Análisis Kotodama: The 7 Mysteries of Fujisawa, entretenida novela visual (PS4, Switch, PC)
Ya hemos hablado alguna vez de novelas visuales, pero es conveniente remarcar que hay varios estilos. Entre otros, existe un estilo que es básicamente una historia en la que lo que más hacemos es leer, mientras en el otro realmente tenemos la capacidad de influir en el desarrollo de la historia, siendo mucho más interactivo, con diferentes ramificaciones.
Sobre Art Co, los creadores del título que hoy nos ocupa, son unos veteranos que llevan ya más de 20 años haciendo juegos para todo tipo de plataformas. Seguramente no os suenen demasiado como empresa de desarrollo, pero son los responsables de títulos como las versiones de Game Boy Advance de Munch Odyssey y Space Channel 5, de Dream Trigger 3D para Nintendo 3DS, o del reciente The Lost Child de PS4 y PS Vita, entre muchos juegos.
Los 7 misterios del instituto
La premisa de este Kotodama: The 7 Mysteries of Fujisawa está relativamente vista, aunque hay que decir en su defensa que a diferencia de otras novelas visuales no sólo nos permite elegir ser hombre o mujer, sino que el trato hacia personajes masculinos y femeninos es muy parecido. Así, somos un estudiante que acaba de llegar al instituto de Fujisawa, pero hay que tener en cuenta dos puntos importantes.
El primero, que tenemos una especie de diablillo con forma de animal de compañía que nos acompaña todo el rato, aunque sólo lo vemos nosotros, y lo segundo, que le han asignado a una compañera la sagrada misión de enseñarnos el instituto, y ésta compañera se viene arriba y acaba "haciéndonos" del club de los misterios ocultos (algo demasiado común en la ficción nipona comparado con lo que ocurre en la realidad), de manera que tenemos que descubrir los 7 misterios del instituto, como reza el nombre del juego.
En general, como jugadores no tenemos demasiado margen de maniobra durante la aventura. Normalmente veremos cómo nos van contando una historia, relacionada con el misterio del capítulo en el que estamos jugando, y alrededor de esa historia versa la acción de ese capítulo. De vez en cuando tenemos alguna oportunidad de elección, pero no es algo que pase demasiado a menudo. Hay capítulos, de hecho, donde no lo hacemos en ningún momento, aunque por un lado hay que decir que conforme avanza la partida las oportunidades de interacción aumentan, y por otro lado siempre podemos pausar la partida y realizar varias acciones relacionadas con lo que está pasando: Echar un ojo a la historia, ver los personajes que vamos conociendo, guardar y cargar la partida, y lo más curioso, una especie de red social llamada Quacker (el juego está sólo en inglés). Esta red social, que se parece a otras que tenemos en la vida real, tiene como detalle gracioso que hay patos por ahí moviéndose, y conforme apretemos los botones o la pantalla se irán moviendo mientras hacen ruiditos.
Una de las sorpresas que guarda Kotodama: The 7 Mysteries of Fujisawa respecto a otras novelas visuales es que no sólamente hablamos de un juego de leer y decidir que hacer, sino que de vez en cuando nos veremos obligados a participar en un juego de puzles de hacer combinaciones de tres fichas del mismo color. La excusa para esto es que de esta manera podemos leer la mente de los sospechosos, pero en el fondo acaba siendo una partida a un juego de puzles realmente entretenido. Podemos tocar la pieza que queramos, que la mandamos arriba, moviendo su columna, y hay que conseguir juntar tres piezas como poco en horizontal o vertical.
Se pueden hacer combinaciones, hay piezas especiales, y además podemos usar movimientos especiales también (llamados challenge) teniendo cada uno un efecto distinto. Como curiosidad, iremos quitando ropa a quien vayamos leyendo la mente, sin llegar nunca al desnudo, y esto funciona con chicos y chicas. Tenemos un número determinado de movimientos que podemos hacer antes de que se acabe la partida, y cada vez que pasemos de nivel con un rival además de quitarle la ropa ese contador vuelve al inicio. Lo cierto es que este apartado es bastante entretenido, y puede darse el caso de que haya jugadores que acaben prefiriendo este espacio antes que la historia no demasiado interactiva.
Otro detalle curioso que tiene este Kotodama es que, sin tener una partida demasiado larga, nos incentiva a la rejugabilidad de una manera un tanto peculiar, y es que no todas las opciones estarán disponibles a la primera, lo que redunda que tengamos que jugar varias veces para poder desbloquearlas. Esto lo podremos notar en nuestras primeras partidas al ver que en un apartado donde te dicen que puedes conseguir una serie de palabras claves nunca aparecen todas estas palabras a la primera, hagamos lo que hagamos.
Visualmente muy cuidado
En el apartado técnico alcanza una buena puntuación es el visual. A base de arte al más puro estilo anime nos encontramos con una buena cantidad de situaciones, espacios y personajes que podrían pasar sin problemas por material de una serie de dibujos que se emita en Japón. Eso sí, en muchas ocasiones el material es estático con excepción de las acciones básicas de los personajes (como diferentes formas de expresión), pero en algunas excepciones se anima, y da cierto empaque. Lo mismo pasa con los minijuegos que nos encontramos, que si bien a veces podemos considerar que lo que acontece en pantalla es algo ridículo, también es cierto que es igual de ridículo para todos los personajes, sean chicos o chicas, así que la cosa queda pareja.
El aspecto sonoro está llevado a cabo de una manera muy profesional, pero no destaca demasiado. Podemos comentar que destacan las melodías ya que están muy relacionadas con lo que vemos en la pantalla, y que hay momentos en los que escucharemos voces (en japonés) pero en general nos conformaremos con leer los textos (en inglés). Además contamos con la parte del juego de puzles, que es perfectamente competente.
Conclusiones
Podemos decir que Kotodama: The 7 Mysteries of Fujisawa es una novela visual muy entretenida en algunos aspectos, como su historia, sus personajes, su juego de puzles o las graciosas situaciones en las que nos encontramos, pero por otro lado también podemos decir que no es ni de las que más arriesgan en jugabilidad, ni de las que nos permiten disfrutar de su interacción desde el primer momento. Es un juego ideal para los que disfruten de historias de instituto, y a ser posible con algo de terror o misterio en su interior, siempre teniendo en cuenta que el idioma inglés es necesario para poder sacarle todo el jugo.
Hemos realizado este análisis en su versión de Nintendo Switch con un código que nos ha proporcionado Meridiem Games.