Análisis de Sprint Vector (PS4, PC)

Aprovechar un nuevo formato lleva su tiempo. Es difícil encontrar de primeras esa idea que te permita ofrecer algo novedoso y que muestre las posibilidades de ese dispositivo. Eso es algo que estamos viendo ahora con la realidad virtual. Tras un inicio lento pero seguro, cada vez vemos más títulos que apuestan por ofrecer algo diferente, y que, como en el caso de Sprint Vector, nos acaban ofreciendo una experiencia única.

Survios, un estudio centrado en la realidad virtual, nos presenta este proyecto –el segundo, después de Raw Data–, en el que mezcla una gran cantidad de ideas que funcionan sorprendentemente bien y nos ofrecen un arcade de velocidad espectacular, frenético y muy divertido para PlayStation VR, Oculus Rift y HTC Vive.

¿Mario Kart, Jet Set Radio y parkour?

Sprint Vector es un juego de carreras en el que se combinan las mecánicas de Mario Kart (atajos, potenciadores…) con la esencia de Jet Set Radio (patinadores, estética colorida, libertad de movimiento) y el parkour.

Y todo en realidad virtual. Este batiburrillo de ideas funciona bastante bien, y crea un juego que, aunque algo extraño de controlar al principio, se acaba convirtiendo en algo muy divertido.

Para jugar, necesitamos dos PlayStation Move. El movimiento básico para coger velocidad se hace moviendo los brazos de arriba a abajo imitando el gesto de correr mientras pulsamos el gatillo durante la bajada, una mecánica que se pilla rápidamente. Luego, tenemos un montón de movimientos avanzados que nos permiten hacer varias locuras imprescindibles para ganar.

Estas locuras van desde planear –estirando los brazos a lo superman–, hasta saltar, pasando por escalar, disparar y alguna que otra más. Para disfrutar de la experiencia básica, sólo con correr y saltar vamos bien, pero si queremos volvernos competitivos y aprovechar al máximo el juego tendremos que ponernos las pilas y hacer todo tipo de maniobras. Por suerte, son bastante intuitivas y generalmente el reconocimiento es bastante bueno.

A nuestras habilidades, tenemos que sumarle los factores del escenario, como obstáculos, atajos y potenciadores, que hacen que cada carrera se convierta en un auténtico caos, donde conocernos la mejor ruta y saber cuándo atacar se convierte en esencial. Es un título que tiene una jugabilidad muy profunda, en el que mejoramos con cada partida y que te hace sentirte recompensado cuando haces esa combinación de acrobacias que parecía imposible. No es perfecto, y puntualmente te puedes quedar atrapado en alguna parte del escenario, o salir rebotado cuando –juraríamos– has hecho el movimiento correcto, pero en general todo funciona muy bien.

A la suma del modo básico en el que podemos competir contra otros corredores (ya sea offline u online) tenemos un modo desafío, en el que tenemos que completar un circuito haciendo gala de todas nuestras habilidades en el menor tiempo posible. Este modo es ideal para los que quieran pulir su técnica y superarse, y ofrece una importante serie de desafíos que, además, podremos volver a jugar una vez completados aderezados con coleccionables.

La realidad virtual al servicio de la diversión

Sprint Vector es un juego que demuestra cuánto puede dar de sí la realidad virtual. Recorrer esos escenarios a toda velocidad es sin duda experiencia, y cómo interactuamos con nuestro cuerpo para movernos por ellos es de lo más inmersivo. Obviamente, por su naturaleza rápida y por estar diseñado para jugarse de pie, puede ser un poco extremo para recién llegados a la realidad virtual, pero nosotros lo hemos jugado sin problema. Sí, hemos tenido un par de momentos de "ay, que me choco" o "ay, que me caigo" que juegan con tu equilibrio, pero nada grave.

Visualmente, a pesar de la sencillez de sus diseños y texturas, nos ha gustado bastante, y nos ha parecido muy atractivo. Todo se mueve genial, y todo está diseñado para que siempre sea fácil encontrar el camino. No hay mucha coherencia temática entre los escenarios, los personajes y el universo, pero no creemos que el estudio estuviese particularmente preocupado por eso.

En cualquier caso, la puesta en escena es muy interesante, dándote una sensación de competición en todo momento, incluso con narradores durante las carreras… en inglés. Es una pena porque cumplen su función con acierto, e incluso tienen su gracia, pero no están en nuestro idioma. Sprint Vector no ha sido ni siquiera traducido, pero sólo necesitamos las diez palabras básicas en inglés que todo jugador conoce para disfrutarlo.

En lo técnico, decir que lo hemos jugado en PlayStation 4 Pro, y que se ve muy nítido. Además, el uso de los colores se ajusta perfectamente a la pantalla del casco, que ayuda a aprovechar el ya mencionado estilo artístico. El reconocimiento tanto del PSVR como de los PS Move es generalmente muy bueno, y apenas hemos tenido ningún problema con ellos. De hecho, siendo un juego tan frenético nos ha sorprendido que reconozca nuestras acciones tan bien.

Tienes que probarlo

Sprint Vector es un título que tienes que probar. Es difícil transmitir las sensaciones que ofrece o lo divertido que es en un texto, sobre todo cuando sobre el papel puede sonar tan complejo. Nosotros nos lo hemos pasado genial compitiendo, aprendiendo nuevos movimientos, y sudando en cada carrera, a pesar de que al inicio todos los movimientos que tenemos que aprender pueden resultar abrumadores.

Una vez nos hacemos a su sistema de control, todo fluye con naturalidad, y nos veremos combinando movimientos y potenciadores para desplazarnos por rutas que antes parecían imposibles. Si buscas algo diferente para la realidad virtual, algo que te haga ponerte de pie y moverte, y te gusta la idea de competir en carreras donde tendrás que correr, saltar, escalar y disparar, éste es tu juego.

Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation VR con un código de descarga proporcionado por Sony.