Análisis de Senran Kagura: Estival Versus (PS4, PSVITA, PC)
Hay algo que no se puede reprochar a Tamsoft y Marvelous con cada Senran Kagura, y es que son completamente honestos con el fan service de sus juegos. Saben a qué van y lo hacen sin remilgos. El productor de la serie es, no confundir con está, bastante cachondo en sus declaraciones, nos ha regalado frases dignas de enmarcar como por ejemplo "si los pechos son más grandes que los de Estival Versus tendríamos problemas porque subirían más arriba que el brazo, o incluso sus brazos atravesarían el pecho. Quizás necesitemos máquinas más potentes para estas físicas...".
Por el momento no hemos oído que estén trabajando en un Senran Kagura para PlayStation 8, pero nos llega ahora Estival Versus para PlayStation 4 y PS Vita. Resumir que la saga trata sobre un grupo de chicas de tres diferentes escuelas ninja que se dedican a aprender técnicas y combatir.
Es un juego de acción contra numerosos enemigos, más que un beat´em up clásico pero menos que las oleadas interminables de un Dynasty Warriors.
El argumento comienza tras Shinovi Versus, en plena temporada de verano. Las chicas se encontrarán en una isla tropical para participar en el Kagura Millennium Festival. Al parecer, en este evento los shinobi muertos regresan al mundo de los vivos. Cuando a los pocos segundos de comenzar una secuencia animada ya aparece la primera chica con las bragas al aire recibiendo palmadas en el culo y disfrutándolo con el dolor, es fácil pensar "esto es lo que quería ver". La historia tiene un poco más de misterio y miga, por supuesto, pero cualquier atisbo de seriedad desaparece con los comentarios y poses eroticofestivas de las protagonistas, y además, apenas introduce los personajes de pasadas entregas, lo cual desconectará un poco a los novatos.
Entrando en materia, el sistema de combate es el típico: dos botones principales, ataque débil para combos rápidos y ataque fuerte para rematar y golpear a varios rivales cercanos. Aunque al principio parece que da poco juego, la combinación con saltos y el movimiento evasivo –también en el aire para flotar y dirigirse hacia rivales aéreos-, uso de bombas elementales –diferentes efectos secundarios-, defensa y contraataques si la protección se pulsa en el momento preciso, abren el abanico de posibilidades.
Se introducen algunas novedades, como correr por las paredes –para esto hay que estar cerca de límites físicos y no siempre se puede aprovechar-, ataques y recuperaciones tras una caída y golpes especiales en determinados puntos del escenario. Es perfectamente superable en la dificultad fácil machacando botones sin mucho orden, sin embargo hay opciones para desarrollar un poco la creatividad con las herramientas de las que disponemos. Es repetitivo si tú lo quieres.
Las chicas también pueden transformarse –activa la secuencia más explícita del juego, con un cambio de ropa incluido- y sumar nuevos ataques devastadores. Al pulsar abajo en el pad de direcciones se activa un movimiento que repele a los enemigos cercanos a costa de reducir la salud; no se puede abusar por esa razón, pero es extremadamente útil cuando nuestro personaje está en una melee y se necesita tomar un breve descanso para replantear la situación o desplazarse a otro lugar.
A lo largo del modo historia, en el que vamos superando capítulos y misiones intercaladas por pantallas de diálogos, descubrimos a la plantilla de casi tres decenas de ninjas, nuevas y conocidas con variantes en sus movimientos. La mayoría se diferencian bastante en cuanto a tipo de combos, velocidad, poder y rango de daño; cambia drásticamente pasar de una ninja con rifle a otra con espada, dos espadas cortas, abanicos y hasta palos de tambor taiko.
Al principio el objetivo de cada misión es tan simple como eliminar a todos los enemigos sin tiempo límite, pero eso va cambiando según avanzamos y subimos el nivel de las ninjas para obtener más habilidades. En ocasiones nos acompañará alguna ninja controlada por la inteligencia artificial, que tiene más de artificial que de inteligencia, así que nunca ayuda mucho en el combate y lo más probable es que nos olvidemos de su presencia rápidamente.
Otros modos nos ofrecen retos para los personajes que vamos desbloqueando, que pondrán a prueba nuestro dominio de las técnicas. Con Shionib Girl’s Heart participamos en historias de cada chica, y en Special Missions se participa en luchas contra otras shinobi. Hay una opción de espectáculo gratuito en el que colocar a nuestra chica favorita con la ropa y pose deseada. Lo que hagas con este modo queda a tu discreción. Finalmente está el modo online, que permite participar en combates que sorprendentemente está más cuidado de lo que esperábamos, con modos como el contra todos, por equipos y captura de bandera; Estival Versus es un juego principalmente en solitario y es previsible que la comunidad de este modo sea muy reducida en los próximos meses, ya actualmente es pequeña.
Hemos jugado a la versión de PlayStation 4 y se podría decir que técnicamente no es el juego más llamativo que ha pasado por nuestra pantalla. Funciona a 60 imágenes por segundo –con alguna caída en la fluidez durante los ataques más recargados-, el doble de PS Vita, y se aprecia ligera aparición súbita de objetos en el horizonte de los desangelados escenarios. El colorido estilo y diseño de personajes hace que muchos de estos problemas se puedan perdonar, y aunque en imágenes parece muy poca cosa, lo cierto es que está pensado para lucir mejor en movimiento. Las carencias siguen ahí –sobre todo en cuanto a variedad de entornos-, pero se disimulan más y en ningún caso llamaríamos feo a su apartado gráfico.
Una de las pegas visuales la encontramos en la cámara, que no siempre ayuda a localizar a nuestra ninja entre tantos personajes, o nos obstaculiza la visión cuando se cuela algún objeto entre ella y nuestro punto de vista. Es un aspecto que debería estar un poco más cuidado porque en la práctica molesta más que una textura borrosa. Respecto al sonido, se mantienen las voces originales en japonés –los textos están traducidos al inglés- y la música alterna música cañera con otra más típica japonesa.
Conclusiones
Estival Versus es divertido pese a que en todo momento se reconocen sus fallos y limitaciones. Se podría decir que las misiones son más variadas que en otros Senran Kagura y la calidad de imagen de PlayStation 4 hace que luzca mejor que nunca dentro de sus modestas posibilidades.
En resumen, sigue la línea de sus antecesores: es un juego de acción desenfadado y fácil de manejar, que sabe a qué público va dirigido. Sí, a ese que quiere ver cómo una decena de ninjas queda en ropa interior con nuestros golpes. No hay nada de malo en ello si te lo tomas con humor y conoces de sobra lo que puedes pedir y lo que no a un Senran Kagura.
Hemos realizado este análisis en su versión de PlayStation 4 con un código de descarga que nos ha proporcionado Marvelous.