Análisis Earth Defense Force: Iron Rain, nueva invasión alienígena (PS4, PC)
Apenas hace unos meses –en diciembre de 2018- llegaba a las PlayStation 4 occidentales Earth Defense Force 5, y ahora D3 Publisher vuelve a la carga con Earth Defense Force: Iron Rain. Misma premisa de siempre, pero con algunas novedades entre las que destaca el cambio de desarrolladora -Yuke’s en lugar de Sandlot-, y una inspiración en Earth Defense Force: Insect Armageddon con la intención de ampliar su base de seguidores fuera de Japón. Probablemente por eso hay que destacar una buena noticia: nos llega con textos traducidos al español –y con voces en inglés y japonés-.
Pese a que se ha declarado en alguna ocasión el deseo de buscar un "tono más serio" con la eliminación del humor más absurdo y gratuito, hay que poner este comentario con perspectiva, porque Iron Rain va de eliminar insectos gigantes y otras criaturas inverosímiles, y en ningún momento busca plantear un drama serio, aunque por supuesto siempre tengamos la extinción de la humanidad de fondo.
¡Ay mi madre el bicho!
Iron Rain comienza con el asalto a una enorme nave enemiga, una Hivecraft. La batalla parece perdida para los humanos, que se ayudan de una tecnología de exoesqueletos que permite algunas habilidades especiales. Por suerte, un soldado no muy destacado –nosotros- logra derribar la nave en el último momento, algo que da una pequeña victoria a la EDF, aunque fuese con un coste enorme.
Siete años han pasado con nuestro protagonista en coma –hombre o mujer, es editable a un nivel bastante básico, pero más que en anteriores juegos-. Pero cuando despierta la situación del planeta no es muy diferente en 2040 y los nidos de insectos siguen reproduciendo criaturas que amenazan a la población. Ha llegado el momento de volver a la acción, contra insectos y una facción renegada de la EDF.
El musou de los shooters
El argumento puede que esta vez sea un poco más interesante, pero no deja de inspirarse en las películas kaiju y rápidamente pasará a un segundo plano. EDF es una saga que engancha por su jugabilidad arcade, la acción sin freno y las opciones cooperativas.
Por supuesto, Iron Rain consiste en superar decenas de misiones que suelen tratar el ataque a un objetivo concreto o la eliminación de todos los enemigos de la zona. Es un shooter frenético donde lo que importa es barrer las oleadas de hormigas, escarabajos y demás bestias, por lo tanto el núcleo jugable no ha variado con el cambio de desarrolladora o estética más occidental. Hay menos misiones que de costumbre –unas 50- pero son tan variadas como siempre, no hay mucha queja en este sentido.
En Iron Rain podremos personalizar a nuestro soldado en aspecto físico, multitud de armas principales y secundarias, aunque uno de los aspectos principales pasa por elegir la clase de soldado que queremos ser. Según eso el perfil nos equipamos con el PA Gear, unos exoesqueletos que proporcionan habilidades sobrehumanas que funcionan con gemas de energía extraídas de los Agresores, los enemigos alienígenas. Cada clase tiene sus propias técnicas y es interesante cambiar de vez en cuando, especialmente en las misiones que más problemas nos dan.
Las tropas generales están listas para el combate en tierra y disponen de un movimiento evasivo que resulta útil para alejarse o esquivar las oleadas enemigas, son los más sencillos de controlar y se adaptan bien a casi cualquier situación. Los Jet Lifters sobrevuelan el terreno y atacan desde una posición elevada, lejos de los lentos insectos terrestres, aunque su armadura es ligera y por tanto resisten menos ataques que sus compañeros.
El Heavy Striker está orientado al combate contra enemigos potentes gracias a que lleva dos armas y protección avanzada, pero tarda tiempo en recargar su energía; no siempre son efectivos contra ataques físicos y las oleadas de insectos más abundantes. El Prowl Rider es la clase más original –y en general, lo más novedoso del juego-, ya que puede desplazarse con movilidad por el escenario gracias a su garfio, pero además, controlar a los alienígenas y utilizar sus ataques contra ellos mismos. Según el diseño del entorno a veces el control de los insectos es un poco duro, pero bien merece dar una oportunidad a esta clase cuando dominemos el juego.
A lo largo del mapa también encontraremos vehículos de desplazamiento útiles para los mapas más abiertos y grandes, o aquellos tanques, naves y mechas con gran poder ofensivo que ayudan a equilibrar un poco la balanza contra las criaturas más grandes y resistentes.
Hay otra diferencia que destacar de Iron Rain respecto a otros EDF. Las armas ya no están bloqueadas a un tipo específico de clase –tampoco se van encontrando por el campo de batalla-, y se adquieren antes de la misión con un gasto que puede requerir uno o varios recursos –moneda y/o gemas de colores-. Hace el progreso más cómodo, menos aleatorio, y permite configurar mejor nuestra clase preferida con el tipo de arma que más nos gusta, lo cual nos ha parecido un gran acierto. También encontraremos alguna otra novedad, como la recarga rápida inspirada en Gears of War –pulsar el botón en el momento justo-.
Multijugador
Además del cooperativo local para dos jugadores también podemos disfrutar de online para seis unidades –dos más de las habituales-, lo cual dispara la diversión en un juego diseñado para pasar un buen rato con el caos de la batalla. Siempre suele dar mejor resultado jugar con amigos que apoyarse en la inteligencia artificial.
El otro modo es competitivo y enfrenta a dos equipos de cuatro jugadores, donde los bandos luchan por eliminar monstruos y acumular más gemas de energía. Es difícil encontrar partidas en los primeros días del lanzamiento, pero en cualquier caso no es una opción que Earth Defense Force necesite o su público demande. Probablemente quede vacío en los próximos meses.
Mejores gráficos
No es que Iron Rain sorprenda precisamente por sus gráficos, pero hay que admitir que Earth Defense Force ha avanzado en el aspecto visual gracias a la tecnología de Unreal Engine. Si en los últimos años hemos bromeado con unos gráficos de la generación 128 bits, ahora al menos son más similares al estándar de la generación pasada.
Con el cambio de desarrolladora se han rehecho las criaturas, texturas y escenarios, hay mejor iluminación, destrucción más detallada o desenfoque de movimiento –que se puede desactivar- lo que significa que seguirás luchando contra hormigas que escupen ácido en ciudades de cartón piedra o desiertos un poco pobres –ahora el juego se inspira en localizaciones norteamericanas, no japonesas-, pero la impresión es más positiva que en último juego lanzado hace escasos meses, y eso es algo que se ve desde el primer minuto.
La mayor parte del tiempo el juego mantiene la tasa de imágenes por segundo estable, aunque tiende a caer con muchos enemigos en pantalla y en el modo a pantalla partida el rendimiento no es del todo cómodo; no obstante, se agradece que no se pierda la posibilidad de jugar así, porque no son muchos los lanzamientos actuales para jugar en compañía.
Conclusiones
Earth Defense Force: Iron Rain trae una nueva clase, cambios en el sistema de progreso, personalización o el motor gráfico, y la mayoría son positivos, aunque para bien o para mal no se trata de un capítulo rompedor sino un pequeño paso por actualizar la fórmula EDF que prácticamente ha tocado techo y no se puede exprimir más.
Los fans de toda la vida disfrutarán mucho de un spin-off que está más pulido que la mayoría de entregas principales, mientras que los detractores difícilmente verán motivos para cambiar de opinión. Arrastra ciertos defectos inherentes a EDF, como algunos picos de dificultad un tanto exagerados, una jugabilidad que tiende a hacerse muy repetitiva –sobre todo jugando en solitario- y que sigue basando gran parte de su atractivo en derrochar cutrerío sin vergüenza. Al igual que el cine de monstruos y bajo presupuesto en el que se inspira, no todos sabrán entender la magia de Iron Rain.
Hemos realizado este análisis en su versión PS4 Pro con una copia que ha proporcionado Ico Partners.