Análisis de LEGO: El Hobbit (PS4, Nintendo 3DS, PSVITA, Xbox 360, Wii U, PS3, Xbox One, PC)

Dicen que lo poco gusta y lo mucho cansa, pero no deben pensar igual en Warner Bros. Interactive visto el aluvión de juegos de LEGO con el que nos han bombardeado en los dos últimos años, aunque la saga lleva con nosotros mucho más tiempo. LEGO El Señor de los Anillos, LEGO Batman 2: DC Super Heroes, LEGO City Undercover, LEGO Marvel Super Heroes y The LEGO Movie Videogame más algunas entregas exclusivas para portátiles y teléfonos móviles como los LEGO Legends of Chima, algo a todas luces un tanto excesivo, sobre todo teniendo en cuenta la falta de novedades jugables entre unos y otros.

La primera gran evolución en la serie se produjo con LEGO Batman 2: DC Super Heroes, que añadió a los clásicos niveles de desarrollo lineal un mundo abierto para explorar, y desde entonces casi todos los títulos han seguido esta fórmula al pie de la letra, añadiendo contadas novedades. De todos los juegos de LEGO de los últimos años, personalmente uno de nuestros favoritos es LEGO El Señor de los Anillos, y ahora llega su sucesor espiritual, con motivo de la nueva trilogía de películas que ha dirigido Peter Jackson, y de la que todavía falta que se estrene su tercera parte, El Hobbit: Partida y regreso, que llegará estas navidades a los cines de todo el mundo.

Por tanto y como es lógico, este juego solo incluye las dos primeras películas de la trilogía, El Hobbit: Un viaje Inesperado y El Hobbit: La desolación de Smaug, una decisión un tanto extraña, ya que muchos piensan que deberían haber esperado a que se estrenara el tercer film, y así sacar el juego con la trilogía completa. ¿Cómo terminarán la historia? Pues tanto por una filtración y rumor, como por lo que insinúa la propia Warner Bros., la tercera película podría llegar en forma de contenido descargable, algo todavía no anunciado y que habrá que esperar para conocer.

Que falte una de las tres películas no lo convierte en un LEGO con menos contenidos de lo normal, ni mucho menos, y tanto por la cantidad de fases, coleccionables, misiones secundarias y secretos en su mundo abierto, estamos ante un juego tan grande y completo como lo fue LEGO El Señor de los Anillos. Nuevamente muy continuista y sin apenas novedades respecto a las últimas entregas, pero la verdad, si eres amante del universo Tolkien y sus películas, y te gustan los juego de LEGO, vas a disfrutar con un enano, es una delicia el buen gusto y el mimo con el que están recreadas las mejores escenas de las dos películas, igual de espectaculares y divertidas.

Como bien sabréis ya a estas alturas la jugabilidad de los juegos de LEGO es muy asequible a la vez que entretenida, podemos saltar, golpear el entorno para hacerlo añicos y recoger sus piezas, crear nuevas estructuras e ir resolviendo sencillos puzles, combates contra enemigos en los que apenas se penaliza la muerte, e ir alternando entre los distintos personajes que ponen a nuestra disposición, para usar sus armas, herramientas o habilidades únicas, y así poder seguir avanzando por los escenarios. Y por supuesto con su imprescindible modo para dos jugadores local, otra vez sin opción online, algo que no parece tengan mucha intención de incluir TT Games próximamente.

La aventura comienza con el mismo prólogo de la película, en el que se nos cuenta cómo el dragón Smaug expulsó al rey Thrór y el resto de enanos de Erebor, la Montaña Solitaria. Controlando a Thorin, Thrain y compañía esta secuencia sirve de tutorial, y aunque parezca que a estas alturas no hace falta aprender a jugar a un LEGO, es aquí donde se nos detallan y explican algunas de las novedades de esta entrega, que son pocas, pero las hay.

Como buenos herreros que son los enanos, se ha incluido un sistema de herrería o crafting, y ahora además de piezas al destruir los escenarios y derrotar enemigos, recogemos todo tipo de materiales que se van sumando al inventario: cobre, hierro, plata, oro, diamante, esmeralda, madera, cuero, pescado, carne, pan, zanahoria, etcétera, son algunos de los elementos que recogemos. Con estos, en lugares concretos de los escenarios, como yunques u hogueras a modo de cocina, tenemos que crear nuevos objetos y construcciones.

Es aquí cuando aparece un minijuego que ya estaba en The LEGO Movie Videogame, en el que tenemos que ir eligiendo las piezas de una construcción que vemos levantarse poco a poco, una lista de objetos en la que tenemos que intentar no equivocarnos y hacerlo lo más rápido posible, para conseguir un mayor premio en forma de piezas. La otra novedad es la posibilidad de combinar personajes, principalmente enanos, que pasamos a controlar como si fuera uno solo, para realizar acciones especiales. Hay enemigos a los que solo podemos dañar con un golpe realizado por alguna de estas uniones, estructuras que solo podemos romper entre dos personajes, objetos como largas escaleras o arietes que tenemos coger entre dos, o "torres" o escaleras de enanos que hay que crear para alcanzar lugares elevados.

Estas son algunas de las novedades más significativas, y como siempre hay una serie de personajes cada uno con sus propias habilidades, que tenemos que ir alternando. Balin y Thorin tienen un hacha con la que pueden destruir estructuras con grandes grietas, Dori tiene un mayal con el que puede agarrar ciertos ganchos, y un martillo para mover grandes objetos, Kili un arco con el que puede disparar a las dianas, Fíli una pala con la que escavar, a Bombur le puedes dar de comer para luego subirte en su panza y salir propulsado, Bilbo puede pescar, y Radagast curar a los animales del mal de la oscuridad, así hasta 98 personajes. Un plantel en cuanto a aspecto menos variado de lo habitual, ya que durante casi toda la aventura principal controlamos a un montón de enanos, algo que no es culpa del juego.

La historia es la misma que en las películas pero peor contada, y está claro que dan por hecho que si estás jugando a LEGO El Hobbit es porque ya has visto las películas o al menos te conoces la historia por el libro, por lo que se centran en recrear los pasajes más espectaculares y divertidos, y vaya si lo consiguen. La llegada a Hobbiton de los enanos y la que lían en la casa de Bilbo, el combate a modo de flashback donde Thorin dejó marcado para siempre a Azog, el rey de los Orcos de Moria, la secuencia en el bosque de los trolls donde la compañía entera está a punto de ser devorada, la espectacular lucha de los gigantes de piedra en la Montaña Solitaria, la crucial secuencia donde Bilbo se hace con el Anillo arrebatándoselo a Gollum, así hasta llegar al espectacular cara a cara con Smaug y pasando por una de las mejores escenas de la segunda película, la huida por el río con los barriles.

No se han dejado nada, y estamos ante uno de los juegos de LEGO más espectaculares, con scripts, quick time events y persecuciones muy bien resueltas, como una escena en campo abierto con Radagast luchando contra los orcos sobre wargos, o el frenético desenlace con Smaug queriendo achicharrarnos. Como ya sabéis superar las fases no es demasiado complicado, y sí es más difícil, o al menos laborioso, hacerlas al 100%, recogiendo todos sus coleccionables y secretos, para que lo hace falta siempre volver una segunda vez en el modo Libre, y así poder usar a cualquier personaje.

Cada vez que superamos una fase desbloqueamos nuevas misiones secundarias en la zona, y es aquí donde entra en juego su mundo abierto, diríamos incluso que más grande que el que vimos en LEGO El Señor de los Anillos, o al menos con más localizaciones e interiores. Estas tareas secundarias a veces son puzles en los escenarios y otras encargos de los personajes, como traerles determinado objeto o con el nuevo sistema de herrería crear algo concreto a base de materiales, nada sorprendente vamos. Es en lo que más deberían mejorar los juegos de LEGO, su faceta de mundo abierto y las misiones secundarias, pero la verdad que resultan moderadamente entretenidas, y alargan muchísimo la experiencia. Además si eres fan de este universo, seguro que vas a disfrutar todos sus contenidos secundarios, porque en ellos es donde tienen cabida hechos y personajes que no aparecen en las películas.

Como ya dijimos en el análisis de LEGO El Señor de los Anillos, si eres fan de los libros y las películas, simplemente se disfruta con el hecho de pasear por sus escenarios, de ver lo bien y lo bonita que está recreada la Tierra Media, especialmente en las versiones de PC, Xbox One y PS4, un juego al que un aumento de resolución, mejora de texturas e iluminación y mayor fluidez, le sienta fenomenal. No es un portento técnico claro, y no aprovecha el hardware de la next-gen, pero la verdad, no se nos ocurre cómo se podría recrear mucho mejor la Tierra Media mezclada con el universo LEGO, nos parece un juego muy bonito y cuidado.

Y a todo esto le pone la guinda su casi perfecto apartado sonoro, con la preciosa banda sonora de las películas compuesta por Howard Shore, y esta vez sí, el doblaje al castellano con las mismas voces de los actores que escuchamos en los cines, a diferencia de LEGO El Señor de los Anillos, que llegó con voces en inglés a España. En su momento no criticamos mucho este detalle, también nos parecía genial escuchar a los actores originales, pero la verdad, ahora nos hemos dado cuenta de lo bien que le sienta al juego tener las mismas voces de doblaje de unas películas que una gran mayoría en nuestro país ha visto dobladas. Es una pena que el trabajo de doblaje nuevo hecho para el juego, no extraído de los films, no sea tan bueno, y de hecho desentona porque el audio de las películas es excepcional, mucho mejor de lo que estamos acostumbrados en la mayoría de doblajes de videojuegos.

Encantados de volver a la Tierra Media

Disfrutamos muchísimo LEGO El Señor de los Anillos en su día, y la historia se vuelve a repetir con LEGO El Hobbit, un manjar para los aficionados a estas películas, al universo Tolkien y a los juegos de LEGO. Como ya dijimos, una de las mejores recreaciones que hemos visto nunca de la Tierra Media, sino la mejor, o al menos, la más bonita y divertida. Es una pena que la sobreexplotación que está sufriendo la saga le pase factura, y después de tantos juegos de LEGO sin apenas novedades, la sensación de estar jugando otra vez a lo mismo es demasiado grande, y pasadas ciertas horas, y dependiendo de cuántos juegos de LEGO lleves a tus espaldas, el hastío y el tedio planean sobre la experiencia.

Menos mal que viene al rescate la genial ambientación, sus cuidados gráficos, el delicioso apartado sonoro y lo bien que se han recreado los mejores momentos de las películas, algo que siempre te empuja a seguir jugando, queriendo saber cómo han resuelto ese escena tan especular que viste en el cine. Teniendo todo esto en cuenta, es un juego muy recomendable, incluso imprescindible si eres fan de Tolkien y el trabajo de Peter Jackson recreando su mítico universo en el cine.