Análisis Overpass, desafíos extremos sobre cuatro ruedas (PS4, PC, Xbox One, Switch)
Siempre decimos que es difícil innovar hoy en día, y más en un género tan veterano y consolidado como las carreras. Muchas veces no es necesario reinventar la rueda –prometemos que no es un juego de palabras–, sino ajustar la fórmula para ofrecer algo ligeramente nuevo. Un gran ejemplo es OnRush, y otro, Overpass, el título de Zordix Racing que hoy nos ocupa.
Escalada sobre ruedas
Overpass es un simulador de conducción centrado en conseguir abrirnos paso a través de circuitos repletos de obstáculos, tanto naturales como artificiales. Para que os hagáis una idea, es una especie de Trials realista y sobre cuatro ruedas, ya sea con buggies o con quads. Cada vehículo tiene sus pros y sus contras, y esto supone que unos serán más prácticos para superar ciertos tipos de obstáculos que otros. De igual manera, cada vehículo tiene diferentes modos de tracción, que pueden variar entre 4x4, 2x2 o Diferencial, cada uno, de igual manera, con sus ventajas y sus inconvenientes en función de la situación y el vehículo.
Podemos alternar entre ellos en cualquier momento, lo que supone esa capa adicional de estrategia que nos obliga no sólo a saber cuál es la mejor manera de enfrentarnos a un tramo concreto del circuito, sino también a entender cuál es el mejor modo de tracción para nuestro coche. Como podéis ir intuyendo, es mucho más complejo que la saga de Ubisoft, y eso que todavía no hemos entrado a hablar de cómo influye el terreno.
Las diferentes superficies tienen, al igual que en la vida real, diferentes tipos de tracción. Una zona rocosa nos ofrecerá mejor tracción que una de barro e incluso de arena, y tendremos que ir aprendiendo a leer el entorno para encontrar la ruta más práctica para nuestro vehículo. Si tenemos que cruzar por una zona de piedras, tendremos que asegurarnos que las más altas están bajo nuestras ruedas y no bajo nuestra carrocería para evitar dañarla. Y no hace falta realizar maniobras particularmente bruscas para causar daños: aterrizar con demasiada fuerza puede ser suficiente para dañar las ruedas y empeorar la respuesta del vehículo.
Ya veis que se trata de un título muy exigente, en el que es muy difícil conseguir una medalla de oro o ganar una carrera a la primera (salvo que juguemos en fácil), y requiere que vayamos conociendo cada pista para optimizar el recorrido y nuestro acercamiento a sus zonas más complicadas. Esto se hace particularmente latente en el modo Carrera, el cual recomendamos para iniciarnos en Overpass, ya que incluye un utilísimo tutorial. Aquí tendremos que competir contra otros pilotos en una liga, consiguiendo dinero para comprar nuevos vehículos y mejorar los que ya tenemos, así como conseguir patrocinadores, personalizar a nuestro piloto y demás tareas propias de este tipo de títulos.
El elemento más interesante, quizás, es el sistema de daños y reparaciones. Arreglar nuestros vehículos cuesta tiempo y dinero, y tendremos que conducir con cuidado para maximizar nuestras ganancias y nuestro tiempo. Si participamos en una competición con varias pruebas y nuestro vehículo sufre demasiados daños, tendremos que gastarnos gran parte del premio en ponerlo a punto. Aparte, podemos elegir reparar los vehículos personalmente, pero si el daño es demasiado alto, tendremos que saltarnos una prueba para poder hacerlo, y esto nos dejará en desventaja en la competición. Es un concepto que funciona muy bien y que se integra con éxito en la propuesta.
Aparte, tenemos un modo carrera rápida y desafío personalizado para correr a nuestro gusto y un modo multijugador tanto a pantalla partida com a través de internet, ambos bastante sencillitos, pero que sirven para ofrecer nuevas maneras de aprovechar la notable cantidad de vehículos (más de 20) y de circuitos (40 en seis entornos diferentes) que incluye.
Desincronizado
Overpass es un juego que destaca por sus físicas, las cuales son la base de su jugabilidad, pero en lo visual resulta un tanto decepcionante. En Xbox One X, donde lo hemos analizado, se mueve a 60 imágenes por segundo, pero casi todo lo demás es bastante pobre. La distancia de dibujado de las texturas, el popping cuando cambia el nivel de detalle de los objetos y, sobre todo, la falta de sincronización vertical, lo hacen fallar en este aspecto. El v-sync parece desactivarse para mantener la tasa de imágenes, pero fácilmente pasa desactivado más de la mitad del tiempo; y parte la pantalla justo por la mitad, creando un efecto muy molesto.
En el modo a pantalla partida, reduce su tasa de imágenes a 30, aunque lucha por mantenerla. Se puede jugar sin problemas, pero si nos acostumbramos a las 60 de modo para un jugador puede requerir un pequeño periodo de adaptación. Por lo demás, no hay mucho que añadir. Efectos de sonido correctos, una banda sonora bastante decente que sólo suena en los menús, y voces en inglés con textos en castellano.
El Dark So... Un juego de conducción muy desafiante
La verdad es que Overpass nos ha gustado bastante. Como cualquier otro juego que apuesta por ofrecer una dificultad alta, puede ser bastante frustrante (es inevitable sentir en algunos momentos que tu coche debería subir por ahí y no sube), pero la satisfacción que ofrece cuando finalmente lo conseguimos compensa. Es una pena que no se haya pulido más el aspecto gráfico, pero si os gusta la idea de enfrentaros a estos desafíos sobre cuatro ruedas, creemos que vais a encontrar aquí una buena manera de invertir vuestro tiempo y vuestra paciencia.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Big Ben Interactive.