los que se dejaron ver tanto para las máquinas recreativas como para los distintos sistemas de la época: Double Dragon, Golden Axe, Final Fight, Streets of Rage, Cadillacs and Dinosaurs… La lista es interminable.
Debido a esto, destacar en dicho género resultaba bastante complicado dada la gran oferta dedicada a repartir estopa que se agolpaba en los diferentes formatos. Pero Taito consiguió crear una saga que, sin ser la más conocida, sí que logró hacerse un hueco en dicho estilo de juegos. The Ninja Warriors causó un gran impacto en los salones recreativos y, varios años después, también en Super Nintendo gracias a una renovada entrega. Un título que ha servido como base para The Ninja Saviors - Return of the Warriors, una especie de puesta al día de dicho clásico que acaba de llegar tanto a Nintendo Switch y PS4.
Un beat'em up clásico
En un país ficticio que ha sido tomado por una organización siniestra, debemos asumir el papel de salvadores y acabar con dicha amenaza. Este es el argumento central que acapara esta obra, una narrativa para nada interesante y que sirve como una excusa bastante burda para lo verdaderamente importante: pegar puñetazos y patadas sin ton ni son contra todo adversario que se deja ver en pantalla. Los beat'em ups nunca han destacado (salvo alguna que otra honrosa excepción) por integrar historias llamativas y más o menos sugerentes, y en este caso estamos ante un ejemplo muy evidente.
El pan y la sal de este título estriba en su planteamiento jugable, el cual es muy simple y directo. A lo largo de ocho niveles no especialmente extensos que suelen dividirse en varias zonas distintas tenemos que liquidar, una tras otra, a las interminables hordas de adversarios que van apareciendo en imagen. Y la forma de hacerlo es a través de todo tipo de técnicas y ataques ninja que os podáis imaginar, dado que los protagonistas son precisamente eso mismo: unos ninjas… robóticos, eso sí. Una característica muy especial que les convierte en auténticas máquinas de liquidar enemigos.
El esquema de juego es totalmente invariable y debemos avanzar de izquierda a derecha de cada fase mediante un scroll lateral por niveles totalmente lineales que están repletos de rivales. Además, en este caso la jugabilidad es tan rígida que incluso limita el desplazamiento de los personajes a un solo plano, siendo imposible ir más allá de derecha-izquierda y recorrer los escenarios con algo más de libertad (de arriba abajo) como sí que sucede en clásicos como Final Fight o Streets of Rage, por citar sólo dos ejemplos. Pero este hecho no nos parece algo que sea penalizable o criticable. Simplemente es una decisión de diseño más y no afecta negativamente a la jugabilidad, al menos desde nuestro punto de vista.
Una vez nos metemos en faena, nos encontramos con un título que a pesar de que posee una mecánica de juego muy básica y simple a más no poder, debido a que este género apenas ha evolucionado (actualmente a duras penas aparecen obras pertenecientes a dicha clase de títulos), sigue resultando entretenido. Habrá usuarios que encuentren su desarrollo demasiado invariable, predecible y monótono… y nos les faltará razón porque esto es una verdad como un piano. Pero los que disfruten con este tipo de obras y sepan perfectamente lo que esperar de ellas, se encontrarán con un buen exponente del género debido a las muchas virtudes que presenta. Y una de ellas tiene que ver con las posibilidades de acción que nos brindan sus tres protagonistas principales… ¿o son cinco?
Cinco ninjas y un destino
El título original de Super Nintendo nos permitía dar cera a los enemigos mediante tres personajes totalmente diferentes y muy bien representados. El primero era Ninja, un tipo duro no especialmente rápido pero capaz de triturar a los rivales mediante movimientos contundentes. Una elección ideal para los jugadores más novatos en este tipo de producciones. Luego estaba la letal Kunoichi, una guerrera más ágil y experta en usar los kunais y demás armas para acabar con sus oponentes de maneras muy elegantes. Y, por fin, Kamaitachi era el personaje más especial de todos, tipo que era capaz de moverse con gran soltura por la pantalla mientras hacía puré a los rivales de turno con sus enormes cuchillas. Bien, pues estos tres tipos reaparecen en esta entrega, los cuales han sido acompañados por dos nuevas incorporaciones que se unen al plantel… una vez superamos el juego.
Yaksha es la que más nos ha gustado y se convierte en un personaje que seguramente hará las delicias de los jugadores más expertos. La razón es que esta pequeña ninja es capaz de efectuar los combos más locos de todo el juego gracias a sus brazos extensibles, pudiendo contemplar movimientos realmente espectaculares que dinamizan bastante la jugabilidad… justo lo opuesto que sucede con Raiden. Esta bestia de metal parece un centinela extraído de los cómics de los X-Men y posee una capacidad ofensiva brutal, aunque por contra es muy lento y tosco en sus movimientos. Dos grandes aportaciones que dotan de una mayor rejugabilidad al título, algo que también sucede con los nuevos modos de juego que también se han integrado.
Y el más plausible es el modo cooperativo local para dos jugadores, modalidad que fue omitida en la versión de Super Nintendo (por razones técnicas, sospechamos) y que ofrece las cotas de diversión más elevadas que ofrece el título. Eso sí, os recomendamos que juguéis en modo Difícil para que dicha experiencia sea más desafiante y algo menos efímera… siendo justamente este hecho la mayor pega que se le puede poner a esta producción. Lo mires como lo mires y a pesar de que es un título bastante rejugable, en una hora y media puede ser superado sin demasiados problemas (salvo la batalla final). Los ocho niveles se nos antojan muy justos (ya lo fueron en su día), y hemos echado de menos la adición de un par de niveles extra que rascaran algunos minutos adicionales. Es cierto que los beat'em up nunca han destacado por su duración, más bien lo contrario, pero en este caso dicho defecto es más acentuado que el contemplado en otras producciones de similar talante.
En cambio, en todo lo relacionado con su llamativo apartado gráfico en 2D no se le puede poner casi pega alguna. La fidelidad que guarda con la obra original es sensacional, si bien gracias al aumento de la resolución todo se ve de manera cristalina. Las animaciones de los personajes son realmente buenas, los efectos especiales derivados de las explosiones y de los movimientos especiales de los personajes son muy buenos y la variedad de rivales es notable, jefes finales incluidos. Hemos advertido alguna que otra ralentización muy puntual, pero poco más podemos echar en cara a esta faceta visual.
Para terminar, su apartado sonoro también alcanza unos niveles más que aceptables gracias a lo contundentes y muy diversos que se muestran los efectos sonoros y a la magnífica banda sonora que incluye algún que otro tema muy pegadizo.
Una gran puesta al día de un notable beat'em up
A pesar de que hemos echado en falta la integración de alguna fase adicional que prolongara un tanto la vida útil del juego, The Ninja Saviors: Return of the Warriors sigue siendo un arcade de peleas muy intenso y recomendable, que posee uno de los elencos de protagonistas más atractivos de cuantos se recuerdan dentro del género… y más con la presencia de los dos nuevos personajes que se dejan ver. El modo cooperativo a dobles termina redondeando una producción más que sugerente dentro de este casi olvidado género.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por Swordfish PR.