Análisis Kill la Kill the Game: IF, una genial adaptación del anime (PS4, Switch, PC)
APLUS Games ya tiene experiencia en adaptar anime a videojuegos y hace un año os hablamos de Little Witch Academia: Chamber of Time, una extraña combinación de aventura, beat'em up y rol con buenas intenciones pero muy poco profundo en algunos aspectos, y monótono en los combates. Sí nos sorprendió en algunos apartados, como el visual, pues probablemente después de Arc System Works –Dragon Ball FighterZ, Guilty Gear Xrd- y Cyberconnect2 –saga Naruto- sea el estudio que mejor ha trasladado la estética de dibujos animados a las 3D.
Videoanálisis
Esta vez el equipo vuelve con otro juego inspirado en el anime, y la verdad es que no podía ser mejor elección que Kill La Kill, una serie de Trigger estrenada entre 2013 y 2014 que se centra en la rivalidad entre Ryuko Matoi y Satsuki Kiryuin. Esto convierte al anime en una permanente lucha que se traslada bien a los videojuegos. Kill La Kill –IF- es, sorprendentemente, un juego por encima de la media de otras producciones licenciadas.
"Finalmente lo entiendo, necesito desnudarme"
El planteamiento de Kill la Kill se las ingenia para resultar original y a la vez ofrecer toneladas de fan service en forma de planos picantes y cuerpos semidesnudos. En el anime casi toda la acción transcurre en Honnouji Academy, una escuela donde los estudiantes utilizan unos uniformes que proporcionan habilidades extraordinarias; están desarrollados con unas fibras especiales y se catalogan en diferentes rangos de poder.
Ryuko es una joven estudiante que busca resolver el misterio de la muerte de su padre. Va armada con una espada que es en realidad parte de una tijera capaz de cortar los uniformes Goku, y pronto obtendrá un traje completamente confeccionado con fibras de vida, Senketsu. Una vez dominado este poder, se dispone a retar a Satsuki Kiryuin, la presidenta del consejo estudiantil y antagonista principal, de personalidad orgullosa y calculadora. Eso sí, antes deberá enfrentarse a un cuerpo de élite con uniformes de tres estrellas, cada uno con unas tácticas y habilidades diferentes.
La trama, por supuesto, tiene algunos giros a mitad de los 24 episodios, pero es este planteamiento el que mejor se adapta a un juego: los sucesivos duelos de Ryuko contra los soldados más fuertes y los épicos combates con Satsuki en igualdad de poder. Eso sí, os advertimos que Kill la Kill –IF- apenas hace introducción de su trama y personajes, así que salvo por unas pequeñas descripciones en la enciclopedia, casi no hay contexto de la situación. En otros juegos os hemos dicho que no importa tanto ser aficionado al manga o anime, pero en este caso nos parece que es relativamente importante para disfrutarlo como se merece.
Más centrado en la historia que el multijugador
El anime tiene un par de problemas que limita mucho cualquier adaptación. Uno es la escasez de localizaciones, pues prácticamente toda la serie transcurre en el patio de la academia –en varias fases de destrucción- y el otro es que protagonista y antagonista concentran todo el carisma de los personajes. En un segundo escalón tenemos al grupo de élite -Uzu, Houka, Ira y Nonon-, y algunos más en el bando de Ryuko o el de Satsuki, pero sabría a muy poco para desarrollar un juego versus al estilo de Dragon Ball o Naruto: no hay contenido para estar a la altura de otros versus más tradicionales.
La idea de APLUS es afrontar Kill la Kill –IF- como un juego de acción centrado primero en su modo historia, y con el multijugador como algo secundario -no está ni desbloqueado en un principio-. De esta manera, la historia nos enfrenta en combates que van cambiando el objetivo y los rivales según el progreso del argumento. En unas ocasiones nos enfrentamos a varios enemigos acompañados de la odiosa Nui Harime, y en otros casos debemos luchar contra un único oponente. APLUS ha sabido exprimir la plantilla tal y como hace el anime, así que no tenemos un mero modo arcade; a lo largo de sus episodios hay abundantes cinemáticas de historia.
Otra de las particularidades del juego es que presenta una nueva historia alternativa - de ahí el título "IF"- supervisada por el guionista original, Kazuki Nakashima. El punto de vista inicial de la campaña es el de Satsuki, y parte desde el octavo episodio, con el argumento ya avanzado –se da por supuesto que el jugador conoce el anime- y en pleno plan de Satsuki para rebelarse contra su madre, Ragyo Kiryuin. Los fans de Kill la Kill no van a ver una simple repetición de los acontecimientos conocidos y podrán descubrir una nueva forma para Kamui Junketsu, Junketsu Shinzui, la versión del traje de traje de Satsuki equivalente al Senketsu Kisaragi. Una vez superada esta historia se desbloquea la versión de la aventura desde el punto de vista de Ryuko, la protagonista del anime.
Estas historias son donde realmente se encuentra el interés del juego durante las primeras horas. Es como formar parte de una nueva temporada. En esto juega un papel muy importante el estilo visual que imita a la perfección lo visto en la animación, con los mismos recursos de letras ocupando la pantalla con cada ataque poderoso, los planos eroticofestivos y la música de Hiroyuki Sawano –no es muy habitual en estas adaptaciones que se respete la banda sonora del anime-. Aunque cuenta con voces en inglés y japonés, el juego comienza en japonés porque queda simplemente perfecto –no así la sincronización labial que a veces no queda bien con ninguno de los idiomas-.
Lucha divertida, aunque con pocos modos
El combate es sencillo de aprender, pero sorprendentemente da mucho juego y unos combates frenéticos. Tenemos un ataque para cortas distancias, otro para lanzar proyectiles o ataques a media distancia, cargas, saltos, persecuciones y evasiones. Los combos salen fáciles y la plantilla, aunque escasa, es tan variada como podríamos esperar. Las dos chicas principales cuentan con estrategias similares, pero el resto es más original, desde el grandullón Ira, la pequeña Nonon especializada en proyectiles o Houka, que puede hacerse invisible. Con suficiente energía todos disponen de ataques especiales muy espectaculares. Más que a un juego de lucha versus lo podríamos comparar con un beat´em up digno de PlatinumGames.
La base es un sistema triangular piedra, papel y tijera, y esto se hace muy evidente con los choques entre personajes donde cada jugador puede pulsar una de las tres acciones disponibles. Este sistema, en combinación a los cambios de cámara con cada ataque devastador, hace los combates muy similares a lo que vimos en la serie original. En el gameplay el único inconveniente destacable que hemos encontrado es que no hay forma de cambiar de objetivo cuando te enfrentas a varios oponentes, lo que causa algún que otro problema en los retos contra dos o más rivales.
Si el modo historia respeta el espíritu de Kill la Kill, el combate no está nada mal para lo que podemos exigir a un juego basado en licencia que no busca competir con un Tekken o SoulCalibur, ¿qué resta puntos a Kill la Kill –IF-? Pues APLUS ha hecho lo más difícil, que es dar con la jugabilidad y estética, pero no lo ha rodeado de suficiente contenido. Como hemos dicho anteriormente el anime tampoco permite mucho más: los personajes son los que son y la acción transcurre en contadas localizaciones.
Agotada la historia en sus dos versiones, después tenemos un modo versus contra la CPU, local y online –informal y clasificatorio-. Hay un modo entrenamiento, supervivencia y Covers Challenge, que nos enfrenta a oleadas de trajes por conseguir un número de bajas o un récord dentro de un tiempo –piensa en jugabilidad tipo musou-. En otros extras tenemos dioramas, galerías de secuencias desbloqueadas, repeticiones guardadas, información o test de sonido y voces.
No está mal si consideramos Kill la Kill –IF- un juego de acción diseñado para un jugador al que se suma un multijugador local, pero no tanto si pensamos en él como un juego de lucha tradicional. ¿Compensa la variedad de personajes su escasez? Para algunos jugadores quizás no, se podrían cansar rápidamente de ellos.
Hay otros flecos a mejorar derivados de un presupuesto modesto. Es una pena que las arenas de combate no sean nada interactivas, que con personajes tan poderosos lo más que consigas es estrellar a tu oponente contra un muro invisible, no sacarlo de la arena de combate. Y realmente necesita nuevos escenarios, saben a poco.
Conclusiones
Hay muchos juegos que aprovechan licencias de manga y anime para presentar una burrada de luchadores pero pierden la atención en el detalle y la jugabilidad. A Kill la Kill –IF- le sucede un poco lo contrario: da en el clavo con la jugabilidad. Si has visto el anime y has pensado cómo se trasladaría a un videojuego, probablemente esto sea lo más parecido a tu sueño. Cualquier combate entre Ryuko y Satsuki es un espectáculo, y el modo historia, hasta que lo has terminado, entretiene de sobra. Para fans de Kill la Kill es muy recomendable.
El problema que impide que sea un juego sobresaliente es que en contenido es un poco escaso; si la comunidad online no es amplia el versus quedará reducido a las partidas locales y a picarse por batir récords en supervivencia. Queda a unos peldaños de ser un juegazo para aficionados a la acción en general, pero mentiríamos si no dijésemos que firmamos ahora mismo por un juego de Tengen Toppa Gurren-Lagann o Evangelion a cargo de APLUS.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código que nos ha proporcionado Meridiem Games.