Análisis de Far Cry 4 (PS4, Xbox 360, PS3, PC, Xbox One)
Desde que se anunció este pasado mes de mayo y se mostró por primera vez durante el E3, muchos no tardaron en tachar a Far Cry 4 de ser lo mismo que Far Cry 3 solo que con nueva ambientación, esta vez en la India. Y después de haberlo jugado y sobre todo disfrutado, la verdad es que no es ninguna mentira, Far Cry 4 es más y mejor de lo mismo, pero en este caso en particular no es algo negativo, sino más bien una virtud, y estamos ante uno de los juegos más entretenidos y completos que hemos jugado en mucho tiempo.
Una nueva ambientación que trae consigo nuevas armas, vehículos, animales y personajes, puliendo de manera excelente la fórmula que tan bien funcionó en Far Cry 3, y que hizo las delicias de los amantes de los juegos de acción en primera persona en mundo abierto, siendo uno de los mejores ejemplos de este ‘nuevo’ género, que creemos que con Far Cry 4 ha alcanzado la plena madurez, algo que demuestra en todo momento con un altísimo ritmo. No hay lugar para el aburrimiento, siempre están pasando cosas, el mapa es gigantesco pero a la vez denso, lleno de acontecimientos y lugares que descubrir, y muchos eventos inesperados.
Ese desplazamiento cercano para empezar una nueva misión de la campaña principal puede que se vea interrumpido a mitad de camino por un tiroteo, en el que intentas ayudar a unos inocentes que están siendo atacados, cuando de repente dos furiosos rinocerontes empiezan a embestir a todo lo que se mueve, y que cuando creemos que tenemos la situación relativamente controlada, irrumpe un furioso tigre para añadirle un poco más de pimienta al asunto, por si no tuviera ya el suficiente "picante". Así es Far Cry 4 un juego impredecible y siempre divertido, que nos ha encantado.
Bienvenidos Kyrat
Far Cry 4 se desarrolla en Kyrat, un país ficticio ubicado en el Himalaya, un lugar tan bello como peligroso, donde encarnaremos a Ajay Ghale, un joven que vuelve a su país natal para cumplir el último deseo de su madre: esparcir sus cenizas en la tierra que la vio nacer. Ella huyó con 25 años de Kyrat en plena guerra civil a Estados Unidos, pero lo que no sabía su hijo es que fue su familia, los Ghale, fueron los que iniciaron la rebelión contra el excéntrico y psicópata dictador Pagan Min. Un largo conflicto que sigue aún en activo, y en el que tendrás tomar partido.
Senda Dorada es el grupo revolucionario que quiere acabar desde hace muchos años con el régimen, pero en estos momentos se encuentra dividido, entre los seguidores de Sabal, quien concede una gran importancia a la herencia, la cultura, la historia y el legado, y cree que Kyrat necesita la estabilidad que aporta la tradición para traer la paz a sus habitantes, y los que apoyan a Amita, una nueva generación que apuesta no solo por derrocar al régimen, sino por traer la prosperidad a los habitantes de Kyrat por el medio que sea, aunque suponga incluso traficar con droga, y acabar con muchas de las ancestrales tradiciones, cuanto menos cuestionables, como los matrimonios concertados.
Esto es importante en el juego, ya que en diversos momentos de la historia tendremos que tomar decisiones y apoyar a Sabal o a Amita. Dependiendo de estas elecciones, jugaremos unas misiones u otras, desembocando la historia en varios finales distintos. Es cierto que la historia que nos cuentan no es ninguna maravilla, pero realmente no es algo demasiado importante, ya que la historia que verdaderamente importa es la que tú vas creando mientras juegas, con tu manera de actuar y desenvolverte por Kyrat.
Los creadores nos llevan a un escenario fantásticamente construido, lleno de personajes peculiares, sorpresas, historias y leyendas, y somos nosotros los que decidimos cuánto nos sumergimos en este mundo. La historia principal ha conseguido ponernos en algún aprieto moral a la hora de tomar decisiones, y lo que más nos ha gustado es su absoluta falta de corrección política, con personajes de dudosa moralidad y tocando temas tan espinosos como las drogas o el enfrentamiento entre tradición y progreso, algo sorprendente para tratarse de una producción destinada al gran público. En ningún momento cae en el error de idealizar las tradiciones y la cultura india, y nos la muestra tal y como es, con sus pros y sus contra, algo bastante valiente.
El malo de la película, Pagan Min, puede gustar más o menos que Vaas, el villano de Far Cry 3, pero esta vez rectifican un error de la anterior entrega y cuenta con más presencia durante toda la aventura, es casi omnipresente en todo lo que ocurre en Kyrat. Un demente cuyos actos son totalmente repudiables, pero al que no puedes evitar coger cierto cariño dado su carisma. Es complicado encontrar villanos a la altura en los videojuegos, y nos alegramos que Far Cry haya adoptado este aspecto como algo característico de la saga.
Hemos hablado de la historia y los personajes más de lo que teníamos pensado, ya que lo verdaderamente importante aquí es la rica jugabilidad y sus enormes posibilidades, pero es cierto que todo de lo que os vamos a hablar a continuación se disfruta más gracias a tener un mundo bien construido y con carisma, del que estas deseando conocer cada nuevo rincón, con incontables sorpresas. Uno de los mundos virtuales más coherentes, bellos y fascinantes que hemos disfrutado nunca en un videojuego.
Sigilo, acción, elefantes, tú decides
Para los que disfrutamos de la fórmula Far Cry es complicado volver luego a un juego de acción en primera persona lineal y encorsetado, ya que es simplemente fantástico todas las posibilidades que tienes para afrontar las situaciones, para satisfacer tanto a los amantes del sigilo como de la acción más desenfrenada. Si bien en la historia principal nos encontramos desde fases lineales y espectaculares, a otras más abiertas y que nos obligan a jugar con sigilo o a tiro limpio, a la hora de explorar Kyrat y de adentrarnos en sus toneladas de contenidos secundarios, la libertad es absoluta para jugar como queramos.
Utilizando tanto con la acción directa como con el sigilo las mecánicas de juego funcionan a la perfección, y se pasa con naturalidad de una circunstancia a otra. Muchas veces intentas tomar un campamento mediante la infiltración, intentando no ser descubierto, pero llegado a un punto te equivocas, te descubren y te ves inmerso en un brutal tiroteo. En los primeros pasos en Far Cry 4 parece que no hay apenas novedades si ya disfrutaste del anterior, con las mismas ejecuciones, tipos de explosivos y armas, tirar la piedra para distraer a los soldados, la cámara de foto para observar los alrededores y marcar a los enemigos, etcétera, pero poco a poco se van sumado nuevas posibilidades que hacen aún más compleja la jugabilidad.
Por ejemplo lo de lanzar cebos para atraer animales, que al principio puede parecer anecdótico, es súper útil y muy divertido. El ‘bestiario’ esta vez es inmenso, con elefantes, perros, abejas asesinas, tigres, águilas, leopardos, rinocerontes, osos, lobos, jabalís, etcétera, y siempre están dispuestos a participar en la ‘fiesta’. Motivo de alegría a veces, otras de frustración, los animales en Far Cry son casi siempre protagonistas de los momentos más divertidos del juego. Tenemos que cazarlos para mejorar la capacidad del inventario, y hay multitud de misiones de caza con restricciones en cuanto armamento que son la mar de entretenidas. Especialmente protagonistas y divertidos son los elefantes, sobre los que podemos montar y utilizar como un vehículo, embistiendo y lanzando por los aires tanto a los coches como a los enemigos.
Pero antes de poder hacer esto tendremos que desbloquear la habilidad adecuada, obteniendo puntos de experiencia que nos premian con puntos de habilidad. Hay dos árboles de habilidades, el del tigre, orientado a las acciones de sigilo, y el del elefante, relacionado con la acción, y lo interesante es que no solo hay que tener los puntos necesarios para adquirir una habilidad específica, sino además tenerla disponible para su compra, cumpliendo ciertos requisitos, lo que te obliga a "pasar por el aro" de las misiones secundarias, que son geniales.
Hay cientos de cosas que hacer en Kyrat y todas nos parecen divertidas, no hay contenidos secundarios tediosos o repetitivos. Puestos que hay que conquistar para desbloquear viajes rápidos, escalar los campanarios para desvelar toda la información de los alrededores, encargos y actividades como rescatar rehenes, misiones de caza, de escolta, desactivación de bombas, carreras, grabar experiencias extremas para un programa de televisión, lo "secundario" todavía es más completo y variado que en Far Cry 3.
Además se le añaden cosas interesantes, como que un puesto ya conquistado pueda ser atacado por el enemigo y tengamos que repeler su ataque, o un nuevo sistema de karma, teniendo que realizar buenas acciones ayudando a los lugareños para que estos luego nos echen una mano en las batallas en forma de guerrilleros, que podemos llamar al combate. Ahora tenemos ejecuciones motorizadas, pudiendo saltar a un vehículo en marcha y tomarlo, tenemos la útil conducción automática, que si activamos el coche se dirige solo al destino marcado y nos permite disparar con libertad, y hay un sistema de escalada perfecto para los nuevos escenarios montañosos y muy verticales, y que le añade un toque "plataformero" realmente bueno.
Son un sinfín de pequeños nuevos detalles que si bien por sí solos no parecen una revolución, si se suman a algo que ya era realmente bueno hacen que la fórmula no se resienta y sea todavía mucho mejor. El espectacular traje alado con el que podemos atravesar grandes distancias si nos lanzamos desde un lugar elevado, el divertido autogiro con el que recorrer Kyrat volando y disparando a la vez, las nuevas armas, que hacen que tengamos una enorme variedad con 60 distintas, que además podemos personalizar, Far Cry 4 es un juego completísimo, mire por donde se mire.
Como todo lo que hemos dicho hasta ahora son bondades, pues por pedir y criticar decir que el control de los vehículos en general podía estar más pulido, y cuando estos son controlados por los NPC o los enemigos tienen comportamientos un tanto irreales. La exploración por el mapa, escalando y saltando, podría ser un poco más libre, ya que siempre nos están marcando los puntos por los que podemos escalar con las manos o el equipo de montaña. La historia nos hubiera gustado que fuera más sorprendente, con algún giro realmente bueno, y los personajes secundarios, salvo unas pocas excepciones, no tienen demasiado carisma. De hecho hay algunas escenas cinemáticas bastante largas, con diálogos presuntamente "tarantinianos", que no son tan brillantes como pretenden y acaban resultando un tanto aburridas. Minucias ante un juego tan bueno en todos sus apartados, al que apenas le vemos defectos que afecten significativamente a la experiencia de juego.
En compañía todavía mejor
Si no nos cansamos de repetir que el mayor valor del juego es su enorme capacidad de diversión, imaginaros junto a un amigo. Far Cry 4 se puede jugar en cooperativo a través de internet casi al completo, excepto las misiones principales de la historia. Teniendo en cuenta la enorme cantidad de contenidos secundarios que tenemos, esto no es un problema, y de hecho hay un objetivo, asaltar unas fortalezas enormes y realmente difíciles, que si no es junto a un amigo, lo llevamos crudo.
Todo lo que es divertido y emocionante jugando solos, en compañía se multiplica, y nos hemos echado unas risas tremendas jugándolo en cooperativo, ya que con un colega no se te dejan de ocurrir malas ideas, y el juego apenas pone límites a estas. La gran mayoría de vehículos se pueden utilizar entre los dos, por ejemplo mientras uno conduce el otro dispara, y cuando uno cae en combate, el otro puede echarle una mano y resucitarle. Si ya habíais imagino cómo de divertido sería un juego de acción en mundo abierto como este jugado en compañía, aquí tenéis la respuesta.
Además del cooperativo, también tiene multijugador competitivo, muy poco promocionado por parte Ubisoft, y lo entendemos, porque quizá sea la parte más discreta del producto. Este consiste en batallas de cinco contra cinco en las que un bando son soldados armados hasta los dientes, que utilizan armas de fuego y pueden usar vehículos y torretas, y el otro bando son unos guerreros armados únicamente con un arco con flechas, que se hacen invisibles al agacharse y que pueden montarse en elefantes e invocar a distintos animales para que luchen a su favor. Un contraste interesante, con partidas a dos rondas en las que tenemos que interpretar por obligación ambos papeles.
Estos combates se desarrollan en mapas enormes, con grandes desplazamientos, y al poder usar vehículos, animales y trajes alados para desplazarse por el aire, se producen situaciones muy alocadas e interesantes. En vez de intentar hacer el enésimo Call of Duty han apostado por algo completamente distinto, que gustará más o menos (personalmente a nosotros no nos ha encandilado), pero que al menos tiene personalidad propia y es diferente.
Hay tres modos de juego, uno de conquistar diferentes zonas, otro en el que todos los jugadores luchan por conquistar una única posición y mantenerla el mayor tiempo posible, y una especie de captura la bandera, y además de los diez mapas disponibles desde el inicio, hay también un editor de niveles, por lo que cualquiera podrá crear sus propios mapas, una característica muy "pecera" que no estamos acostumbrados a ver en los juegos consola.
Un bello mundo por descubrir
Si a nadie se les escapó que Far Cry 3 le quedaba grande a Xbox 360 y PlayStation 3, con muchos defectos gráficos como la aparición repentina de elementos, carga tardía de texturas o problemas con la sincronización vertical -ese feo efecto que hace que la imagen se parta-, ahora jugarlo en PlayStation 4, que es la versión que hemos analizado, ha sido un placer, y todos estos defectos están prácticamente erradicados. La experiencia de juego es grata, fluida y estable, lo que permite disfrutar adecuadamente de un juego que es simplemente precioso.
A 1080p y 30fps, sin dejar de ser un juego intergeneracional realmente, que reutiliza el motor gráfico de Far Cry 3, el juego se ve fantástico ya que la soberbia dirección artística luce como debe gracias a su sólido apartado técnico. Apenas hay popping, aunque a veces si vemos cargar las texturas de algunos elementos, pero no resulta ni mucho menos tan molesto como en la anterior entrega en consolas. También podría tener un mejor antialiasing, que ocultará mejor los dientes de sierra, que son evidentes. Gráficamente no es nada que no hubiéramos visto hace dos años en la versión de PC de Far Cry 3, pero es que ya entonces ese juego fue muy espectacular en ordenador, y las nuevas consolas en este su primer año tampoco han demostrado todavía algo mucho mejor que esto.
La ambientación sonora es muy buena, los sonidos de las armas, los animales, las explosiones, todo suena como debe en un juego de acción, y cuenta con un correcto doblaje al castellano, en algunos personajes bastante bueno, en especial el divertido locutor de radio que nos acompaña en nuestros trayectos en coche. En la música nos encontramos desde simpáticos temas acordes con la ambientación India, a una elegante y un tanto atípica banda sonora compuesta por Cliff Martínez, el compositor de películas como Drive. Quien no se deja arrastrar por los tópicos propios de la ambientación y ofrece unos temas electrónicos muy interesantes, tanto para las escenas de acción más frenéticas como para la exploración.
Uno de los mejores juegos del año
Da gusto poder recomendar juegos de manera tan entusiasta, porque nos lo hemos pasado bomba cada minuto que lo hemos jugado para este análisis, y pensamos seguir jugándolo muchas horas más durante las próximas semanas. Sin el factor sorpresa de Far Cry 3, estamos ante una secuela de manual, un absoluto y rotundo más y mejor de lo mismo, que funciona a la perfección, y que pule, amplía y mejora lo que vimos hace dos años. Con una ambientación soberbia y un montón de armas, animales, habilidades y vehículos para utilizar en su desbordante y fascinante mundo abierto, no hay momento para el aburrimiento en Far Cry 4, un sandbox superlativo, imprescindible para cualquier amante de los juegos de acción en primera persona.