Análisis de Street Fighter 30th Anniversary Collection (PS4, Switch, Xbox One, PC)
Incluso los amantes de la lucha que tengan otras preferencias por delante de Street Fighter no podrán negar que Capcom sentó las bases del género versus. En 31 años desde el debut del original cada secuela ha influido en la competencia, han introducido personajes hoy míticos o mecánicas jugables que se consideran estándar. Con estas tres décadas a sus espaldas, Capcom lanza ahora Street Fighter 30th Anniversary Collection, una colección que rinde tributo a la saga, al menos durante su etapa de los años 90.
El recopilatorio incluye doce clásicos de recreativa adaptados por Digital Eclipse, el estudio que ha colaborado en varias ocasiones con Capcom –por ejemplo Mega Man Legacy Collection-. Los juegos elegidos son los siguientes:
- Street Fighter
- Street Fighter II
- Street Fighter II: Champion Edition
- Street Fighter II: Hyper Fighting
- Super Street Fighter II
- Super Street Fighter II: Turbo
- Street Fighter Alpha
- Street Fighter Alpha 2
- Street Fighter Alpha 3
- Street Fighter III
- Street Fighter III: 2nd Impact
- Street Fighter III: 3rd Strike
Os recordamos que además Ultra Street Fighter IV se ofrece como incentivo para las reservas en PS4, Xbox One -mediante retrocompatibilidad- y PC.
El Street Fighter es casi una curiosidad que no ha envejecido muy bien precisamente –probablemente no le dedicarás más de cinco minutos-, pero tratándose de un recopilatorio de la saga y que para muchos jugadores todavía es un desconocido, resulta interesante aunque sea a modo testimonial. También podemos ver en el recopilatorio el destacado peso de Street Fighter II, y no es para menos, es la Biblia del género. Con las cinco versiones recogidas en 30th Anniversary Collection vemos cómo fueron ampliando la plantilla –villanos jugables, nuevas incorporaciones de Super- o puliendo la jugabilidad.
Los otros seis juegos los integran la subsaga Alpha y las tres versiones de SF III. Alpha se sitúa antes de SF II y por tanto renovó a los luchadores, mostrando diseños más jóvenes de Ryu, Chun-Li, Ken y otros protagonistas clásicos, a la vez que añadía un buen puñado de novedades que tardarían en volver a la saga hasta tiempo después, en SF IV o SF V.
SF III añadió algunas características como el paso rápido, los movimientos parry -desvíos de ataques- o los Super Arts, unos movimientos especiales parecidos a los Super Combo. Sigue siendo un juego muy divertido, espectacular y profundo, pero en su momento gran parte del público desvió su atención a los polígonos y la lucha tridimensional, provocando que la saga quedase en pausa durante varios años.
La pregunta aquí es clara: tenemos muchos juegos pero ¿cuántos merecen la pena? Vemos bien que un recopilatorio ofrezca las diferentes opciones dentro de una subsaga; te puede interesar por conocer la evolución o simplemente porque te gusta más la música y jugabilidad del original que de sus revisiones, pero en la práctica la última versión siempre tiene un mejor equilibrio y más variedad de personajes.
Ese es el problema que encontramos, por ejemplo, en los Street Fighter III, donde el primero tiene una reducida plantilla dado el trabajo puesto en cada personaje, pero fue ampliándose con las secuelas para añadir personajes tan importantes como Chun-Li, Akuma, Urien, Makoto y más. ¿Hay un incentivo real para dedicarle mucho tiempo al primer SF III? Lo mismo sucede con todas las versiones de SF II, donde el más apetecible es Super Street Fighter II Turbo, por plantilla y velocidad.
Igualmente, para tratarse de un recopilatorio de 30 años de la saga se quedan fuera algunos spin-off que habrían resultado interesantes, ya sea porque no son habituales en los recopilatorios –saga EX, el mediocre The Movie, SF II HD con su polémico redibujado- o versiones superiores lanzadas en consolas -Street Fighter Alpha 3 MAX- por añadir todavía más personajes o equilibrar de nuevo la plantilla. Se entiende que el objetivo aquí es la obsesión por la conversión perfecta y centrarse en la saga principal, pero se nos antoja un poco falto de ambición.
Opciones y emulación
Street Fighter 30th Anniversary Collection es un juego pensado para exprimirse con el multijugador. Si optas por los modos offline tenemos el modo arcade, versus y entrenamiento –aunque con matices: no en todos-. Esto significa que puedes jugar en versus local y luchar contra la inteligencia artificial como si fuera una recreativa en cualquiera de los doce juegos. Las opciones son básicamente ajustes en dificultad, velocidad -según el caso-, nivel de daños, número de rondas o la cuenta atrás.
Esta ausencia de modos alternativos, tales como supervivencia o contrarreloj, hace que el recopilatorio pierda gran parte del interés para un jugador una vez conseguidos los trofeos/logros por completar el arcade en cada juego. Es algo que se podría solucionar añadiendo también las versiones domésticas, que es cierto que en la mayoría de ocasiones eran inferiores en calidad gráfica, pero en cuanto a contenido y modos en solitario se exprimían más.
El modo entrenamiento –no muy detallado, todo hay que decirlo- está disponible en cuatro de los juegos: Street Fighter II: Hyper Fighting, Super Street Fighter II Turbo, Street Fighter Alpha 3 y Street Fighter III: 3rd Strike. La razón es, lógicamente, que son los que más interesan –las versiones más completas de cada subsaga-, pero también porque son los que ofrecen modo online.
Las opciones en línea nos permiten jugar al modo arcade –de los cuatro citados juegos- con la red abierta, lo que significa que en de vez en cuando nos invitarán a un combate. Partida igualada e informal son las habituales del género –con rivales de nuestro nivel o sin clasificación-, buscando entre los cuatro juegos o sólo aquellos que nos interesen. Al menos en nuestras pruebas –antes de su lanzamiento oficial-, no hubo problemas en la conexión. Además, la versión de Switch suma otro modo exclusivo, un torneo para hasta ocho jugadores en red local, inspirado en Super Street Fighter II Tournament Battle.
También podemos ver las clasificaciones online, y crear o unirnos a salas de hasta cuatro usuarios. Durante el tiempo de espera hay modo de espectador –ver la partida de los jugadores activos- y a la hora de elegir el juego, de entre los permitidos al crear la sala, cada rival selecciona el suyo; la suerte decide la secuela utilizada, lo que añade más variedad a los combates e incluso un poco de reto. Imagina que eres un fanático de Ryu: quizás domines al personaje en Super Street Fighter II Turbo, pero no en Alpha 3. Si el juego decide que tu enfrentamiento se juega en este último, te supondrá una partida más exigente.
Las opciones de emulación ofrecen el mínimo imprescindible en estos juegos retro -incluyendo guardado de partida-. El formato de pantalla puede ser el original –pantalla centrada, con marco-, completa –cubre todo el alto de la pantalla y quedan márgenes laterales- o ancha -que adapta la proporción a formato panorámico y es la menos recomendable-. Hay líneas horizontales que imitan las viejas televisiones, una textura más similar a los monitores de arcades y opción para desactivarlas. Los juegos tienen su propio marco con ilustraciones, o si lo preferimos, el simple y efectivo fondo negro. No hay filtros tipo acuarela que disimulen los pixels.
Sobre los juegos, comentar que han envejecido mejor en gráficos –al menos Alpha y SF III- que en sonido. De hecho Street Fighter III es sobresaliente en animación y sólo se le pueden reprochar unos escenarios que pecan de estáticos. En cambio el audio, en todos los juegos, es pobre y tanto música como voces digitalizadas suenan demasiado metálicas. Una lástima que la fidelidad con los arcades no permita sustituir opcionalmente los temas por versiones más actuales o remezclas.
Habitualmente Capcom cuida sus recopilatorios con información detallada de los juegos, y Street Fighter 30th Anniversary Collection no se queda atrás. El museo se divide en varias categorías: historia, personajes, música y cómo se hizo. Historia se centra en la cronología de los lanzamientos, merchandising, eventos importantes para la saga y demás curiosidades desde 1987 hasta la actualidad, con pósters y arte de los títulos mencionados.
La galería de personajes se centra en el argumento de cada luchador de los juegos incluidos en la colección, con la típica ficha de datos irrelevantes –tipo sanguíneo, gustos, aversiones…- y un visor de frames. El apartado de música nos permite escuchar los temas de cada juego, mientras que el cómo se hizo son galerías con documentos del desarrollo, bocetos y arte de todas las recreativas.
Conclusiones
Street Fighter 30th Anniversary Collection es un buen vistazo al legado de la saga de lucha más influyente del mercado, aunque únicamente se centra en la década de los 90 y los capítulos principales. Las escasas opciones para un jugador –el modo arcade de cada juego- hace que el recopilatorio brille únicamente como una excelente propuesta para partidas con amigos en local o en online –reducido a los cuatro más importantes-.
Si, podría ser más completo y abarcar lanzamientos domésticos de la saga. Además jugablemente no todos los juegos han envejecido bien y tantas versiones de Street Fighter II se hacen un poco redundantes. Pero es Street Fighter, y eso significa que su diversión en el multijugador es a prueba de bombas. Tanto si te quedaba alguna entrega por jugar como si echas de menos tus piques en Super Street Fighter II o sigues considerando a Street Fighter III: 3rd Strike la perfección del género en las 2D, no podrás resistirte a un combate más.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con una copia que nos ha proporcionado Koch Media.