Análisis de Everybody's Golf (PS4, PS2, Android, PS3, iPhone)
El golf es para todo el mundo. Incluso si crees que no es para ti, una buena saga deportiva te puede hacer cambiar de opinión. No es difícil conocer aficionados a Virtua Tennis o Top Spin incapaces de aguantar un partido real de tenis sin morir de aburrimiento, y lo mismo sucede con Everybody's Golf, una veterana serie –este año cumple su 20º aniversario- que gusta a seguidores del deporte y a completos novatos que no saben ni las reglas básicas. Ahí está el mérito de Clap Hanz, desarrolladores de la saga desde su segundo título, que ha sobrevivido con este género minoritario durante generaciones, en consolas domésticas y portátiles.
El nuevo Everybody’s Golf parece un tímido intento de reiniciar la marca, no tanto en su jugabilidad, que en lo esencial tampoco hace cambios muy drásticos, sino por asentar un nombre común. Como os comentamos en nuestras impresiones de la beta, esta vez se cae el título Hot Shots Golf habitual en Estados Unidos y también la numeración. Simplemente Everybody’s Golf o New Minna no Golf en Japón. Japan Studio ha explicado que en una época tan global era un problema de cara a la promoción dar tantos nombres diferentes a un mismo juego.
Una vez más, Clap Hanz apuesta por una mecánica divertida y en apariencia simple que ayuda a entrar poco a poco en su complejidad. La interfaz muestra una barra en la parte inferior, y con un toque se inicia el desplazamiento que mide la fuerza –la distancia a la que llegará nuestro tiro-. Si el hoyo está relativamente cerca, un indicador señalará la energía necesaria para no quedar corto o pasar de largo. Después de este cálculo, la segunda pulsación debe realizarse justo en el punto de inicio; un poco antes aparecerá el icono de una liebre –deprisa-, un poco después la tortuga –lento-, desviando el tiro de su trayectoria.
Con esta base y otros muchos datos a tener en cuenta –desnivel, dirección y fuerza del viento, tipo de terreno, nuestro propio nivel de precisión con el palo- seremos capaces de conseguir buenos golpes, siempre y cuando un error no nos lleve a golpear ramas o tirar la pelota en un lago. Cualquier usuario conseguirá acercarse al par del hoyo en sus primeros intentos y empezar a asimilar la terminología del golf: las trampas de arena –búnker-, los bogey, el eagle –dos golpes menos que el par-… No importa que todo esto te sea desconocido en tu toma de contacto, la práctica es la mejor maestra y la curva de aprendizaje cómoda.
Este apartado es bastante similar a anteriores Everybody’s Golf, lo que cambia un poco es la manera de representarlo y de dar más contenido a lo que no es estrictamente el golf. El equipo ha destacado sus elementos de mundo abierto, aunque hay que matizar que es el concepto, pues no se trata de un enorme mundo con todos los campos interconectados físicamente; hay pantallas de carga entre escenarios que de hecho son un poco pesadas si saltas entre una zona a otra a menudo.
Lo que sí es cierto es que cada campo es ahora un pequeño mundo virtual en el que conocer a otros usuarios, explorar libremente el escenario o participar en minijuegos –pesca, exploración con coches, test de preguntas-. A diferencia de otros títulos de la saga, que lo más parecido que tenían a esto eran los lobbies online, ahora podrías pasar horas en un mismo campo haciendo lo que desees a tu ritmo, acercarte a un hoyo y practicar, comenzar un recorrido de nueve hoyos –o más-, encontrar monedas y regalos en la exploración, incluso olvidar el golf durante un rato. Una especie de MMO en miniatura que también puede recordar al extinto Home de PS3.
El otro aspecto importante se trata de la mejor integración con las funciones online. Hay clasificaciones diarias para poner a prueba nuestros logros frente a la comunidad –sin división de regiones-, y tenemos el modo disputa territorial que pudimos disfrutar en la beta: divide a los usuarios en dos equipos con la intención de recorrer el campo y jugar hoyos, sumando puntos para el grupo –exige precisión y rapidez-. Este es el modo que mejor explota la nueva libertad de movimientos. En definitiva, casi todo está ligado a algún tablón de récords, y aunque no encajes en el perfil de jugador competitivo, al menos te será útil para calcular tu rendimiento.
Es recomendable disponer de conexión para sacar todo el jugo, pero no es imprescindible. Everybody’s Golf todavía ofrece torneos para un jugador con dificultad creciente, reglas especiales, y acumulando suficiente experiencia nos enfrentaremos a un rival concreto –tres por cada nivel, más otros secretos al cumplir unas condiciones-. Son duelos muy emocionantes porque los oponentes juegan razonablemente bien –casi siempre en el par-, y la victoria nos recompensa también con su vestimenta, por si queremos copiar el aspecto a este personaje. Los primeros torneos offline se pueden considerar el tutorial del juego, así que es recomendable empezar por aquí.
Precisamente el desbloqueo es uno de los incentivos más importantes para jugar de manera continua. El completo editor de personajes dispone de múltiples ropas y accesorios para conseguir en recompensas o comprar con el dinero conseguido –la tienda tiene productos en rotación-, además de la obtención de experiencia que mejora el perfil que más explotamos: consigue un récord en distancia recorrida con un palo determinado y mejorarás este apartado, demuestra buena precisión y pulirás este aspecto. Te dediques exclusivamente a torneos en solitario o a buscar la gloria en tablones mundiales, siempre hay sensación de progreso y jugarás mejor: porque te conoces los trucos y porque tus herramientas son superiores.
¿Quieres montar un torneo local? En el menú inicial encontramos la opción de competir con amigos, hasta tres más y utilizando el mismo pad si es necesario. Si la cifra de jugadores es baja, también puedes configurar la inteligencia artificial para que ocupe puestos y sea un campeonato más reñido.
Aunque no se trata de una entrega tan rompedora de Everybody’s Golf como se podría pensar, la verdad es que los cambios –minijuegos, campos abiertos- son más que suficientes para un juego de golf. A nadie se le ocurre pedir a FIFA que reinvente su fórmula, los títulos deportivos deben evolucionar dentro de unos límites. Y Everybody’s Golf es divertido, hasta se permite algunas licencias para ayudar a los principiantes, como hoyos grandes e incluso con tornados que atraen las bolas cercanas. No recomendamos sin embargo el ajuste de impacto automático, pues reduce una de las pulsaciones a costa de dejar la precisión a la suerte.
Por supuesto, hay margen para mejorar algunos apartados. En cuanto al contenido, quizás colocar demasiado tras la barrera del progreso desesperará a los más impacientes. Tenemos cinco localizaciones –con sus versiones espejo- y dos más para adquirir en descarga, pero sólo una estará accesible al inicio. Lo mismo pasa con los minijuegos –no desbloquearás el coche aproximadamente hasta las diez primeras horas- y para entonces todavía estarás aprendiendo habilidades para refinar el tiro. Es decir, se tarda tiempo en ver y descubrir todo lo que ofrece Everybody’s Golf, lo cual tiene ventajas e inconvenientes. Desde luego no es una compra para dejar abandonada a los dos días.
Con su salto a la actual generación luce bien pero hay pequeños flecos que afean un poco la impresión general, el más notorio la falta de un buen antialiasing. Teniendo en cuenta que por el tipo de juego vamos a prestar mucha atención al horizonte y que en la consola disponemos de producciones bastante más espectaculares, parece evidente que Clap Hanz no ha exprimido todo el potencial gráfico. Tampoco es que la serie haya destacado nunca por su tecnología ni que sea una cuestión realmente importante en este caso.
Los usuarios de PS4 Pro pueden elegir entre modo 4K, 60 imágenes por segundo –sufre algún bajón en zonas concurridas, si bien aguanta bien la mayor parte del tiempo- o el estándar que sería el equivalente a una PS4 original, a 30 imágenes por segundo. Los personajes son de aspecto cartoon pero el completo editor permite ir desde el estilo más deformed a otro de proporciones más realistas; de Mii a los avatares de Xbox, por poner un ejemplo. Los paisajes son correctos, con variantes de iluminación según la hora y el clima, aunque no es dinámico.
Incluye voces en español –se limita a frases cortas- y los efectos de ambiente son lo más destacable del sonido. Hay unos cuantos temas musicales para la exploración y los partidos, pero pronto dejarás de prestarles atención; son un acompañamiento que rara vez cobra protagonismo.
Conclusiones
Mucho nos tememos que este Everybody’s Golf pasará inadvertido para el gran público, en parte por lanzarse en un verano con más movimiento del habitual. Una lástima porque es la versión con mejor inmersión de la saga –por la exploración y su comunidad virtual-, con centenares de objetos de personalización para desbloquear, multitud de torneos y emocionantes partidas online. No tiene intención de revolucionar la serie, y no lo hace, pero los aficionados al golf no pueden dejar pasar este juego tan adictivo ahora como en 1997.
Hemos realizado este análisis con una descarga que nos ha proporcionado Sony.