Análisis Assassin's Creed 3 Remastered, flojo y mal envejecido retorno (PS4, Xbox One, PC, Switch)
Una de las cosas que más se recordará de esta generación de consolas es la enorme cantidad de remasterizaciones que hemos recibido, en parte por culpa de la ausencia de retrocompatibilidad de Xbox One y PS4 -al menos solo inicial en el caso de la consola de Microsoft-. Porque recuperar un juego de hace 15 o 20 años y darle buen un lavado de cara tiene sentido, diríamos incluso que es casi necesario, pero ha habido multitud de remaster como poco discutibles, tanto por su cercanía en el tiempo con el lanzamiento original como por la calidad intrínseca del juego, remasterizaciones de esas que "nadie había pedido".
Ese sería un poco el caso de Assassin's Creed III Remastered, una de las entregas más polémicas de la saga que vuelve como un valioso contenido del completo Pase de temporada de Assassin's Creed Odyssey, pero que también se vende por separado, tanto en digital como en físico, por 40 euros. Un trabajo de remasterización llevado a cabo por Ubisoft Barcelona, en el que se nota que se han esforzado, con cambios tanto visuales como jugables, más de lo habituales en este tipo de actualizaciones, pero cuyo resultado está generando mucha controversia, como ahora explicaremos.
Assassin's Creed III, contigo empezó todo
Para muchos, con Assassin's Creed III comenzó el declive de la popular saga de Ubisoft, aunque realmente ya un año antes, en 2011, Assassin's Creed Revelations mostraba claros síntomas de agotamiento en la fórmula. Esta tercera entrega suponía un gran cambio, dando el salto al continente americano para sumergirnos en la apasionante guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Estamos ante un claro ejemplo de cómo la ambición excesiva se puede volver en contra de un juego, al querer hacer muchas cosas pero no hacer ninguna de ellas de manera demasiado brillante.
Una aventura de acción y sigilo en la que ni el combate -la acción- ni los movimientos de infiltración -el sigilo- son demasiado satisfactorios, y tampoco destaca en el diseño de misiones.
Esto unido a un inicio de la aventura demasiado lento y plagado de tutoriales, en el que tardábamos un buen puñado de horas en controlar al verdadero y poco carismático protagonista, Connor Kenway, una historia con un enorme potencial pero muy mal contada, unas batallas navales que todavía no demostraron todo su potencial, y ciertas mecánicas de gestión económica mal implementadas, hicieron de este Assassin's Creed uno de los más criticados por los fans.
Como con casi cualquier juego, con el paso del tiempo también han surgido multitud de jugadores que lo reivindican y defienden, destacando sus virtudes y lo injusto que se ha sido con él, excesivamente vilipendiado. En cualquier caso, como todas las entregas de la saga, incluso las más flojas, Assassin's Creed III es un juego bastante disfrutable si te gustan este tipo de aventuras, entretenido de principio a fin y con una gran ambientación, algo en lo que siempre destaca esta saga.
Además de la aventura original, y del hecho de que han prescindido del modo multijugador que no creemos que nadie vaya a echar en falta, Assassin's Creed III Remastered incluye todos los contenidos descargables: las Misiones de Benedict Arnold, Secretos Ocultos y La Tiranía del Rey Washington, este último especialmente elaborado, de los DLC más trabajados que se lanzaron para las antiguas entregas de la saga. Y esto no es todo, ya que también se incluye Assassin's Creed Liberation HD, la versión remasterizada del juego que se lanzó originalmente en PS Vita en 2012, y que llegó en 2014 a Xbox 360, PlayStation 3 y PC, un título un tanto mediocre, pero que hace de este recopilatorio la edición definitiva de Assassin's Creed III.
También nos han llamado la atención una serie de extras en el menú principal, como bocetos, tráilers y documentales, aunque estos no están traducidos. Especialmente curioso es el vídeo del prototipo de Assassin's Creed III, un material que se utilizó en su día de manera interna para vender el concepto del juego. Además, se han incluido nuevos trajes, que nos permiten vestir a Connor como Bayek o Alexios, aunque hay que desbloquearlos en la tienda Uplay.
Interesantes cambios jugables
Evidentemente, a Assassin's Creed III el paso del tiempo no le ha sentado demasiado bien, sus carencias jugables seis años después se ven remarcadas, especialmente después de Origins y Odyssey, que han revolucionado la saga, pero para esta remasterización se han hecho algunos ajustes jugables para mejorar las cosas en la medida de lo posible. Algo digno de alabar, ya que no es habitual en este tipo de trabajos, que se suelen limitar a actualizar los gráficos y poco más.
Una de las cosas que sorprenden al volver a un Assassin's Creed de los antiguos es encontrar que no hay ninguna acción para caminar agachado o en modo sigilo, lo que resulta bastante extraño teniendo en cuenta que la infiltración siempre ha sido una de las señas de identidad de la saga. Para mejorar esta parte del juego, se ha incluido la posibilidad de esconderse tras arbustos y poder silbar para atraer a los enemigos y ejecutarlos (una mecánica que incorporó la entrega del año siguiente, Assassin's Creed IV: Black Flag), además de poder realizar ejecuciones dobles en todo tipo de circunstancias, algo que originalmente solo se podía hacer en carrera. De esta manera la infiltración mejora un poco, aunque siga sin ser sobresaliente.
También se ha mejorado el sistema económico, una parte muy engorrosa del original, ahora mejor organizado y con beneficios añadidos, como la posibilidad de fabricar armas adicionales, pudiendo utilizar los materiales que conseguimos al cazar animales para crear nuevo equipo. Además, se han realizado cambios en la interfaz de usuario, con un minimapa que muestra sus elementos de manera más clara, incluso indicándonos la dirección hacia la que miran los enemigos, algo que ayuda al sigilo.
Hay otros pequeños retoques, como que ahora siempre llevemos la hoja oculta equipada por defecto, no vayamos a ejecutar a un enemigo por la espalda y sin querer usemos otro tipo de arma, algo que ocurría anteriormente, y que ahora podemos apuntar libremente con todas las armas de fuego y arco, algo que antes estaba limitado a cierto tipo armas como los rifles.
Como veis, no son mejoras radicales ni cambios muy importantes, pero ayudan a hacer la experiencia jugable más agradable, y se agradece que se hayan tomado el esfuerzo. Otras partes como el parkour y la movilidad no se han retocado, pero funciona razonablemente bien, y donde sí podían haber metido mano quizás es en la parte del barco, que introdujeron en esta entrega de manera muy rudimentaria, demostrando todo su potencia al año siguiente en Black Flag.
Polémicas mejoras visuales
En las mejores gráficos tenemos los habituales aumentos de resolución (1080p en PS4, 1530p en PS4 Pro, 900p en Xbox One, 1800p en Xbox One X), y una mejora en el framerate respecto a las versiones de Xbox 360 y PS3, a las que les costaba mucho mantener los 30fps, ahora mucho más estables. Eso sí, se podría criticar que no hayan intentado buscar los 60fps al menos en los modelos mejorados de PS4 y One, pero es que ni siquiera mantiene los 30fps totalmente estables en todas las versiones, con algunas caídas puntuales, bastante graves en la One original.
Se han añadido texturas de mayor resolución y mayor detalle, por ejemplo en los suelos, se ha añadido mayor vegetación, retocado los modelados y sobre todo se ha añadido un nuevo sistema de iluminación, que cambia el aspecto del juego por completo. La mayor parte del tiempo para bien, en la acción y la exploración la iluminación más sofisticada y los colores más vivos hacen los escenarios se vean muy bonitos a veces, incluso en pleno 2019, pero esta nueva iluminación se ha cobrado un precio bastante caro en las caras de los personajes, simplemente horribles.
Esto es algo que está generando mucho controversia, y no es para menos, ya que se nota que las caras se hicieron teniendo en cuenta las limitaciones del hardware de la época, con unos sombreados muy determinados que les daban el detalle y la expresividad que no consiguieron con los polígonos o el motion capture, y ahora al llenar el juego de luz y saturar los colores han hecho un auténtico estropicio, todo un ‘Ecce homo’ videojueguil.
Aquí podemos entrar en un interesante debate que ya ha ocurrido en el mundo del cine, y es cómo una remasterización o restauración, pese a sus buenas intenciones, se puede cargar la visión artística de una obra, teniendo aquí un claro ejemplo de ello. Estamos seguros que a los artistas que trabajaron en Assassin's Creed III no les habrá gustado un pelo lo que han hecho con su juego, cómo unos "´técnicos" han pasado por encima de su trabajo pervirtiendo la visión artística original.
Este es el precio a pagar por la nueva iluminación, que como decimos hace que el juego en líneas generales sea más vistoso, aunque incluso esto es discutible, ya que posiblemente lo que querían transmitir sus creadores era un ambiente bélico más gris y pesimista, y menos colorido y cálido como en este remaster. Casos como este deberían de servir de toque de atención a la hora de retocar juegos antiguos, y abre el interesante debate de si se debería tener más respeto por la obra a restaurar, y no cambiar tan alegremente con "mejoras" la visión de sus creadores originales.
En el sonido se mantiene el doblaje en castellano habitual de los Assassin's Creed, meritorio pero con muchos con altibajos, y la gran banda sonora de Lorne Balfe, con uno de los mejores temas principales de toda la saga. En este apartado tenemos que decir que nos hemos encontrado algunos bugs de sonido un tanto extraños, que no sabemos si con culpa del Remastered o del juego original, que estaba repleto de problemas técnicos; seguramente haya de ambos tipos, porque hemos visto salir a nuestro personajes volando por el cielo un par de veces como en el juego de 2012.
Una remasterización innecesaria
Este remaster ha servido para reabrir el debate de la calidad de Assassin's Creed III, un juego que si ya disfrutaste en su día dudamos mucho que te vaya a apetecer volver, pero que puede ser una buena oportunidad para los que estén completando la saga y tengan esta entrega pendiente, y así ver de primera mano cuáles eran sus virtudes y lo que no terminaba de funcionar del todo.
Con todos los DLC y el extra de Liberation, es un pack bastante completo, y además se han retocado detallitos de la jugabilidad que se agradecen, y se le ha dado un importante lavado de cara, como ya hemos explicado para bien y para mal. Como un extra del Pase de temporada de Assassin's Creed Odyssey nos parece un buen "regalo", como juego de 40 euros nos parece un poquito caro y difícilmente recomendable, no tanto por la cantidad de contenidos y el trabajo de remasterización, que también, sino más bien por el propio juego, habiendo multitud de opciones mejores hoy en día, a no ser que seas especialmente fan de esta entrega o ambientación y te apetezca rememorarla.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One X descargando el juego con el Pase de temporada de Assassin's Creed Odyssey que nos proporcionó Ubisoft.