Análisis de Anomaly 2 (PS4)
El año pasado año 11 Bit Studios lanzó en ordenadores la secuela de Anomaly: Warzone Earth, un juego de estrategia en tiempo real con un interesante giro al subgénero de la defensa de torres que ponía del revés los conceptos básicos. Si en otros tower defense somos normalmente quienes protegemos un punto de mapeado colocando torretas y defensas más o menos estáticas que atacan a las hordas enemigas cuando entran en su radio de acción, en Anomaly somos nosotros las unidades móviles que deben destruir y sobrevivir a los ataques de las protecciones fijas.
La adaptación de Anomaly 2 a PlayStation 4 es bastante directa respecto a la de PC, por tanto si dispones ya del juego en ordenadores no vas a encontrar ningún incentivo en su recompra. Eso no quita que sea un lanzamiento relevante para el jugador de consolas, especialmente porque Warzone Earth llegó a consolas –PlayStation 3 y Xbox 360- y existe ya una base de jugadores que conoce el título. La secuela es un buen juego que fue analizado en su momento, y del que os vamos a resumir brevemente sus características.
La historia sigue los pasos tras Anomaly: Warzone Earth y Anomaly: Korea, con un futuro próximo en el que la humanidad lo está pasando bastante mal por una amenaza alien que prácticamente ha aniquilado a la población, exceptuando los pequeños reductos de supervivientes. En 2034 se lucha contra estas criaturas mediante tecnología de aspecto un poco rudimentaria pero efectiva: tanques transformables en mechas. Son potentes, pero también un poco lentos y necesitan ser reparados, y ahí es donde entramos nosotros como un comandante que debe vigilar por el bienestar del convoy mientras avanza por unos mapas flanqueados por las posiciones enemigas. El argumento promete más de lo que ofrece, y rápidamente pasa a un segundísimo plano.
El objetivo general es escoltar al convoy del punto A al punto B por laberintos protegidos con armamento en sus márgenes durante 14 misiones. Una de las primeras tareas será la de colocar zonas de reparación para los vehículos que pasan dentro de su círculo de influencia, aliviando los daños que reciben por el fuego de las emboscadas durante escasos segundos. Nuestro personaje se mueve libremente –a diferencia de las unidades- y la gracia se encuentra en predecir los puntos conflictivos más problemáticos. Hay varias habilidades de apoyo, como pulsos electromagnéticos –desactivan las torretas-, señuelos que dan un respiro al convoy desviando la atención o una orden para centrar el poder ofensivo de nuestras unidades a un punto concreto, pero hay que tener cuidado porque los aliens también dañan a nuestro personaje, que está desprovisto de ataques. A medida que superamos la campaña se abren más posibilidades, como utilizar los puntos adquiridos para mejorar las unidades o conseguir nuevas.
Y claro, está esa característica novedosa respecto al original: transformar los tanques en robots de combate. Cada forma tiene un tipo de ataque diferente, así que conviene tener en cuenta cuándo conviene modificar un estado u otro. Por ejemplo, con un cambio alternamos la puntería a larga distancia por lanzamisiles, o una unidad se convierte en un generador de escudo. El cambio lleva unos pocos segundos de indefensión, sin embargo es muy útil para dar una mayor flexibilidad al convoy.
La curva de dificultad es bastante cómoda, no hay disculpa para que novatos no lo disfruten. Ahora bien, la campaña parece más una expansión con un par de mejoras que un juego completamente nuevo, y su duración es de unas cinco horas, no demasiado a menos que nos pongamos como objetivo completarlo con los mejores resultados y la mayor dificultad. ¿Qué hace a Anomaly 2 claramente superior respecto a Anomaly: Warzone Earth? El multijugador.
Al igual que en PC, la principal novedad es un modo multijugador para duelos entre un usuario que controla a los humanos y otro a los aliens, es decir, uno toma la posición ofensiva –como en la historia- y el otro la defensiva. Es la estrella de esta secuela, tanto por su profundidad y diversión como por la posibilidad de controlar las torretas alien, una experiencia completamente diferente a lo que vemos en la parte de historia y que requiere obtener recursos para posicionar las defensas –es una jugabilidad más parecida a una defensa de torres tradicional-. Según avanza la partida, se ganan puntos para aumentar la infraestructura de cada bando y ganar habilidades.
La versión de PlayStation 4 se juega bastante bien con el pad, la interfaz es clara y los gráficos han sido llevados sin ningún problema a consola –no son un prodigio técnico-. Tampoco es un juego feo, al contrario, tiende a ser espectacular y aunque abusa mucho del efecto de distorsión cromática para las explosiones y cualquier movimiento sísmico, tiene escenarios postapocalípticos muy coloridos y variados –al igual que las situaciones del propio juego- de urbes o junglas a montañas nevadas.
Nos llega con textos en castellano y voces en inglés. La música sin destacar demasiado tiene su calidad, de los actores de doblaje quizás no podríamos decir lo mismo, son un poco principiantes y no se meten demasiado en el papel, pero como hemos mencionado antes, la parte de argumento deja pronto de importar y no es un elemento relevante para la valoración.
Conclusiones
Anomaly 2 gustará a los fans de la primera parte, añade un interesantísimo modo multijugador, el extra estratégico de los tanques transformables y mejora los gráficos dentro de lo posible. En lo principal peca de continuista y sería corto si no planeas exprimir el juego en red -¿quién no querría probarlo al menos?-, pero está bien diseñado y como alternativa a la defensa de torres habitual sí es un aire fresco.
Y como concluimos en el análisis de la versión de PC: si te gustó la primera parte o simplemente buscas una experiencia multijugador que sea diferente a todo lo visto en el mercado actual, la nueva obra de 11 Bit Studios se convierte en una opción de compra muy recomendable.