Análisis de Aegis of Earth: Protonovus Assault (PS4, PC, PS3, PSVITA)
Aegis of Earth: Protonovus Assault es uno de esos juegos con una base interesante mal llevada a la práctica. No logra destacar sus puntos fuertes –que alguno tiene- y no consigue profundizar más en los aspectos estratégicos; en su lugar pretende abarcar demasiado, contentar a usuarios tan dispares como los aficionados a las novelas visuales, rol y el anime con aquellos que se inclinan más por la estrategia. Un batiburrillo que no termina de cuajar al menos tal y como lo ha creado Acquire.
El mundo que nos presenta Aegis of Earth está devastado tras un ataque de monstruos, un escenario postapocalíptico donde los kaiju estarían muy cerca de eliminar a la raza humana. Todavía quedan unos reductos de supervivientes concentrados en ciudades fortificadas, aunque los muros no son un gran obstáculo para estas criaturas.
La defensa se realiza mediante cañones y otras armas distribuidas oportunamente en estas metrópolis circulares, pues la amenaza llegará en forma de oleadas desde múltiples ángulos y nuestro deber está en impedir que pongan un pie en la urbe.
Se trata de un juego del subgénero defensa de torres con un pequeño giro en su mecánica. Si bien en otros títulos de este estilo construimos armas en posiciones fijas y trabajamos a arreglar los daños recibidos durante el combate, en Aegis of Earth la ciudad está creada sobre anillos concéntricos que se pueden rotar. No se trata de una enorme pizza giratoria porque seleccionas una porción y sólo mueves esa parte, no el resto. En esta mecánica se encuentra la mayor originalidad de su propuesta.
La estrategia inicial es clara: colocar primero los cañones en diferentes anillos para poder abarcar más objetivos independientes. Al principio los monstruos se aproximarán desde dos o tres ángulos simultáneamente, así que en lugar de concentrar todo nuestro poder ofensivo en un ángulo pequeño, es mejor optimizar el espacio para defender el mayor abanico posible de los 360º por los que seremos golpeados.
La gestión de la ciudad es una parte importante de la estrategia. Superando misiones se ganan recursos para invertir en nuevas o mejores armas para colocar en un espacio restringido, y la población se interesa por vivir en nuestra ciudad. Manejamos un terreno con sus edificios para la gente y casillas intocables; por mucho que desees, no podrás plagar todas las circunferencias con maquinaria bélica. La desarrolladora busca así que obligatoriamente queden puntos ciegos y que sea el usuario quien proteja las proximidades. Durante esta fase, recolectamos los impuestos de la población y construimos el armamento que nos permite la economía.
Armas y monstruos tienen diferentes características, algo que nos llevará a estudiar mejor cuál conviene a cual y a edificar por igual misiles, láseres, ametralladoras gatling o cañones. Cada torre tiene una cadencia, radio y rango de acción, lo que significa que un grupo de criaturas pequeñas que se mueve lentamente no se afronta igual que una resistente bestia gigante o voladora que dispone de un ataque de carga a larga distancia. Parte de la gracia, al igual que en la mayoría de defensa de torres, consiste en dar prioridades para minimizar el daño recibido en nuestra población o armas.
Aegis of Earth se caracteriza por una repetitividad que aparece mucho más pronto de lo deseado. Cuando has cubierto el espacio hábil de construcción poco más ofrece: deberás mejorar edificios, luchar y continuar reforzando la defensa. También se desbloqueará el control de otras ciudades del globo, que es básicamente lo mismo pero en otro punto del mapa.
El problema de fondo del juego es que los aspectos de estrategia quedan muy superficiales y cualquiera puede proteger el fortín ante cualquier peligro. Es fácil incluso en las misiones más complejas o con el ajuste de dificultad más alto. Si has colocado los cañones sin cometer errores importantes la partida se supera casi automáticamente –apenas hay que corregir la dirección-. No es que el género se caracterice mucho por tomar parte activa de los combates, pero en otros casos nuestra interacción no se reduce a apuntar las armas según nos dicta la interfaz, la estrategia se integra durante la batalla. En Aegis of Earth las fases están muy delimitadas y ninguna brilla en especial.
Según progresamos se desarrolla una historia que pretende dar un poco más de calor humano a los acontecimientos de la ciudad. Opta por un argumento muy juvenil con ligero estilo anime repleto de tópicos en las personalidades que difícilmente va a llamar nuestra atención. Está lejos de ser un punto negativo porque a fin de cuentas multitud de tower defense ni siquiera cuentan con protagonistas o historia trabajada, véase PixelJunk Monsters, pero es una lástima que una vez creada no aporte nada al conjunto.
Aegis of Earth está disponible en las tres PlayStation –PS4, PS3 y PS Vita-, que suele ser un indicativo del aspecto gráfico que podemos esperar. Es muy modesto técnicamente, quizás en portátil o en PS3 –si lo consideramos como lanzamiento de bajo presupuesto- se puedan perdonar más las carencias. Lo que no nos ha gustado demasiado es que artísticamente es muy pobre, recuerda a los inicios de la pasada generación cuando en 2006 multitud de títulos combinaban texturas deficientes, modelados de 128 bits, una iluminación pobre – incluido el abuso del efecto bloom- con una paleta de color mal escogida que no sabe muy bien si tirar por el colorido o el gris postapocalíptico.
La combinación de retratos manga con gráficos 3D de la ciudad –compuesta por cajitas que simulan rascacielos- en mitad del desierto rocoso con una calidad de imagen empañada da un resultado bastante mejorable que llega a dificultar la identificación de monstruos o construcciones. Contrariamente a lo que podrán pedir muchos jugadores, Aegis of Earth no necesita más detalle, sino al contrario, un estilo más definido y simple.
Nos llega con voces en inglés, al igual que los textos. La banda sonora orquestal nos ha recordado un poco a temas de Evangelion, sin alcanzar esa calidad. El sonido es uno de los aspectos más cuidados del juego.
Conclusiones
Durante las primeras misiones Aegis of Earth: Protonovus Assault es un juego bastante decente que cumple con lo que se espera del género: enemigos que se aproximan a tu posición, construcción de defensa y gestión de recursos. Pero su diversión se desinfla en cuanto descubre todo lo que ofrece. No hay un gran reto por la falta de tensión, las batallas a veces avanzan muy despacio –duran más tiempo del que deberían para la cantidad de enemigos que aparecen- y se pueden obviar muchos sistemas con sólo mantener actualizado el armamento.
La oferta de títulos estratégicos en consola nunca es demasiado amplia y Aegis of Earth no hace nada terriblemente mal, el fallo está en que tampoco nada especialmente memorable. Se puede recomendar para fanáticos de la defensa de torres que hayan agotado otras opciones del mercado.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS4 con un código de descarga que nos ha proporcionado BadLand Games.