Análisis Moss: Book II, la leyenda sigue creciendo (PS4, PC, PS5)
Parece mentira que hayan pasado cuatro años desde que analizamos el primer Moss. El tiempo vuela, pero lo importante es que, desde entonces, Polyarc ha estado trabajando duro en una secuela para las aventuras de Quill, que, por fin, llega a PlayStation VR para ofrecernos, una vez más, uno de los mejores juegos de la plataforma. Os contamos qué le depara el destino a nuestra ratona virtual favorita.
Un mundo que salvar
Moss: Book II es un juego de acción, plataformas y puzles en tercera persona que continúa tanto en lo jugable como en lo narrativo justo donde lo dejó la primera parte. Nosotros volvemos a controlar a Quill, la ratona protagonista, como al Lector, una entidad capaz de interactuar con el mundo que nos rodea. A Quill la controlamos con los botones frontales del mando, mientras que nuestros poderes se controlan moviendo el DualShock 4 y con los gatillos. Una de las claves es la constante interacción entre nosotros y la protagonista, ya que tendremos que usar nuestra «magia» para mover elementos del escenario, detener enemigos, cargar las habilidades de Quill o incluso curarla si sufre daño.
Siempre hemos hablado de la importancia de hacer un juego con la realidad virtual en mente en lugar de meter la realidad virtual con calzador en un juego tradicional, y Moss: Book II es un ejemplo perfecto. Incluso siendo en tercera persona, estamos constantemente en el mundo de Moss, interactuando constantemente y con una sensación muy natural de presencia, de «estar» ahí. En esta nueva entrega hay incluso más interacciones entre ambas partes, gracias a un nuevo movimiento para cargar armas y poder ejecutar ataques especiales. Nada rompedor, pero se agradece siempre esa ambición por evolucionar el concepto y aprovechar más la realidad virtual.
Aunque controlar a Quill es muy básico, las situaciones a las que nos enfrentamos nos hacen pensar y nos arrastran a ese mundo virtual. De hecho, hay algunos detallitos muy bien integrados que nos hacen pensar: «oh, que estoy ahí dentro». No es un juego difícil, ni mucho menos, pero sí uno que nos obliga a pensar, a formar parte del mundo del juego y a interactuar de manera diferente con todo, moviéndonos para ver si hay secretos escondidos, ayudando a Quill mientras, a su vez, la controlamos en sus aventuras... Puede sonar extraño sobre el papel, pero es fácil de entender cuando jugamos, y se convierte en una especie de fusión entre juego tradicional y realidad virtual que funciona a la perfección.
La única pega que le podemos poner es que hay algunas decisiones un tanto cuestionables en lo que respecta a los controles. Teniendo en cuenta que sólo usamos tres botones, creemos que el inventario se podría haber gestionado mejor y, aunque entendemos que se ha optado por esta interacción entre Quill y el Lector para no romper esa magia, acaba siendo algo engorroso.
Un mundo que defender
Si lo jugable es fantástico, el resto no se queda atrás. Por una parte, nos ha sorprendido lo narrativo, con un universo cada vez más rico y complejo; tanto que no sería raro que incluso se explore fuera de estas aventuras principales. La narrativa como tal es sencilla, pero lo que aprendemos sobre el mundo de Moss es más de lo que esperábamos. Aquí tenemos que volver a quitarnos el sombrero ante la narradora en inglés, que hace un trabajo absolutamente sobresaliente en esta segunda parte. Una pena que no tengamos voces en castellano, siempre importantes para no romper la inmersión en realidad virtual, pero al menos tenemos subtítulos que nos permiten seguir la historia.
Quitando la falta de doblaje al castellano, audiovisualmente es redondo. La música, los efectos de sonido y el audio 3D son excelentes, pero lo artístico y lo gráfico es directamente increíble. Las limitaciones de PlayStation 4 y de PlayStation VR son muchas y lógicas, y lo que ha conseguido Polyarc es fantástico. No os vamos a enseñar demasiado en este análisis para no estropear las sorpresas, pero hay algunos escenarios fascinantes, y, en general, vamos a estar mirando a nuestro alrededor constantemente boquiabiertos. Además de cómo se traduce lo artístico en lo técnico, el trabajo realizado con las animaciones es de diez. Sólo podemos deshacernos en elogios sobre lo que han conseguido en Moss: Book II, ofreciéndonos no sólo mundos preciosos, ricos y repletos de detalle, sino bien animado y cuidado hasta el final.
Por último, queremos mencionar la duración. Nosotros, jugándolo con tranquilidad, hemos necesitado entre cinco y seis horas para completarlo, aunque nos hemos dejado unos cuantos coleccionables y trofeos, por lo que si buscáis completarlo al cien por cien, tenéis que añadir algunas horas más. Eso sí, preferimos un juego corto y tan bueno, variado y cuidado de principio a fin como este, que uno de 200 horas en el que hacemos la misma misión 200 veces.
El cantar de mio Quill
Moss: Book II nos ha encantado. Es un juego que nos ofrece una aventura que nos transporta a un mundo precioso, con personajes carismáticos y momentos sorprendentes, y que demuestra lo que es posible en realidad virtual cuando se sabe aprovechar el formato. Es cierto que es algo continuista, pero tampoco nos parece un problema cuando han pasado cuatro años desde su predecesor. Si Polyarc ha hecho esto en PlayStation 4 y PlayStation VR, no podemos imaginarnos lo que va a ser posible en PlayStation 5 y PlayStation VR 2. En cualquier caso, y como con el primer Moss, si os gustan los juegos de plataformas y puzles, y tenéis PlayStation VR, no dudéis en añadirlo a vuestra colección.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código de descarga para PS4 proporcionado por ICO Partners.