Análisis de BlazBlue: Cross Tag Battle (PS4, Xbox One, Xbox Series X/S, PC, Switch)
BlazBlue cumple su décimo aniversario este año y Arc System Works ha decidido celebrar este acontecimiento con un peculiar spin-off en el que los héroes y villanos de esta genial saga de juegos de lucha puedan verse las caras contra los protagonistas de Persona 4 Arena, Under Night In-Birth y RWBY, dando como resultado un crossover muy accesible y divertido.
Choque de universos
Como suele ocurrir en este tipo de títulos, esta vez estamos ante un juego de lucha 2D por parejas, por lo que tendremos que seleccionar a dos personajes para enfrentarnos a otro equipo de luchadores.
Considerando que tres de las licencias incluidas provienen de títulos de lucha de Arc System Works, resultaría fácil pensar que cada uno de sus personajes se fuese a controlar igual o de forma muy parecida a cómo lo hacíamos en sus respectivos juegos, pero nada más lejos de la realidad.
Para la ocasión, el estudio de desarrollo ha optado por rehacerlo todo para unificar tanto el esquema de control como las mecánicas.
De hecho, esta vez estamos ante un producto infinitas veces más accesible y sencillo que cualquier entrega de BlazBlue, simplificando enormemente la complejidad de los comandos a introducir (casi todo son cuartos de luna más algún botón), incluyendo una buena cantidad de combos automáticos y reduciendo los botones principales de ataque de cuatro a dos.
De esta manera, tenemos un ataque flojo y otro fuerte para combinar de distintas formas, a lo que hay que sumarle un tercer botón para ejecutar las versiones potenciadas de nuestras técnicas y una combinación de golpes en equipo. Gracias a estos cambios, empezar a jugar con cualquier luchador es una tarea relativamente sencilla, ya que la base de todos ellos es muy parecida, aunque si queremos profundizar no tardaremos en descubrir que la jugabilidad nos da mucha más libertad de la que inicialmente podría parecer para dar rienda suelta a nuestra imaginación y crear todo tipo de complejos combos manuales.
Esto último se debe principalmente al hecho de que aquí luchamos en pareja, pudiendo cambiar de personaje en cualquier momento con tan solo pulsar un botón. Como en otros lanzamientos similares, podremos llamar a nuestro compañero para que realice un ataque, aunque lo interesante es que en este caso concreto dispondremos de tres movimientos distintos para realizar de esta forma, lo que nos da mucha versatilidad a la hora de batallar y alargar nuestras combinaciones de golpes con total naturalidad, al mismo tiempo que nos permite adaptarnos mejor a cada situación. Es más, podremos hacerlos incluso durante nuestros ataques definitivos.
Un detalle muy interesante es que estos ataques de apoyo gastan parte de un medidor independiente del que necesitaremos para poner en práctica nuestras técnicas especiales, y dicha energía también puede ser utilizada para llamar a nuestro aliado y que interrumpa el combo del rival cuando consigue engancharnos, obligándonos así a gestionar nuestras acciones en función de si queremos (o necesitamos) priorizar la defensa o el ataque, dándole al sistema de combate un toque táctico muy satisfactorio que ayuda a elevar la tensión de los enfrentamientos.
Además, el juego nos invita que le demos uso de forma continuada a nuestros movimientos de equipo, ya que cuando nos quedamos con un único personaje podremos activar el "Resonance Blaze", un modo especial que nos hace más fuertes, regenera automáticamente nuestra barra de especial, cura de forma gradual la porción roja de nuestra barra de vida, nos da nuevas posibilidades para realizar cancels (permitiendo combos que de otra manera no serían posibles) y nos deja efectuar nuestro "Astral Finish", un movimiento que si lo acertamos nos dará la victoria de forma automática.
Como podréis suponer, esto tiene una duración limitada y solo puede utilizarse una vez por combate, aunque sus efectos aumentan cuantos más movimientos de equipo hubiésemos realizado previamente.
Por supuesto, cambiar a nuestro héroe activo con cierta frecuencia es también algo muy importante, ya que los combos son muy dañinos y pueden bajarnos con suma facilidad más de la mitad de la vida si no tenemos cuidado, lo que nos obligará a mandarlos al banquillo para que puedan regenerar la porción roja de su barra de vida.
Como veis, todo esto da como resultado un sistema de combate capaz de contentar tanto a novatos como a expertos del género, ya que bajo su aparente sencillez inicial se esconden muchísimas capas de profundidad que hacen de cada enfrentamiento una experiencia distintas, tensa, frenética y muy divertida.
Una plantilla con demasiados personajes descargables
Si bien a nivel jugable no tenemos casi nada que objetar, las cosas cambian cuando nos centramos en sus contenidos, empezando por la propia plantilla de personajes y el modelo de negocio que se ha seguido con ella.
El título nos llega con 20 luchadores en el disco y con otros 20 descargables, algo que han intentado justificar lanzando el juego a precio reducido (39,99 euros), mientras que si queremos el pack completo nos saldrá por 54,99 euros. Para intentar aplacar las posibles quejas, cinco de ellos se podrán conseguir de forma gratuita, aunque actualmente se está realizando en Europa una gestión pésima de estos contenidos.
Actualmente, en PS4 (la versión a la que hemos tenido acceso) solo podemos hacernos con Blake de forma gratuita, mientras que Yang seguirá el mismo camino a partir del 27 de junio. Ambas podrán descargarse gratis de forma indefinida, aunque extrañamente ya podemos jugar con Yang si tenemos el Pase de Temporada.
Por otra parte, el pack que incluye a Kanji, Platinum y Orie debería de haber sido gratuito durante las dos primeras semanas desde su lanzamiento (el cual tuvo lugar el pasado 22 de junio), pero por diversos problemas siguen siendo de pago. PQube ha prometido solucionar esta situación y ofrecer a estos tres personajes de forma gratuita durante dos semanas, aunque no ha podido dar ninguna fecha concreta, así que nos tocará estar pendientes si no queremos el Pase de Temporada.
Como veis, la estrategia comercial está trayendo más inconvenientes que otra cosa, además de dar una mala imagen del producto al obligarnos a descargar y a pagar a la mitad de la plantilla, especialmente cuando los 20 iniciales se nos quedan un poco cortos: no todas las series están igual de bien representadas y faltan muchos luchadores básicos y muy queridos.
Al menos, todos ellos están perfectamente diferenciados y tenemos una gran variedad de estilos de juego y posibles combinaciones como para el título nos ofrezca mucha diversión sin necesidad de pagar ningún extra, aunque seguro que acabáis echando en falta a más de uno y de dos combatientes.
Escasez de modos
Cross Tag Battle tampoco destaca por su oferta de modos de juego para un jugador, con un anodino y facilísimo Modo Historia dividido en cuatro capítulos (uno por cada licencia incluida) en el que tendremos que librar una serie de sencillos combates con mucho texto entre medias. Como podréis suponer, el guion no deja de ser una mera excusa para juntar a todos estos héroes y ponerlos a combatir entre sí, por lo que casi todo su atractivo queda relegado en ver cómo interactúan los personajes de diferentes universos en todo un ejercicio de puro fan service.
Por algún motivo no se ha incluido un Modo Arcade tradicional, por lo que una vez finalicemos la historia solo nos quedará jugar combates libres en el Modo Versus, aprender las bases en el Modo Misión, donde nos enseñarán a jugar y nos retarán a replicar una serie de combos con cada luchador, e intentar superarnos a nosotros mismos batallando en el Modo Supervivencia y entrenando en el modo Entrenamiento.
Así pues, será en el Modo Online donde acabaremos invirtiendo casi todas nuestras horas de juego, ya sea librando duelos amistosos o compitiendo para subir puestos en los marcadores con las partidas igualadas. Por lo que hemos podido probar, tanto el sistema de emparejamientos como el código de red funcionan lo suficientemente bien como para encontrar rivales rápidamente y que el lag no nos moleste demasiado a la hora de combatir.
Espectáculo en sprites
A nivel gráfico pocas pegas podemos ponerle, ya que los sprites de los personajes son simplemente espectaculares, así como sus animaciones y los efectos de sus técnicas. Si bien se podría alegar cierto reciclaje, también es cierto que cuentan con nuevos movimientos y la gran mayoría han sido redibujados, por lo que lucen más espectaculares que en cualquiera de sus juegos previos (a excepción de las chicas de RWBY, claro, que provienen de una serie de animación y es la primera vez que podemos jugar con ellas con este estilo visual). Los escenarios, por su parte, combinan con grandes resultados elementos poligonales y en 2D. El rendimiento huelga decir que es impecable.
La banda sonora sigue la misma línea, reuniendo multitud de temas icónicos de cada serie y añadiendo tanto versiones originales como remezclas. Los efectos son igual de buenos y el doblaje nos permite seleccionar entre inglés y japonés de forma individual para cada personaje, todo un detallazo. Conviene señalar que actualmente solo contamos con textos en la lengua de Shakespeare, aunque hay prevista una actualización que incluya el español como idioma. Por desgracia, dicho parche no tiene fecha confirmada, más allá de que se espera que llegue en julio.
Conclusiones
Aunque algo escaso en cuanto a modalidades para un jugador y con una política de contenidos descargables un tanto cuestionable, BlazBlue: Cross Tag Battle se destapa como otro juegazo de lucha de Arc System Works, simplificando las bases para hacerlas más accesibles que nunca pero sin olvidarse de ser, ante todo, un título muy técnico, profundo y repleto de posibilidades. Si os gustan las series que aparecen representadas o simplemente os apasiona el género, aquí tenéis una opción de compra muy recomendable con la que batallar sin descanso este verano.
Hemos realizado este análisis gracias a un código de descarga para PS4 que nos ha facilitado Meridiem Games.